Stiles estaba nervioso. Miraba la foto que tenía en su escritorio. Una donde Derek lo estaba cargando y se permitía reír, como muy pocas veces lo hizo. No sabia muy bien como explicar que llegaron a ser lo que hoy son. Derek siempre fue frío, egocéntrico y muy detestable para él. Simplemente más que compañeros, era personas que se conocían y en la calle apenas se decían un hola. Por cortesía, se decía el menor.

Su estomago estaba revuelto, era la misma sensación que sintió cuando se subió por primera vez al arcángel, la montaña rusa de una ciudad que visito en el verano con Scott. Un juego que da miedo, una caída y una vuelta de 180º en la que sientes que puedes caer y matarte de un solo golpe. Y eso era lo que ahora mismo experimentaba, una muerte; solo que esta, no iba ser de un golpe rápido. Si no de todo un mes.

La pantalla de su celular se encendió, mostrando un mensaje de Derek.

¿Todo bien?

Era lo único que tenía en el chat. A decir verdad, Stiles podría no ir con él. Era una opción que el mismo Derek le dijo. Stiles había crecido en el servicio y en la academia. Ya no era el chico de 17 años inseguro y que no se puede defender. Ahora a sus 23 años estaba listo para los retos. El era una mente maestra, y no solo era cosa de su ego. Sus profesores siempre se lo recordaban. Una mente maestra en un cuerpo equivocado.

Estoy empacando, aún me faltan algunas cosas ¿comerás algo?

Contesto. Volteo para ver a su maleta y ya estaba todo hecho. Había perdido la cuenta de cuantas veces la había visto. Ropa para todo un mes. Mínimo, sus libros. Y la investigación de todo lo que ahora medianamente sabia de México, de la familia que visitaría por Derek.

Hernandez. Familia de poder, varios negocios en sus fincas en las que se reproduce; ganado, alcoholes, vinos, quesos. Una familia que era una experta para hacer negocios, a simple vista uno se queda con eso. Un legado que pertenece desde la Revolución mexicana. Una familia que supo hacer sus negocios poco a poco y logro tener sus propios negocios.

Pero no era la vista que Stiles ahora tenía. Derek le había contado que ellos eran una parte de su familia. Perdida en los recuerdos de su mente. Algunos primos. En un principio se le hizo increíble a Stiles que Derek tuviera más familia. Todo el mundo pensaba que toda la familia Hale había muerto quemada. Pero no, el tiempo hizo que una extraña carta y fotos familiares demostrara que los Hale no estaban solos.

Cuando Derek entendió todo y se lo contaba a Stiles en su cama mirando las fotos, información y cosas de la casa. Era como descubrir un secreto enterrado hace miles de años. Consultaron a Peter para saber si esto era una realidad. Y no fue una consulta a base de palabras. Fue una indagación en los recuerdos. Dolorosa, dice él.

Pero todo apunto que sí lo eran.

Entonces ¿Porqué Stiles estaba con esa sensación de muerte?

Pasaron 2 meses en que Derek conoció a la familia perdida. Para ese encuentro vino la "tía Vanesa", palabras de Derek, una mujer de unos 40 años. Un tanto grande, pero era la mirada de toda una domadora la que hizo de esa velada una experiencia de sueños.

El punto de reunión fue el departamento de Peter. Cerca de la ciudad, con Cora y Malia. Stiles esa vez se quedo en casa. No hubo problemas esa noche. Sino al día siguiente.

Cuando despertó en su cama, pudo oler como su desayuno favorito se estaba cocinando. Bajo para encontrarse a su novio con una sonrisa. De las pocas veces que él mismo había visto. De hecho, se le antojo tener su celular a la mano para hacerle ver que era mucho más guapo con esa sonrisa y ese porte en estado de relajación.

—Por lo que veo, la reunión de ayer fue muy buena. — Tanteo el terreno mientras se ponía al lado de su compañero.

—Como no tienes idea, un tanto incomoda al inicio. Pero poco a poco fui recordando cosas, enserio. Tengo tanto que contarte.

Entre los detalles de ese desayuno Stiles noto que Derek hablaba maravillas del encuentro. Como su tía abrazo a Peter y luego como en medio de un mini ataque por parte de él. Ella mostro porqué no se debe de provocar a una mujer en una reunión formal.

—¿Lobos?

—No. —Una sonrisa salió del rostro de Derek. —Nahuales Stiles. Mi familia de México son nahuales de antaño. Ellos no son hombres lobo. Tienen magia en sus venas.

Ese fue uno de los detalles que sorprendió al chico. Pero lo siguiente fue que Derek conto de su relación con él. Em ese momento estaba a nada de casi ahogarse con el pan que tenía en la boca.

—Lo tomo bien, ni quisiera supe como salió el tema. Pero estaba encantada. Enserio, me tomo por sorpresa ver que incluso quiere conocerte. Aún no esta nada planeado al 100. Pero haremos un viaje para conocer a toda la gente y quiere que vengas.

En ese momento el viaje se escuchaba atan lejos. Y ahora era una realidad.

Stiles le dio su mejor cara a la situación. Pero aún se le hacía increíble como las cosas se iban dando tan rápido. No lo comento con Derek, pero le incomodaba que las cosas fueran tan rápidas con esa familia perdida. Algo dentro de él, le decía que estaba fuera de lugar las cosas. Que en muy poco tiempo ambas partes encontradas se llevaran tan bien y fueran ya una sola familia. Como decía también Peter.

Guardo todo y bajo a su sala. Su padre estaba mirando el partido, en cuanto escucho el sonido de las maletas pegar en el suelo. Dejo de lado para mirar a Stiles.

—Vaya, todo un hombre eres.

Stiles lanzo una mirada de burla. Su papá se acercó para abrazarlo.

—Sera un mes muy triste sin que estés por aquí.

—Ya has estado solo mientras estaba en la escuela. Puedes con esto y más. — Respondió. Para luego dar palmadas a su papá.

—Llámame cuando algo te pase. Y si ya sabes, Derek quiere hacerte algo que tú no quieres. Siempre puedes usar eso que sabes hacer para librarte de él.

Ambos rieron ante su chiste en clave.

—Lo prometo. Y tú siempre escríbeme algo. Lo que sea, pero así estaré en paz de saber que papá se divierte sanamente con sus hombres o mujeres en casa.

Esta vez su padre le lanzo una mirada un tanto severa. Pero no dijo nada más. Regreso para sentarse en el sillón con él y esperar a que Derek pasara.

—¿Aprobación? — Pregunto incrédulo en su cama.

—No es esa la palabra, es más como un juego. Ellos quieren conocerte mejor, en diversas áreas que son perfectas para conocer como es mi pareja. Suena divertido.

Stiles hizo una mueca. Y Derek percibió en el aire el aroma de duda que se desprendía de su novio.

—Nuestras almas están en una jungla, yo necesito de ti. Y tú de mí. Es así como es el terreno en la vida, en la maleza nos acecha siempre el peligro y debemos de ser más rápidos y fuertes que eso. Por eso es la idea, nuestro lazo que tenemos se pone en una serie de juegos para ver como actuamos y que tan buen equipo somos. Cuando fallemos nos dirán en que estamos mal y como ser mejores.

—No me gusta que alguien diga que esta mal en nosotros como si fuera un examen.

Stiles se sorprendió de escuchar su voz. Derek guardo silencio unos segundos.

—Si no quieres, esta bien. Diré que no, esto tiene que ser por voluntad. Pero aún así ven conmigo a conocer a mi familia. De veras quiero presentarte.

Pocas veces se notaba esa seguridad en Derek. Y Stiles sin estar del todo seguro acepto el viaje. La mirada de Derek fue ese ultimo enganche.

Ya estoy afuera. Sal <3

El mensaje lo regreso a la realidad. Y una sensación se implanto em él, y estaba seguro de que no lo iba a dejar solo en este viaje. Se despidió de su padre y camino afuera para ver a Derek. Estaba como un típico modelo recargado en su auto. Lucia perfecto.

Derek le sonrió. Camino para ayudarle con las maletas, pero antes le dejo un beso en los labios.

Derek nunca lo había besado delante de su padre o de otra persona. Así que cuando Stiles volteo y vio a su padre sonrojado se hecho a reír. Estaba a nada de levantar su mano y cerrar la boca a su papá.

—Cuídate.

Entro al auto y el viaje comenzaba. Iban a ir al aeropuerto. Pero en el trayecto tenían mucho que conducir. En un momento dado, Derek busco la mano de Stiles y la sostuvo con fuerza. Eso le dio valor a Stiles.

Penso. Que demonios, mi novio se comporta feliz por que sabe que tiene familia. Deja de dar vueltas a lo idiota Stiles, y disfruta de todo.

Y así lo hizo durante el viaje en carretera.

Pero aún había algo en el que no le dejaba estar seguro del todo. ¿Qué era esta sensación de muerte?