105. - Está es tu guerra -.
Dos días después, el Sandaime Raikage "A", se dirigía a Konoha a una velocidad impresionante. Aviso que tendrían su presencia el mismo día que Javad estuvo ahí. Al parecer le interesaba la Hanyo y no quería perder tiempo.
Al saber esto, Hiruzen y Minato lo estaban esperando en la torre del Hokage. Shinato no se encontraba ahí ya que el rubio le había dicho que se quedara en casa porque todo estaría bien, le dijo que el Hokage no estaba dispuesto a negociar su custodia así que no había necesidad de preocuparse.
Fue cuando "A" llego a la aldea y Minato lo recibió mostrandole el camino a la torre. El Kage no venía solo, lo acompañaba Javad ahora con más aires de presunción ya que iba acompañado del mayor. El rubio literalmente le había ignorado y era por esto que el pelipurpura estaba molesto. No olvidaría sus últimas palabras hacia él.
Cuando llegaron a la torre, los hizo pasar a una pequeña sala donde se recibía a los invitados importantes, esa dónde el consejo y Hiruzen hablaban.
- Es bueno tener su presencia, Raigake-dono - saludo Hiruzen mientras se ponía de pie y le daba la mano. En realidad lo que el Hokage pensaba era que tener su presencia ahí era un fastidio por el tema que se iba a tratar.
- Gracias por recibirme, Hokage-dono - le dio la mano con cordialidad, pero sus palabras no eran del todo sinceras, pues no le agradaba para nada estar en Konoha.
En realidad todos pensaban diferente a como se comportaban.
- Bueno, sentemonos para comenzar - le señaló su asiento y pronto se encontraron frente a frente con la mesa de por medio. Tanto como la guardia del Hiruzen, Minato, y la guardia de "A", Javad, se quedaron de pie detrás de ellos - Entonces, dígame - termino.
- Vengo a negociar con usted la custodia del Hanyo sobreviviente - le dijo directo. El Raikage no perdía el tiempo para nada.
- ¿Como se entero que había un sobreviviente? - Hiruzen le pregunto.
- La guerra interna del clan no fue solamente entre ellos, al parecer había más shinobis de otros países involucrados. Uno de ellos me lo informo, dijo que un shinobi perteneciente a Konoha se había llevado a alguien - le explico al Hokage mientras el rubio no le quitaba la mirada de encima.
Hiruzen lo miro serio. En realidad como ya se había dicho antes, no estaba dispuesto a negociar ninguna custodia, ni con Kumo, ni con nadie.
- Dígame Raikage-donó, ¿que es lo que tengo que negociar exactamente? - le dijo dándole a entender que verdaderamente no tenían nada de que hablar.
"A" lo entendió rápidamente, ya sabia que no iba a ser fácil.
- Escuche Hokage-dono... - comenzó a hablarle como le dio la gana - Un sobreviviente Hanyo es muy peligroso, son extremadamente inteligentes y hábiles a la hora de pelear. A lo que me refiero es que significan demasiada fuerza militar, uno solo podría acabar con medio Kumogakure - se quedo en silencio un momento.
- ¿A que quiere llegar con todo eso? - el otro mayor le pregunto esperando.
"A" comenzó a hartarse de las preguntas que solo le decían que no se iba a llevar nada.
- Entreguenos esa fuerza... - le dijo por fin - Le estoy haciendo un favor - continuo - Todo esto sin necesidad de que los demás países intervengan, entregue al Hanyo a Kumo y le garantizo un tratado de paz más extenso, es un trato justo, de cualquier manera, si los demás se enteran, Konoha perderá la custodia inevitablemente - termino cruzándose de brazos.
Minato lo miro mal, comenzaba a enojarse porque el jamás quiso aquello, que le tratasen como a un objeto cuando era una persona igual que las demás. Después observó a Javad con una sonrisa maliciosa pensando de igual manera que su jefe, que iban a salir ganando de todo aquello.
Aun asi, el Hokage no iba negociar nada. Le hablaría con la verdad para llegar a un acuerdo.
- Tiene mucha razón, en realidad la tiene - le halago - Pero piénselo bien por un momento... - continuo recargando sus codos en la mesa y juntado sus manos - Estamos hablando de una persona... -.
- ¿Una persona...? - lo interrumpió enseguida - No puede considerarle de esa manera, son lo más cercano a un monstruo - termino rejego.
El rubio se molesto más por aquel comentario. El los conocía, tenia como esposa a uno de ellos, y aun que si era muy fuertes, no eran monstruos. "A" estaba muy equivocado.
- Como decía... - le interrumpió de inmediato para que conservará la calma - Esa persona, afirmativamente como dice, fue traída por un shinobi de Konoha a la aldea a la edad de seis años, se íntegro como le fue posible y ahora vive como uno más de nosotros, ¿no le suena a que es alguien normal ahora? - le pregunto por último y "A" negó levemente.
- Konoha gano la guerra, es lógico que lo uso para sus fines, es lo que todos haríamos... - siguió en plan rejego sin pensar en las palabras anteriores del Hokage. No le importaba en absoluto como viviera, solo la veía como un arma más.
- Es complicado, se lo diré para que no se confunda... - se puso más serio - Tener a un Hanyo no es tan fácil como piensa, esta persona se íntegro a la aldea, pero aun tiene sus problemas y son graves. Durante la guerra, no salio a pelear al frente por ordenes directas, es un shinobi destacado, pero me niego a ponerlo en peligro, todo esto es por su bien, Konoha nunca lo usaría con fines bélicos si no esta estable -.
Hiruzen le decía la verdad. No entendía porque todos creían que tener a un Hanyo era la gran cosa, estaba consiente que tal vez si lo era, pero Shinato era otro tema, esa niña tenia problemas hasta con los dioses. Literalmente.
- Quiero conocerlo - pidió sin mas. En realidad si estaba ignorando todo lo que le decía el otro Kage, los tomaba por unos sentimentalistas.
El rubio se puso nervioso al instante pues nada estaba pasando como él quería, es decir, por un momento pensó que al decirle todo aquello, él se retiraría olvidandolo todo, porque bueno, es lo que haría cualquiera.
- En este momento se encuentra indispuesto - le contesto solamente. Le mintió.
- Imposible, había dicho que solamente presentandome podría mostrar la cara - le renegó haciendo mostrar su enojo - ¿Acaso no tiene palabra? - pregunto.
- Tranquilícese por favor, es solamente que se encuentra indispuesto ahora - volvió a mentirle.
- No mienta... - le señaló - Hombres mios dicen haberlo visto ayer siendo un centinela de la entrada - encontró su mentira. Seguro que ese había sido Javad.
- Imposible, quien sea que hayan visto no era el Hanyo, el se encuentra indispuesto, ya le he dicho antes - no perdió la calma o se vería que de nuevo estaba mintiendo.
- Entonces déjeme verlo, iré a donde sea, esta en la aldea, ¿no? -.
Si, Shinato estaba en la aldea, en su casa, preocupada... y eso lo sabia de antemano su marido quien estaba presente en la reunión.
- No hay necesidad, porque no voy a aceptar su trato... - le dijo por fin. Sorprendió a todos los presentes - Tártaros Shinato es ahora perteneciente al país del fuego, no importa que le informe a los demás países, no importa que haga una guerra por esto. Konoha es su hogar, así que Konoha no se la entregará a nadie - termino.
Por fin le había salido su lado peleón a Hiruzen. Habían perdido tanto tiempo para nada.
"A"solamente se puso de pie y su guardia se puso a la defensiva, por su parte el Hiruzen y su guardia hicieron lo mismo.
- Bien, entonces definitivamente el tratado de paz entre Kumo y Konoha queda inválido - le hablo molesto - Va a lamentarlo - le dijo por último y se fue de la habitación.
El lugar quedo en silencio. Definitivamente aquella reunión no había salido como esperaban.
- Minato... - el Hokage le llamo y después suspiro. Él le puso atención - Prepárate para pelear, porque esta es tu guerra -.
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