Misión
❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋
Volvía de regreso luego de platicar con Thomas, ahora conocía la otra parte de la historia desde la perspectiva de él y faltaba que Angie aceptara tener una reconciliación dado que Thomas comentó que ambos eran cercanos antes del incidente que pasó Angie en el pasado.
Flashback
—¿Y a usted le importa lo que le ha pasado a ella?
—Para este punto ya no, lo mismo pasó con Barbie, si lidias una vez puedes dos, son muñecas vivientes desafortunadas. Estuvieron a mi cargo, de una mostré desprecio, pero pronto Thomas se arrepintió, para ese momento ya era tarde y solo utilicé y le di esperanzas a la segunda para beneficio de la casa.
—Confiaban en usted, debe cambiar si la quiere, aún puede solucionarlo no pierda la esperanza.
Fin de Flashback
Emilico estaba de pie recostada de la pared meditando cuando siente una mano sobre su hombro y una suave voz que la llama. —Emilico.
Cuando volteó vio que era Lou y sonrió. —¡Hola Lou! —Saludó y la tomó de las manos pues estaba feliz por la boda de su amiga.
—La ceremonia y la fiesta de ayer fueron maravillosas.
—Gracias a Kate y a todo el esfuerzo que realizamos, las cosas salieron bien, todos disfrutaron de la fiesta.
Emilico asintió, Lou pudo ver un poco de preocupación en su amiga. —¿Sabes como puedo hacer que dos sombras puedan reconciliarse?
—¿Quiénes necesitan reparar su relación?
—Angie y el señor Thomas. — Al escuchar eso, Lou se sorprendió, no esperaba que ellos tuvieran alguna relación ya que casi no se cruzaban en el camino del otro, generalmente las sombras no sentían ese tipo de amor unas por otras y se preocupaban por sí mismos, solo importaba el poder sin importar pisotear a su rival.
—El amor es diferente para todos, ¿no es así? Incluso una sombra de apariencia fría puede sentir algo por otra persona.
—Si, es como Patrick conmigo quién diría que terminaríamos juntos.
—¿Luego de que se comportara arrogante contigo?
—Bueno, discutimos la primera vez pero lo perdoné, incluso ya me llamaba la atención aunque nunca pasó por mi mente que llegara a convertirse en amor y que ahora estamos por formar nuestra familia. Pero no sé como será nuestro bebé.
—Oye Emilico, aún no me cuentas como fue tu primera noche. —La rubia se sonrojó y negó.
—No es necesario Lou. —comentó mientras jugaba con sus dedos nerviosa.
—¿Ah no? Vamos Emi, solo un poquito.
—B-bien, al principio lo convencí ya que él no se animaba por miedo a lastimarme de alguna forma, mi querido Patrick fue atento y se preocupó todo el tiempo por mi, pero cuando las cosas se tornaron mas intensas me puse nerviosa y pude sentir mis mejillas acaloradas por como seguro me estaba mirando, Kate realmente me ocultó algunos detalles de como pasaría ese momento.
—Es que seguro quería que lo descubrieras por ti misma ¿A que fue lindo?
—Fue especial y mágico todo lo que llegué a sentir, como mi corazón latía con fuerza, las caricias y besos llenos de pasión que nos dimos.
—Vamos Emilico, Patrick estaba nervioso pero sabía lo que debía hacer para llevarte al cielo.
Emilico cerró los ojos ya que le avergonzaba y ni con Kate habló de esa y las otras veces que Patrick y ella hicieron el amor, pero con Lou era diferente.
—Cambiemos el tema ¿Puedes aconsejarme para ayudarlos a reconciliarse?
—Claro, no te preocupes te daré algunos consejos.
—¡Te lo agradezco tanto Lou!
Ambas se dirigieron luego a tomar el almuerzo y encontrarse con los demás Emilico se guardó lo de Thomas, luego con calma se lo comentaría a Patrick.
—¿A donde fuiste mi vida? —preguntó Patrick acercándose a ella.
—Luego te digo, estoy tratando de arreglar un asunto.
—Bien, de acuerdo, me lo dices al rato.
Ahora que había calmado la inquietud de Patrick por salir corriendo sin decir mucho, se preguntaba donde estaba Kate pero suponía que estaba en su habitación almorzando.
Luego del almuerzo Patrick y Emilico regresaron a su habitación un momento ya que ella necesitaba refrescarse antes de reunirse. — Y entonces eso fue lo que fui a hacer.
—Ten cuidado, sabes lo que muchos opinan de nosotros.
—Cariño, no puedo quedarme quieta y ver que ambos se mueren por estar juntos. No debería involucrarme pero iré con calma.
Patrick confiaría en ella y que podría ayudarlos a reconciliarse. Emilico tomó su libreta de dibujo y lapicera, Patrick y ella se dirigieron a la pieza en la hora acordada.
—¿Seguro no preferirías descansar ahora?
—No, estoy bien, por ahora resistiré.
Tocaron avisando que estaban en la puerta, todo estaba ordenado en la mesa para trabajar, de inmediato fue a recibirlos.
—Bienvenidos por favor pasen.
—Con permiso —Dijeron ambos al ingresar.
—Ay disculpa ¿Cómo seguiste después de que nos fuimos anoche?— pregunta Emilico mientras dejaba sus cosas sobre la mesa. —No debí comentar eso sin conocer el asunto y que no tomé en cuenta como te llegarías a sentir.
—Descuida, tus palabras fueron muy alentadoras, pero me cuesta llegar a creer que él pueda quererme tal como estoy.
No comentó nada de lo que habló con Thomas, dejaría que pasara un poco más el tiempo y solo se dedicó a hacer su trabajo, claro que Patrick les ayudaba con los atuendos, los tres plasmaron ideas, solo faltaba conocer a los niños que ingresarían a la mansión.
Antes de la hora acordada para retirarse Emilico se había quedado dormida sobre la mesa.
El ambiente estaba relajado, Patrick pidió disculpas por eso, Angie solo sonrió ya que comprendía por lo que estaba pasando la rubia. —Tener un bebé en formación no es fácil, sabes, leí algunos libros, los humanos son interesantes, las mujeres son fuertes al soportar el dolor de traer un niño al mundo.
—¿Cómo?
—Si, ¿Qué Patrick no lo sabía? Es doloroso, sufrirá mucho pero será inmensamente feliz al escuchar su llanto y cargarlo por primera vez en sus brazos. No te preocupes ella parece que será fuerte cuando llegue el momento del nacimiento.
Patrick miró a su esposa, agotada, siempre sintiéndose mal por las mañanas, con hambre a cada rato y debía de soportar dolor al traer a su hijo o hija al mundo; ahora sentía culpabilidad, quizás debió ser cuidadoso, pero le hacía ilusión pues no sabía que dolería tener al bebé y ahora no sonaba tan descabellada la idea de la cigüeña.
—Gracias por lo que me contaste, intentaré consentirla en todo. Será duro para ella, Patrick ahora lo sabe.
El equipo de socorro llegó a la oficina de Kate ya que requerían de su presencia.
—¿En qué podemos ayudar? —Pregunta Suzanna.
Kate miró a todos y sonrió. —Los he solicitado para decirles que he estado pensando y a raíz que será el primer nacimiento de la casa, no están preparados para asistir un parto, Suzie, Eve, Bert y Gil y por eso arreglé a que fueran a aprender fuera de la casa, ustedes tendrán alojamiento, comida y estarán bajo supervisión del médico y algunas parteras del pueblo.
—¿Y qué pasará con nosotros sin nuestros asistentes? —pregunta Gilbert.
—No te preocupes, no pasa nada ya no las arreglaremos, en otra ala tenemos a los demás que atienden a los niños. —comenta Evelyn.
—¿Cuándo partimos? —Bert quería estar preparado, tenía que llevar lo esencial.
—Dentro de tres día, justo el tren bajará para la selección de niños, ustedes irán ahí.
—Amigos, amigos, hora de empacar y dejar todo listo, serán cinco meses fuera, la casa de las sombras se ocupará de sus gastos. —Comenta John con entusiasmo, Shaun por su parte entrega dinero a cada uno para gastos personales, recibirían cada mes.
Los cuatro se miraron, muchos abandonaron la casa y ellos veían libertad, regresaron a sus labores, ya luego arreglarían sus maletas. Que bonito sería cambiar de aires pero también estaban muy ligados a sus sombras, ¿Qué pasaría si ellos llegaran a debilitarse por no tenerlos cerca? Esperaban volver a verlos sanos y fuertes.
Cuando Emilico despertó estaba recostada sobre la cama de Angie, solo se encontraba Patrick mirando por la ventana, se giró al llamado de su esposa y se acercó. —¿En qué momento me quedé dormida?
—Antes de las cuatro. Solo falta media hora para la cena.
—¿Y Angie? —Se levantó con lentitud y se estiró un poco, Patrick solo dijo que salió.
Ambos ordenaron las cosas y justo cuando iban a salir entra Angie.
—¿Se van ya?
—Si, Emilico debe descansar, cenaremos en la habitación, nos vemos.
—¡Hasta pronto Angie!
—Cuídense, nos vemos.
Llegó el día de la selección en el pueblo, Kate estaba en cama con malestar, Shaun le preparó un té para calmar su dolor. —Shaun discúlpame por despertarte así tan temprano.
—Descuide, tómese esto a ver si se le pasa. —Se sentó en la cama para ofrecerle té.
John estaba en el baño preparándose ya que le daría tiempo a Kate de reponerse.
Shaun siendo observador y recordando que Emilico también se empezó a sentir mal. —Kate... ¿no estará usted embarazada?
—¡¿Qué?! ¡No!... no puedo, la casa, mis responsabilidades. —Shaun viendo la inquietud pone una mano sobre su hombro mostrando apoyo.
—No se preocupe, estoy para apoyarla.
—Gracias, iré luego a atenderme quiero estar segura de que si lo estoy.
La puerta del baño se abrió John salió y preguntó como se sentía Kate, por lo visto necesitaba reposar. —Pobre mi reina preciosa, ya te mejorarás. —Se subió por el otro extremo de la cama para abrazarla, estaba preocupado pues todos los días amanecía así, con fiebre de mañana, nauseas, ocasiones donde se mareaba.
Kate sonrió, si estaba esperando un bebé John de seguro se emocionaría al saber que también sería padre.
Luego de un rato ya estaba mejor, lista para afrontar su día, era importante que estuviese presente para despedir a los del equipo de socorro. Luego del desayuno se reunió con todos los que irían para la selección, como siempre y hasta el momento Dorothy y Ryan se ocuparían de traerlos.
Muchos padres soñaban con que sus hijos llegaran a la mansión para tener una vida llena de privilegios sirviendo a la familia Shadow - Mirror.
—¿Porqué seguimos con esto? —Pregunta Emilico a Kate.
—Para que un día podamos salir al mundo sin escondernos, por ahora estamos bien.
—Pero los niños sienten miedo cuando ven a las hadas.
—Si tan solo fueran como tú al reaccionar pensando que son adorables.
Emilico no decía lo que anhelaba su corazón, solo deseaba tener valor para decir que su deseo era vivir en una linda casita en medio del campo, miró a Patrick que se despedía de las cuatro personas que irían al pueblo por unos meses, si, deseaba que él conociera ese maravilloso mundo exterior y no estar encerrado dentro de una muralla, que sus hijos crecieran corriendo por los prados, los días en su mente eran preciosos.
Volvió en si, para despedirse. —Por favor escriban.
—Por supuesto, cuídate y a ese pequeño que esperas, trabajaremos duro para poder ayudarte a tener a tu bebé. —Comenta Suzie mientras sostiene las manos de Emilico.
Kate dudaba en si anunciar que también esperaba un hijo, Shaun sabiendo lo que pasaba por la mente de ella, solo movió su cabeza asintiendo para que lo dijera.
Dio un paso al frente y llamó la atención de todos. —Antes de que se vayan quiero anunciar que también estoy embarazada.
Todos los presentes fueron a felicitarla, a Emilico se le iluminó la mirada, John no procesaba la información.
—¿Qué dijo? Shaun, dime que no está jugando.
—Lo escuchó claro, ella está también esperando a su hijo. Felicidades mi señor.
John se acercó a Kate para besarla y abrazarla, esa era una noticia maravillosa.
—Ryan siente repulsión, que fatalidad. —Comentó viendo como la casa se había mezclado humanos y sombras.
—Ni modo, las cosas han cambiado, solo quiero ver que clase de ser es lo que darán a luz esas dos. —Comenta Dorothy.
—Bien como sea.
Abordaron el tren y partieron, John emocionado miró a Patrick. —Voy a ser también papá, Patrick.
—Que bien, felicidades a los dos, ¿recuerdas la apuesta?
—Claro, quién tenga un hijo varón se quedará con la casa.
—Ustedes y sus apuestas tontas, por favor, a quién le importa eso, mi bebé tiene que venir con salud que es lo importante.
—A John si le importa, Kate. —John miró desafiante a Patrick, pero lastimaba con su respuesta a Kate.
Emilico viendo que la situación estaba tensa, se llevó a Kate. —Shaun ¿quieres venir?
—Claro. Son demasiado competitivos.
Cuando se alejaron lo suficiente Kate le preguntó a Shaun. —Dime que no te importaría si fuese niña.
—Claro que no, niño o niña ambos dan alegría.
—Entonces ¿Por qué John está así? Una idea se mete en su cabeza y es difícil quitársela.
—No te preocupes Kate, nuestros hijos nacerán y llevarán la casa juntos que sean amigos como nosotras, aquí somos un equipo.
—Si, descuide solo es un poco cabeza dura.
—Bueno, dejaré de pensarlo, ahora nos enfocaremos en los morfos que llegaron en la mañana.
Fueron a la habitación que se había preparado para recibirlos, estaba oscuro, Kate encendió unas velas dejando ver a morfos de todo tamaño deambulando por la habitación.
—¡Qué bonitos! —Emilico no se resistió y se acercó a ellos y los tomó en brazos.
—No los toques mucho, recuerda que son peligrosos. —Le aconseja Shaun.
—Es que son divinos y están un poco débiles, es una pena que en el proceso mueran los que sobren, quisiera quedarme con algunos.
—Emilico no puedes tenerlos de mascota ya que eres una humana que no se ha fusionado al igual que yo. —continúa Shaun.
Para Emilico era triste, pero pensó en como sería Patrick en su estado salvaje. —¿Recuerda como eran todos, en especial a mi amorcito?
Shaun rodó los ojos y Kate trató de recordar algo. —Pues si mal no recuerdo, ahuyentó a los que se intentaron acercar a Ricky, creo que fue amor a primera vista igual que John conmigo y fue un milagro que se transformara primero, siendo el idiota que es, sin ofender Shaun.
—No se preocupe.
John y Patrick iban caminando con paso apresurado, sus esposas habían desaparecido sin decir nada y Shaun de seguro andaba con ellas, así que John invitó a Patrick a celebrar con una botella que sería también padre.
Se cruzan con Ricky, Lou y Louise y John animado comenta la noticia causando emoción en los tres.
—Mis felicitaciones, si veo a la ama Kate se lo diré, estoy feliz por ella. —Lou le dedicó una sonrisa al nuevo padre.
—Así es, nos unimos a compartir esta alegría.
Pero nunca faltaba el comentario indiscreto de Louise —Seguro sacará la belleza e inteligencia de su madre, dudo que sea como su padre.
—¡¿Qué dices?! ¿Has visto este rostro? Kate y John aportaron de la misma manera, espera que sea una copia a John.
—Si, vaya ¿Cuál rostro? ¿Por que no se encuentra Shaun a tu lado, John?
Ricky solo la miró, se mordió la lengua para no soltar el secreto mientras Lou y Patrick los veían discutir.
No se soportaban estas sombras, nunca nadie le hizo el más mínimo caso a Louise, tan diferente de Lou, todo lo que pasaba por su mente lo decía y no se cortaba con sus palabras.
—¡¡¡Ojalá nunca tengas una familia!!! —Patrick intentó calmar a John ya que se pasó con lo que dijo.
—¡¡¡Retráctate idiota!!! —Las palabras de John lastimaron en lo más profundo y tuvieron que alejarlos a los dos, Lou se encargó de su ama, pero esta solo forcejeó para que no la tocara. —¡Louise no los necesita! —Se giró hacia Lou y le pidió disculpas y luego se retiró.
—Vivimos en el mismo lugar, deberíamos llevarnos bien todos. —Patrick quería suavizar las cosas pero era difícil con un cabezota como lo era John, ¿Cómo es posible que Shaun y él fuesen similares?
—Deberíamos, tú lo has dicho, eso no pasará. —estaba enojado, era algo insignificante lo que comentó Louise pero se lo tomaba como insulto a su persona.
Ricky y Lou estaban algo incómodos que prefirieron mejor irse a otro lugar, Patrick quería ir con ellos pero debía quedarse, aunque ya no quería ir a tomar y prefería hacer entrar en razón a John. Debía hacerlo de alguna manera para apaciguarlo y que pidiese perdón a Louise por lo que dijo.
Durante la hora del almuerzo Louise no apareció en el comedor y tampoco fue a su habitación luego de la discusión. Se encontraba desolada mirando su triste reflejo, las lágrimas resbalaban por su mejilla hallando fin sobre las claras aguas de la fuente, su reflejo se distorsionó y apareció Shaun a su lado, ella se sorprendió y con sus manos secó sus lágrimas, no quería mostrarse débil ante los demás. —¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar almorzando o algo? —Dijo sin voltearse.
—Si pero cuando venía con Kate y Emi para ir a comer, la vi a usted pasar, por su hollín supuse que no se encontraba bien, les dije a las dos que luego las alcanzaba que tenía algo que hacer antes y bueno aquí me tiene.
—No entiendo...
—¿El qué?
—La diferencia entre ustedes, Shaun y John. Discutí con John por algo insignificante y ha dicho que espera que yo no tenga una familia, no aspiro a ser madre, pero realmente dolió.
—Comprendo. —Shaun cerró los ojos pues su amo había lastimado a dos personas en un mismo día y debía hablarlo con él, después de todo el rencor no era bueno, él era la voz de la conciencia de John. La hizo girarse hacía él y la abrazó para reconfortarla. —Si quiere puede llorar y desahogarse, seré su apoyo.
Louise no entendía como este simple humano era tan dulce, podía tener de vez en cuando su mal genio pero comparado a John este era más dócil.
Derramó sus lágrimas hasta que por fin sintió que todas sus penas se disiparon con un simple abrazo y caricias en su cabello.
Ambos se alejaron el uno del otro. —Gracias Shaun, por preocuparte eres un excelente amigo.
—Estoy para escucharla, hablaré con mi señor, usted también debe perdonarlo. Me retiro, iré a comer tengo que recibir a los niños en un rato, nos vemos.
Louise miró como se alejaba, luego miró al cielo, la brisa movió sus cabellos y pensó en que no era atractiva para ningún muchacho. —¿Me quedaré sola? A veces quisiera desaparecer.
Por fin el tren del hollín regresó con los niños seleccionados, Ryan estaba algo molesto ya que que antes a los niños se les manipulaba para que olvidaran quienes eran y servir sin más a la familia, Dorothy los dirigió a cinco niños, tres de ellos menores de 13 y otros dos de entre 15 y 16.
—En un momento vendrá la dueña de la mansión, espérenla sentados.
Los cinco esperaban con nervios, Dorothy y Ryan salieron y se encontraron con Kate, Shaun y Emilico.
—Todo listo mi señora y reportando sobre los integrantes del equipo de socorro quedaron en buenas manos.
—Me da gusto, con permiso.
—Propio. —Dice Dorothy mientras sonríe.
Los niños voltearon al ver que la puerta se había abierto. —La casa de las Sombras les da la bienvenida, me llamo Kate, ellos son mis asistentes, Shaun y Emilico. —Esta última sonrió para que no estuviesen tan nerviosos. Kate tomó asiento tras su escritorio e hizo pasar a los más chicos para llenar sus papeles con datos personales, al final les hizo firmar. —Emilico, los dejo en tus manos.
—Claro, vengan conmigo.
Ellos siguieron a Emilico, los más grandes se acercaron. —Ustedes están dispuestos a trabajar sirviendo a la casa ¿no?
—Por supuesto, nuestro deseo es poder estar asistiendo a la casa, no encontrará mejores trabajadores que nosotros.
—Llenarán estos papeles con sus datos y firmarán estos para confidencialidad de la casa, ¿Están seguros de no querer irse? Una vez que firmen no volverán a casa.
Ambos estaban nerviosos, se miraron y asintieron. Kate y Shaun los miraron mientras llenaban sus datos, por último la firma de cada uno.
Emilico por su lado estaba aguardando tras la puerta de la habitación preparada. —¿Están preparados? Su nueva vida les aguarda. —Abrió y los hizo pasar, cerró tras de si, los tres se quedaron mirando a los seres que estaban en la habitación.
—¿Q-qué es esto? —Uno de los niños preguntó temblando, su compañera pegó un grito y la pequeña del grupo solo los miró notando que las extrañas criaturas tenían más miedo.
—¡Cálmense, por favor y escuchen! Al ser elegidos por la casa ustedes tendrán un compañero de vida.
—Quiero irme a casa...
Emilico optó por ponerse seria y hablar, les ordenó que tomaran asiento y les entregó un libro a cada uno para que leyeran las reglas de la casa. —Esta habitación será su hogar durante un tiempo, se les traerá tres comidas cada día, el cuarto de baño es aquella puerta y estas serán sus camas. Pronto estaremos en proceso de diseñar sus ropas, por el momento si desean cambiarse tendrán ropa disponible en ese armario. —Los vestuarios eran los sencillos vestidos de muñeca que utilizaban las generaciones anteriores. —Les prometo que pronto sus habitaciones estarán listas. Les dejo, tengo otros asuntos en mi agenda.
Cuando Emilico salió cerró con llave, una de las nuevas corrió para intentar abrir, tocó y tocó pero nadie vendría en su rescate.
Los otros solo vieron como las criaturas se acercaban tímidamente a ellos, un morfo valiente se acercó a la niña que estaba tocando la puerta y abrazó su pierna e hizo que soltara un fuerte grito.
Kate y Shaun que volvían escucharon el grito. —¿Si lo resolvemos con café? —Bromeó Kate pero Shaun negó. —De acuerdo solo era una sugerencia.
Volviendo con los niños la pequeña saltó de su silla y agarró a un Morfo el cual intentó soltarse, otros solo corrían despavoridos.
—¡Samantha, no los toques! —dijo el chico. —¿Qué tal si te muerde?
—¿Qué no lo ves, Jules? Nos temen, ni siquiera sabemos que son pero me encantan.
—¡Ya basta ustedes, solo quiero que me quiten esto de mi pierna, no piensen que me vais a gustar, de ninguna manera, no entiendo que es esto!
La puerta se abrió y pasaron unas sirvientas de la casa a dejar una merienda para los tres, era suficiente para todos.
—¡Por favor sáquennos de este sitio! —Suplicó pero ambas chicas se miraron y negaron, no debían de hablar con los nuevos y simplemente hicieron su labor para después dejarlos solos otra vez con los morfos.
Samantha ignorando a sus compañeros tomó al morfo de antes lo envolvió en una sábana fingiendo que era su bebé. —¿No les parece encantador?
La pierna de la chica fue soltada y se puso de pie ya que el pánico no dejaba que sus piernas respondieran bien. —¡Es un monstruo!
—No tenemos elección Amy, esta es nuestra casa ahora y nuestros padres estarán orgullosos de que nuestras vidas hayan cambiado, no sé cual son las intenciones de la casa pero nos toca.
Los dos nuevos estaban ahora a merced de respectivos grupos instruyéndolos para que fuese fácil adaptarse. Se les entregó sus nuevos uniformes, herramientas de limpieza, mapas de la casa, tendrían un par de semanas para aprender a moverse dentro, sus nuevas habitaciones cuyas camas ya no eran simples cajas como en el pasado.
Kate y Shaun pudieron ver a los nuevos ya vestidos con sus uniformes, claro que los jóvenes aún no se habían cruzado con las sombras adultas de la casa y por el momento estarían en el ala infantil. —¿No sería mejor tenerla a ella como niñera de mi futuro bebé?
—Si lo desea así.
Kate llamó a la nueva. —¡Camille! Ven por favor.
Se acercó a paso apresurado y con una leve inclinación. —¿Si señora?
—¿Sabes algo sobre el cuidado de bebés?
—Si, señora, tengo hermanos pequeños que he ayudado a cuidar.
—¿Te gustaría ser niñera? Estoy esperando a mi primer bebé y ya que vas apenas ingresando me gustaría hacerte esta propuesta y como sabes del tema pues espero que consideres serlo en el futuro cuando nazca.
—Por supuesto señora, claro que me encantaría. —Kate dejó que siguiera en lo suyo y volvió a su pieza ya que estaba cansada.
Cuando llegó a su habitación se encontró con la sorpresa de tener de invitado a Patrick con un una copa en mano, este algo apenado saludó, se podía sentir la tensión en el ambiente pero John estaba más calmado; Shaun solo suspiró pues tendrían una larga charla.
Pronto Kate se enteró de lo que pasó con ello. —¿Y solo por eso se pelearon? John, debutamos los diez, cada sombra y su compañero, somos mayores y te estás peleando por eso, ya conoces a Louise, dice lo que piensa, incluso me ha llegado a doler lo que me dice pero eso a decirle que esperas a que no tenga una familia es cruel.
—John lo siente, no debó decirlo, pero estaba enojado.
—Le decía que debería disculparse, pero ahora no encuentra como hacer las paces.
—Es simple, solo discúlpate pero sinceramente no porque sea por compromiso...—Kate estaba agotada, tanto que hacer y ahora esperando una criatura, su marido le daba dolores de cabeza. —Por favor, John estoy esperando a tú hijo, es tú culpa que esté así, fue un descuido mío y si no hubiese tenido cuidado habría salido embarazada hace tres años.
Patrick dejó escapar una risa sonora al escuchar a Kate diciéndole toda la verdad en la cara a John pero ella lo volteó a ver con algo de enojo haciendo que su sonrisa se borrara.
—Si Patrick contigo también, mi Emilico es muy joven para ser madre y esperaba que se cuidaran un tiempo más, pero mira el resultado. Desaparezcan de mi vista. ¡AHORA!
Shaun por dentro se alegraba de las palabras de Kate por lo de Emilico pero ella ya no era casi su responsabilidad dado que solo era su amigo y solo la cuidaba como siempre.
Kate terminó por sacarlos a todos de la habitación y se fue a relajar al baño antes de que terminara por afectar a su bebé.
Los tres se miraron por como los había corrido y ahora se encontraban vagando por los pasillos.
La noche había llegado, los nuevos niños estaban cenando en compañía de los morfos, Amy ya se había calmado, por lo que había leído la casa les otorgaba un compañero de vida y para ello debía dejar que se acercara a ver cual de todos tendría afinidad con ellos y al parecer su amiga Samantha ya había elegido a uno de esos seres. Cuando se cambiaron para dormir y se acostaron pudieron sentir como los morfos se subían a las camas curiosos, Jules sentía como lo tocaban aquellas manitas delgadas, a diferencia de él Amy sintió como a su lado se metió el morfo de antes y se acurrucaba bajo la manta.
—A no, ni pienses que vas a dormir a mi lado. —Destapó la manta y vió como el morfo se asustó y saltó de la cama. —¡No dejan dormir! No entiendo como Samantha ya se ha quedado casi dormida.
—Eso es por que yo si quiero a mi mascota. —Dijo entre bostezos y una voz adormilada.
Los otros dos mayores se reunieron antes de dormir para hablar sobre los extraños habitantes de la casa.
—No esperaba que fueran seres tan negros como el carbón, cada niño tiene un compañero sombra.
—Ahora entiendo por qué se llama la casa de las sombras.
❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋◌❋
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top