Capítulo 29


— ¿Lista? — miro aterrada a Harriet. Ella me sonríe y abrazandome me dice.

— Tú puedes, eres súper Atala — me hace reír su comentario.

Y es que por más que quiera, no puedo olvidar toda la información que ahora poseo. Temo por mi y por Harriet, ahora que sé el tipo de engendro que es el padre de Andrya. Dormí como una piedra, de no ser por la alarma que puse, seguramente me sigo dormida y falto al ensayo o me quedo sin chofer.

El ensayo fue bien, los chicos nos hicieron reír y agradezco que hayan tenido ese gesto por qué estaba tensa y no quería ni mirar al iceberg a los ojos. En serio que la cabeza me duele cuando tiene sus repentinos cambios de humor, no le puedo seguir el paso, pues cuando está de malas, yo estoy de buen humor, cuando esta de buenas, yo no estoy para soportarlo. Me digo a mi misma que para nada tendría una relación con él, por lo menos en la cama nos llevamos mejor.

— Señorita, ya están subiendo — una chica del Staff o como se le llamé, entra al cuarto y me anuncia.

Mis nervios crecen al máximo por ciento.

— Bueno.... — suspiro y me doy un último vistazo en el espejo del tocador.

Vestido azul marino, el cual traje de Nueva York por si tenía algún concierto. Esta por demás decir que mi amiga se enojó conmigo por no usar el vestido que compre hace unos días. Zapatos nude de tacón y mi cabello pulcramente arreglado por Harriet en ondas y maquillaje tenue. Estoy lista.

— No se te olvide poner el en vivo para que mis padres lo vean — ella asiente y levanta su pulgar.

— Tú tranquila, eres talentosisima y te irá muy bien. Es tú sueño hecho realidad, disfrutalo — me abraza y le sonrió.

— Gracias — levanta ambas pulgares y con esa despedida salgo con dirección al escenario.

Escuchó que Ina da una breve bienvenida y nos presenta a todos.
Los chicos me sonríen y me elogian por lo bonita que estoy, se preparan y y
o también tomó mi violín, lo conectó al amplificador y esperamos a que Ina termine. Andrya va llegando y juro que ví sus ojos abrirse cuando me vió, él se ve muy diferente, más guapo (lo confieso) pero, sus actitudes le ganan a esa facha de Galán que se carga hoy.

— Suerte a todos — dice él viendo a todos y demorandose un poco en mi, se dio cuenta que yo me percate de su mirada y me ignora.

Pesado.

— Lucete linda — Cristoff me alienta y yo le sonrio.

— Gracias, tú igual... Todos — digo cuando la gran cortina se levanta, Ina llega a su posición de en medio y me da la señal para comenzar.

Para demostrar mi trabajo y mi amor por la música. Me fundo con mi violín para ser uno y resaltar con lo único que une al mundo, la musica.

Bajo del escenario contenta y extasiada. Lo logré, lo logramos y esos aplausos del público se sintieron malditamente bien. De verdad agradezco a Ina y a la vida por está magnífica oportunidad. Entró al camerino por mis cosas, quiero ir a escuchar a mi nueva amiga, así que me doy prisa por tomar mi mochila y mi estuche dónde guardo con rapidez mi violín. Ina es super talentosa, en un par de días se aprendió nuestro cover, cuando a mi me tomo semanas el preparar este proyecto.

Tomó mis cosas y abro la puerta, pero soy empujada por la misma, cayendo torpemente al suelo. De culo. Auch.
Miro a la persona culpable por mi caida y me sorprendo, pero a la vez, un sabor amargo me invade al igual que un malísimo presentimiento.

— Eres torpe — se burla de mi.

Me levanto y sacudo suavemente mi trasero sin dejar de verlo a los ojos, mientras le pregunto: — ¿Que haces aquí? — él sonríe... Macabramente.

— Solo disfrutaba de tu concierto, lindo — enmarco mi ceja.

— ¿Lindo? — camina examinando el cuarto.

— El camerino, tonta — me giro para verlo a la cara, necesito ver todos sus movimientos.

— Bueno, ya lo viste y quiero ver el concierto de Ina, así que... Vamos, necesito entregar este lugarsucho — asiente y se acerca peligrosamente a mi.

Sus ojos grises me miran tratando de saber algo y temo tener una idea de qué es lo que quiere.

— Atala Jackson — juro que puedo oler su aliento y ese olor mezclado de menta y alcohol, no me gusta. No el de él.

— Ese es mi nombre, ¿que quieres Novikov? — temo la respuesta a mi pregunta.

Acaricia mi mejilla, se acerca más y me toma de la cintura.

— ¿Que es lo que tienes que trae loco a Soholob? — me río.

— ¿Loco? ¿Soholob? — me vuelvo a reír y él me suelta.

— ¿De que te ríes? — tengo miedo.

— De tí y tú pésima broma — me mira confundido.

— No estoy bromeando — otro idiota que gruñe.

— Lo haces, yo no traigo loco a nadie y Soholob es un simple... Polvo casual, creeme solo fue eso — sonríe. Parece un villano de Disney.

— ¿te gusta? — se da la vuelta cuando pregunta.

— Claro que no, es solo alguien que me hace sentir bien, hablando de sexo — ojalá y esto lo convenza.

Mantente firme y alerta.
Mantente firme y alerta.

— No me has probado a mi — vuelve hacia mi y me pega por completo a él.

— Jajaja, sigue soñando hombresote — esto lo descoloca — Anda, vamos, de verdad tengo que entregar este lugar — toma mi mano y asiente.

Oh. Oh. Oh.
Nooo!!!

— De acuerdo, vámonos pero no iremos al auditorio — frunzo el ceño.

— ¿Ah no? — niega.

— No — dice fuerte.

Intenta con algo más.

— Bueno, y qué sugieres? — necesito tiempo.

— ¿A dónde quieres ir tú? — imito la cara de pensar que Harriet siempre pone y veo que se a calmado él.

— ¿A comer? — frunce el ceño — Muero de hambre —

— Entonces vamos a comer — asiento sonriendole.

— ¡perfecto! Entonces, voy a decirle a Harriet que iré a comer y que lleve mis cosas al cuarto y....

— No! — mi corazón late fuerte y rápido.

— ¿No? — respira Atala.

— Ya te llevaré yo con todo y tú violín — asiento — Vamos entonces — jala mi mano.

— Me dejas entrar al baño? — su cara vuelve a mostrar enfado y me espanto — Ya sabes, cosas de chicas — niega — ¡Oh vamos! ¿Quieres que lo haga frente a tí? Yo no tengo ningún problema, pero te advierto que es feo — hago ademán de subirme el vestido y él me suelta y sale del cuarto, no sin antes decirme que no demore.

Buscó algo con que escribir, necesito dejarle una nota a Andrya o a Harriet. Presiento que soy el arma de Novikov. Mierda. Esto no lo esperaba. Necesito ser inteligente, más inteligente que él.
Encuentro algo que me ayudará.
Jalo de la llave y salgo fingiendo tranquilidad.

— Listo ¿A donde vamos? — toma mi mano y salimos del lugar.

Dios mío, que ellos encuentren mi nota.

Buscó a los chicos  y tomó asiento en la misma fila. Harriet la amiga de Atala se salta al asiento de mi lado, el cual deduzco que es la de la pequeña americana.

— ¿Viste a Atala? — niego.

— No soy su niñera — contestó cortante.

Debe estarse maquillando o yo qué sé.

— Ella nunca tarda, nunca demora — está preocupada.

— Seguro se atoró en el retrete — me suelta un golpe en el brazo.

— Acompañame a ver — niego — Por favor, tengo un presentimiento y necesito descartar todas las imágenes que están pasando por mi mente —

El señor detras de nosotros nos silencia. Ruedo los ojos y asiento. Ella pasa primero y luego la sigo.

— Deberías dejar de ser un idiota — suelta de pronto.

— Y tú deberías dejar de ser tan paranoica — me sorprende cuando asiente.

— Más bien, debería dejar de ver series de Netflix — sacude su cabeza levemente.

Caminamos hasta el camerino que le dieron a ella. La pelirroja toca antes de entrar, pero no tenemos respuesta, así que rueda la perilla y al abrir, vemos que esta vacío.

— Esto está raro — ella busca y yo trato de encontrar la mochila morada que Atala traía consigo.

— Seguro se fue y está viendo el concierto de mi hermana y noso...

— ¿Que mierda es está? — la escucho desde el baño y me acercó.

— ¿Que dijiste? — la veo y está pálida, me señala el espejo del baño y me congeló al leer el mensaje.

"El silencio llegó. Es hora del rock"

— ¡Mierda!


Intento comer pero no puedo, Alexey no deja de mirarme y mi estómago está cerrado por el miedo que estoy sintiendo. Debo persuadirlo por que me deje ir.

Empujó mi plato hacia un lado, ya no soy capaz de comer un bocado más.

— Come — ordena pero niego.

— No quiero, estoy llena — me cruzó de brazos — Mejor dime una cosa — no dice nada — ¿Por que esta repentina invitación a comer? — da un sorbo a su vaso de agua.

— Por que quiero — asiento.

— Bueno, pues lo agradezco. Me tomó por sorpresa, pero fue un lindo gesto de verdad — sonríe. Bien. Buena señal.

Sigue escudriñandome atentamente, pero, yo no lo aguanto más.

— Que cansada estoy — fingo un bostezo — ¿Puedes llevarme a mi edificio? Estoy muerta de cansancio y...

Se levanta y me toma de la mano. Así sin más me saca del restaurante.

— ¡Oye! — intento zafarme pero no lo logro.Maldita sea, es muy fuerte.

— ¡¿Que?! — me grita a mitad de la calle.

— Me estas lastimando — mirá mi muñeca y me suelta — !Eres un Bestia! — rueda los ojos. Abre la puerta de copiloto y con la mirada me ordena a subir en el.

No quiero, pero debo mantener la psicología inversa. Subo y el lo hace también. Mantengo mi boca cerrada, cuando enciende el coche y maneja con un rumbo que presiento, no es al de mi cuarto. Media hora. Es lo que llevamos en esta carretera.

— Claramente no es el camino al cuarto — comentó amablemente.

— No lo és — dice así sin más.

— De verdad, Alex necesito descansar y tomar una ducha, vamos de regreso — niega.

— Ya no irás a tu cuarto — el miedo se enciende a un 180 por ciento.

— ¿Por que no?

No me contesta. Oh Dios Mío.

— ¡Por que lo digo yo! — me estremece su grito y mi rostro seguramente refleja el miedo que siento ya al 200 por ciento.

Me mira por un segundo y vuelve su vista a la carretera y sigue conduciendo.
Este silencio no me gusta, saco mi teléfono y comienzo a buscar el contacto de Harriet, pero mi aparato es arrebatado de mis manos y lanzado fuera del coche. Dios mío. Por favor.

Para el coche en medio de un bosque de aspecto muy raro. Me mira y acariciando mi rostro me dice: — Ya no volveremos. Te quedaras conmigo por qué necesito cuidarte, no quiero que te pase algo y necesito que cooperes conmigo ¿de acuerdo? — asiento.

— ¿Dormiremos aquí? — niega.

— No, claro que no. Pensé en todo — sale del coche y viene para sacarme también.
Una cabaña está a mis espaldas, es una cabaña de aspecto muy rústico.

— Ahí nos quedaremos — asiento — Solamente tu y yo — me abraza por detrás, recargando su barbilla en mi hombro.

— Tu y yo — siento su aliento en mi oreja y me estremezco.

— Sin Andrya y sin nadie. Desde que te ví, te quise para mi — Deja un beso en mi cuello y yo intento calmar mi temblor de nerviosismo — pero ese idiota se interpuso, y te tomó antes de mi. Pero ahora, te tendré para mi solo y veras lo que es un hombre de verdad — siento ganas de vomitar.

Finge linda, finge.

Volteo y lo rodeo con los brazos. Le regalo una sonrisa fingida y asiento. Necesito fingir felicidad absoluta. Es más que claro que no está en sus cabales, que esta obsesionado con Andrya y que sabe que yo estoy con él en su plan o por lo menos sabe que yo soy la clave para obtener a Andrya bajo sus pies y presiento que obtendrá lo que quiere.

— Unas vacaciones — chillo de felicidad.

El cae en la trampa y me cree.

— Como una Luna de miel — asiento. Maldito enfermo — Pensé que te ibas a asustar — niego.

— La verdad es que me gustas mucho y creo que eres un buen chico. Creo que me deje engañar por Andrya, y no te vi bien — me acercó más a él.

— ¿De verdad? —asiento.

— De verdad. ¿Quien en su sano juicio no vería lo guapo y atractivo que eres? — le doy mi mirada más coqueta y el imbécil me creyó.

Me voy a odiar por lo que haré, pero todo sea por mantenerme a salvo.

Lo beso.

Apurate Andrya.

Harriet y los chicos están preocupados, mentiría si yo no lo estoy, pero no puedo involucrar a todos en esto. Vlad y mi hermana también entendieron el mensaje de la pequeña Jackson, esto era lo que exactamente tratabamos de evitar.
Tengo la certeza de saber quién fue y me escuchará ahora mismo.

— ¿A dónde rayos vas? — me interceptan Ina y Vladimir.

— A matar a Dimitri — mi hermana se enoja y me sostiene fuerte del brazo.

— No irás a ninguna parte, debemos de seguir con esto bajo el agua, no seas estúpido — tiene razón — No fue él — si sea.

Dylan, ha venido inmediatamente cuando le marque. Los tres hablamos con él antes de que lo hiciera con Harriet y los chicos, teníamos que persuadirlo para que no delatara nada de nuestro plan y para que los chicos no supieran nada del "rock"  al que se refería Atala.

Atala sigue en mi cabeza y en mi pecho la sensación de angustia clavada como un puñal. Mi hermana tiene razón, no fue Dimitri, ese fue Alexey y sé cuál es su motivo para haberla secuestrado. Tenerme a mi de rodillas. No deseo que le pasé algo a ella, y no lo permitiré, ese loco piensa que la amo y está mal. Yo no la amo.

— ¿Entonces? — pregunto desesperadamente a Dylan.

— Un chico del parking dijo que vio salir a un chico alto con una chica que coincide con la descripción de Atala Jackson. No tenemos ni un rastro más, no hubo forcejeo, no había nada roto dentro del camerino y a falta de rastros estamos en dónde comenzamos — dice enojado — Tu padre sí que sabe hacer esto —

— No fue él — le gruño. Dylan nos mira confundido.

— Este no es el estilo de papá — complementa Ina.

— Entonces, ¿Quien pudo ser?

Saco mi teléfono celular y le muestro el mensaje que hoy por la mañana recibí.

— Alexey Novikov — el murmura un mierda y se aleja para seguir hablando con su equipo.

Harriet me mira y acercándose a mi, me ruega: — Por favor, haz que la encuentren. Ella es toda mi familia aquí — Mi hermana la mira y la toma en sus brazos, susurrandole que todo estará bien y que la encontrarán.

Vlad me entiende la mirada que le doy. Necesito información que solo una persona tiene y que no deseo acudir a él, pero lo tengo que hacer.
























Maratón 2/2

Voten
Comenten
Compartan.
¿Quieren uno más?
100k de votos y lecturas y lo tendrán su tercer capítulo.

Let's go 😍😋

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top