GRACIAS A TODOS LOS QUE ME LEEN, CASI LLEGAMOS A LOS 6K, SIN EMBARGO ANTES ERAN MAS ACTIVOS, COMENTABAN Y VOTABAN MÁS, ¿QUÉ PASA? QUIERO SABER SI LA CALIDAD DE LA HISTORIA BAJÓ O ALGO POR ESTILO.

_________________________________________

Frente a Ariel, sonrío. Definitivamente la noche anterior sirvió mucho para liberar estrés acumulado. 

—¿Qué haremos el día de hoy?

Pienso en algo, y un recuerdo me llega a la cabeza como una ráfaga, recuerdo que en una de mis primeras charlas con plumitas, él me dijo que yo tenía un arma, pero que es mi  deber encontrarla. 

  —¿Recuerdas la vez que dijiste algo acerca de que debo encontrar mi arma para batallar cpn Luci? Dime todo lo que sepas de ello, por favor.

Se ve confundido en un principio, y aquella mueca me parece de lo más tierna. Él me ha acompañado y apoyado demasiado. Le debo pagar de una u otra forma. 

Pienso en la vez que salí del cielo, ese día prácticamente lo mandé a robar. Eso se debe ver perjudicial en mi hoja de vida; "Envía a un ángel a robar a algún famoso". Se vería como un chiste de mal gusto. 

Definitivamente no debo tomar decisiones cuando tenga hambre, es perjudicial no sólo para mí, sino también para aquellos que me rodean.

Él comienza a hablar, mientras yo salgo de mis cavilaciones sin sentido.

  —Oh, si. Está en el infierno, supongo que sí la quieres debes ir a buscarla, estoy seguro de que nadie sabe dónde está. Es una búsqueda difícil. 

Siento como palidezco ante lo anterior mencionado, ¿Ir al infierno? Supongo que debo dejar de temer, pero me aterra la idea.

Hago varios ejercicios de respiración para no entrar estado de negación o tener  un ataque de pánico. Debo ser valiente, me repito como un mantra para seguir tranquila.

  —¿Dónde...—me aclaro la voz, que de repente suena baja.— dónde está la entrada el infierno?

Mi lista de "Cosas que jamás pensé decir" aumenta con una velocidad sorprendente.

 luego, estamos en un lugar llamado El desierto de Karakum, en Turkmenistán. No aprecio mis alrededores, no me fijo en nada más que en la gran abertura en el terreno de unos 60 metros de diámetro y 20 de profundidad que se parece bastante a la boca de un volcán. Aunque no escupe lava, las llamas rodean el enorme agujero como si se tratase verdaderamente de una entrada al averno en el más allá. 

Con los símbolos correspondientes, y luego de una muy corta explicación por parte de Ariel acerca del por qué sólo yo debo entrar, estoy medianamente lista para lo que sé que voy a enfrentar allá abajo.

________________________________________________

EL CAPÍTULO ES COTO, PERO LO HICE ASÍ PORQUE QUIERO QUE EL PRÓXIMO EMPIECE DESDE LA ENTRADA DEL INFIERNO. 

VOTEN Y COMENTEN.