Capítulo cinco
Ese día, Jeongin lucía mucho más animado que de costumbre. Felix no había mentido al decir que sería divertido. A pesar de las recurrentes discusiones entre los otros dos presentes que terminaban en nada, le había resultado de lo más ameno. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan bien, y por primera vez, se sintió como un adolescente normal, alejado de toda esa fama que de vez en cuando lo asfixiaba. Llegó a sentirse extraño, como si estuviera acudiendo al evento más peculiar jamás presenciado, solo porque allí pudo ser Yang Jeongin a secas. Porque esa noche mantuvo una sonrisa genuina, contagiada por las ocurrencias del anciano y las carcajadas del joven.
—Te veo con más energías, cariño. ¿Has descansado bien? —a su lado, conduciendo el vehículo con el que se dirigían a la empresa del menor, su madre preguntó por su estado de ánimo. Por lo general, Jeongin solía mantener una expresión seria fuera de cámaras.
—Sí...
¿Le estaba mintiendo a su madre? En términos técnicos, no. La noche anterior no le costó nada caer en un profundo sueño. Pero su alegría no había surgido por un sueño reparador, aunque el detalle fuera de ayuda. La señora Yang no tenía constancia de esas pequeñas escapadas de Jeongin. Y no tenía intención de que lo supiera. La madre de Jeongin era un tanto sobre protectora, si se enterara... Probablemente, pensaría que Felix solo buscaba aprovecharse de la inocencia de su pequeño y de su fama. Y a pesar de que cupiera la posibilidad de que así fuera, Jeongin prefería arriesgarse a sufrir las consecuencias antes que prevenirlas. Imprudente de su parte, pero cometer errores es típico de los humanos.
—Mañana empiezan tus vacaciones, dos meses de tranquilidad, te lo has ganado. ¿Hay algo que tengas en mente para el descanso? Si quieres, podríamos hacer un viaje al extranjero.
Llevaba un mes intenso, su empresa siempre reorganizaba sus actividades antes de que se fuera de vacaciones para compensar el tiempo que estuviera inactivo. Podía llegar a entenderlo, a su empresa, como a la gran mayoría de empresas de entretenimiento solo les importaba hacer dinero. A veces Jeongin llegaba a creer que no los tenían trabajando como esclavos porque era ilegal. Era un estilo de vida agotador, tanto que ni siquiera le parecía divertida la idea de viajar estando tan cansado. Muchos ajenos a esa industria llegaban a creer que ser un idol se limitaba a cantar y bailar canciones ya preparadas, poner una cara bonita para el público y grabar programas de entretenimiento para promocionarse. Ya le gustaría a él que fuera así de sencillo.
—No me apetece, mamá. Prefiero quedarme y descansar. Hoy solo tengo que grabar los challenges con Jihyo y Bae, ¿no?
La mayor estacionó el vehículo a un par de calles de la empresa. Por lo general, era difícil encontrar aparcamiento cerca del edificio dado que se encontraba en una zona concurrida, por eso mismo tanto madre como hijo agradecieron la suerte que tuvieron ese día para aparcar.
—También con Jungsu, tuvieron un comeback hace poco. Yo tengo el día repleto de reuniones, seguramente termine tarde. Puedes irte antes después de grabar los challenges.
Hubo un tiempo en el que su madre quiso trabajar como la manager de Jeongin. Pero para ejercer esa profesión hacía falta tener unos conocimientos previos que ella no poseía. Y teniendo un trabajo fijo, con un buen pago, descartó esas ideas de su cabeza. Cosa que Jeongin de alguna manera agradecía, la señora Yang siempre lo apoyó en su carrera, pero esa profesión no estaba hecha para ella. Sin embargo, no había evento en la agenda de su hijo que a la señora Yang se le escapara.
—Nos vemos luego en casa entonces.
Grabar challenges con otros idols no requería de mucho tiempo, a menos que la coreografía del estribillo fuera muy complicada. Filmar ese tipo de vídeos suponían un seguido de beneficios, tanto para la empresa como para el artista; uno de ellos, tener la oportunidad de socializar con nuevas personas. Jeongin había tratado varias veces de conseguir amigos a través de ello, había muchos idols que lograban entablar nuevas amistades gracias al contenido para sus fans. Sin embargo, la gran habilidad que tenía para cantar, no la tenía para socializar. Y ese día no fue la excepción. Más allá de una interacción amigable y unas cuantas palabras amables, se sentía muy lejos de poder hacerse amigo de sus compañeros. Quizás era por la diferencia de edad, o tal vez su personalidad introvertida era lo que les ahuyentaba.
Salió de su agencia desanimado, su buen humor mañanero pareció esfumarse entre sus intentos fallidos por hacer amigos nuevos. No tardó en cubrir su rostro con una mascarilla blanca. Si bien no parecía haber nadie que lo hubiera reconocido hasta ahora, no se encontraba de humor para lidiar con posibles fans mientras paseaba por la ciudad, y eso que estaba sumamente agradecido con sus seguidores. La fama era un arma de doble filo, debías cuidar la imagen que ofrecías al público, porque un día podías recibir mucho apoyo y al siguiente ser la burla de internet. Un paso en falso, y lo podrían tachar de desagradecido solo por no tener ganas de interactuar con fans. Era agobiante la constante presión por no cometer errores frente a la cámara, a pesar de que era imposible no cometerlos.
—¡No seas imbécil, hombre! ¡Escríbele! —Jeongin sintió regresar a la realidad al escuchar esa voz, se le hacía muy familiar.
Un par de jóvenes bastante escandalosos salieron de una tienda de conveniencia al otro lado de la acera, rompiendo el silencio que inundaba las calles en esos momentos. Jeongin no le habría dado mucha importancia al par de amigos, era común ver jóvenes de su edad disfrutando con sus amigos por la ciudad. A veces se preguntaba si él estaría como ellos si no se hubiera convertido en idol. Quizás sí, o quizás seguiría igual de solo que ahora por sus pésimas habilidades sociales. Fingir frente a una cámara era más fácil que vivir en la realidad.
El joven cantante se quedó inmóvil al reconocer al pelirrojo. Ahora mismo, por más triste que sonara, ese chico era lo más cercano que había tenido a un amigo. Y eso que apenas se conocían. Su mente pareció quedarse en blanco cuando fijó su mirada en él. ¿Debería saludar al chico? ¿O era mejor que lo dejara tranquilo? Antes de que pudiera decidirse, Felix ya había notado su presencia, y al ver la gran sonrisa en el rostro contrario supo que Felix ya había decidido por él.
—¡Jeonginnie! ¡Qué sorpresa!
Arrastrando a su amigo, el chico se plantó frente a Jeongin, dispuesto a charlar un rato con él como si fueran amigos de toda la vida. El pobre cantante no estaba acostumbrado a tales tratos, así que se sentía algo nervioso, pero debía admitir que la actitud de Felix le emocionaba. ¿Sería este chico su primer amigo? Su mamá le diría que tuviera cuidado, que podría aprovecharse de él, pero la mirada en el pelirrojo lucía tan genuina que era incapaz de dudar del chico.
—Mira, Minho, él es el chico del que te hablé. Jeongin, él es mi amigo, Minho —Felix hizo una pequeña presentación, estando en medio de ambos chicos como si de un mediador se tratara. —Últimamente te encuentro por todos lados, chico. ¿Acaso es una señal del universo o simplemente me estás acosando?
Los nervios del cantante se dispararon, y no pudo evitar sacudir sus manos para negar aquello. Por supuesto que no lo acosaba, no quería que tuviera esa imagen de él. ¿Perdería su oportunidad de hacer un amigo por un tonto malentendido?
—No le hagas caso a este idiota, Jeongin. Solo bromea —tranquilizó al chico el de apariencia gatuna, posando una mano en su hombro.
A diferencia del hiperactivo de Felix, el nuevo chico para él, Minho, lucía muy relajado, como si no hubiera nada que pudiera perturbarlo.
—Felix y yo teníamos intención de ir a una cafetería, Felix me ha hablado muy bien de ti, ¿por qué no te unes?
Había muchas personas que hablaban bien de él, pero la mayoría ni siquiera lo conocía más allá de su trabajo. Saber que Felix hablaba bien de él le hizo sentir bien, se sintió mucho más real viniendo de ese curioso chico.
—¡Ay, cierto! No aceptamos un no como respuesta, ¡en marcha!
Felix ni siquiera lo dudó. Tomó la muñeca de ambos chicos y empezó a caminar con decisión en sus pasos, siendo seguido por los otros dos a los pocos segundos.
¡Hola! ¿Cómo están?
¡Me encantaría saber vuestras opiniones y recordad dejar vuestra estrellita si os gustó el capítulo! 🫶🏻
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