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A la mañana siguiente fue turno de Bakugō para arrojar una almohada a su compañero dormido.
– ¡Levántate pedazo de mierda! ¡Se fueron! – Lo último fue suficiente para que Shinsō se levantará más no estuviera en sus cinco sentidos, incluso se mareo de tan rápido que lo hizo.
Escucho la puerta estrellarse suponiendo que Bakugō lo había dejado atrás.
Por un momento extrañó a ese compañero que se preocupó por él y que lo dejo descansar para relajar su cuerpo por no decirlo más vulgar. ¿Cómo es que podía ser tan bueno pero a la vez tan malo? Camino de mala gana a la salida hasta encontrarse con Bakugō en la recepción él cual hablaba con la recepcionista quien vio por encima del hombro del rubio al peli-morado y la chica sonrió.
Shinsō rodó los ojos ya harto de que supusieran que eran pareja. Una vez Bakugō termino de hablar con la chica ambos salieron del motel donde la luz del sol los dejo levemente ciegos hasta acostumbrarse.
– Tenemos que ir a la casa de ese viejo para enseñarle el audio. – Indico Shinsō bostezando, fue suficiente para que Bakugō se pusiera en marcha de nuevo caminando frente a él. – ¿Crees que sea él único tipo con el que se acuesta? – El mayor aceleró paso hasta quedar aún lado del rubio e intento sacar tema de conversación. Si iban a trabajar juntos tenían que decirse más de dos palabras al día por lo menos.
– Me importa un carajo. – Gruñó el rubio y Shinsō rodó los ojos como se le estaba haciendo costumbre.
Aunque por un lado hablar de la vida sexual de una persona tampoco era buen tema para comenzar una charla mañanera.
– Y... ¿Dormiste bien? – Intento una vez el peli-morado pasando una mano por su pelo.
– Escuchar gemidos de una perra en celo no es la mejor canción de cuna. – Shinsō se preguntó si aquello había sido una broma o no, en cualquiera de los casos, se rió sin hacer ruido, camino aún lado del rubio mirandolo inconscientemente de reojo de vez en cuando por el resto del camino.
Con el celular de Shinsō en mano Bakugō no dudo en entrar sin permiso al departamento del señor seguido del peli-morado.
— Oiga maldito viej—
— ¡Oh por dios! ¿¡Qué no saben tocar!? — Grito una señora mientras cubría su desnudo cuerpo con los colchones del sofá, el dueño del departamento de levantó asustado y ambos adolescentes hicieron una mueca de asco al verlo desnudo.
— Cre-creo que les debo una explicación... — Comento el señor sin una pizca de vergüenza por estar desnudo, Bakugō le entrego su celular al peli-morado y salió del departamento sin decir una sola palabra. Shinsou se quedó con las ganas de preguntarle qué tenía, volvió con la “victima” y espero a que explicara todo. — Yo ya sé que mi esposa me engaña... Así que yo decidí... Ya sabes, pasarla bien también. — Golpeó amistosamente el hombro del peli-morado quien se sintió asqueado, sin mencionar que el hombre seguía desnudo. — Ambos somos hombres, sabes que la calentura no se puede bajar sola — Le guiño el ojo y aquello bastó para que Hitoshi se retirará de aquel sitio.
En el pasillo fuera de los departamentos se encontró a Bakugō esperándolo.
— ¿Por qué mierda tardaste tanto? ¿Acaso te gustó ver al tipo desnudo? — Se burló el rubio tratando de aligerar el ambiente, Shinsou no era estúpido. Noto cuan sensible era él rubio respecto a los sentimientos, y ver a una pareja siendo se infiel de seguro le daba una jaqueca.
— He visto mejores. — Se encogió de hombros y se rió de la mueca que hizo él menor quien no esperaba esa respuesta. — Bromeo... Espero que no nos vuelva a tocar algo así.
— No seré participe de nuevo, son puras mierdas... — Murmuró metiendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.
De nuevo y como comenzaba a hacerse costumbre, Shinsou lo miro de reojo dándose cuenta lo calmado que estaba su compañero... Pensó en algún tema o algo para burlarse pero no se le ocurrió nada y sinceramente disfrutaba el silencio entre ambos.
— ¡Pero si es Shinsou y Kacchan! — Ambos jóvenes se dieron la vuelta al mismo tiempo encontrándose con otro equipo de héroes patrullando.
Kirishima y Kaminari.
Bakugō vio como el peli-morado se tensaba al ver al otro rubio, se ahorro cualquier comentario y se dirigió a su amigo pelirrojo.
— ¿También están patrullando? — Le pregunto a Kirishima quien alzó un pulgar afirmativo.
— Desde hace rato, ya llevamos cuatro misiones aunque son puras básicas...
— ¡Hombre, supe que les cancelaron una semana de misiones! — Kaminari golpeaba el costado del peli-morado burlándose, Shinsou solo tenía las mejillas rojas algo apenado aunque Bakugō lo miro suspicaz teniendo la leve sensación de molestia de todavía estar en el departamento de aquel viejo infiel.
Se enojó, pensó que era por las burlas que hacía Kaminari y le dio la razón a eso, continuo molesto su paso sin despedirse.
— ¿Ya estás contento? — Pregunto Kirishima al rubio eléctrico, los tres veían como el cenizo se alejaba. — ¿Tu no vas a ir por él?
Shinsou reaccionó y miró por donde se iba Bakugō, luego a Kaminari, después a Kirishima y terminando con Bakugō de nuevo, suspiro y corrió tras el rubio cenizo.
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