Hace muchos años atrás ocurrió una tragedia mundial que nadie se esperaba. El mago oscuro más poderoso en ese entonces, el famoso y temido por muchos Von Black junto con su ejército de magos "Los Oscuros" dominaron el mundo durante 13 largos años.
Fueron tiempos oscuros y muy difíciles dónde muchas personas murieron, muchas catástrofes en la naturaleza se desataron matando a miles, los seres mágicos de buen corazón fueron corrompidos haciéndose de corazón oscuro pero tan oscuro como el carbón y que se pensó que era una imposibilidad volverlos nuevamente puros de corazón. La pobreza y la muerte abundaban en todo momento y todos los días parecían principalmente los rebeldes que se oponían a ser controlados y también la mayoría de las personas normales, los que carecían de magia, Von Black los llamaba 'Inmagos' y los mataba porque los consideraba como simples humanos débiles. Pero lo nunca se esperó, era que tres de sus aliados más fuertes lo traicionaran haciéndole una poción mágica que contenía muchos brebajes poderosos y a la vez venenosos. Se lo sirvieron en una copa, cuándo Von Black se tomó la poción por completo sintió estragos muy fuertes por todo su cuerpo. En ese momento los tres grandes magos lo atacaron con diversos hechizos, pero Von Black no se rindió tan fácil y aún debilitado les dio batalla.

A los tres grandes magos no les quedó de otra que unir sus hechizos más fuertes en uno y solo así pudieron acabar con la tiranía de Von Black. Y desde ahí el mundo volvió a encontrar su paz... las muertes y la pobreza cesaron y desde ahora todos viven en perfecta armonía hasta el día en que Von Black el mago oscuro más fuerte y poderoso regrese del mundo de las tinieblas dispuesto a cobrar venganza...

Mientras contaba la historia de los "Tiempos Oscuros" que era así como le habían llamado los viejos sabios, en los demás huérfanos veía cómo sus rostros cambiaban a medida que les contaba pero el mejor momento fue ver a los pequeños horrorizados con la idea de que Von Black regrese, normalmente disfrutaba contarles historias por ese mismo motivo, después de todo yo solo les contaba historias de terror y aunque a ellos les diera miedo, eran sus favoritas debido a que amaban la forma en que yo se las narraba.

—Eso solo son patrañas —espetó Francis con el ceño fruncido y cruzado de brazos.

—Yo pensé que tú querías ser un mago ¿O ya no quieres serlo, Francis? —dije levantando mis cejas al hacerlo para provocar a mi mejor amigo, esa otra de las cosas que disfrutaba hacer, siempre trataba de provocar a Francis, aunque eso a veces hiciera que peleáramos, la mayoría del tiempo valía la pena hacerlo.

—No, claro que quiero ser un mago, yo quiero serlo mucho más que tú... de hecho espero algún día poder convertirme en el mago más poderoso que este mundo podría conocer —contestó Francis levantándose de la roca y mientras hablaba movía sus manos de un lado a otro.

Cuando Francis hablaba de repente exclamó un largo "Ah" del susto que tuvo al sentir una mano tocar su hombro izquierdo.

Los demás huérfanos y yo reíamos a carcajadas al ver su reacción.

—No se asuste joven Francis... que yo no soy Von Black —dijo el maestro Napietns siempre con seriedad ya que esa es la virtud que más lo caracteriza a él. Normalmente él se mostraba todo el tiempo serio y pocas veces lo veíamos reír, el reía muy poco con los huérfanos, pero era todo lo contrario con las profesoras y los demás adultos.

Casi nunca se lo podría ver sonriendo, tenía que haber una razón poderosa para hacerlo reír o aunque sea verlo reírse con los huérfanos, cosas que pocas veces pasaban.

—Y sí lo fuera no estuviera aquí perdiendo el tiempo escuchando historias sobre mí... estaría formando el caos en el mundo...

Cuándo dijo lo último todos nos quedamos en silencio por varios segundos.

—Pero como no lo soy... —concluyó él rompiendo el silencio.

—Sí sólo es el maestro Napietns —dije entre risas.

El maestro Napietns quitó su mano del hombro de Francis y yo me acerqué a mi amigo para que no sienta tanto temor hacía el maestro, porque desde que Francis lo conoció siempre le ha tenido miedo un miedo irracional y aún a sus dieciochos años seguía temiéndole, varias veces intente quitarle aquel miedo, pero siempre fracase.

—Bueno basta de relatos a estas horas, es hora de dormir y mañana ustedes dos se van del orfanato así que si se van espero que lo hagan... aunque sea de la mejor manera y cuándo digo de la mejor manera me refiero a que no pongan el desorden como siempre suelen hacerlo —dijo en voz alta el maestro Napietns mientras no quitaba su vista de nosotros.

—Dicho esto me retiro y espero que ustedes lo hagan también —dijo por última vez ya que luego se fue de manera definitiva.

—Bueno chicos esta noche fue la última de relatos, los extrañaremos mucho —dije antes de apagar por completo la fogata.

—Nosotros también los extrañaremos —dijeron los demás huérfanos.

Los pequeñines nos abrazaron y luego apagué la fogata finalmente.

Los dejamos a cada uno en sus cuartos para luego Francis y yo irnos a nuestro cuarto, aquel cuarto solo lo usábamos los dos debido a que éramos los únicos huérfanos de dieciochos años que quedaban, el resto eran de los quince años hacia abajo, ese era el motivo por el que siempre ellos nos escuchaban, nosotros éramos como sus hermanos mayores.

Mientras subía por las escaleras le pregunté a Francis algo que no me quedó tan claro cuando conversábamos en la última fogata que se llevó acabo en el bosque del orfanato.

—¿A qué te referías con "patrañas" sobre la historia de los tiempos oscuros y de Von Black? —fue lo que le pregunté mientras ya estábamos más cerca de nuestro cuarto.

—Me refería a que no creo que Von Black regrese, los tres magos lo mataron ¿Cómo podía regresar? —me respondió mientras abría la puerta del cuarto.

—No sé todavía quedan muchos pero muchos magos vivos por todo el mundo y un ejemplo claro es el maestro Napietns y podría haber un hechizo resucitador o algo así... —respondí antes de acostarme en mi cama.

—Bueno no sé, lo que sí sé...es que quiero convertirme en un mago —dijo Francis finalizando así nuestra conversación.

No pude dormir bien durante toda la noche, pensar que era última que iba a pasar en el lugar en dónde me críe me ponía un poco triste.

Además esa misma noche tuve varias pesadillas y sueños extraños, entre los sueños que más recordé estaban...

En el primero yo caminaba por un lago, pero no cerca del lago sino más bien sobre el agua, en el sueño tenía la habilidad de caminar sobre el agua...luego comencé a acelerar el paso porque algo o alguien me perseguía..., mientras más corría en el lago se formaron olas que estás aumentaban su tamaño, regresé a ver si ya estaba lo suficiente lejos de quién me perseguía pero no fue así, esa persona o cosa estaba más y más cerca de mí, cuando nuevamente miré al frente una gran ola me golpeó haciéndome caer en el agua, pero no podía nadar, lo que era extraño ya que yo aprendí desde pequeño a nadar, hasta salvé muchas veces a Francis de morir ahogado pero en el sueño no podía hacerlo, me estaba ahogando hasta que desperté todo sudoroso y agitado, pero aun así no logré despertar a Francis quién estaba al otro extremo del cuarto.

Después de mi pesadilla decidí levantarme de mi cama para ver la hora, que exactamente eran las tres y media de la madrugada, me dirigí al baño y una vez dentro del el abrí la llave del lavamanos para así echarme agua en mi cara, mientras me veía en el espejo sentí una presencia detrás de mí y además vi una sombra a lo lejos desde el espejo, en ese momento me asuste y rápidamente voltee pero no logre ver nada, aquella presencia se había esfumado. Definitivamente eso fue algo muy raro, pero no lo más raro que me iba a suceder en ese momento puesto que cuando cerré la llave del lavamanos el agua no cesaba, en vez de dejar de salir agua cada vez brotaba más y más agua del lavamanos, intente abrirlo y nuevamente cerrarlo, pero no funciono, cuando el lavamanos se llenó de agua por completo empezó a regarse el agua al suelo, no sabía cómo actuar así que decidí cerrar la puerta del baño para que el agua no saliera de ahí y que no despertara Francis, mientras más y más se llenaba empecé a preocuparme, ya no sabía si eso era algo real o era otra pesadilla más.

El agua ya me estaba llegando a las rodillas, pero mi cepillo de dientes se cayó y cuando lo fue a recoger una luz extraña apareció de la nada cuando mis manos hicieron contacto con el agua, la luz brillaba más y más hasta que de repente sentía como mis manos absorbían el líquido vital que estaba llenando el baño, algunos minutos pasaron hasta que finalmente todo el agua que había en el suelo del baño fue absorbida por las palmas de mis manos, algo que me pareció asqueroso porque el agua que absorbí había tenido contacto con el suelo del baño así que por ende el suelo no iba a estar tan limpio, una vez que todo termino deje cerrada la llave del lavamanos no sin antes lavarme las manos una vez más hasta que finalmente me las seque con una toalla color azul y para cuando ya salía del baño Francis no había sentido o escuchado nada, el seguía dormido plácidamente, pero esa vez no le conté nada sobre lo que me ocurrió puesto que aquello parecía magia y yo no quería nada con la magia a diferencia de él y si le terminaba contado él se sentiría mal por no poder hacer lo mismo que yo, también calle debido a que era la primera vez que algo así me pasaba y eso no querría decir que fuera un mago o algo por estilo.

Una vez más después de ver que el dormía decidí dormir nuevamente dormir también ya que en unas horas después me tenía que despedir del orfanato Bloons.

Al día siguiente nos despedimos de casi todas las personas del orfanato. Ya teníamos dieciocho años y ya no podíamos seguir en el orfanato, desde ese momento teníamos que seguir nuestro propio camino, que sin lugar a dudas no iba a ser nada fácil...