— ¡Otro! — Grita eufórica Harriet.

— ¡Sí! — fulminó con la mirada a Vladimir — ¿Que? ¡Amargada! —

— No la alientes — Vladimir ríe y le dice no sé qué cosa a Harriet y asiente y bajan juntos.

¿Dónde quedó William?

— Son muy agradables tus amigos — comenta Eliot cerca de mi. La música está muy fuerte — Me voy tranquilo al ver que estás bien — lo miro confundido.

— ¿Te vas a ir? — asiente.

— Mañana sale mi vuelo. Solo venía por negocios Atala — le sonrió.

— No me has dicho que está pasando con Jordan — niega.

— Mañana te lo digo ¿Te parece comer conmigo mañana? —

— Claro que sí — sonríe — Ven vamos a bailar, esa canción me gusta — Me sorprende que On The Floor de JLo suene en este momento.

No sé por qué tendemos a complicarnos la vida, como seres humanos somos muy tontos. Eliot es un gran chico, ha demostrado respetar mi decisión sobre nuestra relación como amigos y hasta este momento se ha comportado como todo un caballero, un amigo y un hermano. Sin embargo, el otro lado lo ocupa Andrya y por algún motivo me gusta mucho y sé que terminaré mal si no me alejo de él.

— Tú chico ruso acaba de llegar y nos mira como sí quisiera matarnos — me dice Eliot volviendo a prestar atención al presente.

Dirijo mi mirada hasta dónde está Andrya, quién vino con su hermana. Tiene la típica mirada seria, pero hay algo en ella que hace  bastante imposible no sentirse intimidado.

— Ambos se gustan — afirma — ¿Porque no lo aceptan? —

— No ha sido muy grato desde el inicio, también está el hecho de que es muy voluble y... ¿Qué? ¿Por qué te ríes? — niega.

— Simplemente te gusta y tienes miedo de aceptarlo — ruedo los ojos. La música acaba y nos hace subir hasta nuestro lugar.

— ¡Hola Atala! — Ina me sorprende abrazándome.

— Ina... ¿Cómo estás? Que sorpresa — sonríe radiante.

— Me alegra que vinieras ¿Como vas con la composición? —

— No hablen de tarea — interrumpe Harriet — Vengo a pasarla bien — me río.

— ¿Composición? — asiento en respuesta para Eliot — No sabía que haces música — ruedo los ojos — Quiero ser uno de los primeros que escuchen tu música —

— Serás el segundo, yo seré la primera — Ina se regodea — Por cierto... —

— Ah! Lo siento. Olvidé presentarlos — abrazo a Eliot — Eliot ella es Ina Suckerman. Ina, él es Eliot Mc'kelly — Ina sonríe divertida, saludando con total familiaridad a Eliot.

— Gusto en conocerte. Tienes una novia excepcional — nos mira a ambos e inmediatamente suelto a Eliot.

— No es mi novia — contesta Eliot.

— Somos amigos — me excusó por ambos.

— Oh, siento la confusión. ¿Americano? — Eliot asiente.

— Así es ¿Has estado en América? —

Como veo que han podido entablar buena conversación, me separo de ahí con lentitud hasta que me alejo. Ina es muy hermosa y podría parecer muy infantil, pero me gustan para que ambos sean novios.

— ¡Buu! — ruedo los ojos.

— ¡Estúpida! ¡Casi me matas! — se ríe — ¡Deja de reírte! — niega.

— Nop — nos acercamos a la barra y pido otra bebida — Con que saliste cupido... ¿Eh? — señala a Eliot.

— Lucen bien juntos — me encojo de hombros — ¿Y los demás? —

— Los chicos van a tocar y el par de rusas locas... Ni idea de dónde están — pide otra bebida — ¿Todo bien con Eliot? — señala con la mirada.

— Todo bien. Mañana se va — frunce el ceño.

— ¿Tan rápido? — asiento — Si que entendió la situación —

— Vino por negocios y al parecer ya está listo todo, solo quería ver qué estuviera bien y quiere platicar conmigo con respecto a Jordan... No sé muy bien — alza su copa.

— Pues salud por qué tú fallida relación con Eliot, haya terminado — me río.

— Salud —

— ¿Y ahora qué? — me encojo de hombros.

— ¿De qué? — rueda los ojos — Explícate —

— ¿Que nuevo romance tendrás? Imagino que no con Andrya ¿Cierto? —

— Para nada. No pienso en una relación... Por ahora y mi atención la tiene los proyectos del semestre, estamos por concluir un mes, solo hemos estado un mes aquí, no quiero más líos. Ya tengo suficiente con los Novikov y con Soholob — me da la razón.

— Hablando de Soholob... — señala a mi espalda.

Andrya está hablando con Ina y por alguna razón, también con Eliot. No tengo idea de que dicen, pero me pongo nerviosa cuando Eliot señala hasta dónde estoy y Andrya asiente.

— Yo soy como los magos... —

— ¿Huh? —

— Me ves... Ahora ya no me ves — toma su trago y la muy grosera se larga, dejándome sola y desamparada.

— ¡Harriet! — y ya es demasiado tarde.

Me giro sobre el taburete donde estoy sentada y pido otro trago. El bartender me lo sirve y le doy las gracias.

— Te estaba buscando — no por favor.

— ¿Así? Dime ¿Que se te ofrece? — sonríe de lado, esa sonrisa que muestra una mala intención.

— ¿Sabes cantar? —

— ¿Puede ser? — fruncí el ceño.

— ¿Puedes ayudarnos? — niego.

— Andrya.. no sé si es buena idea — rasco mi nuca — ¿Por qué necesitas una vocalista? Tú cantas bien — acabo de elogiar al iceberg y él no ha sonreído engreída mente — No entiendo por qué me necesitas —

— Está noche se supone que una banda femenina se presentaría, pero no ha sido posible, así que nos pidieron reemplazar a la banda pero con la condición de tener una cantante femenina. No suelo pedir favores, pero a los chicos les viene bien la paga de hoy —

Hazlo Atala, será una buena experiencia.

No creo que sea buena idea, no sé si el público Ruso me aceptará.

— ¿Sabes que? Olvídalo — se da la media vuelta

¡Diablos!

— ¡Iceberg! ¡Espera! — le llamo.

— Mi nombre es Andrya — dice con recelo.

— Lo siento. Los ayudaré — asiente.

Creí haber visto un atisbo de sonrisa en él.

— Perfecto, espero y sepas la letra de Natural — media vuelta y baja rumbo al escenario.

Gracias al cielo que me gusta imagine dragons.

(Imaginen a Atala cantarla)

Los aplausos se sienten genial, nunca lo había sentido de esta manera. Me había presentado en público y todo, pero está vez fue muy diferente a todas aquellas veces en las que me presenté. La música salió de mi, emanando como un perfume... Wow! Fue genial.

— ¡Otra! ¡Otra! — la gente grita deseosa.

— ¿Te sabes otra canción? — me pregunta Vladimir.

— ¿Como cuál? — pregunto angustiada.

— Paramore por ejemplo — susurra Lucas.

— Still into you ¿Cuenta? — todos sonríen y asienten.

— 4,3,2,1.. — Comienzan a tocar y yo a cantar.

— ¡Lo hiciste genial! — Harriet chilla emocionada — Estuviste mucho mejor que Beyoncé —

— Gracias — hago una reverencia de gratitud — No seas ridícula —

— Bueno.. creo que es hora de irnos — asiento.

— Vámonos pues — tomo mis cosas y bajamos juntas en busca de Eliot.

— Harriet ¿Ves a Eliot por algún lado? — niega.

— Les preguntaré a los chicos — se encamina dónde están los demás.

¿Dónde estás Eliot?

— Lo hiciste muy bien, Jackson —

— Debo acostumbrarme a las felicitaciones que vengan de parte tuya. No es algo normal — rueda los ojos — Gracias, espero y que sí les hayan pagado —

Asiente, mete la mano en su chaqueta y saca dinero de ahí — Nos pagaron, gracias a tu apoyo. Toma tu parte — me extiende el dinero.

— No por favor. No lo hice por el dinero, aprecio mucho a los chicos y fue agradable salir de lo cotidiano, soy yo la que les debería agradecer — me niego a tomar el dinero.

— Por favor, acéptalo —

— No, no lo tomaré. Recuerdo que tú me has tachado de ser alguien materialista, frívola, egoísta y avariciosa — rueda los ojos — Yo no soy así, al contrario de lo que piensan me gusta ayudar y cuando puedo, lo hago sin decir o poner una condición. No lo tomaré por qué me hará sentir mal — se queda callado — Gracias por la oportunidad. Que tengas buena noche, Andrya —

Camino hasta Harriet, me dice que Eliot se fue y que deberíamos irnos ya. Las chicas regresan al dormitorio con nosotras y cuando toco mi cama, me duermo pensando en lo bien que se sintió ser parte de una banda, esos aplausos y esos gritos... ¡Vaya! La mejor noche de mi vida.