Elena

Muchos años después...

Suspiro.

Estoy vieja y cansada.

Sostengo mi paraguas mientras camino por el cementerio. Hoy está lloviendo, son pequeñas gotas, traen un poco de paz. Me detengo cuando al fin llego a unos pasos de la tumba de Adrián. No lo hago en frente porque hay alguien parado allí.

—Tú... —expreso sorprendida.

Los ojos de mi nieto se alzan hasta mí y me sonríe.

—Hola, abuela.

—¿Qué haces aquí?

Baja la vista hacia la lápida y suspira.

—Me dijeron que el abuelo daba buenos consejos, estoy metido en serios problemas y no sé cómo arreglarlos.

El chiste que una vez me hizo prometer Adrián cuando fuimos a la playa aparece en mi mente.

"Escogerás a un nieto, confiaras en él y jurarás que lo protegerás de lo que sea, elige bien, que se parezca a mí".

—Vale, yo te escucharé —declaro y alza la vista hacia mí.

—La tenebrosa Elena Richerd de Ricoy, quiere ayudarme, que miedo —bromea, entonces sonrío.

—Vamos, te estás mojando.

Y es así, como comienzo a cumplir mi promesa.

Continuará...