6. Ataque de fantasmas

Mientras seguíamos caminando cada vez más nos alejábamos de nuestra querida Ángel Hill que muy bien sabíamos que por más lejos que estemos de nuestra ciudad nunca la olvidaríamos al igual que con el orfanato Bloons. La encantadora Nemhain iba adelante guiándonos, ella en cada paso que daba observaba a su alrededor, así me pude dar cuenta de lo muy precavida que podía llegar a ser. Ni bien escuchaba algún sonido cómo el de hojas moverse o de pequeñas ramas romperse ella se ponía en posición de ataque y velozmente preparaba sus flechas y su arco.

Ella no era la única que observaba a todos lados puesto que Francis también lo hacía aunque su única razón era el temor que sentía a que aparezcan monstruos u otras bestias horripilantes ya sean de carácter mágico o no mágico.

Durante nuestra caminata noté que el hada había desaparecido curiosamente desde que la misteriosa y hermosa Nemhain había aparecido.

Francis y yo usábamos linternas modernas para alumbrar nuestro camino mientras que Nemhain optaba por una linterna más tradicional que sin duda con su vestimenta le quedaba muy bien usarla, la linterna que usaba era las conocidas como linternas de vela pero al ser suya tenía un toque único debido a que la linterna estaba pintada toda de morado y en la parte superior tenía unas extrañas letras que eran las mismas que había visto en sus papeles que usaba para atacar.

—¿Sabes a dónde nos lleva esa chica? —preguntó Francis abrazando mi hombro con su brazo derecho mientras señalaba la espalda de Nemhain con el dedo índice del mismo lado.

—No ni idea —contesté quitando su brazo derecho de mi hombro izquierdo para que no me hiciera peso porque ya tenía suficiente con la espada y mi mochila que las llevaba en mi espalda.

—Y sí nos lleva con seres peores a esos monstruos que aparecieron en Ángel Hill —dijo Francis asustado mientras no dejaba de mirar a Nemhain.

—No creo... —contesté con seguridad— Además ella dice que nos conoce hace tiempo así que solo confía en ella como yo lo hago.

Me adelanté para alcanzar a Nemhain que ya estaba más adelantada y así mismo mi amigo apresuró su caminar para alcanzarme a mí.

—No se atrasen chicos... —comentó Nemhain sin dejar de mirar hacia adelante y a los lados.

—No lo haremos... —contesté inmediatamente.

Francis me observó raramente por unos segundos apuntándome con su linterna a mi cara y luego hacia la espalda de la chica exorcista.

—No creo dices... —dijo de mala gana mi amigo— Ya sé porque confías tanto en ella.

—¿A qué te refieres? —pregunté sin mirarlo a la cara debido a que yo estaba imitando las acciones de Nemhain las cuales consistían en observar hacia la izquierda, derecha y luego hacia atrás por si algo nos llegara a atacar, la unica variante en sus acciones era que ella muy pocas regresaba a mirar atrás a diferencia de mí.

—No te hagas el desentendido —contestó molesto mi amigo mirando con el ceño fruncido— Si hasta sus movimientos los copias además de que cuando te dice algo tú la quedas mirando todo abobado...

—¿Y eso que tiene que ver? —pregunté esta vez mirándolo a la cara— ¿A qué quieres llegar con tus palabras?

—Que estás enamorado amigo... eso es lo que pasa —respondió Francis y enseguida me puse nervioso e intenté no demostrarlo tanto— Ella, la exorcista te tiene atontado muy abobado pero no la culpo está bien bonita y además es muy sexy, mucho diría yo.

—Pero ¿Qué dices? —refuté arrugando mi frente— No inventes cosas que no son.

—No me engañas amigo te estas poniendo nervioso además de que te conozco muy bien así que puedo decir con seguridad que ella te gus... —indicó Francis alzando su voz pero fue interrumpido por Nemhain.

—Silencio niñas peleonas —exclamó Nemhain llevando su dedo índice a sus labios indicando que hagamos silencio, luego llevó su dedo hacia unos arbustos que se movían lentamente y así supimos que trataba de decirnos.

Ambos hicimos silencio y preparamos nuestras espadas para defendernos, mi amigo se colocó detrás de mí lentamente para no demostrar que tenía miedo aunque así era realmente.

Nemhain preparó una de sus flechas y apuntó hacia el arbusto esperando atacar.

Los arbustos empezaron a moverse con más fuerza provocando más ruido, los segundos pasaban pero nada salía de los arbustos observados hasta que de repente un animal finalmente emergió de los arbustos.

Mi amigo Francis pudo respirar con calma cuando se dio cuenta que el animal que estaba en los arbustos no era más que un simple conejo con mirada tierna, sin embargo la exorcista no dejaba de apuntarlo con su arco y flecha.

—¿Por qué le sigues apuntado? —pregunté esperando una pronta respuesta.

—Porque ya me ha pasado que me topo con animales que aparentan ser inofensivos pero en un segundo se vuelven muy agresivos —contestó ella inmediatamente— Yo ya tengo experiencia.

—Pero solo es un simple coneji... —comentó Francis pero un fantasma que apareció de la nada se lo intentó llevar agarrándolo de los hombros si no fuera porque al estar cerca de mi amigo me pude dar cuenta enseguida. Así que intenté matarlo con espadazos pero no funcionó debido a que el fantasma tenía su cuerpo intangible pero nuevamente Nemhain nos salvó cuando en un segundo lanzó una flecha que aunque atravesó el cuerpo del fantasma este se desvaneció al momento en que el papel que estaba envuelto en la flecha se quemaba velozmente.

—Gra...gracias por salvarme —dijo Francis aun atemorizado por el momento que había pasado.

—Chicos vengan acá —indicó ella antes de sacar tres papeles más de sus bolsillos.

Nosotros le hicimos caso y nos dirigimos a toda prisa hacia ella, después de todo de los tres ella aparentaba más experiencia en batallas que nosotros.

Ella lanzó los tres papeles con las letras extrañas a direcciones diferentes, el primero lo lanzó hacia la izquierda en el suelo mientras que el segundo lo lanzó en el suelo también pero a la derecha mientras que el ultimo lo lanzó en el aire sobre su cabeza. Nemhain juntó las palmas de sus manos enseguida y luego empezó a decir unas palabras extrañas de manera muy rápida.

No pasó mucho tiempo hasta que de los papeles emergieran unos rayos extraños que se conectaban entre sí quedando al final como una barrera en forma de triángulo.

—Aquí estaremos seguros por unos momentos —dijo ella mirándonos a nosotros.

—¿Por unos momentos? —preguntó asustado Francis esperando que la barrera nos proteja un buen tiempo— ¿A cuánto tiempo equivale eso?

—¡Sí por unos momentos! —contestó ella— Ahora cállense y les explico...ese fantasma no es el único que vendrá, en unos cuantos segundos llegarán más y no solo eso posiblemente llegue algo peor que ellos... y respondiendo a tu pregunta Francis eso equivale a cinco o a siete minutos como máximo.

—¿Algo peor? —preguntó Francis interrumpiéndola— Si ves James yo te lo dije.

—Escúchame un momento —expresó Nemhain molesta por la interrupción de mi amigo.

—Si Francis has silencio y escúchala —dije totalmente serio pero nuevamente mi amigo empezó a discutirme así que Nemhain tuvo que gritar para que ambos nos calláramos.

—Ahora si escúchenme niños...atentos si quieren salir vivos... —continuó ella— Como pudieron ver los fantasma son intangibles eso quiere decir que no los podemos tocar pero no todo el tiempo, los fantasmas solo son intangibles para protegerse es por eso que debemos atacarlos cuando se vuelvan tangibles y ser veloces porque solo lo hacen por unos pocos segundos. Además los fantasmas y todo ser sobrenatural aparece principalmente por el miedo, ellos huelen el miedo de cualquier ser vivo, así que no demuestren temor o ellos los atraparan pero no olviden que hay algo peor que los fantasmas que son los demonios, que hay de todos los tipos...esos son mucho más difíciles de vencer pero no imposibles así que tengan cuidado.

Observé el rostro de Francis y pude notar que con todo lo que Nemhain había dicho estaba muy asustado tanto así que dio un sobresalto cuando muchos fantasmas llegaron a nuestra zona por todos lados.

—¡Ahí vienen! —anunció Nemhain dejando su arco y su carcaj en el suelo para defendernos de los fantasmas con sus geniales trucos— Yo trataré de acabar con la mayoría para que cuando llegue el demonio poder enfrentarnos solamente los tres contra él, así tendremos más posibilidad de derrotarlo.

Y así lo hizo, ella nuevamente juntó sus manos y empezó a decir sus extrañas palabras con gran velocidad mientras que nosotros simplemente la observábamos esperando ver como acababa con todo los fantasma. Cuando ella dejó de hablar todos los fantasmas llegaron a la barrera que nos protegía esperando traspasarla pero no pudieron debido a que se hacían polvo cuando entraban en contacto con las paredes de la barrera.

Todos los fantasmas ignorando el poder de la poderosa barrera intentaron traspasarla al mismo tiempo pensando que se rompería si así lo hacían cosa que fue totalmente inútil porque todos quedaron hecho polvo en un dos por tres.

—¡Genial! —exclamó Francis al ver la nueva hazaña de Nemhain— Eres genial chica exorcista.

—De hecho lo es... —comenté mirándola de frente— Y también es muy bonita...

El cumplido que le hice no sirvió de nada puesto que no lo escuchó debido a que nuevamente levantó su carcaj para preparar una nueva flecha y esperar el momento propicio para dispararla con su arco.

—Chicos no canten victoria aun... —comentó ella con seriedad mirando a su alrededor esperando que algo aparezca— Los fantasmas son el menor de nuestros problemas.

Me quedé mirando su rostro por un momento y pude darme cuenta de que estaba ligeramente nerviosa, su respiración se notaba lenta. En ese momento comprendí que algo malo se aproximaba.

—Francis ten tu espada en tus manos, recuerda que debemos estar preparados —dije mirando amigo pero el parecía no oírme debido a que miraba para todos lados también. Al no ser escuchado por mi amigo y por la hermosa exorcista me sentí ignorado pero eso no era lo importante en el momento.

Unos fuertes pasos se escucharon desde la misma dirección de donde había aparecido el conejito. Los pasos se escuchaban cada vez más cerca hasta que nuestro siguiente enemigo apareció dando un fuerte grito que lo hacía ver poderoso.

—¿Qué es esa cosa horrible? —preguntó Francis mirando con horror el rostro del demonio que había llegado a nosotros y no le dije nada debido a que mi amigo tenía razón su rostro era muy espantoso, toda su piel era de color morado opaco, además tenía una boca de gran tamaño con unos dientes muy filosos, además de que sus ojos eran tétricos y llenos de maldad pero eso no era todo pues además todo su rostro estaba con arrugas.

—No digas nada solo lo harás enojar... —dijo Nemhain sin quitar su vista del demonio— Él puede entenderte muy bien.

El demonio nos miró a los tres, primero observó a Nemhain pero por la expresión que tenía pude darme cuenta de que ya la conocía y ella también a él, luego me miró a mí de manera indiferente pues nunca demostré mi miedo hacia a él y por ultimo miró a Francis, la expresión de su rostro al mirar a mi amigo fue diferente a las anteriores porque lo observaba y a la vez reía y pude jurar que disfrutaba verlo. Regresé mi mirada a Francis para entender el porqué de la expresión del demonio pero viendo el rostro de mi amigo pude notarlo, era simple él estaba muy asustado y nuevamente temblaba dificultando cargar la espada en sus manos.

El demonio empezó a correr hacia la barrera triangular pero al entrar en contacto con la misma no se vio afectado, el retrocedió para regresar a romperla con más fuerza, cada segundo que pasaba la golpeaba con sus fuertes brazos y trataba de desgarrarla con sus largas garras.

Ante tanta fuerza usada por el demonio la barrera triangular se estaba quebrando poco a poco hasta que nuevamente el demonio retrocedió solamente para regresar y dar una fuerte patada que hizo que la barrera se rompiera en un santiamén.

Nosotros tres retrocedíamos también sin mirar para atrás, solo manteníamos nuestra vista hacia el demonio.

La hermosa exorcista nuevamente intentó usar sus trucos para vencerlo colocándose delante de nosotros.

—¡Nemhain!¿Que estás haciendo? —pregunté preocupado por ella.

—Intentando detenerlo... —contestó sin voltearme a ver— No te preocupes no moriré.

¡Ruoli da attaccare! —exclamó ella con su mano elevada en el aire. De repente los tres papeles que ella había usado para crear su barrera se elevaron y fueron en dirección al demonio.

El primer papel que llegó al demonio quedó pegado en la palma de su mano izquierda, el segundo papel quedó pegado su rodilla derecha y el último iba directo a su pecho pero no llegó a su objetivo inicial cuando el demonio lo atrapó en el dorso de su mano derecha y ahí que quedó pegado aquel papel.

—¿Qué es esto? —preguntó con su voz totalmente gruesa y tétrica mientras miraba las partes de su cuerpo en donde los papeles se habían quedado pegados.

—¡Ya verás! —anunció Nemhain y por su tono de voz supuse que sonrió al decirlo.

Ella juntó sus palmas y en un segundo unos rayos surgieron de los papeles, supuse que eran para electrocutarlo pero algo raro sucedió, el demonio ni se inmutó ni mostró una mueca de dolor o algo parecido. El ambiente se volvió silencioso por unos contados segundos hasta que el demonio rio a carcajadas.

—¿Eso es todo lo que tienen? —preguntó con su gruesa voz sonriendo sin dejar de mirar a mi amigo dando a entender que él era su objetivo.

El demonio corrió en dirección a nosotros y Nemhain al estar adelante le lanzó varias flechas que le dieron de lleno a su pecho. Yo corrí hacia ella para ayudarla pero el demonio parecía estar inmóvil al momento de recibir las flechas no las esquivó.

—¿Qué está pasando? —preguntó la hermosa Nemhain mirándome a la cara.

—No tengo ni idea —dije acercándome al demonio con lentitud por precaución.

—No espera... —exclamó fuerte ella dando a notar que se preocupaba por mí— Ten cuidado podría ser una trampa.

—Tranquila lo tendré... —contesté demostrando mi seguridad. Decidí acercarme al demonio al ver que sus ojos se habían tornado de una manera extraña, era como si se había muerto debido a que ni siquiera respiraba.

Con cautela y lentitud me acerqué a él y cuando llegué intenté tocar su brazo para corroborar que estuviera muerto esperando que así sea y no me tuviera una trampa. Cuando lo toqué su cuerpo pareció no reaccionar aunque luego de unos segundos me llevé un gran susto cuando escuché un grito fuerte que provenía de mi amigo.

Nemhain y yo regresamos a mirarlo inmediatamente.

Los ojos de Francis se tornaron tan amarillos como los del demonio, mi amigo primero miró hacia el cielo y luego hacia nosotros pero su mirada era diferente estaba cargada de maldad.

—¿Qué tienes, Francis? —pregunté sin más— ¿Te encuentras bien?

—¡No! —contestó mi amigo con su voz totalmente diferente a la suya pero muy similar a la del demonio— No tonto humano...él no está bien ahora que yo lo poseo.

—Me quedaré con su alma y al final lo devoraré... —exclamó fuerte el demonio dentro de Francis.

—¡No! —grité muy fuerte al ver a mi amigo así— Deja en paz a mi amigo.

Alcé mi espada para ir ayudarlo.

—Es inútil solo mataras a tu amigo... —dijo el demonio dentro de Francis— Es inútil olvídate de él ya...

—Tiene razón James si lo atacas solo lo herirás no hay nada que puedas hacer —comentó Nemhain observando la escena.

—La exorcista tiene razón es inútil —dijo el demonio dentro de mi amigo y sin más se fue corriendo a toda velocidad llevándose la mochila y la espada de él.

Nemhain no me dejó perseguirlo aunque yo estaba con furia por no poder salvar a mi mejor amigo, ella me dijo que me tranquilizara pero no podía sentía mucha irá en mi interior. Lo único que pude hacer fue clavar mi espada en el suelo cayendo arrodillado al mismo tiempo.

—No te preocupes iremos por el —dijo ella dándome aliento— Juntos podemos derrotarlo a él y a los fantasmas...y traeremos de vuelta a Francis.

Cuando ella me abrazó para calmarme pude sentir algo extraño en mi interior, era algo indescriptible pero a la vez muy hermoso y desde ese momento supe que en realidad estaba enamorado de ella, de Nemhain la exorcista.

Al tenerla a ella como apoyo me llené de fuerza y valor para salvar a mi amigo de toda la vida, pero no nos fuimos enseguida puesto que teníamos que idear un plan para acabar con el demonio además quería escuchar la verdadera razón por la cual ella me había pedido mi ayuda desde un inicio porque en la batalla con los seres sobrenaturales me pude dar cuenta de que ya tenía mucha experiencia como para necesitar ayuda demostrando todo el tiempo sus grandes trucos en los combates, sabía que ella tenía otro motivo para pedir mi ayuda. 

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