LXXXIX
Te miraba todos los días.
A veces concentrado leyendo algo interesante, a veces fantaseando con un futuro, a veces llorando, a veces riendo, e incluso a veces haciendo travesuras.
Aún no se como era capaz de poder enfadarme contigo por motivos tontos, cuando tenía el privilegio de verte, de acercarme a ti y besarte, de hacerte mío.
Ahora solo tengo viejas conversaciones guardadas en los rincones de mi celular y de mi memoria.
Y es todo lo que me queda, recordarte.
- Un nostálgico Wonho
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top