Al instante, las detuvieron, Minato a Shinato y Rogue a Mara. Igualmente las habían tomado de la mano dónde llevaban el arma.

- ¿Que esta pasando aquí? - el rubio pregunto mirando fijamente a la peliazul, quien sólo lo observaba fijamente debido a la sorpresa que se había llevado, y tampoco olvidemos que su espalda baja había comenzado a arder por el Hiraishin.

Nadie contesto la pregunta mientras todos seguían en sus lugares totalmente inmóviles.

- Shinato-san, ¿te encuentras bien? - Rogue pregunto con un pequeño semblante de preocupación. El rubio se molesto al instante por tal interés del pelinegro, pero nadie la mandaba a llegar y preguntar generalmente que estaba pasando en vez de preguntar por el bienestar de su chica.

- Estoy bien - ella le contesto por lo bajo quitando su mirada del rubio a la vez que se deshacía de su agarre de manera molesta.

- Vuelvo a preguntar ¿que esta pasando aquí? - el rubio volvió a hablar.

- Dios, que bueno que llegaron... - se escuchó la voz de la pelinegra fingiendo estar asustada - No se que fue lo que paso, estábamos discutiendo y en un segundo ya tenia la kunai de Shinato-chan en el cuello amenazando con quitarme la vida - termino cubriendo su rostro con sus manos. De verdad que sabía actuar.

Kushina y Shinato abrieron los ojos a tope no pudiendo creer que se estuviera haciendo pasar por la víctima del problema.

- ¿Eso es verdad? - la voz del rubio se escuchó molesta. Más que eso fue muy enojado.

La peliazul volteo a verle enseguida. << ¿Por que... por que me miras así..?>> pensó afectada cuando noto la indiferente mirada del rubio sobre ella a la vez que le preguntaba de nuevo.

- ¿Kushina? - al ver que no le contestaba, decidió preguntarle a la pelirroja, quien gruñó levemente y cerró los ojos para después decir.

- Si - tras la respuesta, la mirada de Minato pareció haberse ensombrecido más - Pero... - siguió hablando - Necesitas saber que fue lo que realmente paso para que Shinato actuará de esa manera - le dijo notando la molestia en su mirada mientras veía a la peliazul.

- ¿Que fue lo que realmente paso para que actuaras de esta manera? - le pregunto por lo bajo y al ver que no le contestaba volvió a hablar - Parece que no te conozco, jamás le apuntarías con tu arma a un compañero - termino.

Shinato cerro los ojos fuertemente, se encontraba muy dolida tras las palabras de Minato, y es que tenía razón. Ni siquiera en la batalla contra los de Kumo había atacado a los suyos, incluso había detenido a Tsukuyomi con su propia voluntad, pero las palabras de la Uchiha la habían hecho enfadar. No podía faltarle el respeto a su difunta madre.

- Minato-san... - Mara se acercó al rubio y casi se le sube encima, literal que lo abrazo manteniendo su papel de víctima - No dejes que me haga daño -.

Y ahí estaban, Minato ni siquiera hacia nada para alejarla de él.

- Disculpate con Mara - le ordenó en un instante.

- ¿Que..? - pronunció realmente confundida, ¿que demonios le pasaba al rubio? No era a la centinela a la que debía proteger - No lo haré - pronunció más tarde con el semblante molesto.

- ¿Estas loco o que? - Kushina se metió en la conversación intentando proteger a su amiga, pero el rubio la ignoro - Ella es la que tiene que disculparse - señaló a la centinela y ella hizo una cara de espanto. Ah vaya, si que causaba coraje verla ahí metida entre los brazos del rubio mientras se hacía la víctima de todo cuando ella lo empezó.

- Mi futura mujer no va a disculparse con nadie - la fría voz de Rogue se metió de pronto en la conversación mientras él tomaba lugar frente a Shinato.

Las tres chicas se sorprendieron a sobre manera tras escuchar las palabras, y los hombres del lugar se miraban fijamente. Estaban molestos de igual manera, pero solo a Minato se le notaba en la cara.

- ¿Tu futura... mujer? - Minato le pregunto en tono de burla mientras se deshacía de los estorbosos brazos de la pelinegra y le daba la cara. Solo él y Shinato sabian lo que había pasado la noche antepasada.

- Si, ¿tienes algún problema con eso? - Rogue le contesto y en un segundo se vieron enfrentados cara a cara. Eran de la misma estatura.

Shinato se preocupo al instante. Lo que menos quería era una pelea después de la que casi tenia con la Uchiha.<< ¿Que demonios? Pensaba que venían de detener una pelea innecesaria y ahora están a punto de comenzar otra...>> pensó irónicamente preocupada.

Si Minato y Rogue comenzaban a pelear, seguro que la pelea nunca terminaría, puesto que los dos poseían el mismo potencial tanto en habilidades como inteligencia, y claro, en fuerza de ataque. Ellos lo sabían.

Estaban ahí, solo observándose atentamente, hasta que de pronto los dos desparecerieron. El rubio como siempre uso el Hiraishin y por otro lado el peligro se convirtió en una especie de sombra que de igual manera era un justu espacio-tiempo tan fuerte como el de Minato. La peliazul no pudo seguirlos con la mirada, pero luego los visualizo peleando en una rama gigante de un árbol cerca. Se estaban pelando a golpes, claro, como ninjas y ninguno de ellos lograba darle a otro, todo estaba pasando muy rápido, peleaban tan bien que literal las chicas estaban con la boca abierta. No era momento se sorprenderse.

- Tenemos que detenerlos - Kushina le hablo llamando su atención.

- Imposible... - le contesto - No podría, son demasiado fuertes, en el nivel en que me encuentro ni siquiera podría tocarlos - confesó. Ahora es cuando más detestaba no contar con ninjutsu ni genjutsu.

Las tres solo podían ver y encontrarse preocupadas, no fue hasta que vio como el rubio hacía en su mano un rasengan y con la otra sostenía un Hiraishin, y también por otra parte al pelinegro le comenzaban a salir sombras desde las uñas de los dedos. Se había puesto muy peligroso.

- ¡Deténganse! - la pelirroja les grito tan alto como pudo, pero los muchachos no se detuvieron, fue cuando Shinato abrió los ojos a tope y de pronto...

- Imposible... - la Uchiha había mencionado al ver como la peliazul se encontraba en medio de aquellos dos peleadores. Se había movido en un segundo.

No fue hasta que levantó el rostro cuando todos los chicos en aquel lugar habrían los ojos a tope como si estos fueran a salir de sus lugares...