10
GRACIAS A TODOS AQUELLOS QUE SE PREOCUPARON POR MI, YA ESTOY MEJOR. GRACIAS POR ESPERAR.
-------------------------------------
Cierro los ojos con fuerza, tengo pánico. Se supone que estoy en el cielo.
Siempre pensé que llegaría aquí en otras circunstancias.
Respiro tres veces profundamente y me preparo mentalmente para lo que sea que vaya a haber en frente mío.
Lo primero que veo al abrir los ojos es la oficina de el director de mi secundaria. Exactamente el mismo lugar.
¿Es una broma? ¡Ya vine aquí muchas veces de adolescente! ¿Esto es el cielo? Vaya, que desilusión.
Miro al hombre detrás del escritorio de madera color caoba, tan limpio y organizado que me aburre.
Miro a mi alrededor y los mismos libros de múltiples colores se ponen en mi campo de visión. Amo leer, pero aquellos libros sólo hablan de psicología y aburren de sobremanera.
-¿Esto es el cielo?-hablo con desgana.
El hombre me mira desaprobando mi comentario, pero se mantiene calmado y me invita a sentarme en la silla frente a la mesa. Eso me recuerda demasiado al pasado.
Yo vendía trabajos hechos a los vagos de mi colegio. Al parecer a los profesores no les parecía buena idea.
Lo hago.
-Es un gran honor tenerla aquí, señora. Imagino que tiene muchas dudas respecto a su papel. A lo que es. Yo puedo ayudarla a resolver todas sus dudas.
Asiento, y me preparo para lanzar las preguntas, pero primero analizo bien la importancia de cada una.
-¿Por qué yo?
Es algo que me pregunto desde el momento en que supe lo que soy y lo que puedo hacer.
-¿Por qué no podrías ser tú?
Lo miro de mala manera, él dijo que respondería mis dudas, no que me respondería mis preguntas con más preguntas.
-Está en tu sangre, en tu ser. Por ello naciste y para ello vives. Nadie te eligió o creó, simplemente estabas destinada a nacer.
Afirmo con la cabeza mientras proceso la información.
-¿Por qué nacer cuando lo hice y no hace cien años?
-Nadie podría responder esa pregunta. Tú elegiste cuando nacer, tú sabes la guerra que se aproxima. Quizás no de manera consciente, pero en el fondo de tu ser, lo sabes.
Respiro con fuerza, la siguiente pregunta es muy importante para mí.
-¿Quienes son mis padres?
-Nadie es tu padre o tu madre.
-¿Entonces cómo nací? ¿Cómo las personas que me criaron sabían lo que soy?
-Eras un bebé, pero podrías haber destruido ciudades enteras sí hubieses querido, ellos eran tus guardianes. No ángeles, no demonios, no humanos; guardianes. Irreconocibles para cualquier criatura, con el deber de ayudarte a crecer y a entender tu deber. Veo que fallaron en su misión.
Eso me enoja, ¿Qué sabe él? Empuño mis manos y las pongo sobre la mesa, consciente de que mi expresión debe dar miedo.
-¿Qué sabe usted? Fueron lo mejor que me ha pasado en toda mi vida. Fueron mi familia, mis padres y mis amigos. Fueron todo y más de lo que merecía.
Él se tensa y pone recta su espalda.
-No supieron como realizar su trabajo, dejaron algo incompleto y casi inservible en donde debería ir una criatura tan poderosa como majestuosa.
Me levanto de golpe, tirando la silla en el proceso. Golpeo la mesa con fuerza y ésta se resquebraja y parte por la mitad, haciendo un sonido sordo que llama la atención de tres ángeles que ingresan a la habitación sobresaltados.
Los ignoro y miro fijamente al tipo frente a mí.
-¿Eso soy? ¿¡Un objeto incompleto y casi inservible!? ¡PUES YO NO ELEGÍ SER LO QUE SOY, SIN EMBARGO AQUÍ ESTOY, ENFRENTANDO MI FUTURO Y NO ESCONDIDA EN ALGÚN LUGAR DEL CIELO!
Inconscientemente levanto la mano frente a él con la palma extendida hacia arriba, encima de mi palma se forma una extraña figura levitando, dorada y brillante.
El ángel se estrella contra la pared y no se mueve de allí, al ver el símbolo en mi mano abre sus ojos desmesuradamente.
Pero respiro hondo y cierro mis ojos, intentando conseguir paciencia para no hacer algo de lo que me pueda arrepentir después. Bajo la mano y abro los ojos.
Luego me retiro de la habitación e inmediatamente aparezco en un lugar con una gran piscina olímpica, extrañada, miro en todas las direcciones llegando a la misma conclusión; estoy sola.
Cuando miro hacía abajo me veo en vestido de baño. No le doy más vueltas, sea lo que sea quiero nadar.
Es lo que hago cuando estoy estresada.
Sé que mis padres no fueron los mejores, sobre todo mi madre; ella se acostó con mi novio. No estuvo bien, lo sé de sobra. Pero él también pudo haber parado eso... Nunca le presto mucha atención a eso, prefiero olvidar lo que me hace daño.
Mi padre, por otro lado, fue un hombre ejemplar. Todo lo que una necesité.
Me arrojo al agua y empiezo a nadar, aguantando la respiración hasta que siento que no puedo más. Siempre he pensado que el agua se lleva mis problemas. Ha sido mi escape desde los siete años.
Nado mucho tiempo, hasta que dos ángeles ingresan y paran en seco al verme, notablemente incómodos.
Salgo de la piscina escurriendo agua, pero luego ya tengo ropa y estoy completamente seca. Cortesía de los ángeles.
-Señora, nosotros... le pedimos formalmente que si le parece una buena idea nos acompañe. Queremos presentarla a todos los ángeles, están ansiosos.
Sonrío por la formalidad que usaron, ganando miradas aun más curiosas.
-Nada de "señora" o formalidades, por favor díganme Esmeralda.
Sus ojos brillan y bajan la cabeza.
-¿Podrían decirme dónde está Ariel?
-Espera su condena. Usted será quien la asigne.
Cierro los ojos y suspiro, supongo que no tengo opción. Es mejor hacerlo yo y no algún ángel que lo encadene nuevamente.
Asiento y pido que me lleven a la presentación. Estoy nerviosa, pero extasiada. Una extraña mezcla.
Al pasar una puerta, aparecemos en un estadio gigante, completamente repleto de ángeles. No hay un sólo lugar vacío y considerando el inmenso tamaño de el lugar deben haber mas de un millón de ellos. Muchos más.
Pregunto cómo me podrían escuchar todos y me responden que lo harán así lo haga con susurros.
Me paro firme y hablo.
-Sé que deben haber muchos que no creen en mí o que dudan de mis capacidades y está bien. Los entiendo. Hace un mes yo no sabía absolutamente nada ustedes o de lo que soy, pero estoy dispuesta a aprenderlo todo en el menor tiempo posible. Sé que hace mucho me esperan y que debe ser decepcionante encontrarse conmigo, pero espero cumplir con sus expectativas. No hay mucho que saber de mí, pero espero que me acepten como soy. Yo prometo dar lo mejor de mí en todo momento.
Al terminar, mis manos sudan y los nervios me dominan. Se hace un gran silencio y me permito observar todo el lugar.
Uno a uno van hincando una rodilla en el suelo, primero unos cuantos y luego en multitud, hasta que todos están ante mí.
No sé si debo decir o hacer algo, pero permanezco en silencio.
Algo dentro de mí me pide hacer algo y me dejo llevar por mi instinto.
Levanto las manos y recito en voz baja:
<<Aquí estoy, dispuesta a proteger a cada uno de ustedes. Dispuesta a dirigirlos y a llevarlos hasta el final del camino, protegiéndolos con mi vida; como una madre con sus hijos>>
Luego de mis manos surgen brillos dorados que me envuelven y caigo inconsciente.
__________________________
¿Qué les pareció?
Hasta el próximo.
Erika x
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top