74. - Yo solo recibo ordenes -.
- Vuelve a repetir eso, y te mataré, fea... - se escuchó en alto la voz de Nikola en medio del grupo.
- ¿Pero que pasa? Si solo he dicho la verdad, no creía que te molestará - aquella distinguida voz burlona era la de Mara.
- Nikola, tranquila, no vale la pena pelear con ella - rápidamente la peliazul fue a calmar a su compañera para que el problema no se hiciera más grande. Conocía a Nikola y sabía que poco le faltaba para comenzar a pelear.
- Pero, ¿acaso no escuchaste lo que dijo..? - se dirigió a Shinato molesta - No tolerare que le falten el respeto a mi princesa - volvió a ver a la Uchiha quien estaba sonriente por haber provocado a la albina.
De pronto, Mara comenzó a reír en alto. Todos la vieron como si estuviera loca.
- ¿Llamas princesa a una asesina? - soltó con más veneno del que esperaba.
Nikola no soporto más aquella falta de respeto y de inmediato, tras levantar un poco el kimono que llevaba, sacó una pequeña espada y amenazó de muerte a la pelinegra poniéndola en su cuello. La Uchiha pensó que aquello ya lo había vivido antes.
Fue cuando Minato actuó de manera bastante rápida y una de sus particulares kunai estaba en el cuello de Nikola. Al instante, Katsuki amenazó al rubio de igual manera, pero también él estaba siendo amenazado por la otra mano del rubio. Jackal le apunto a Mara y ella lo hizo de igual manera. Vaya lío que se había hecho. Un movimiento y todos morirían.
Shinato quiso separarlos, pero la mano de Rogue la alejo de aquel movimiento suicida. Al voltear a verle molesta, este solo negaba con la cabeza indicando que no era bueno meterse por su seguridad.
Kushina estaba sorprendida, ¿de verdad iban a matarse entre todos?
Mientras Hisui solo miraba la escena con los ojos cristalinos, estaba aterrorizada.
- Basta ya, ¿que es este escándalo? - Hiruzen apareció en escena acompañado por su guardia. De verdad que era un escándalo, habían conseguido llamar la atención de todo el que pasara.
- Ella empezó - la Uchiha se escudo rápidamente ante la mirada del Hokage. Nikola se enojo aun mas por aquella mentira.
Todos bajaron sus armas al mismo tiempo y Shinato sintió que volvía a respirar, pero ahora estaba molesta con la pelinegra. Ella había cambiado mucho, extrañaba a la Mara que le había hecho compañía en prisión por cuatro meses.
- Bien, ya que todo esta resuelto... - el Hokage volvió a hablar - Shinato, Minato, los quiero en mi oficina, ahora - le hablo duro.
- Si, Hokage-sama - los dos mencionaron al mismo tiempo como niños regañados.
- Y Kushina... - llamo la atención de la pelirroja - Se que ya no estas en servicio, pero ¿me haría el favor de llevar a nuestros invitados al lugar donde se quedarán? Pues la persona que iba a hacerlo, todavía no está bien capacitada - miro a la Uchiha con desaprobación.
- Si, déjemelo a mi, yo me encargo - contesto la pelirroja.
Hiruzen comenzó a avanzar de nuevo a la torre del Hokage seguido de la peliazul y el rubio quienes no decían ninguna palabra.
- Acompañenme, por favor - Kushina les hablo a los Hanyo restantes y ellos sólo la siguieron.
- Una mujer con educación es mejor que una que solo causa peleas innecesarias - menciono Katsuki a lo alto cuando se iba caminando, se refería a la Uzumaki y a la Uchiha.
Mara se quedo ahí sola, totalmente enfurecida por aquel comentario. << ¡Los odio malditos asesinos..!>> maldijo y se fue de ahí a paso rápido con las miradas de todos los aldeanos que aún seguían en el lugar.
Una vez en la torre del Hokage, Hiruzen se acomodo en su lugar y los dos jóvenes se sentaron de rodillas frente a él.
- No estoy para nada contento con lo que hiciste - la regaño como todo un padre.
- Mil disculpas - se disculpo por lo bajo y el Hokage solo suspiro resignado.
- Para tu buena suerte, ninguna de las dos aldeas tuvo bajas ni heridos de gravedad gracias a que detuviste aquel encuentro innecesario - le informo, para ella era un alivio escuchar aquello - Pero, no justifica que tenían pensado atacar la aldea, ¿cuales fueron las razones que te orillaron a hacerlo? - le pregunto.
La peliazul trago duro.
- Vera, últimamente mi aldea está siendo atacada constantemente, según los registros, estos ataques comenzaron hace cerca de dos meses, justo cuando sus shinobis abandonaron la aldea, entonces se llegó a la conclusión de que Konoha había revelado nuestra ubicación - confesó. Hiruzen la miro neutral.
Minato solo observaba el suelo con atención. Ya había tenido esa conversación antes, así que no se metería. Estaba muy apenado por su comportamiento anterior.
- Si pensaban eso... - Hiruzen comenzó - ¿No era más fácil venir a Konoha a corroborar si de verdad era cierto, en vez de declaran una guerra? - le pregunto un tanto cínico.
La peliazul se avergonzó enseguida. Ella si había pensando en esa opción.
- Shinato's Flashback:
- Pero padre, no es necesario apresurarnos a la situación, lo mas razonable es ir con el Hokage... -.
- ¿Me estas contradiciendo? - la interrumpió hablándole alto - Por algo soy el líder del clan, mis ordenes son absolutas y certeras - le dijo de mala manera. Ella solo agachó la cabeza.
Últimamente su padre volvía a ser como antes, pero ahora un poco peor. Sabía que no había cambiado del todo.
- Creo que Shinato tiene razón - Rogué salio a defenderla.
Sesshomaru los miro mal y trato de calmarse.
- Hasta que no se conviertan en los líderes del clan no tienen derecho a contradecirme... he dicho que irán a Konoha a pelear y eso harán... fin de la discusión -.
End to Shinato's Flashback:
- Yo solo recibo ordenes - le salio involuntariamente de los labios.
Hiruzen sabia que aquello podría pasar. Que al recuperar fuerzas el clan se levantaría y gritaría !aún estamos aquí! No literal, pero era algo parecido.
- Así que fuiste enviada por ordenes de tu padre - afirmó el mayor y ella solo asintió.
Fue cuando Minato reaccionó.
- ¿No se supone que ya eras la líder del clan? - pregunto un tanto molesto.
Ella volteo la mirada y le confesó...
- No lo seré hasta que me case... -...
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