22

Al salir, y ser escupida por el averno, no fui consciente de nada, más sin embargo escuchaba susurros que de a poco se convirtieron en gritos, por un momento mi ego pensó que era por mi repentina y muy posible aterradora presencia, pero fue desechada cuando escuché gritos de dolor, gritos de auxilio, desgarradoras súplicas de múltiples personas que no eran escuchadas por nadie en especifico.

Me apoyé en los brazos, sintiendo un agudo, profundo y martirizante dolor en el pie, mandíbula, en todo el cuerpo; intentando no perder el tacto del dije en mi palma, abrí los ojos sintiendo que pesaban más de lo normal. Una ola de calor me golpeó de inmediato, un olor a quemado y una gran  y espesa bruma de humo negro en todo el lugar.

Mis ojos ardieron, mi nariz se resintió inmediatamente, y, como pude, dibujé un blosh de curación, luego me dejé caer bruscamente en el piso de tierra densa.

De a poco, aunque bastante rápido, mis heridas se curaban y la vitalidad volvía, aunque la debilidad no da tregua.

Sin embargo la desesperación por los agónicos gritos me impulsa a ayudar, a levantarme ignorando mi dolor e intentando eliminar el de otros.

Utilizando demasiados bloshes al tiempo, ayudo a cuántos puedo, recibiendo agradecimientos de personas que probablemente se vieron tan cerca de la muerte, que ya se habían rendido.

Tuve que ayudar a ocho personas más a morir, y no sé cómo se supone que deba sentirme.

Supongo que no debo sentir, no cuando hay tantos sufriendo.

Con la adrenalina superando los límites recomendados fluyendo por mis venas, desactivo unos bloshes, para traer a plumitas a mi lado y hacer que me lleve a otra parte.

—Hay tanto caos, ¿Qué pasó?

—¿Qué hiciste?

—¿Huh? Ir por el arma, te lo dije, la tengo conmigo.

—No.

—¿No?

—No.

Confundida, lo miro exigiendo explicaciones, él no comprende mi mirada, y debo expresarlo en palabras para obtener las respuestas que deseo.

—¿Qué está pasando?

—¿Qué hiciste?

—¡Deja de repetir mis preguntas y dime qué rayos está pasando!

—Tú hiciste esto.

—¿Yo?—chillo aterrada. —¿¡De qué hablas!?

—Tus dones, poderes, como los llames, ellos ocasionaron un caos mundial.

Me quedo callada, analizando sus palabras, pronto tengo ganas de ir nuevamente al averno, buscar aquel demonio y torturarlo hasta el final de mis días.

Puedo asegurar que usó mis poderes para crear éste caos, todo fue un plan, yo me privaba de mis poderes, ellos los tomaban por un tiempo, arruinan el mundo mientras yo busco un jodido dije con el maldito perro gigante que custodia la entrada al reino de Hades.

No tengo tiempo para recuperarme,  tengo tiempo para mí.

Debo arreglarlo. Ahora.

En busca de apoyo, tomo la mano de Ariel y la presiono con fuerza, llevándola a mi pecho; donde un dolor crece sin detenerse, quema y duele.

¿Cuántas personas murieron por mi imprudencia? ¿Cuántas familias salieron perjudicadas por mis ganas de hacer todo más rápido y sencillo?

¡Que estúpida!

Me permito abrazar a Ariel y sollozar en su hombro, pero me concentro en su aroma, sin perfumes de por medio, sólo olor a hombre; a ángel. A él.

Determinada a ayudar y redimir todo el daño causado por mi culpa, empezamos a movernos en todo el mundo, sintiendo mi corazón desbocado por los tétricos escenarios que aparecen en todos lados, que seguramente nunca salgan de mi memoria.

El tiempo es solo un manchón confuso y sin sentido mientras vago por el mundo siendo testigo de el dolor de múltiples personas.

Cuando termino, me dirijo a algún hotel, sin fijarme en nada más que en mi mano presionando fuertemente y sin deseos de soltar la mano de cierto ángel.

Una de las habitaciones es asignada para ambos y en medio de hipidos y sollozos, mocos y lágrimas, me permito dormir abrazada de Ariel, queriendo olvidar, sanar y perdonarme por mi imprudencia.

Aunque dudo poder encontrar la paz que necesito en mi pecho.

__________________________

HOLA (:

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO.

ES CORTO PERO EMOTIVO, HASTA EL PRÓXIMO.

Erika x.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top