Entre amor y sangre
Missi no podía dejar de pensar en que había tras aquella historia, en su mente reinsba la intriga de saber todo sobre aquella mansión envuelta por sombríos árboles secos y también deseaba saber que historia envolvía aquel lugar y porque el viejo profesor de astronomía estaba tan preocupado y su mirada cambio cuando ella pidió información sobre aquel lugar, Missi entonces se armó de valor y se dirigió al profesor hablándole suavemente mientras miraba sus cada vez más oscurecidos ojos negros.
—Profesor Filius, podría hablarme sobre ese libro que tiene entre sus manos el gran grimonio del Duque de Abigon y ¿Quien fue él?
—Te contaré su historia, pero ciertamente no puedo permitirte leer su grimorio, ni mucho deberás ir a aquella mansión, Missi.
Hace poco más de trescientos años, en la época en que los reyes tenían poder absoluto sobre las vida de sus ciudadanos donde sólo los más fuertes podría llegar a sobrevivir, la vida era inhóspita, el Rey Melquisedec I reinaba sobre la ciudad de Abigon y era conocido ser una de las personas más sanguinarias, sangrientas y crueles de la historia de Abigon, violaba mujeres sin piedad, asesinaba a sangre fría a hombres y animales por el simple hecho de sentir placer, aumentaba delicadamente los impuestos a las personas de más pobres haciéndolos inpagables para así tomar sus tierras y tomar a sus hijas para sacrificios a sus dioses y las más bien parecidas para su harem.
Melquisedec tuvo muchísimos hijos e hijas tanto con sus esposas como con concubinas y mueres que violaba cruelmente, pero uno destacó entre todos, se trataba de Alan de Abigon fue el único hijo al cual Melquisedec realmente amo pues su madre era la primera esposa de Melquisedec la Reina Elizabeth de García.
El príncipe Alan destacó desde pequeño por ser un chico muy inteligente en comparación con los demás niños de los cuatro puntos cardinales de todo el reino, el Rey Melquisedec lo instruyó en todas las ciencias tanto terrenales como celestiales y lo predetermino entre todos sus cientos de hermanos para ser el futuro gran rey de Abigon.
Así pasaron los años hasta que el rey Alan cumplió sus 16 años y el Rey de Abigon, era un príncipe apuesto sus ojos azules intensos, su piel era suave como las sedas y blanca como la lana de las ovejas que creaban en el valle, su cabello era muy lacio y blanco, era un chico sumamente inteligente destacado en las ciencias y el arte, guerrero desde joven ya había ido varias veces a la guerra contra los pueblos nómadas vecinos junto con el ejército de Melquisedec.
Melquisedec comprometer a el príncipe Alan con una sus parientes, más exactamente con la princesa Mary Grace de reino de Alarcón.
Mary Grace es una chica era una de más mujeres más bellas entre las hijas de los reyes de la antigua Inglaterra, era pelirroja muchos la comparaban con la diosa Brigid de tal manera era su belleza que todo quien la veía quedaba enteramente enamorada con su mirada, aún así el corazón del príncipe Alan ya tenía a alguien más, alguien que jamás Melquisedec iba a aceptar para su futuro heredero se trataba de María Scoot una joven de pueblo, perteneciente a los plebeyos, de ella se enamoró Alan, era un joven hermosa también ojos azules, cabellos dorados y de corazón justo.
Ambos estabas sumamente enamorados, el Rey planeo el compromiso entre Mary y Alan para el primer día de otoño por lo cual el príncipe Alan planeo llevarse a Mary con el lejos de las manos de su ya muy descabellado padre, por lo cual se fijó en comprar una mansión sin que su padre lo supiera al norte del país, allí huiria con Maria Scoot y viviría una vida tranquila, al menos eso creyó, muy ingenuo la verdad.
Alan y María tuvieron encuentros sexuales durante varias semanas por lo cual María quedaría embarazada del príncipe Alan, por lo cual una noche tomaría a Maria y se dirigió con ella hacia el norte hacia aquella mansión que había comprado para ambos, cuando el Rey se enteró que se hijo Alan había escapado y que se había relacionado con una mujer plebeya ardió de ira y mando a todos sus espías y soldados a buscar a Alan y María para ejecutarlos.
Pasaron 5 años y Alan, María y su hijo Estefanía crecieron en aquel castillo, alejados del gobierno injusto y malicioso del Rey Melquisedec quien no había parado en ningún momento de buscarlos para acabar con ellos, luego de pasado este tiempo uno de los espías de Melquisedec descubrió donde se escondía el príncipe Alan y su familia.
Tras ser informado el Rey se dirigió hacia donde se encontraban entro a la mansión y atraveso con una espada a María delante de Alan y su hija Estefanía posteriormente apesar de los intentos de Alan por proteger a su adorada hija, Melquisedec cortó la cabeza de Estefanía con su espada y dió su cabeza a los lobos que traían con ellos los cuales despezaron su ya cortada cabeza todo esto ante Alan quien solo contempló como su padre le quitaba a las dos personas que más amaba de la manera más sanguinaria posible, el Rey sin embargo no asesino a Alan y se retiró con sus hombres de regreso a Abigon.
Esa misma noche el príncipe Alan destrozado totalmente al ver a su hija y su esposa ser asesinadas por su padre cruelmente seco su llanto y fue a la biblioteca de la mansión, tomo una vieja pulma y un pergamino antiguo hecho de piel de oveja y escribió una invocación a los espíritus de todos los inframundo con sus conocimientos en magia luego, escribió una serie más de conjuros en un libro el cuál título "Libro de Sombras" se dirigió luego a la sala principal de la mansión dispuesto a hacer un pacto con los seres infernales a cambio de volver a la vida a su amada esposa María y a su hija Estefanía.
Continuará.
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