〔 ♡ ┈ Estúpido San Valentín. ⌟

La vida de Jeon Jungkook era como la de cualquier adolescente común y corriente. En general, no le gustaba mucho socializar con las personas pero era muy fiel a su íntimo círculo de amigos conformado por Min Yoongi, Jung Hoseok y Kim Namjoon.

Su vida se basaba en ir a la escuela, holgazanear con los chicos, regresar a su casa, ver algún anime, jugar videojuegos, comer y dormir.

Todo en la vida del pelinegro era paz y tranquilidad.

Aunque a algunas personas les molestara la cotidianidad, él la amaba, ya que tenía su vida bajo control. Pero desde la llegada de los hermanos Park, quienes eran primos de Namjoon, las cosas en su vida cambiaron un poco.

A pesar de esto, pareciera que a ninguno de ellos les molestara la presencia de los dos chicos. Es más, desde que llegaron sentían una atmósfera más animada y alegre pero lamentablemente, no a todos les gusta dicho cambio.

Y ese era el caso de Jungkook.

Mientras que sus tres amigos se divertían al máximo, él se amargaba y apretaba los dientes con furia.

Directamente no lograba soportar por más de dos minutos a Taehyung.

Siempre viste prendas de colores pasteles que a simple vista parecían súper suaves, su pelo siempre esta adornado por algún estúpido accesorio tierno y no podía faltar su forma de ser.

Si bien Taehyung se caracteriza por ser alguien tranquilo y, el pelinegro agradece eso, había momentos donde dicha actitud cambiaba. Se volvía alguien muy escandaloso, torpe y aniñado. Literalmente si lo colocaban delante de un niño y le pedían a alguien que los diferenciará, no podría hacerlo.

Ahora, si al castaño no lo soportaba por más de dos minutos, Park Jimin lograba que su paciencia se esfumara en menos de un minuto.

Si bien Jimin no solía vestir como su hermano, su forma de ser lo sacaba de sus casillas.

El pelirosa era demasiado escandaloso, por cualquier cosa ya estaba gritando, abalanzándose sobre alguien o moviéndose de un lado a otro. Pareciera que al tener una estatura tan pequeña toda su energía se resguardaba en su cuerpo haciendo que sea hiperactivo.

A pesar de todas sus molestias, con el pasar del tiempo entendió que nada iba a cambiar, que era mejor permanecer callado y aparentar que nada le molestaba. Siempre procuraba contar hasta diez antes de soltar alguna grosería o lanzar a alguno de ellos por la ventana más cercana.

Pero eso no quitaba el hecho de que a Jungkook pronto le iban a salir canas de estar tanto tiempo con los hermanos Park.

-¡No hagas trampa Yoongi! ¡Tienes que agarrar una carta, no dos! -el pelirosa apuntó al mencionado con su dedo.

-Cállate enano, no estoy haciendo trampa.

-Yoon, es lo que estás haciendo justo ahora -objeto el pelinaranja.

-¡Namjoon! -volteó a verlo - Se supone que estamos en el mismo barco, no me puede hacer eso.

-Cuando se trata de este juego, nuestra amistad no cuenta.

-Auch, eso dolió -habló Hoseok.

Luego de ese momento, siguieron con su pelea absurda sobre si en verdad el rubio había hecho trampa o no.

El pelinegro, al ver que nadie tenía ganas de seguir jugando, soltó un gran suspiro mientras cerraba sus ojos -Alinea tus chakras Jungkook, no puedes matarlos -se dijo a sí mismo en su mente.

-¿Estas bien, Jungkook? -una voz ronca, que ya reconocía, lo interrumpió.

El mencionado abrió sus ojos lentamente y miró al castaño fijamente haciendo que se sintiera intimidado -Creo que tu hermano me va a explotar los tímpanos -contestó sin pelos en la lengua.

-Tranquilo, con el tiempo te acostumbraras.

-Eso espero -miró sus cartas y las dejó en la mesa -. ¿En serio no se puede jugar ningún juego sin tener a Park gritando?

-En su defensa no es su culpa que tu amigo haga trampa.

-Te diría que estás mintiendo pero tienes razón, Yoongi es un tramposo.

Se formó un pequeño silencio entre los dos y Jungkook notó como Taehyung jugaba con sus manos. Con el pasar del tiempo aprendió que cuando el chico hacía ese gesto, quería decir algo.

-¿Quieres ir a mi habitación?

Jungkook estaba apunto de responder que no pero de pronto Jimin se abalanzó sobre Yoongi provocando que todas las cosas que estaban en la mesa cayeran al suelo -Vamos -aceptó sin pensarlo dos veces.

Luego de subir las escaleras, llegaron a la habitación del castaño y Jungkook creía que en cualquier momento iba a aparecer un duende mágico para venderle unas galletas.

Al igual que la ropa de Taehyung, estaba pintada con colores pasteles. A su vez, había un montón de pósters con dibujos tiernos y muchos peluches adorables.

-Esta es la habitación más aniñada que vi en toda mi vida.

-No digas eso, mi habitación es muy linda.

El pelinegro se sentó en la cama -¿Es necesario que la cama sea rosa? -se quejó en su cabeza - Pues créeme que las ganas de vomitar no me faltan.

-No me provoques Jeon.

-¡Oh no! Tengo tanto miedo de lo que el pequeño Park me podrá hacer -gritó con un tono dramático fingido.

-Soy más grande qué tu, idiota.

-Aún así eres más pequeño de estatura, ¡por favor ten piedad sob- -Jungkook tenía planeado seguir con su discurso dramático pero un peluche impactó en su rostro haciendo que quede en un mini shock -¿Acabas de lanzarme un peluche de pato a la cara?

-Te estabas burlando de mi habitación -se intentó defender.

-Ahora vas a conocer el verdadero terror Park -luego de decir eso, tomó una de las almohadas y comenzó a golpearlo fuertemente.

-¡No!, ¡déjame en paz Jungkook!

-Jamás. Además necesitas aprender a respetar a tus mayores.

-¡Pero soy más grande que tú! -armándose de valor, tomó otra de las almohadas para comenzar una pequeña guerra.

Siguieron luchando por unos segundos más hasta que se cansaron y los dos se lanzaron de espaldas a la cama mirando el techo con la respiración agitada.

Jungkook volteo a ver al castaño y no pudo pasar por alto el detalle de sus mejillas enrojecidas.



Para ese entonces, el grupo de cuatro chicos se encontraba en la escuela esperando a que el profesor de química ingresara al salón para dar inicio a la clase.

-¿Nos les parece raro? -pregunto Hoseok mirando por la ventana del salón.

-¿Qué cosa Hobi? -cuestionó esta vez Namjoon mientras peinaba a Yoongi.

-Hace unos días que no veo a Taehyung.

-Creo que tiene gripe o algo así. Jimin me dijo que faltara por una semana pero no te preocupes, pronto ya estará mejor.

-Por favor qué así sea, Park está más insoportable de lo normal -se quejó el rubio.

Jungkook, que había escuchado todo, suspiro con pesadez mientras dibujaba unos garabatos en su cuaderno.

A pesar de siempre proclamar su claro disgusto hacia los dos hermanos, estos últimos días se había sentido extraño. Como siempre, Jimin seguía siendo una molestia total pero hacía falta algo.

Era extraño estar comiendo en la cafetería y no escuchar la risa de Taehyung, salir de su salón y no encontrarlo, no escucharlo hablar sobre los sueños locos que había tenido y podría seguir enumerando cientos de cosas similares.

Él no soportaba a Taehyung, odiaba su ropa con colores de bebé, sus mejillas sonrojadas, su cabello con esas cosas extrañas, su característico perfume y la forma tímida en la que le hablaba.

Abrió sus ojos con sorpresa al tener esos pensamientos tan detallados sobre el castaño.

¿Qué había sido eso?


Era un viernes por la noche y el grupo de amigos se encontraba reunido en la casa de Yoongi.

En esta ocasión, Jimin y Tae no habían podido ir ya que debían ir a la casa de una tía suya.

-¿Crees que ya estén listas? -preguntó curioso Hoseok mientras esperaban a que las palomitas estuvieran preparadas.

-Hobi -lo llamó Namjoon haciendo que lo mirase -. Las acabamos de poner, dudo que ya estén listas.

-¿Y si subimos el fuego?

-Se van a quemar.

-Kook -Yoongi se acercó al pelinegro, que estaba más alejado, con preocupación -, ¿Estás bien?

El mencionado alzó su mirada y lo miró fijamente -No puedo creerlo Yoongi, es imposible que pase esto -contestó en un tono divertido pero en sus ojos se veía lo desesperado que estaba.

-¿Qué no puedes creer?

Jungkook comenzó a caminar por toda la cocina con un gesto nervioso haciendo que todos le prestaran atención -Se supone que no lo soporto, se supone que es tan tierno que me da asco -murmuraba por lo bajo.

-¿Y ahora qué le pasa? -cuestiono Namjoon en un tono irritado.

-Cada vez que lo veo pienso que un unicornio se le acercó y le vomitó encima -volvió a hablar Jungkook.

-Creo que está delirando -aclaró preocupado Hoseok.

-Chicos -los llamo a todos -. Puede que me guste Taehyung.

-¡¿QUÉ?! -exclamaron todos al mismo tiempo con clara sorpresa.



-¡Se acerca San Valentín! -grito animadente Jimin mientras daba saltitos de un lado a otro por el pasillo de la escuela -¡Puedo sentir el aroma al amor desde aquí!

-Definitivamente estás drogado -hablo Yoongi -. ¿Aroma a amor?, ¿qué es eso?

-No arruines el momento -el pelirosa lo apuntó acusatoriamente -. ¿Qué van a hacer para San Valentín chicos?

-Vamos a ir a la casa de Jungkook y miraremos películas -respondió Namjoon alzándose de hombros quitándole importancia al asunto.

-Creo que no voy a poder ir -dijo Hoseok -. Tengo otros planes.

-¿Vas a salir con alguien? -pregunto Taehyung curioso.

El pelirrojo asintió y observó a Jimin con una mirada decidida -¿Te gustaría ir a tomar un helado conmigo? -se acercó al otro.

Ante esa declaración, todos pararon de caminar para mirar lo qué estaba pasando. Yoongi y Namjoon abrieron sus bocas sorprendidos mientras que Taehyung se reía bajito y Kook alzaba una ceja.

El pelirosa tenía sus mejillas tan rojas que parecía que iba a explotar -¿Yo? -se apuntó a sí mismo recibiendo un asentimiento del otro - Claro -dijo con una sonrisa.

Los dos chicos se tomaron de las manos con un gesto tímido y caminaron juntos.

-¿Qué fue todo eso? -pregunto Yoongi mientras los apuntaba.

-Fue un acto de valentía -respondió Namjoon sin salir de la sorpresa -. Nunca seremos como él.

-Me alegra saber que Hobi se armó de valor -exclamó Taehyung haciendo que todos lo observaran curiosamente -. Es que a Jimin le gusta.

-Pues a Hoseok le gusta Jimin -hablo Namjoon alzando sus hombros.

-¡¿Cómo fue que no me entere de todo este drama?! -cuestiono Yoongi exasperado.

Mientras los otros hablaban, Jungkook no podía dejar de pensar que él también quería ser como Hoseok. Llevó su vista hacia el castaño y en ese momento tomó una decisión.



Aquella mañana, el pelinegro se despertó con una gran sonrisa en su rostro, cosa que era muy inusual en él.

Si bien era el catorce de febrero y él debería estar maldiciendo a todo lo que se moviera por ser una fecha extremadamente cursi en donde sus compañeros se ponían más tontos de lo usual, las parejas se comportaban de una forma muy melosa y de seguro tendría que leer carteles con frases estúpidas, este año no sería así.

Aunque le llevó tiempo darse cuenta que él disfrazaba su amor hacia Taehyung con un casi odio, ahora no tenía vergüenza alguna en admitirlo.

El acto tan valiente de Hoseok lo inspiró para planear lo que estaba apunto de hacer; declarar sus sentimientos hacía el castañito.

-¡Es momento de iniciar la misión San Valentín! -gritó eufórico Hoseok mientras entraba a su habitación seguido de Namjoon y Yoongi.

-¡Vamos a hacer qué Park Taehyung corresponda los sentimientos de este amargado! -le siguió el juego el rubio.

-¡Yo quiero ser el padrino en la boda! -exclamó con alegría el pelinaranja mientras alzaba alza sus brazos.

-¿Ya terminaron? -pregunto Jungkook mientras se cruzaba de brazos provocando que los otros se callaran ante su tono tan grave - Como podrán ver, ni siquiera me he vestido así que los invito a que se vayan.

-¡Sí señor!

Cuando el pelinegro estaba vestido y con las cosas necesarias en mano, partieron hacia la escuela para llevar a cabo su plan.

-Qué comience la misión San Valentín -murmuró por lo bajo Jeon.


Jimin y Taehyung se encontraban caminando por los pasillos viendo las lindas decoraciones que había por la fecha.

-¡No puedo creer qué Hobi me invitó a tomar un helado!, ¡él realmente lo hizo! -exclamó eufórico el pelirosa.

-Me alegro por ti Jimin -le felicito -. Pero creo que no todos tenemos la misma suerte -exclamó desanimado el castaño.

Al ver el gesto tan triste que tenía su hermano, Jimin se acercó para abrazarlo por los hombros -Tranquilo, TaeTae, eres tan bueno que no te merece. Ya verás como muchos chicos te pedirán una cita hoy.

-Gracias Minnie -pararon de caminar porque llegaron al casillero del castaño -. Pero aún así y... -paró abruptamente de hablar al abrir su casillero y ver como de este caia una pequeña notita de color púrpura -¿Qué es eso? -cuestionó extrañado al no reconocerla como suya.

-¡Es una nota de un admirador! -Jimin se encargó de recogerla a la velocidad de la luz - Dice que luego de tus clases, debes ir al salón de arte -le contó mientras leía la carta -. Está firmada por Cooky, ¿quién es Cooky?

-No tengo idea -murmuró Taehyung con sus mejillas muy rojas.

Los dos hermanos siguieron intentando saber quién era el autor mientras a los lejos, cuatro chicos estaban escondidos detrás de una columna viéndolos hablar.

-¿Creen que vaya al salón? -preguntó nerviosamente Jungkook.

-Claro que sí, sino va por su cuenta Jimin se encargará de arrastrarlo -respondió Namjoon.

-Qué bueno qué le pedimos ayuda a ese enano, parece que a pesar de su estatura le queda un poco de cerebro -habló Yoongi.

-Háblale con más respeto a mi novio.

-No es tu novio aún -le corrigieron los tres haciendo que Hoseok colocara un puchero en su rostro.

Luego de eso, cada uno tuvo que ir a su correspondiente salón.

Mientras las horas pasaban, Jungkook podía sentir cómo su estómago se revolvía de tal forma que creía que iba a vomitar en medio de la clase. Tampoco ayudaba que su pierna se moviera enérgicamente y que su mente se concentrara en un lindo castañito.

Por otro lado, Taehyung estaba incluso peor que el pelinegro. No había podido prestar atención en todo lo que llevaba de las clases por estar pensado en la nota y en quién podía haberla escrito. A su vez, se le hacía extraño que en ningún momento se encontró con los chicos.

Tan perdido estaba en sus pensamientos que se asustó cuando se escuchó el timbre que anunciaba el final de las clases.

-¡Guarda tus cosas ahora mismo Taehyung! -chilló qué todo volumen Jimin -¡Vamos a descubrir quién es tu Romeo!

-Calmate un poco, Park -respondió el otro colgándose la mochila en el hombro.

-No es momento para estar tranquilo -lo tomó por el brazo y a paso apresurado lo arrastró hasta el salón de arte.

Cuando entraron buscaron con la mirada a alguna persona pero no había nadie. Taehyung llevó su mirada hacia una de las mesas y vio a un lindo peluche de tigre muy tierno.

Se acercó lentamente y lo tomo entre sus manos, de este callo otra nota de color púrpura que decia:

"Ahora debes ir a los baños del segundo piso.
Se cuanto te gustan los peluches así que te di este por qué se parece mucho a ti.
Aunque tu eres mas lindo.
-Cooky."

Ante dicho mensaje, Taehyung sonrió bobamente y sus mejillas se pusieron rosas.

Haciendo lo que la carta le decía, fueron a los baños para encontrarse con los dulces favoritos del castañito. Luego, tuvieron que ir al salón de ciencias en donde había una linda boina. Finalmente, tenían que ir al patio trasero de la escuela.

A paso apresurado, los dos hermanos caminaron hacia este lugar. Uno de ellos sentía como su corazón se iba a salir de la emoción mientras que el otro tenía una sonrisa maliciosa dibujada en el rostro.

Llegaron a este y fueron hasta un árbol pero a pesar de sus expectativas, no había nadie - ¿Tú ves algo... -dejó de hablar al notar que su hermano no estaba al lado suyo - ¿Jimin?

Una falsa tos se escuchó detrás del castaño y este se dio vuelta rápidamente. Su corazón dio un gran vuelco al encontrarse con aquellos ojos de bambi qué tanto amaba.

-¿Jungkook? -murmuró por lo bajo sin poder creer lo que estaba viendo.

-Taehyung yo... -hizo una pequeña pausa para tomar aire y luego siguió -Se qué al principio me comporte como un completo idiota contigo y si te soy sincero, no te soportaba. O al menos eso es lo que quería creer. La verdad es que me gustas, desde el primer momento en que te vi llegar con esos estúpidos accesorios en tu cabello, tu vestimenta tan colorida y tu personalidad tan aniñada -se acercó lentamente al otro para tomar sus manos -. San Valentín es una fecha que odio porque me parece la cosa más cursi que puede existir y odio las cosas cursis pero en estos momentos, me parece el mejor día de todos porque me atreví a decir lo que siento -relamió sus labios con nerviosismo -. Park Taehyung, ¿Te gustaría ser mi...

Fue interrumpido por el otro -¡Sí, claro qué sí, acepto! -exclamó muy fuerte mientras se abalanzaba sobre el pelinegro para abrazarle con fuerza.

Aunque Jungkook se encontraba sorprendido, envolvió el pequeño cuerpo del otro con mucho cariño -Entonces desde ahora eres mi hermoso novio, Taehyung -luego de decir aquello, tomó su rostro y juntó sus labios en un suave beso.

Al final de cuentas, la misión San Valentín fue todo un éxito.

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