Viernes.

La semana pasó volando, la verdad ni siquiera sentí los días pasar. Los ensayos han sido algo tediosos, el humor de Andrya cambia bruscamente. Por unos minutos es coqueto conmigo y al siguiente minuto, se convierte en la persona fría y seca que conocí el primer día, dándole honor a su apodo. No entiendo su cambio de humor, pero por ahora no estoy para lidiar con Christian Grey quinpolar puesto que mi mente está puesta en el proyecto de Julien y en uno nuevo de composición artística como solista.

Los chicos son muy lindos, como lo han sido siempre, y la verdad de no ser por ellos no podía soportar a Andrya.

— No, no y ¡No! Cris por favor, ¡concéntrate! — es la tercera vez que se lo pido, no sé qué trae que en todo el día ha estado muy distraído — Les pido a todos que se concentren, por favor. Están muy dispersos— los miro enojada.

— Y pensabamos que Andrya no había venido — Murmura Matt rodando los ojos.

— ¿De qué hablas? — Ok... Creo que tienen razón. No me encuentro de buen humor y todo el ensayo no ha salido bien —  Perdonen chicos. Estoy algo desvelada y no sé que me pasa. De verdad,perdonen — me disculpó con ellos, no sé por qué me ha salido lo perra el día de hoy.

Vladimir se me acerca y me abraza por los hombros — ¿Es por Andrya? — me pregunta levantando y bajando sus cejas y yo niego inmediatamente — No vino hoy y al parecer lo extrañas —

— Pero ¡por supuesto que no! ¡¿Como crees?! Sí el y yo nos llevamos de la patada — los tres me miran entrecerrando los ojos.

— Algo me dice que tienes razón Vladimir — comenta Matt y lo fulmino con la mirada.

— ¡Están equivocados! Por supuesto que no, además no me agrada del todo — o eso me quiero obligar a entender.

— Bien, de acuerdo. Creo que dejaremos el ensayo hasta aquí Atala. Andrya no ha venido y no tiene caso, pues el proyecto es de ambos a lo que me lleva a preguntarte — me dice Cristoff — ¿Ya le avisaste al profe Julien? Tienes que darle las notas y el plan ya listo, para mostrarle el proyecto. Mientras más rápido lo hagas mejor — me recomienda.

— No lo he hecho, pero lo haré. Gracias por la información — guardo mi violín en su funda y doy por terminado el ensayo. Cristoff tiene razón y es mejor que el otro idiota también trabaje con nosotros — Pues dejaremos el ensayo para mañana, según Andrya se puede usar el salón de ensayos el fin de semana y le he pedido permiso a Román. Espero y Luka venga, no estamos completos sin él — asienten de acuerdo conmigo — Me voy, tengo una última clase y al parecer tendremos un invitado especial. Nos vemos — tomo mis cosas y salgo de ahí para dirigirme a mi clase favorita; Composición.

Al llegar La profesora Marie Baeva no ha llegado y como sí mi humor no se pusiera peor, tengo que toparme con los Novikov, Kloëh y Andrya. Andrya me dijo que Kloëh nos vio el domingo mientras entrabamos en el armario y se lo dijo a Irina, por esa razón me reclamo y añadió que ella lo hizo por verme hablar con Ansel, el cual le atrae a Kloëh.... ¿Más tonta? ¡No lo creo!

Entro aferrandome a las tiras de mi mochila como si fueran un botón que pareciese destinado a usarse en casos de emergencia. ¡Como desearía uno! Los cuatro al verme entrar, me siguen con la mirada. Siento la mirada molesta de Irina y la de Kloëh y por una parte no le doy el mayor interés a eso, pero ver cómo me miran tanto Alexey y Andrya... Dios mío! Parece que uno me ve con hambre como si fuera algo comestible (el cual ya probó) y el otro me mira con intriga y cierto resplandor de molestia, como si le quitará algo que fuera de importancia.

— ¡Hola Mosquita! — saluda Irina con su habitual tono chillante. La ignoro y trato de respirar de a poco — ¡¿Que?! ¿Ahora ni siquiera me diriges la palabra? ¿Se te quitó la valentía? — ruedo los ojos. Estoy haciendo un esfuerzo bastante increíble para no explotar y decirle o golpearla ahora mismo. Quizás no sea mala opción, pero yo sí tengo clase.

— ¿Es una entrevista? — contesto cortante y veo que Andrya se ríe disimuladamente.

Como Irina me vio que mi mirada se dirigió a Andrya, se sentó sobre él y lo beso. Ignore la punzada de decepción que me dió al verlos. Andrya solo se alejó un poco y ella me miró victoriosa, con una de esas sonrisas de lado que te dejan fría, sin embargo no logra causarme ningún tipo de cambio en mí.

— Espero y no seas mal perdedora, Atalita —

— Mi nombre es Atala, no Atalita. No soy mal perdedora, cariño. Yo te lo dije en la cafetería, él — señalo a Andrya, quién me mira apretando la mandíbula — No Me Interesa. Te dije que escucharás bien, sin embargo tuve que volverte a repetir eso — me levanto y me acerco hasta dónde están — Te lo dije. Los hombres pelean por mi, yo jamás lo hago por ellos — y doy por terminada mi participación y vuelvo a mi lugar. Con todo el andar presumido y altivo justo como me enseñó mi tía Cristal.

¡Gracias tía!

— Está me la pagas — se dirige a mi y escucho que Andrya la detiene.

— ¡Irina! ¡Déjala en paz! — ella patalea y suelta un tipo de gruñido como tipo perro chihuahueño. La sientan en su lugar y escucho que Andrya le advierte, no, más bien le espeta que no lo vuelva a besar y menciona algo sobre un dichoso contrato y le dice que jamás andaría con ella.

La profesora Baeva entra al salón interrumpiendo la plática de estos dos. Comienza la clase y a mitad de la explicación sobre el método de composición de los grandes, como; Bethoven y Vivaldi. Una chica joven, de piel blanca, cabello negro y una mirada familiar, entra al salón dejándonos a todos mudos.

— Quiero presentarles a una compositora, cantante y la mejor pianista de Moscú. Ella es; Ina Suckerman — todos jadean como si vieran una gema preciosa. La chica sonríe y es algo diferente a las demás sonrisas, es una sonrisa dulce y muy humilde.

— Mucho gusto chicos. Es un honor para mí estar aquí — dice en ruso el cual Kyle me explico después de que lo dijo. La mirada de Ina recorrió la sala y se posó en mi dirección. Sonrió de manera inmediata y camino hacia mí — Hola, tú eres la chica de intercambio ¿Cierto? — dijo con un perfecto inglés.

— Sí, un gusto señorita Suckerman— la saludo con un asentimiento cortes.

— Solo Ina. Tengo una excelente reseña sobre tí y tú método para tocar el violín. Quiero que te quedes al final de la clase, ¿Puedes? — asiento inmediatamente — Perfecto — besa mi mejilla y se posiciona de nuevo a lado de la profesora Baeva.

— La Señorita Ina Suckerman, estará apoyándonos esté día con sus proyectos de composición individual — dice entusiasmada y le cede la palabra a Ina.

— Veré que tan avanzados van, sí es algo que llame la atención, serán escogidos solo 3 personas para participar en el concierto de Bienvenida — todos aplauden ansiosos — También estaré trabajando con Julien, será la misma dinámica. Ésto con el fin, de llevarlos conmigo a Luxemburgo donde daré un concierto y solo el ganador del concierto me podrá acompañar, ¿Que les parece? — aplaudo emocionada. Esto sería lo máximo para mí — Bien entonces... A empezar —

La clase abarcó más de la hora y muchos fueron saliendo de la academia a medida de que Ina los iba asesorando. Los Novikov salieron siendo los penúltimos y dejándonos solos a Andrya, Ina, la Señorita Baeva y yo.

— Bien. Te toca a tí — asiento.

— Atala. Le comenté la asombrosa idea que tienes sobre tu nueva composición a la Señorita Suckerman. Sé que has avanzado lo más posible, pero queremos que nos muestres con tu violín, ¿Lo haces? — asiento. Tomo mi violín, mi tableta y mi atril portátil y empiezo a tocar lo que tengo hecho.

Mi pieza musical es algo combinado, quiero que se mezclen dos géneros, justo como lo estamos haciendo con Julien. La diferencia es que está canción es mía y refleja todo lo que soy. Al término de la pieza, Ina Suckerman y la señorita Baeva, se levantan y me aplauden, hasta el idiota aquel, lo hace también.

— ¡Eres una genio! Es fantástica — me alaba Ina.

— Muchas gracias. Todavía faltan cosas, pero es lo que llevo hecho — asiente.

— Te lo dije — dice la profesora.

— Y tenías bastante razón. Tú eres mi primera elegida, nadie me había complacido tanto en toda la clase como tú — Doy un saltito de felicidad y agradezco la oportunidad que se me está dando — ¿También estás trabajando con Julien? —

— Sí, también. De hecho lo hacemos juntos — señalo muy a mi pesar a Andrya.

— ¿Es cierto hermanito? — le pregunta.

¡Esperen un momento!
¿Le dijo "hermanito"?

— ¿Es tu hermano? — no pude callarme.

— Así es — asiente orgullosa.

— Hermanastra — la interrumpe Andrya.

Creo que mi cara es un poema en éste momento — Que cosas — me río nerviosa.

— Estaré gustosa al pendiente de tí, Atala. Muchas gracias por tu tiempo. Puedes irte — guardo mis cosas y después de despedirme de ellos, salgo para el departamento con una sonrisa de oreja a oreja.

Hola!!! Lo prometido es deuda.
Lo siento de verdad. No pude subir el capítulo ayer y fue por que estuve algo estresada por qué estoy ayudando a una de mis amigas con sus preparativos para su boda.

A parte, tuve una cita (yey! ) Con el que fue mi doctor (cosa que se  los había comentado anteriormente) y la verdad es que es un hombre muy simpático y hoy fue su día libre y la cita fue inesperada 😉🤔🤓😅 pero muy linda.

Aquí está el capítulo y cumplí con el maratón. Está vez fue un capítulo un poco más largo, así que los recompense. 😍😘

Gracias por su paciencia y nos leemos la siguiente semana.

😘