77. Amigos.
<< ¿Que haremos ahora? Ellos aun no saben que nuestra relación cambio...>>
pensó el rubio al instante y le pareció que la peliazul también pensó de igual manera.
- ¿Que hacen por acá? - el Uchiha pregunto animado una vez llego a su sensei y su amigo.
- Minato-sensei creyó que seria buena idea ir a comer todos juntos - le contesto rápidamente el peliplata.
Minato quiso golpearse la frente de inmediato.
- ¡Que buena idea! - está vez la emocionada era Rin.
- Nosotros estábamos por ir a desayunar, vengan con nosotros - Obito menciono otra vez y literal que le tomó la mano a Minato y a la peliazul al mismo tiempo para después arrastrarlos detrás de él.
Los mayores resignados le siguieron el paso y los otros dos niños también.
Cuando llegaron al lugar donde iban a desayunar, se sentaron y para desgracia de los mayores, los niños los sentaron juntos diciendo - los mayores allá y los niños acá -, así que ahí estaban, en una mesa donde los asientos no estaban separados hechos para dos personas y una mesa por delante. Era verdaderamente incomodo estar tan cerca el uno del otro sin saber que hacer o qué decir.
- Buenos días ¿Están listos para ordenar? - una mesera muy guapa llego a donde ellos.
- Yo quiero un... - Obito comenzó y después lo hicieron los restantes. Después Minato y por ultimo ella, pero ya se le había quitado el hambre.
- Yo... - se quedo pensando - yo no... -.
- A ella traigale... - se soprendio al escuchar al rubio pedir por ella su platillo favorito ya que se dio cuenta que diría que no quería nada.
- Bien, nos tomará 10 minutos, no se desesperen - la mesera les dijo amable y se fue por donde vino.
La peliazul lo veía sin disimular un poco y el rubio se dio cuenta en un instante aun que no la estaba mirando fijamente.
<< Así que aquellos quince minutos que nos veíamos al día sirvieron de algo...>> pensaba la peliazul mientras dirigía su mirada hacia otra parte y una sonrisa se escapaba de sus labios. Recordó aquella semana tan atrajeada de hace tanto, cuando sólo se veían máximo de diez a quince minutos, solo conversaban de cosas triviales y se besaban. Que tiempos.
El rubio también estaba feliz por recordar lo mismo, habia notado su sonrisa, así que estaba feliz de haberlo recordado. A él nunca se le olvidaría todo lo que a ella le gustaba y disgustaba, era parte de ser el hombre de la relación, lastima que ahora no había relación.
Los niños comenzaban a platicar entre ellos de nuevo, pero cuando alzó la mirada se topo con otra mirada sobre ella. Kakashi la observaba con indiferencia y ella solo pudo hacerse pequeña en su lugar. Apartó la mirada del peliplata y se dedicó a ver a Obito y a Rin quienes conversaban amenamente en su lugar.
Cerca de los diez minutos eternos que les había dicho la mesera, volvió con su comida en una charola, dio su platillo a quien correspondía y se fue diciendo un provecho.
Comenzaron a comer en silencio disfrutando de su desayuno. La peliazul más, pues estaba feliz por lo anterior, no podía ocultarlo. Fue hasta que el peliplata interrumpió el silencio...
- ¿Por qué ustedes dos no se dirigen la palabra? - no se lo pudo guardar, le estaba comiendo la curiosidad.
- ¿Quien, nosotros? - pregunto la peliazul enseguida bastante nerviosa.
Enseguida se pusieron nerviosos y dejaron el tenedor en plato de comida. El peliplata asintió desconfiado.
- S-si nos hablamos, pero, n-no hemos tenido tiempo - el rubio se excusó rascando su cabeza verdaderamente nervioso.
- Mentira... - está vez Obito hablo - estuvimos esperando la comida sin hacer nada por diez minutos -.
- Exacto - Rin hablo - Solo estuvieron ahí sentados sin hacer nada - termino.
- Pero no pasa n-nada malo, es que estuvimos casi dos meses sin vernos que es raro... - la peliazul ya no sabia ni que decir - Si, raro... - repitió.
- Exacto - Minato la apoyo - Es raro, p-pero seguimos siendo buenos amigos - el rubio sin saber qué hacer para que le creyeran, tomó a la peliazul del hombro y la atrajo a su lado en forma de abrazo.
- Si, nosotros somos como mejores amigos, n-nada malo está pasando... - termino la peliazul recargada en el hombro del rubio.
Los niños aun desconfiaban, y es que quien no lo haría si eran tan malos mintiendo.
- ¿Mejores amigos? - pregunto extrañado el peliplata.
- Así es - el rubio le respondió y rápidamente dejo un corto beso en la coronilla de la peliazul.
Shinato abrió los ojos sorprendida tras el gesto amigable del rubio.
- Bien - Rin menciono convencida y los demás niños no les quedó más que terminar de comer en silencio.
Una vez calmado todo, el rubio soltó a la peliazul y volvieron a lo suyo. No se dijo nada mas en aquella mesa.
Por otra parte, una pequeña albina se encontraba viendo con atención aquella escena, había llegado justo a tiempo para escuchar que su princesa tenia un mejor amigo y que este el Destello Amarillo de Konoha. Hisui estaba muy emocionada por Shinato.
Volviendo al lugar de antes, todos terminaron su comida y Minato llamo a la mesera para pagar.
- Serian 2 198.37 yenes por favor - le informo la mesera y cuando estaba por sacar el dinero, alguien mas se le adelanto.
- Aquí tiene... - la peliazul le estaba estirando la mano a la mesera con los yenes.
Minato rápidamente le tomó con su mano, la mano dónde llevaba el dinero, era como si se estuviesen tomando la mano, pero ninguno le presto atención.
- ¿Qué crees que haces? - le pregunto el rubio un poco confundido.
- Pues pagar - está le dijo de manera obvia.
- Olvídalo, yo pagare - este le dijo divertido.
- No, yo pagare porque yo los invite a comer - está le respondió un tanto competitiva.
- ¿De que hablas? Yo fui él de la idea - este también hacia adoptado una actitud competitiva.
- Pero nosotros íbamos primero cuando ustedes llegaron, además nosotros somos tres y ustedes dos, me corresponde a mi pagar - vaya, ella tenía una buena lógica, aun así el rubio no dejaría que pagará.
- Eso no tiene nada que ver... -.
- Claro que lo tiene... -.
- Claro que no... -.
- Claro que si... -.
Los niños presentes comenzaba a avergonzarse de sus acompañantes mientras la mesera reía por lo bajo con la charola vacía pegada al cuerpo.
Fue hasta que Minato la empujó con su espalda hacia la pared del local impidiendo que alcanzará a la mesera.
- Tome, por favor... - el rubio le dijo rápidamente mientras la peliazul luchaba y lo empujaba riendo.
- No, no le haga caso... - la peliazul no aguantaba la risa y pronto se la había contagiado a Minato y a los niños.
- Lo siento señorita... - le dijo la mesera mientras tomaba el dinero de la mano del rubio - pero estoy a favor de que el novio pague - les sonrió y se fue del lugar para traerles el cambio.
De inmediato el rubio se puso en su lugar y ella también se acomodo. Se les habían puesto las mejillas rojas solo al escuchar la palabra novio.
No se dijeron nada mientras los niños no se daban cuenta porque aún seguían riendo por lo del tema anterior.
- Aquí tiene... - la mesera volvió sonriente y le entregó el cambio al rubio, este lo recibió y todos juntos dijeron gracias - Que les vaya bien, vuelvan pronto - les despidió y pronto se encontraban fuera de aquel local de comida.
Aun estaban avergonzados.
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