Capítulo 3 "Camino a casa" Maratón 3/3

Aster:
Ser el más responsable de 7 hermanos no es ninguna tarea fácil, más cuando todos son igual de rebeldes e indisciplinados. El único momento en donde estoy relajado por completo es estando en mi clase de Introducción a la Literatura Francesa, he tomado esta clase por puro ocio, ya que he conocido al mismísimo Michell Houellebecq (autor de Serotonina) en uno de nuestros viajes familiares a Francia, y me ha dado tanta inspiración, lo admiro mucho.
Continuando, me siento en una gran paz en esa clase, ya que conozco gente igual que yo, solo que... con menos dinero, claramente.
Mientras el profesor Brown ayuda a una chica a escribir su relato sobre "Cómo te sientes respecto a tu familia" en Francés, yo estoy en blanco, jamás pediría ayuda, no me gusta sentirme débil.
Mi familia es un tema complicado, nadie podría ayudarme (excepto las personas pobres que tienen familias de 14 personas), ser el mayor por 6 segundos y que te traten como el jefe se siente entre delicioso y asqueroso.

Terminé mi relato, impecable como siempre mientras tomaba mi café y llamaba al profesor Brown.
—¡Ah, Frost! Mi muchacho, tu ensayo es increíble como siempre—mencionó en voz alta haciendo que algunos aplaudieran y otros me vieran con cara de envidia.—Aquí entre nosotros, Aster, también te recomiendo un psicólogo, parece que no quieres a tus hermanos.
El comentario no me lo tomé a mal, pero mi relación con mis hermanos es algo complicada a veces, si Hiccup y Adrien se pelean, hay que tomar partido, si Jack quiere la última rebanada del cheesecake, hay que dársela, los amo, pero a veces somos un desastre. Me encantaría que entendieran que somos iguales, aunque por jerarquía yo tenga un poder mayor... pero jamás tratamos de entendernos.
Seguía con mi camino y mis pesados pensamientos sobre mi familia, cuando alguien se atravesó conmigo...

Tooth Arendelle.

¿Cómo podría definir a Tooth Arendelle en tres palabras sin sonar como un completo idiota? Mimada, egoísta, egocéntrica.
—Lo que me faltaba, el idiota número uno chocándome en el pasillo.—mencionó con sarcasmo mientras trataba de levantarse del suelo, le ofrecí ayuda pero su mirada me hizo saber de que no la quería.
—A mí tampoco me hace gracia verte Tooth, vete a tu facultad de hadas de los dientes, no sé qué haces en este edificio.—respondí igual de sarcástico.
—¿a ti qué te importa, Aster? Ni debería de dirigirte la palabra, eres un asno de alta categoría, ahora, espero que tu día siga igual de aburrido como siempre, adiós.

¿Me dice adiós a mí? Yo le dije adiós a mi paz mental desde que escuché esos tacones y esa voz aguda.

Tooth:
Por mucho que odie a Aster, sus dientes son increíblemente blancos. Luego de ese inútil momento que gasté hablando con él, tuve que ir por un libro, y tendría que pasar por ese edificio si quería llegar a la biblioteca más rápido que tomando el camino normal. Llegando a esta, me topé con la señora que atendía la misma y la saludé amablemente, a lo que recibí un "Shhh" prolongado, buscando entre los libros de odontología que necesita, encontré uno que hablaba acerca de la historia de Estados Unidos, y también lo agarré, me pareció muy interesante.
Mientras leía y tomaba algunas fotos de los libros para tener que ahorrarme la fecha de entrega de la librería, un chico increíblemente guapo se sentó en la mesa que estaba cerca de mí, ¿dónde lo he visto? Pensé en enviarle una foto a mis hermanas para que me digan su nombre o algún dato que me haga recordarlo, así que tomé una foto con mi celular... Y desearía haber muerto ahí, el flash se posó fuertemente sobre el chico haciendo que voltear a verme de inmediato.
El chico se quitó los audífonos y creo que venía hacia mí, pero fui muy rápida, agarré mi mochila y me fui de ese lugar, ojalá no estuviera usando tacones, podría caminar un poco más veloz que esto.

—Señorita Arendelle, llega tarde.
—Perdón, tuve que ir a la biblioteca rápido por unos libros, no volverá a suceder.—respondí sentándome cerca de una de mis amigas y sacando mi laptop para tomar mis apuntes, pero realmente no podía dejar de pensar en aquel moreno, pasé la vergüenza de mi vida, y ya no me dio tiempo de saber la respuestas de mis hermanas.

Kristoff:
Quería aprovechar unos momentos en el campus de la universidad para alimentar a aquellos pequeños seres que paseaban por ahí algunos días, aparte de tener mis habituales encuentros con Aurora, los besos y las canciones que daba esa chica eran maravillosos, aparte de que era hija de uno de los trabajadores de mi padre, dicen que nunca hay que mezclar el trabajo con la familia, pero a mí siempre me han gustado las cosas prohibidas.

Entre beso y beso a Aurora se le ocurrió preguntarme aquella cosa que me daba algún tipo de vergüenza, "¿Cuándo le dirás a tus padres sobre nosotros?".
—No lo sé linda, ya hemos hablado de esto, sabes que me gusta tomarme las cosas despacio...
—Yo ya no sé qué pensar Kristoff, parece que te avergonzaras de mí, y eso no me gusta.—contestó apartándose de mi lado.
—Pero Aurora, tú sabes que es algo complicado decirle estas cosas a mi familia.
—Escucha Kristoff, eres parte de una de las familias más poderosas de nuestra nación, ¿y me dices que no puedes contarles lo nuestro?—aquellos ojos verdes me miraban con molestia, ella jamás se había enojado tanto conmigo, pero debería de ser más comprensiva, una excusa iba a salir de mi boca, pero ella prefirió interrumpirme—Hasta aquí quedamos Kristoff, nunca me gustaste realmente, y pensé que diciéndole lo nuestro a tus padres subiría un poco de categoría.

¿De verdad era esa persona a la que había apreciado tanto tiempo la que me está contestando ahora, o será sólo por despecho?—Tienes todo el derecho de estar molesta Aurora, pero ahora que me has contado tus verdaderas intenciones me da asco siquiera pensar que estuve contigo.—contesté dándole el último pedazo de mi pan a un gato que estaba por ahí, si Hans me viera, me mataría. Y me levanté de mi lugar, dirigiéndome hacia la facultad de gastronomía—Pasa un lindo día.

Me sentía algo vacío y no lo quiero ni pienso ocultar, entrar a mi clase y escuchar la voz aguda y emocionada de Anna Arendelle solo hizo mi día peor, aunque lo mejoró un poco entrar a la clase e interrumpirla.
—Buenos días, señor Frost. Bienvenido, soy el nuevo maestro, Felipe Torres, un placer.—saludó un señor de mediana edad, que para ser sinceros, tenía un muy buen físico para su edad. Igualmente me dirigí hacia Guy, uno de mis mejores amigos, y lo saludé—Espero grandes cosas de ustedes, jóvenes. No es una sorpresa que ustedes tengan más influencia en este país que otras personas, por algo están en una universidad privada, y se habla de ustedes casi a diario. Ustedes son el futuro gastronómico de nuestro país, ahora sí, ¡a comenzar la clase! ¿Quién desea explicar qué entiende por "Gastronomía cultural"?
—Es una pregunta estúpida—respondió Guy, idiota, mil veces idiota, todos voltearon sus cabezas hacia nuestra dirección.
—Si es estúpida no le molestará contestarla, ¿cierto señor?
—Pues la gastronomía cultural, la utilizamos para referirnos a la cultura de una cierta región, hay varias formas de referirse a la cultura de un país, y la gastronomía es una forma de demostrarla.—respondió aquella niña mimada con pelo color zanahoria.
—Por más que me haya cautivado con esa respuesta señorita Arendelle, creo que todos deben de saber que esta clase no se debe tomar a la ligera, como algunos de sus compañeros piensan, así que les dejaré hacer un ensayo de 10 páginas acerca de la gastronomía de la cultura que ustedes deseen, en parejas, con un valor de 2 puntos netos en su calificación, les iré dando más detalles en las siguientes clases, mientras tendremos que seguir.—terminó mientras se dirigía al pizarrón.
—Eres un idiota Guy, un tremendo idiota.—repetí mientras trataba de reírme en voz baja.
—No sabía que me podría escuchar Kristoff, es como si tuviera oídos en la espalda.—respondió igual que yo, pero de inmediato cesaron nuestras risas al ver que el profesor se quedaba callado viéndonos.
—No es momento de que hablen jóvenes, presten más atención como la señorita Arendelle.—mencionó con orgullo, a lo que Guy y yo sólo rodamos los ojos.
Odiaba esta clase, y definitivamente odiaba a Anna Arendelle y su clan de hermanas perversas.

Aster:
Ya habían finalizado mis clases, y ya que era el último en quedarme en la universidad, me dispuse a llamar a Gerald, nuestro chofer principal, en cuanto vi a una chica con dos coletas y un par de ojos azules que no me costó identificar definitivamente, era Marinette Arendelle, ya estaba lloviendo y ella no traía siquiera un paraguas. En verdad me dio un poco de pena, pero se me quitó al ver cómo sacaba de su mochila su celular y se ponía a hablar por teléfono, estábamos cerca, lo que me hizo posible escuchar su conversación.
—¿Cómo es posible que no hayas salido aún, Tooth?—hablaba de forma exasperada y cansada—Tooth, entiende, tengo muchas telas metidas en la mochila y me duelen mucho los pies, quiero llegar rápido a casa.—no escuchaba lo que le contestaba la hermana, trataba de ser lo más discreto posible, pero al parecer fallé—Te llamo luego Tooth, esperaré tres minutos, es el máximo de tiempo que me ha dado Tom para venir acá a traernos.

Yo estaba concentrado en leer un libro que habían designado como tarea, y Marinnette trataba de concentrarse en su celular, pero la atmósfera ya era algo incómoda. El chofer de ellas aún no había llegado, y habían pasado al menos 15 minutos, en ese tiempo paró de llover un poco, así que le puse un mensaje a Gerald, "llegaré pronto, joven Aster". Bloqueé mi celular y traté de retomar mi lectura, lo que fue imposible escuchando unos pasos acelerados acercarse, los mismos tacones ruidosos de la mañana.

—Perdóname Mari, te juro que tenía que terminar una cosa.
—No vuelvas a hacerlo Tooth, me tienes esperando aquí como 25 minutos. Mejor ayúdame a cargar las telas, me vendría bien un poco de ayuda.—y en ese momento me sentí mal, no le había preguntado si necesitaba ayuda con las telas, ¿pero qué digo? Esas niñas mimadas ni siquiera deberían recibir ayuda de mi parte.
—¿No dijiste que Tom ya vendría?—preguntó Tooth.
—No sé qué le habrá pasado, lo peor es que la lluvia ya volverá, comencemos a caminar Tooth.
—Mari, deberíamos esperar, aunque tus telas están increíblemente pesadas. Olvídalo, comencemos a caminar antes de que vuelva a llover.

Ambas chicas habían comenzado a caminar mojándose un poco, en ese momento llegó Gerald, con su uniforme y una sonrisa plasmada en el rostro.
—¿Listo, señor Aster?—preguntó mientras me abría la puerta y comenzaba a llover, podía sentir unas miradas atrás de mí, quería continuar con nuestro pacto, pero son chicas, lo habría hecho con cualquiera, y creo que Gerald entendió mis pensamientos porque me dedicó una mirada cómplice, no quería ser yo quien se los ofreciera, así que me metí a el automóvil—¡Señoritas, señoritas! ¿Quisieran que las llevase a su casa?

No pude evitar estar incómodo y poner la vista en las ventanas que daban hacia el paisaje que estábamos recorriendo, las Arendelle no vivían lejos de nosotros, en realidad era bastante cerca, aunque no lo suficiente.

—Sólo dejaré al señor Aster en la residencia, y las llevaré a su hogar señoritas.
—No, no te preocupes por mí Gerald, llévate a las señoritas de primero.—respondí con amabilidad, sinceramente no quería que mis hermanos vieran que ellas estaban ahí, parece cobardía, pero esos chicos podían ser realmente intimidantes.
Ambas lucieron confundidas, y aliviadas al mismo tiempo, creo que ellas tampoco querían que mis hermanos las vieran. El viaje siguió en silencio, lo único que se escuchaba eran las gotas estrellar contra las ventanas del carro y la música clásica que puso Gerald; llegamos a la casa de las Arendelle y no me gusta admitirlo, pero me impresionó, era muy parecida a la nuestra.
—Muchas gracias, señor Gerald.—respondieron ambas mientras este les abría la puerta, no entiendo por qué sentí la necesidad de verlas directamente, los tres nos soltamos la mirada de una forma muy veloz.
—Gracias a ti también, Frost.—terminaron ambas mientras caminaban con elegancia hacia la entrada de su casa.
—Ni una sola palabra sobre esto, Gerald. Necesito tener mi reputación intacta con mis hermanos.
—Soy un candado, señor Aster.—respondió esbozando una sonrisa.

Llegando a mi casa saludé a mis padres y a algunas personas de aseo que estaban por ahí, todos muy cordiales y atentos conmigo, iría a saludar a mis hermanos pero me siento algo cansado, opté por darme una ducha y de paso rasurarme la barba. Cuando salí de bañarme, todos estaban cenando y decidí unirme con ellos.

—¿Qué tal su día, chicos?—preguntó mi madre viéndonos fijamente a todos, ninguno respondía, así que comenzó a preguntar individualmente—¿Adrien?
Este tragó su pedazo de carne y comenzó a relatar su día, no me interesaba mucho, solo hablaba de iconos de moda y vestidos y esas cosas. Luego de este, siguió Hans hablando de la anatomía de los animales, y comenzó a hablar sobre unas chicas con las cuales coqueteando. Hiccup apenas habló, estaba concentrado en su comida y en las calorías y grasas que esta contenía. Eugene, comenzó a ilusionarse hablando sobre películas que tiene que ver como tarea y hacer una película casera sobre las familias ricas de Estados Unidos, lo cual me impresionó, es poco visto que Eugene se emocione tanto por alto en específico. Kristoff, al igual que Hiccup no habló mucho, lo cual me impresionó más que Eugene, ya que Kristoff suele hablar bastante durante las comidas. El penúltimo fue Jack, el cual hablaba de unas cosas de fotografías, no me importaba tanto, pero intenté ponerle atención. Y el último fui yo, no podía decirles el incidente con Tooth y Marinette, así que contesté un simple "Bien mamá, gracias por preguntar".
Todos me voltearon a ver, ¿acaso dije algo incorrecto?

—Aster cariño, nos llegó una carta de tu profesor de literatura francesa, dijo que hoy escribiste un relato sobre nosotros, ¿no pensabas contárnoslo?—preguntó mi madre con una sonrisa, suspiré aliviado.
—No me pareció muy importante mamá, pero fue uno de los mejores relatos que he hecho.
Luego de que sirvieran el postre, mis padres se despidieron de nosotros, y mis hermanos y yo quedamos solos en el comedor, ya estaba oscuro.

—Ya, cuenta qué te pasa Krisoff.—replicó Jack comiendo aún su ensalada de frutas.
—Aurora me dejó chicos, fue lo único qué pasó.—respondió triste, todos nos miramos algo sorprendidos, Aurora y Kristoff llevaban bastante tiempo saliendo a escondidas.
—¿Y te dijo por qué?—pregunté de forma amable, suelo ser frío, pero Kristoff es mi hermano. Todos me vieron con cara de amargados, creo que no era la pregunta adecuada en ese momento.
Sus lágrimas comenzaron a escurrir por sus ojos, y todos comenzamos a sentirnos mal. Todos los Frost solíamos ponernos sensibles cuando alguien lloraba, y que en este caso sea uno de mis hermanos me pone más sentimental—me dijo que sólo me quería para subir su estatus social, y comenzar a ser más reconocida.
Se filtró un silencio bastante desagradable, probablemente todos pensábamos lo mismo, pero ninguno quería decirlo.
—Qué se joda Aurora.—terminó diciendo finalmente Eugene—te mereces a alguien mejor Kristoff, y no lo digo porque soy tu hermano, lo digo porque eres una excelente persona.

Kristoff lo miró y luego a nosotros, todos asentimos, la verdad es que Kristoff sí era una buena persona.
—Ahora que solucionamos lo mío—dijo secándose unas cuantas lágrimas restantes—Aster, ¿escondes algo?

Estúpido Kristoff, ahora me dan ganas de matarlo, tenía la capacidad loca de saber cuando alguien ocultaba algo, ¿qué se creía, Harry Potter?
—Necesito que prometan que no me matarán.—todos asintieron con cara emocionada y de confusión—Está bien, dejé que Gerald llevara a las Arendelle a su casa—solté cubriéndome la cara.
—Espera, ¿qué?
—¿Dijiste las Arendelle?
—Aster, dime que no.
—Dame un momento para procesarlo.
—¿Las Arendelle, escuché bien?
—Entonces, eso hiciste... pensé que dirías algo más normal, como "maté a un chico y necesito que me ayuden a esconder el cuerpo", pero dijiste "llevé a las Arendelle a casa", okay.—terminó Jack.
—¿Entonces fue más de una?—atacó Eugene con mirada juguetona y desafiante.
—Aster, era un acuerdo, no puedes simplemente querer a las Arendelle, acuérdate de lo que hizo su familia.—respondió Hiccup.
—¡Danos todos los detalles hermano!
—Dime que no fue a Mérida.—mencionó Hiccup.
—O Rapunzel.
—O Elsa.
—O Anna.
—O Marinette.
—O Astrid.
—O Tooth.—los imité con una sonrisa burlona—Escuchen, si dicen los nombres de todas las hermanas, me quedaría sin opciones para decirles. Estaba esperando a Gerald cuando apareció Marinette y luego Tooth, Gerald se ofreció pero yo tampoco me negué, y estaba lloviendo. Solamente fue un favor chicos, tienen que creerme.
Todos se quedaron con cara de pensativos, aunque desde luego sabía que me perdonarían, aunque Adrien estaba un poco más molesto que los demás, luego se lo recompensaría.
—Está bien Aster, total, todos hubiéramos hecho lo mismo en tu lugar.—terminó diciendo Hans, el más comprensivo de mis hermanos.
—Y aparte, chicos...—comencé y todos me miraban con cara expectante—ya me di cuenta de que cada uno tiene su hermana retorcida preferida, eh.
Todos sonrieron con malicia, sabían que era cierto. Y mientras hacíamos más chistes sobre las Arendelle y contábamos nuestro día, sentí que era de las ocasiones en las que todos estábamos bien con todo, y era de los momentos que más apreciaría en mi vida, así que sí, era difícil ser el hermano mayor por segundos, pero no era del todo malo.
—Ahora, antes de dormir, recitaremos la regla más importante entre los hermanos Frost.—dije mientras se me salía un bostezo, ya estaba bastante entrada la noche, no podíamos hacer tanto ruido.
—Nunca enamorarnos de una Arendelle.—hicimos el menor ruido posible y nos despedimos.

Holiiiiiii, ¿cómo han estado? 🦋😚🤍
¿Cómo está su país, ustedes y su familia? Espero todo esté bien en su hogar morrillos ❤️. Este capítulo lo escribí en menos de un día, de verdad me siento orgullosa de mí :)💕. Últimamente me siento más inspirada a escribir y espero eso se refleje en las actualizaciones de mis novelas, igual se vienen ideas muy chidongas. 🤠✋🏻
Incluso, ¡feliz día de las madres atrasado! Si hay alguna mamá leyendo mis novelas, lo cual dudo, ¡feliz día atrasado a ti! 🌸💖
Quería tomarme un tiempo también para darle créditos a mi morrita Pao, esta preciosa fue la que hizo mi portada nueva y le quería agradecer con el corazón porque estoy segura de que se divirtió haciéndola ya que tuvo 0 instrucciones de mi parte, y fue a puro criterio de ella, ¿y saben qué? Quedé totalmente asombrada y elevó muchísimo mi felicidad al verla. Muchísimas gracias Pao, te luciste.
Vayan a seguirla de paso y denle todo el amor que puedan KillerYJovenArana 🥰🥰🥰🥰🥰💛

Solo recuerden algo personitas hermosas que siguen leyendo esto, nunca es tarde para comenzar o seguir con algo que los apasiona. 🦋🤍
—"La vida no tiene que ser perfecta para ser extraordinaria" ✨💕
—Lulu Banana. 🍌💛
Baiiiiiii.

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