XCIII
Sé que muchas veces me he quejado a través de estas cartas diciendo lo mucho que necesito de tu amor.
Pero creo que también es conveniente que te diga, que no solo extraño recibir tu amor y tus caricias.
También extraño ser yo quien acaricie tu suave cabello castaño y ver la luz de algún atardecer de verano colarse entre los finos mechones.
Extraño tu pequeña nariz arrugada por las molestias y también extraño sentir tu sedosa piel bajo el tacto de mis dedos.
Es algo inexplicable, pero sé que tu entiendes.
Tu siempre entendiste como me sentía aunque jamás fuera bueno expresandolo.
Definitivamente fuiste hecho para mi...
Por eso te amo tanto.
- Wonho
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