10. El final de Bradgo
El demonio Bradgo que estaba poseyendo el cuerpo de mi amigo Francis no paraba de reír y burlarse de mí, deduje que él quizás se burlaba de la expresión de mi rostro, su risa la cual era una mezcla de la risa de mi mejor amigo con la del demonio comenzaba a irritarme y no solo a mí puesto que pude notar como Nemhain también estaba empezando a irritarse aunque ella decidió actuar de una vez por todas para borrarle esa sonrisa tan macabra que empezaba a proyectar cada segundo.
Rápidamente lanzó dos flechas que Bradgo/Francis esquivó con facilidad, después de todo la velocidad de Francis había aumentado gracias a que Bradgo poseía su cuerpo y de igual manera su fuerza también había mejorado, a pesar de eso Nemhain no se rindió y continuó lanzando más y más flechas logrando que Bradgo/Francis empezara a preocuparse por salir herido con dichas flechas así inmediatamente agarró la espada de fuego que se había asimilado con Francis, en el momento en que agarró la espada pudo destruir el sinnúmero de flechas que Nemhain no dejaba de dispararle sin más.
A pesar de usar la espada de fuego tres flechas se clavaron en el cuerpo de Bradgo/Francis, dos de ellas impactaron la cara antero lateral de su muslo izquierdo y la otra flecha pasó rosando su antebrazo derecho haciendo que le salga un poco de sangre.
—Estúpidos —exclamó Bradgo/Francis alzando su voz haciendo que Nemhain detuviera su ataque— Eso solo lastima más el cuerpo de su amigo más no tanto el mío. Si me llegan a matar con este cuerpo yo podré regresar a mi cuerpo normal, es algo inútil...es por eso que la técnica de poseer cuerpos es tan fuerte y muy usada por nosotros los demonios.
—Correré el riesgo... —dijo Nemhain tajantemente antes de lanzarle una de sus flechas especiales, la cual estaba envuelta con unos extraños rayos de color marrón.
—¡Detente! —exclamé mirando fijamente a la hermosa exorcista— No lo hagas, yo me encargaré de sacar ese maldito demonio del cuerpo de Francis. No importa si me no me crees tan fuerte como tú pero te puedo asegurar que haré lo posible y lo imposible con tal de sacar ese demonio del cuerpo de mi amigo.
Bradgo/Francis solamente empezaba a reírse con nuestra conversación. Levantó la espada y meneándola con fuerza nos lanzó una poderosa ráfaga de fuego.
Inmediatamente para protegerme del fuego creé un muro hecho de mis rayos mágicos sin embargo el muro no fue lo suficientemente fuerte para soportar el potente fuego que la espada había formado, Nemhain no tuvo más opción que protegerme creando un campo de fuerza en forma de triángulo alrededor mío con sus ya conocidos papeles.
—La exorcista siempre te está salvando maguito de quinta... —dijo Bradgo/Francis burlándose de mí una vez más. Nemhain deshizo el campo de fuerza y rápidamente le lancé rayos de mis manos, aunque dichos rayos no fueron tan potentes debido a que no quería causarle daño a mi mejor amigo Francis.
Bradgo/Francis desvanecía mis rayos con la espada de fuego y sin pensarlo apareció ante mí con gran rapidez para matarme con su espada sin embargo detuve la espada de fuego con mi espada de rayo. Pensé asestarle una fuerte patada en el abdomen más no pude hacerlo puesto que era el cuerpo de mi mejor amigo, no podía lastimarlo no a él.
Bradgo/Francis si lo hizo, aprovechó mi debilidad para darme una fuerte patada en mis tobillos para luego darme una patada giratoria en el abdomen con la cual salí despedido unos cuantos metros hasta caer al suelo lastimando mi espalda.
—Tontos humanos... —comentó Bradgo/Francis caminando lentamente hacia mí— Sus emociones siempre los vuelven débiles. Gracias a eso he matado a muchos de ustedes y hoy no será la excepción, primero los mataré a los dos, luego a todos los aldeanos y por ultimo tomaré esta espada y cortaré este cuerpo que poseo como si fuera un suicidio.
Cuando Bradgo/Francis llegó ante mí sostuvo su espada y la levantó seguramente para clavármela en mi cabeza, a lo lejos pude notar como Nemhain preparaba su flecha especial para salvarme pero con un leve movimiento de mi cabeza le pedí que no lo hiciera.
—¡Aquí voy estúpido humano! —dijo Bradgo/Francis llevando la espada de fuego lo más alto que pudo.
Mientras yo estaba en el suelo junté mis manos como si fuera a rezar, al juntarlas conseguí que todo mi cuerpo se envolviera con mis rayos mágicos, un aura de color morado y azul rodeó todo mi cuerpo, en ese momento me volví más veloz y por lo tanto pude esquivar el intento de asesinato, me coloqué de pie para aparecer frente a Bradgo/Francis con una velocidad impresionante que ni él ni Nemhain esperaban.
—Siento esto amigo... —dije en voz baja antes de tocar con todas mis fuerzas los hombros de Bradgo/Francis— ¡Rayo impacto!
Al terminar de decir esas dos palabras el cuerpo de Bradgo/Francis fue impactado por una serie de rayos que solo le provocaron mucho dolor. El dolor fue tanto que Bradgo el demonio no tuvo más opción que escapar del cuerpo de mi mejor amigo para no seguir sintiendo el dolor que yo le estaba provocando.
Francis sumamente herido e inconsciente caía al suelo pero pude sostenerlo a tiempo para que no se lastimara más de lo que ya estaba.
El aura morado/azul que envolvía mi cuerpo se desvaneció y por lo tanto me sentí cansando al usar dicha técnica que tan solo la había imaginado segundos antes de que Bradgo me intentara matar con la espada de fuego.
El cuerpo original de Bradgo se estaba formando a unos cuantos metros de donde Francis y yo nos encontrábamos pero al girar mi cabeza pude ver como Nemhain acababa con él. Mientras se formaba poco a poco la hermosa exorcista lo atrapó en campo de fuerza hecho con sus papeles luego sacó otro papel con sus letras extrañas como de costumbre y lo colocó en el centro del campo de fuerza.
Nemhain juntó las palmas de sus manos hasta que finalmente selló al demonio Bradgo de una vez por todas. El demonio emitió un grito feroz mientras era sellado, su grito cesó al finalizar el sellado, el campo de fuerza que tenía forma de un triángulo se hizo lo más diminuto posible y así la hermosa exorcista agarró el pequeño triangulo para luego guardarlo en uno de sus bolsos que tenía amarrado a su cintura.
—¡Si al fin lo hicimos! —exclamó Nemhain muy feliz con lo sucedido. Pude notar que ella no estaba tan cansada como yo.
Un poco más calmado coloqué a Francis con delicadeza sobre el suelo. Nemhain se acercó a nosotros e inmediatamente sacó otro de sus papeles que luego colocó sobre el pecho de Francis.
—No te preocupes esto lo ayudará...los papeles que uso no solo sirven en combate sino también me ayudan a sanar —dijo con una voz tranquilizadora— Tengo que felicitarte lo hiciste muy bien...mejor de lo que esperaba para serte sincera...me dejaste sorprendida.
—¡Gracias por tu ayuda! —le agradecí— Esa era una de mis metas dejarte sorprendida y al parecer lo logré.
Al terminar de hablar ella me abrazó y me dio un tierno beso en mi mejilla izquierda.
Luego ella se fue a ver como estaban el resto de los aldeanos mientras yo me quedé cuidando de mi mejor amigo, no podía dejarlo solo en ese estado, aunque debo confesar que quise ir corriendo detrás de Nemhain a darle un beso en la boca pero al final no lo hice.
Mientras Francis estaba dormido solo le pasaba diciendo que sentía mucho haberlo lastimado, que era por su bien todo el daño que le hice y que me alegraba mucho que el siguiera con vida.
Cuatro aldeanos llegaron unos minutos después para llevarse a Francis a una casa en donde trataban a los enfermos de la aldea. La casa de curación no estaba muy lejos de donde me encontraba así que los acompañé y también quise ayudarlos pero se negaron diciéndome que no me esforzara más que mejor descansara.
Yo seguí su consejo.
Al llegar a la casa de curación una joven mujer con algo de polvo en su ropa me hizo sentar y empezó a revisarme, además de realizarme una serie de preguntas acerca de que zonas de mi cuerpo me dolían, entre otras cosas.
Junto con otro joven ellos colocaron hiervas en un mortero en donde con la maja del mortero empezaron a moler las hiervas que colocaron para luego aplicarlas en las zonas en donde presentaba hematomas o dolores.
Lo mismo sucedió con Francis, aunque a él tuvieron que quitarle toda su ropa para observar todos los daños que mi técnica le había causado.
Realizando una serie de preguntas a los encargados de la casa curación me dijeron que no debía preocuparme mucho por mi amigo puesto a que él se recuperaría dentro de tres días.
Me quedé a observar un poco sobre lo que le iban a realizar para curarlo, lo primero que hicieron fue colocarle las hiervas molidas sobre casi todo su cuerpo, luego le echaron un extraño liquido color transparente muy similar al agua, luego lo vendaron, limpiaron un poco las zonas con sangre, entre cosas más.
En esos tres días me quedé en la aldea esperando a que Francis despertara, me alojé en la casa en donde dormían Nemhain y los demás exorcistas que se encontraban de viaje o algo así.
No pude observar como Nemhain se sentía un poco incomoda en especial el primer día en que me quedé a dormir en la misma casa, puesto que un poco de eventos vergonzosos pasaron.
Dentro de esos eventos, estaban uno en particular que no dejaba de recordar, sucedió cuando me iba a bañar y que por error mío la hermosa exorcista tuvo que verme desnudo al menos vio toda mi retaguardia desnuda, al notar su presencia no me di la vuelta porque sería mucho peor, ella con un tono lleno de vergüenza y enojo me pidió que no lo vuelva hacer y que buscara una toalla pero al final ella tuvo que pasarme la tolla.
El resto de ese día no pude mirarla de frente y ella lo notó. En la noche antes de dormirme intenté disculparme con ella, Nemhain un poco más calmada me dijo que no pasaba nada que mejor olvidara eso, sin embargo no lo he hecho.
Además ella me pidió disculpas por pensar que no podía con el demonio y también por meternos a Francis y a mí en un problema que era responsabilidad de ella, yo le dije que no tenía que disculparse que eso ya estaba hecho y que fue mejor que nos haya pedido ayuda para detener a Bradgo puesto que eso solo sirvió para desarrollar más mis poderes mágicos y también eso avivó más mi deseo de tener aventuras por todo el mundo.
En el tercer que pasé en la aldea finalmente Francis despertó casi totalmente recuperado, me hizo muchas preguntas, yo le contesté todas las que pude.
Él había quedado asombrado y a la vez sintió pena por mí porque le comenté que Nemhain hizo todo el trabajo ya que todavía no me sentía listo para contarle acerca de mis poderes mágicos.
En ese mismo en el que Francis despertó los tres exorcistas llegaron una vez finalizada su misión, comentaron con mucha emoción que ya eran exorcistas oficialmente al igual que Nemhain, la hermosa exorcista les comentó todo lo sucedido con el demonio Bradgo, por un momento se enojaron con ella aunque luego se calmaron y todo quedó en paz.
Un día antes de irnos los aldeanos decidieron realizarnos a Francis y a mí una fiesta de despedida no sin antes realizar un pequeño evento por la muerte de su coterráneo a manos de Bradgo.
La fiesta de despedida se realizó en la noche en dónde todos cantábamos y disfrutábamos muy amenamente, eso me recordó a las fiestas del orfanato Bloons siempre tan alegres y divertidas.
En la fiesta aproveché para bailar con Nemhain, los aldeanos pedían beso entre los dos sin embargo Nemhain se negó rotundamente.
Ya en la mañana después de desayunar estábamos listos para irnos junto con Nemhain la cual había hecho un trato conmigo como gratitud por todo lo que había sucedido, eso solo lo sabíamos nosotros dos.
Nemhain se despidió de los aldeanos e inclusive se le salieron un par de lágrimas.
—¡Es hora de hacer lo que siempre quise...aventurarme! —mencionó Nemhain secando sus lágrimas— Me voy porque sé que la aldea ahora está en buenas manos. ¡Los quiero!
—¡Hasta luego! —dijeron todos los aldeanos en coro.
Y así Francis y yo continuamos con nuestro camino aventurero pero esta vez junto a Nemhain, ya no solo éramos dos, nuestro equipo de aventuras estaba creciendo poco a poco y nuestro siguiente destino era la casa del maestro Ranku pero para llegar allá primero teníamos que pasar por el peligroso bosque tormentoso.
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