16. Intentando distraerme

Adrián

Me muerdo el labio inferior, mirando como come mi rubia. Esa boca me pone a mil, voy a babear toda mi fruta. Prefiero no nombrar ahí abajo, sólo diré... ¡Que me está matando!

Sonrío.

—Dime, ¿Está rico? —Me relamo los labios.

—El marisco siempre es sabroso, gracias —expresa educadamente.

Dios, hasta sus modales me excitan.

—No hay forma de que no me pongas cachondo —declaro abiertamente, con demasiada sinceridad.

No debí haberlo dicho, ese rubor que crece en su rostro, me pone peor. Agarro una manzana y la mastico intentando distraerme.

Suspira y mi mente imagina un gemido. Cerebro no te complotes con mi parte de abajo.

—Si ya volviste de pervertilandia, ¿me puedo ir? Ya terminé la cena —me aclara señalando su plato vacío.

Tan fino, que hasta posicionó los cubiertos de la manera correcta. Podría desordenar, tirar todo y subir ese tentador cuerpo sobre la mesa, entonces yo...

Me doy un cachetazo a mí mismo. Si sigo analizando todo lo que hace y mezclandolo con mi lado pervertido, voy a explotar. ¡El de abajo explotará!

Sonrío.

—Baby, ¿Qué tal una bella vista al río? Iluminada por muchas luces ¿No suena encantadora la idea?

—Viniendo de un secuestrador, no. Hasta me parece pésima.

Le guiño el ojo.

—Yo no me rindo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top