65. Malentendido.

- ¿Y como es Minato en la cama? -.

La peliazul se sonrojo de inmediato tras la pregunta de la pelirroja y se alejo de ella avergonzada.

Hoy era otro día, un día parcialmente nublado y con ánimos de trizteza, era de mañana y como siempre los cinco muchachos se encontraban ahí. Había dado la hora del descanso, Kushina, Shinato y Mara se encontraban en el bosque nevado, mientras Rogue y Minato habían ido por ordenes del líder de clan a ahuyentar a unas personas que andaban cerca de la entrada de la aldea.

Volviendo al tema de la primera pregunta, Kushina no era para nada discreta y a la peliazul le avergonzaba, además tampoco quería por ningún motivo que la pelinegra escuchara aquello.

La pelirroja esperaba su ansiada respuesta mientras Shinato tenia la mirada baja sonrojada, de pronto, Mara se levantó de aquel lugar y camino lejos de ellas sin decirles nada.

- ¿A donde vas, Mara? - la peliazul pregunto de inmediato antes de que se metiera dentro del bosque. Se preguntaba si había escuchado aquella pregunta.

- Iré a caminar por ahí, ya vuelvo... - le respondió y siguió avanzando hasta perderse en los árboles y la nieve.

- ¿Que le pasa? - pregunto más para ella que para la pelirroja - Siempre esta animada, pero hoy se le ve completamente todo lo contrario - está vez volteo a ver a la pelirroja y esta solo alzó los hombros sin tener una respuesta.

- Pero no me evadas el tema... - le hablo emocionada - Cuéntame -.

- No hay nada que contar - le dijo más avergonzada que antes. Hasta ella sabía que si había que contar.

Ayer después del abrazo emotivo entre las ahora mejores amigas, Kushina le había dicho algo muy vergonzoso a Shinato...

- Pero vaya reconciliación que tuvieron. Deberías darme las gracias, hasta tuve que poner una barrera para que no se escuchara más de la cuenta -.

Eso le había dicho, pero la peliazul no le quiso contar nada acerca de eso, solo lo admitió y ya.

Kushina la veía expectante por las palabras que fueran a salir de su boca, hasta que la peliazul hablo...

- Minato... e-el es... - la pelirroja parecía emocionarse cada vez más con cada palabra - Un poco, rudo - termino con las mejillas más rojas que nunca.

- Ya decía yo que los más callados eran los más traviesos-ttebane - le tomó los hombros y comenzó a sacudirla - Pero... - se detuvo y su rostro se llenó de duda - ¿No se supone que era su primera vez? - le pregunto y la vio directamente.

- No - la peliazul le contesto mirando hacia otra parte.

- Se lo tenían bien escondido-ttebane - la pelirroja volvío a emocionarse y volvió a sacudirla sin cuidado.

- Pero Kushina... - está la detuvo - No se ocurra decir nada frente a nadie, hace un momento Mara casi te escucha y si se llega a enterar... -.

- Ya es un poco tarde - escucho la voz de la pelinegra detrás de ella. Si, las había escuchado - Ya lo sé todo -.

Se volteo enseguida en su dirección mientras la pelirroja fruncia el ceño al ver la expresión sombría de la Uchiha.

- Mara, yo, no es lo que piensas... - le dijo mientras recordaba como le había dicho antes lo mucho que gustaba de Minato. Había hecho muy mal en decirle que se le acercará de aquella forma una y otra vez.

- ¿Entonces en que se supone que debo de pensar? No es demasiado obvio, Minato-san y tú tienen una relación - le interrumpió hablandole de mala manera.

- ¿Y que si es cierto? No tienes por qué tener esa actitud con Shinato - Kushina le respondió al ver que la peliazul se quedaba callada y bajaba la mirada.

- Shinato... - la llamo ignorando a la Uzumaki - Pensé que eramos amigas, pero te atreviste a ponerle las manos encima al hombre que yo quería aun sabiendolo, ¿¡Como pudiste!? - por último le había gritado.

- No, no es así como ocurrieron las cosas, puedo explicartelo - la peliazul se encontraba en un conflicto ahora por no haberle dicho la verdad desde el principio.

- No necesito que me expliques nada, eres una zorra - la insulto.

Kushina de inmediato iba a ir a defender a su amiga de los insultos de Mara, pero Shinato se lo impidió poniendo una mano en el camino.

- No hay necesidad de usar la violencia - les dijo calmada.

- Pensaba que era lo único bueno que sabias hacer, que podía esperar de un monstruo como tú que solo sabe asesinar personas - comenzó a decirle despectivamente. Aun así, la peliazul se quedo en silencio, solo observándola, nada de aquello le afectaba - Fue una mala suerte que tu clan aun estuviera con vida, pero sabes, lo único que me reconforta es que la mitad está en el infierno - está vez su ceño si se frunció - Como tu ma... - Mara ni siquiera pudo alcanzar a decir la palabra completa.

Shinato era pacifista, claro que su trabajo de shinobi no le permitía serlo de tiempo completo y que cuando era mas pequeña lo único que quería era ganarle al rubio. Con el paso del tiempo había comprendido que entre menos pelea y muertes sin justificación era mejor, había madurado. Pero ahora que se encontraba ahí, con su kunai en el cuello de la que se hacía llamar su amiga, se le había olvidado todo.

<< ¿En que momento..?>> se preguntaron al mismo tiempo la pelirroja y la pelinegra, ni siquiera se habían dado cuenta a que hora se había movido de su lugar.

- Oh vaya, di en el clavo - Mara le dijo burlona mientras tragaba saliva nerviosa.

- Di una sola palabra más acerca de mi clan y te mato - le dijo con aquella indiferencia que tanto le caracterizaba. Aquella mirada no decía absolutamente nada, pero las presentes suponían que estaba molesta. Suponían muy bien.

- Para ser alguien que odia a su clan tienes muchas ganas de defenderlo - tras decirle aquello, Mara se movió bastante rápido y se alejo tras darle un poco de batalla con otra kunai.

- No es algo que te importe - la peliazul le contesto.

Mara la vio con frustración. Sabía que aún sin control de chakra la peliazul era mas fuerte que ella, no podía hacerle frente y aquello le molestaba a sobremanera.

- ¡Aun no lo entiendo! - le grito - ¡Por qué maldita sea tú estas molesta si la que debería de estarlo soy yo por la gran traición que me hiciste! - le señaló con el kunai - ¡Eres de lo peor que hay en este mundo! Y vas a pagarlo muy... -.

- No te pagare nada - Shinato la interrumpió - Minato es mio desde que tengo memoria - la reto.

Si hubiera habido público en ese lugar seguro que se hubiera escuchado el típico - uuuuuhh -... de parte de todos.

Más molesta que antes, la pelinegra comenzó a correr hacia ella con la intención de atacarla. Shinato al verlo, hizo lo mismo.

Allí iban, dispuestas a pelar por un hombre que de sobra solamente le pertenecía a Shinato. Justo cuando iban a atacarse, los dos hombres que no se encontraban en el lugar aparecieron justo delante de ellas. Al instante, las detuvieron, Minato a Shinato y Rogue a Mara. Igualmente las habían tomado de la mano dónde llevaban el arma...

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