I
Jaemin y Jeno tienen algo en común; los dos son un par de inadaptados.
En un mundo donde los Alfas gobiernan, rompen los culos de sus parejas, escupen, beben alcohol, ganan dinero y juegan a ser los más feroses lobos. Donde los Omegas son los lindos, los bien depilados con piel suave, voz aguda, que se dejan romper el culo por los Alfas. En donde no toman en serio a un Beta. En ese mundo.
Están ellos dos.
Veintiun años.
Tienen la misma edad, de hecho Jaemin y Jeno tienen años enteros conociéndose, prácticamente desde que nacieron eran mejores amigos, eso sí, hace quizá cinco o seis años si no es que más, que no se ven, Jaemin había ido a Estados Unidos a estudiar inglés por orden de sus padres. Mientras, Jeno gracias a la vergüenza que le generaba a su padre, lo había mandado a china.
La sociedad está basada solo en lo que mira, para muchos Jaemin es el Alfa ideal a simple vista, así como Jeno parece ser un prometedor líder de manada.
Sí, ambos chicos son grandes alfas dignos de ser llamados alfas.
Aún así, ellos eran unos inadaptados. Los raritos de su familia. Jaemin se presentó como Alfa a los catorce años, su cuerpo prontamente tornó a un gran físico, una gruesa voz, unos ojos oscuros. Era un gran lobo. Jaemin hacía suspirar a todas las Omegas que pasaban por su lado.
Mientras, Jeno, apenas aprendía a ser alfa. Para ser sinceros, Jeno no sé imaginó ser un alfa. Su madre era una Omega grande, hermosa que se notaba la delicadeza con tan solo verle sus castaños ojos. Su padre era un Alfa, el gran alfa líder de la manada. Jeno a lado de su padre y sus hermanos, sus primos e incluso demás cachorros, se hacia pequeño. Para Jeno, él estaba muy lejos de ser un Alfa.
Jeno, al no presentarse a la edad común como a los catorce o quince años, llegó a creer que sería un Omega incluso quizá un beta. Jeno es un arcaico como toda su sociedad. Se dejó guiar de las burlas y bromas de sus compañeros , incluso de su familia.
Jerárquicamente él tenía que si o sí ser un alfa, tenía que poder cargar con el peso de su familia, de su padre, tenía que ser el líder de su manada. Entonces, al tener un cuerpo pequeño y una cara infantil, tenía miedo, y se basó en su apariencia para darse cuenta que quizá, probablemente, él no sería un gran Alfa. Entonces, hace tan solo unas semanas a sus veintiun años , por fin, Jeno se había presentado, y para su mala o quizá buena suerte en un alfa.
El gran alfa que todos esperaban que sería, Jeno se sintió obligado a sí mismo de serlo.
El problema, es que, Jeno, ya había acostumbrado a sus cercanos, incluso a si mismo a no ser un alfa.
Jeno y Jaemin son unos arcaicos inadaptados. Uno es un Alfa que se presentó a temprana edad, que no logró nunca sentir ser mimado como los demás cachorros por su destino era ser el más grande alfa de toda la manada. El otro, es un alfa que ahora batalla por querer parecer el típico estereotipo de ello, ser el lobo más grande y peludo es su único objetivo. Aunque ame los mimos y le guste cuando le hagan cosquillas en la barriga.
Para Jeno y Jaemin. Ambos son alfas que parecen pequeños Omegas.
Claro, desean no parecerlo.
Unos, inadaptados, como otro los llaman.
La sociedad está basada en lo que mira. Así que, las apariencias que Jeno y Jaemin tienen; no son bien vistas. Al contrario, son demasiado bien vistas que eso les abruma. Porque por fuera cumplen por completo con el concepto, pero por dentro simplemente es raro.
Ellos son los alfas que no lo tienen difícil, según unos, pero aún así, ellos no creen poder con todo.
La sociedad es una completa mierda arcaica con pensamientos igual de estúpidos y arcaicos, el error de estos alfas, es que piensan igual que la sociedad en dónde viven.
Porque su pasado aún golpea en sus jovenes memorias.
Es difícil explicarlo, los dos fueron criados desde corta edad a tener que ser los más grandes alfas. Les prohibieron tanto no ser otra cosa más que Alfa que ahora solo deseaban no serlo. Aún así. La jodieron.
Na Jaemin el gran alfa de veintiun años tendría que usar dos veces sus manos para contar la cantidad de Omegas que han estado en su cama. Hay muchos puntos para parecer un gran Alfa, sin embargo siempre se va al que parece más fácil y sobre todo, del que más hablarían las personas.
Na Jaemin para ser tomado en serio como un Alfa se había acostado con cuántas y cuántos Omegas se le cruzaban. Jaemin nunca había pasado un celo solo, su primera vez fue unos meses después de presentarse, aún teniendo catorce años. Jaemin era tan arcaico como su civilización y por eso, desde muy joven ya se había preocupado por dejar su huella frente a todos.
Jeno al contrario inflaba su pecho cada vez que un alfa mayor pasaba frente a él.
A pesar de llevar años sin verse, los dos se reconocieron al instante, fue de inmediato cuando los dos se volvieron a verse a los ojos.
Ninguno podía explicar que era eso que sentían sus pechos o su mente, todo era confuso. Eran ellos mismos después de todo. Los chicos más inadaptados.
— ¿Escuchaste eso? — Uno de sus amigos le habla. Es Liu Yang Yang, quizá no sabe mucho sobre su negocio familiar, pero sabe cada uno de los chismes en la universidad. Jaemin alza una ceja aclarando que está prestando atención aunque su cabeza esté sobre acostada en la mesa mientras juega en su libreta haciendo garabatos sin sentido.
— ¿Qué?
— Un Alfa ha sido trasladado de último momento desde china. ¿entiendes eso? Alfa, chino, con dinero suficiente o probablemente conocimiento suficiente como para no tener problema alguno para ser trasladado a este punto del semestre. ¿Adivina quién de tus amigos le dará una buena abierta y cálida bienvenida? Bueno, más bien, estrecha bienvenida.
Jaemin río tan solo un segundo antes de golpear con levedad el hombro de Yangyang. Yangyang era algo así como esos betas geniales, tenía buenas calificaciones, era guapo, de hecho un modelo, se acostaba con quién quisiera sin miedo a las críticas. Yangyang, simplemente era el chico más genial de ellos...
Siempre y cuando fuera verdad lo que aparentaba ser.
Claro, hasta hace unos días que había descubierto la verdad, y en ese momento no pudo retener la información que tenía su cabeza.— En serio, no tienes vergüenza Yangyang.
— ¿Y ahora que? — Contestó su amigo, aunque seguía muy concentrado mirando hacia la puerta.
Jaemin chasquea la lengua buscando contacto visual, con razón Yang era tan "especial" "diferente" no se rebajaba y hacía lo que quiera, dos mesclas en uno, eso era lo que pasaba.
— Dios, se supone que eres mi mejor amigo y nunca me dijiste la verdad... — Yangyang solo borró su sonrisa, ni idea si tenía en claro lo que estaba por venir pero simplemente no iba a callarse. — ¿Por qué no me dijiste que eres un Alfa? ¿Por qué finges ser un beta? ¿Por qué tengo que descubrirlo y nunca lo mencionaste?
— ¿Cómo te enteraste?
Jaemin nada más rio acomodando las imaginarias gafas que tenía. — Dímelo.
Y es que ahora que lo sabía, dentro de su arcaica mente. Su mejor amigo era todo un alfa, su despreocupación, su lenguaje corporal, su sonrisa altanera, simplemente era un alfa.
— Jaemin, simplemente un día que aún era un cachorro sin saber que sería, tenía catorce, un gran alfa me la enteró tan profundo que simplemente mi culo dijo "oye me gustan las pollas, continúa así". Un alfa es mal visto si le gusta que se la entierren. En cambio a un beta, simplemente no le toman importancia. Tomé supresor de hormonas, mi padre me ignora y listo. Soy el beta perfecto. De hecho, tardaste en darte cuenta.
— Estúpido.
Los dos se rieron, Jaemin era simplemente el mejor amigo de Yangyang y viceversa. Solo les bastó seguir prestando atención a la clase. El misterioso Alfa no llegó, ni a la primera, segunda o tercera clase. Solo no llegó.
Por más estúpido que fuera, Jaemin no podía odiar a su amigo, aún así lo que estuviera haciendo era de las cosas más horrendas que puede hacer estando en su posición.
Ambos seguían con lo suyo, estaban tranquilos, el receso llegó con tranquilidad, Jaemin se dió el lujo de comer una hamburguesa, mientras que Yangyang comía algunos fideos, varíos tipos de fideos en esa hora que tenían para almorzar.
— ¿Cómo es posible que a los catorce estés seguro que te gusta por detrás? — Sintió hasta su estómago revólverese cuando dijo eso aún con comida en la boca, pero Jaemin aparte de ser un alfa grande y deseado, era como un pequeño gato curioso, y si claro que esa sería su mayor duda al menos por unos meses.
— Solo pasó, Na. A los catorce tú también te diste cuenta que te gustaban más los culos que las mujeres. Pero bueno, un Omega es un Omega, aunque me guste que me follen, de ves en cuando, también me gusta follar un bonito culo beta u Omega, incluso también he follado alfas. Creeme, que hay más tipos betas, alfas y omegas como yo que piensan lo mismo. Estamos regidos por un estándar antiguo, nosotros cómo personas pensamos diferente.
Jaemin se recargó de su propio puño, en su pequeña y arcaica mente cerrada, no había, realmente no había sentido. — ¿Entonces, te gustan grandes? Te gusta sentirse dominado.
— Pff, amigo. — Yangyang, rodó los ojos con una grande sonrisa. El taiwanés le robó una de sus papitas fritas. — La última vez que me acosté con un alfa, creo que era más pequeño que yo. Es más Jaemin, tú y tu pequeña mente cerrada como tu ano. Si lo vieras, crerias que es un Omega. Es pequeño, delgado, su rostro hasta parece femenino. Tailandés, delicioso, un gran follador. Dios el me encantó demasiado.
Si no hubiera varios tailandeses, pequeños, delgados, en esa escuela, Jaemin hubiera preferido no pensar quien podría ser el tal Alfa.
— ¿Chi-
— Como sea. — Yang lo interrumpe, y ni siquiera el mismo tiene tiempo de alegar, no cuando su par de ojos miró a un punto exacto dónde la mayoría de sus compañeros miraban. Era increíble, era él. Jaemin lo reconoció perfectamente bien. Aún después de los años podía conocer a quien llamó su mejor amigo, el chico que le compartió su hombro para llorar, aquel amigo del cuáles sus padres lo separaron por su relación parecía ir más allá de una "amistad"
Jaemin se quedó con la boca abierta, completamente seco de ver aquel chico. Lee Jeno seguía teniendo ese porte, esa apariencia. Seguía pareciendo un pequeño cachorro que se alegraba por todo, aún tenía esos inocentes ojos, esa sonrisa bonita, esa pequeña timidez que lo caracterizaba.
Jaemin no entendió porque se quedó mirando por tanto tiempo a Lee Jeno en vez de ir como un antiguo amigo y pasar a saludarlo.
— ¿Lo conoces?
— Mi padre... Una vez me pegó con una rama porque me negué a obedecerlo. — Contó con dejes de melancolía. Yangyang solo giró a verle, sin hablar, sin interrumpirle, solo demostrando que lo estaba escuchando. — Papá creía que si seguía siendo su amigo, no sería el Alfa perfecto. Jeno, era mi mejor amigo, me negué a dejar de verlo solo porque sí. Entonces, mi papá se enojó tanto conmigo que después de golpearme, decidió mandarme al extranjero. A los dos días, mientras miraba a Jeno a escondidas, entre lágrimas e hipidos, el me contaba que se iría a china para lograr ser un gran lobo. La verdad es que nos separaron porque los dos somos los nuevos pilares de nuestras familias, los alfas perfectos.
— Bueno... — Yangyang, dejó salir un pequeño suspiro, girandose para molestarle una pequeña sonrisa. — Ahora los dos son los alfas perfectos, no veo porque no puedan ser amigos. — Y así tan fácil como sonó en la boca de su amigo, Yangyang, alzó la mano llamando la atención de muchos ahí mientras que con la otra, tomaba la de Jaemin guiandolo hacia Jeno. — ¡Ey! hola nuevo.
Jaemin se sintió tan extraño, tan perdido que solo sentía como su cuerpo se llenaba de nervios a medida que en cámara lenta percibía como Jeno se volteaba al escuchar el grito de Yangyang.
Cuando llegaron frente a ellos, Yangyang sonrió extendiendo su mano a la vez que hacía una mini venía hacia "el nuevo" — Un gusto, soy Yangyang, alfa de la manada Liu, bienvenido de vuelta, escuché que estabas en china. Creeme, entiendo lo que es librarte de ese país tan cerrado.
Jeno solo soltó una sonrisa pero era inevitable para los tres alfas, cada uno de ellos sabía que los ojos de Jeno estaban puestos en Jaemin apenas llegó frente a él.
— Jeno... — Jaemin quiso sonreír, quiso no verse como un estúpido y era justo lo que estaba haciendo. Aunque, simplemente se dejó sorprender cuando quien solía ser su mejor amigo en su niñez; lo tomó en brazos.
El olor de Jeno capturó todo su sentido del olfato, su cuerpo se tensó un poco debido a la impresionante fuerza y el físico que ejercía ese abrazo. Pero no sé dejó seguir viéndose como un estúpido y abrazó de vuelta a su amigo.
— Jaemin, cuando tiempo sin verte. Te juro que pregunté por tí apenas bajé del avión pero nadie quizo decirme algo. Te extrañé mucho amigo. Me hiciste falta.
Para Jaemin fue sorprendente las palabras que soltó Jeno, ni siquiera se puso a pensar en su alrededor, Jaemin solo se permitió abrazar a su gran y viejo amigo. Tenía tanto que no se miraban, los dos apenas eran unos niños cuando se separaron. Había sido entre lágrimas y abrazos su último reencuentro, realmente, necesitaban ese abrazo.
Lo habían logrado, los dos eran los alfas que sus familias esperaban.
— Creo que tenía trece la última vez que te miré, ahora tenemos veintiuno.
— Lo sé, ha pasado un tiempo. — Jeno era increíble, era más allá de lo que un Alfa tiene que ser, su porte, su voz, su complexión, todo en el gritaba alfa. Jaemin se sentía muy inferior a su lado, más no le molestaba. — Te he extrañado, te ves genial, la última que te miré eras más bajito que yo y tus ojos estaban más cerrados.
Y si esto fuera una perspectiva dentro de la cabeza del taiwanés, primero sería preguntarse si las hormigas tienen dolor de hormiga, luego miraría el cuerpo jodidamente de jodidor de Jeno, no le haría nada mal darse un encerron por lo menos en alguna aula abandonada. Aunque todo su ser transmitía un aura de timidez, tan pacifista que si no fuera por su tormentoso aroma y ese físico de muerte, realmente Jeno no parecería un alfa. Lo siguiente que pensó que fue en lo distante que estaba siendo de esa conversación. Algo abismal. Entendía que Jeno y Jaemin fueron viejos amigos, los cuales se están reencontrando pero. Era diferente, aquellos alfas iniciaron una conversación única, solo ellos eran presentes en su plática, los dos tenían una conexión tan grande como aquel mito de las parejas destinadas. Habían encajado tan bien que no importó ni un poco todos aquellos años que no llegaron a verse. Imagínese, eran niños la última vez que se vieron, vírgenes, apenas cachorros sin idea de que les esperaba la diosa luna.
Yangyang miró la hora en su celular. — Es hora de regresar a clases, ¿A qué materia vas Jeno?
El alfa nuevo no pareció siquiera enterado de su pregunta. Yang rodó los ojos aún así había una gran sonrisa. Esos dos alfas estaban sumergidos en si mismos.
No fue hasta que el timbre indicando que el receso había terminado que ambos alfas se dieron cuenta de lo sumidos que estaban entre sí. — Hoy no entraré a clases, me están haciendo exámenes inductivos para medir mi nivel.
Los dos se habían despedido de Jeno, la clase había sido física.
Jaemin había puesto atención necesaria, tenía que serlo, era el estándar perfecto. Alfa, inteligente, potencialmente adinerado, inteligente , eso sí, tenía todo resuelto, mientras siguiera en su peso correcto, sus padres no cayeran en alguna crisis económica, no llegara a embarazar (aún) a algún Omega, no reprobara alguna materia, y sobre todo, no fuera a caer en algún vicio. Jaemin seguiría siendo el alfa perfecto.
— Oye, amigo con nombre de marca de sopa de pasta mexicana, tengo que decirte algo.
Miró con una ceja arqueada a su amigo, sin entender que fue lo que dijo, Yangyang, llevaba varios minutos diciendo cosas sin sentido. Quizá se arrepentía, ahora que había dicho que sabía sobre el verdadero sub género de Yang, pareció que este quitó algún tipo de filtro y ahora es más libre de decir cosas sin sentido.
— Solo digo, ¿Quién o como? ¿cuando alguien dijo que estos generos en nosotros existían y porque "manejarlos" de esta manera. No me importa ahora ser el bicho raro...
Dejó de hablar, miró a su amigo con una mueca sería. Ese era el punto, Yangyang no tuvo siquiera el pensamiento de que pasaría cuando se presentó como Alfa frente a Jeno y que todos los demás lo escucharon. Y es que a nadie realmente le importa lo que sucede con los demás, pero el criticar y hacer creer que haces cosas incorrectas, eso sí parece ser mejor. Miraban a su amigo como si hubiera gritado groserías y que dios no existe en frente católicos, como si hubiera fumado hierva a lado de un centro de rehabilitación, como si hubiera gritado en una biblioteca. Ese era el punto a las personas les encantan criticar.
— No idiota, no es por mí, es por tí. Pero sabes, no te diré mi punto, esperaré a que te des cuenta por tí mismo.
Su amigo tomó su mochila y se retiró sin no antes darle un último choque a su puño. No lo había entendido y no se dió por querer entenderlo cuando miró a ese Alfa salir de la oficina del director.
— Ey que tal, iba de salida pero no tengo mucho que hacer, ¿Vamos por algunas bebidas?
Dos alfas teniendo un momento a solas, Jeno tenía un jugo de arándanos mientras Jaemin uno de naranja, los dos sentados en unos no tan cómodos bancos altos sin saber cómo continuar su plática.
— Entonces, lograste ser el alfa que tu familia tanto quiso. ¿No? — Jeno es el primero en preguntar, está tímido, siempre lo ha sido, hace poco se presentó y el ser Alfa no lo quitó la timidez como creyó cuando era niño. Por ello solo sonríe después de terminar su pregunta.
Jaemin por su parte carraspea, Jeno es tan grande ahora, tan alfa que se siente pequeño a su lado, su voz ahora es gruesa y dominante, seguro tiene una fila de Omegas de tras de él. — Bueno, unos meses después de que me mudara a Brooklyn me presenté como Alfa. Así que sí, supongo que lo hice bien, solo me quedé unos meses ahí, después terminé el high school en los angeles, entonces regresé a Corea dónde mi padre empezó a darme una dura capacitación como su sucesor o algo así. ¿que hay de tí?
Jeno solo río bajo antes de continuar él con su versión. — Toda mi estadía en china fue un completo fastidio, mi familia me metió a un colegio militar donde ni siquiera les importaba que fuera extranjero, fue muy duro terminar la secundaria despertándose a las cuatro de la mañana. Mis compañeros se burlaban de mí a paso que se presentaban en potenciales alfas y yo seguía siendo un cachorro sin sub género. Hasta hace poco creí que nunca me presentaría, llevo literalmente dos semanas que desperté como Alfa a mis casi veintiuno. Incluso mi hermano menor se había presentado como alfa antes. Fue por eso que mi familia por fin decidió que podría regresar Corea, mi padre ya no estaba tan avergonzado de mí por fin podría empezar a prepararme como alfa de su manada. Después de tanta decepción, aún me quiere como su heredero.
Jaemin se quedó con la boca abierta sin siquiera poder darle ese sorbo a su jugo. Tenía segundos sujetando ese vaso, no podía creer que Jeno apenas se había presentado como Alfa, literalmente se parecía mucho más alfa que él. Jaemin no pudo con su mente diciéndole y haciéndole recordar todo lo que hizo para realmente poder creerse un alfa verdadero.
Follar Omegas y hacer ejercicio por horas, claro.
— Supongo que fue duro. Recuerdo cuando ambos nos turnabamos el hombro del otro cuando nuestros padres nos pegaban.
Ambos sonrieron con melancolía y es que ellos aún después de los años podían ser los mismos mejores amigos. Tuvieron vidas similares debido a las exigencias de su familia.
Jeno asintió con una sonrisa logrando que sus ojos casi desaparecieran en el acto. Dios con esa sonrisa nadie creería que es un alfa.
— Oye, espera un segundo. — Jeno habla después de varios minutos en una plática vaga de sus vidas a lo largo de los años, el rostro de su antiguo amigo, cambia radicalmente por completo, se ve demasiado alfa, serio, con las cejas arqueadas y hasta una presión en sus brazos que hacen las venas se vean más sobre salientes. — Tu amigo, ¿Yangyang, no?
Jaemin tan solo asiente. — Él tiene, algún hermano gemelo o algo así.
Jaemin niega a ceja fruncida. — Es hijo único el idiota. ¿Por qué?
— Mi padre me organizó un matrimonio forzado con el hijo de Yang, me mostró una foto, era él, pero mencionó que era un beta.
Jaemin pudo balbucear un par de maldiciones hacia Yang antes de golpear su frente. — Ese idiota, lleva una vida fingiendo ser un beta. Hasta hace poco me enteré que era un alfa , hoy me atreví a pregúntale y el idiota solo dijo que le gusta ser follado, según el "es más fácil"
Jeno tragó saliva sintiendo su cuerpo calentarse ante tal palabra. Para un alfa virgen como él, la palabra fue bastante directa.
Y otra cosa, ¿Cómo iba a estar comprometido con un alfa?
— Estoy en graves problemas.
— Oye, tú no lo sabías. — Jaemin agrega, su voz suena grabe, recuerda el tipo de persona que es el padre de Jeno, un hombre grosero altanero que se cree la gran cosa y siempre está a la espera de que todos hagan lo que el quiera. — Espero que se entere de la mejor manera, no debería de planear un matrimonio solo porque sí.
Jeno rie pero no contesta nada, escucha el celular sonar con una canción reciente de un grupo de chicas bastante popular. — ¿Papá? Estoy, vine a comprarnos un café... Lo sé, estoy en la cafetería cerca de la universidad, de acuerdo, los espero.
Jeno corta la llamada con una sonrisa, no se molesta en saber que no fue mencionado en la conversación.
— Tengo que irme, tengo que ensayar mi propuesta de matrimonio y aceptar el liderazgo. — Jeno sonríe levantándose. Mágicamente se le olvida que decir, se queda completamente callado ante el otro alfa. — Bueno ... Te invito, será en dos noches, ve formal y no le digas nada a tu amigo, por favor.
Y aún sin poder decir una sola palabra, Jeno sonríe marchandose dando un último saludo con sus manos.
Jaemin se quedó como todo un idiota solo mirando a Jeno entrar y salir con dos café en sus manos para luego entrar a un coche completamente negro, incluso los cristales.
Bueno había sido un completo idiota de por vida. De hecho, toda su vida había sido un completo idiota.
Al día siguiente había poco humor en si, su padre lo regañó por juntarse con Jeno, diciendo que el padre de este, estaba buscando problemas con la manada, lo había ignorado por completo, Yangyang, estaba igual que él.
— Tenías razón amigo. Mi padre ahora planea casarme con un alfa. Solo espero que el imbécil no sea un vejete que dure dos minutos.
En otra ocasión Jaemin hubiera reído de su amigo, ahora solo recordaba a Jeno. Quizá Yangyang tenía ahora el puesto de mejor amigo en su lista pero simplemente sus labios se quedaron sellados y no comentó sobre lo que ya sabía.
Volvió a hablar vagezas con Jeno. Volvían a ser los grandes amigos, Jeno lo abrazaba bromeando, le daba caricias en el cabello que terminaban por completo con su peinado, reían, recordaban buenos momentos felices que tuvieron juntos. Aunque fueron varios años, Jaemin sentía que Jeno seguía siendo el mismo, su gran amigo. Ni siquiera el ser alfa lo cambiaba, quizá su lobo sentía que se sometía a él, cuando recordaba las palabras de su padre tomaba un poco de distancia.
Pero era el verdadero Jaemin quien disfrutaba de estar con su gran amigo, jugar con él, reír, hablar, agarrarse las mejillas y jugar a qué son más adorables que el otro.
Todo era genial, hasta que nuevamente el señor Lee lo mandó a recoger.
Le dijo que no participaría, no planeaba ir a ese lugar y ver la farsa que harían sus dos amigos o un escándalo, quien sabe. Por otro lado, Yangyang, no lo había invitado, él solo mencionaba que estaba prácticamente aprendiendo un diálogo cuando pidieran su mano. — ¿No sería mas fácil, decirle la verdad a tu padre?
Yangyang frunció las cejas, aún así, había una irónica sonrisa en sus labios. — No.
— Pero, Yang, esto es serio, te vas a casar, con alguien que no conoces, a quien tendrás que soportar el resto de tu vida.
— Primero que nada. Tengo que conocerlo, quiero ver si es el tipo de alfa que agradecería tener a cada día para follarme, sino, sería genial decir un día antes o quizá ese mismo día en mi boda, gritar. "No puedo, soy un Alfa" aunque claro, se darían cuenta que siempre lo fuí y que me acostaba con alfas todo el tiempo. Siento que de cualquier manera, es una mala idea.
— Imbécil. Dos alfas no pueden estar juntos.
— Deja el drama, Na. — Yangyang rueda los ojos, está apunto de decirle la verdad pero ve a Jeno caminar por los pasillos, solo lo saludó con su mano, entonces regresó a Yang. — Yo sé lo que estoy haciendo. No tienes la razón por decirlo, a tí tu padre te mandó a Estados Unidos solo por la amistad que tenías. A los dos nos controlan. Este es el mundo en el que vivimos, si le hubiera dicho a mi padre que era alfa, no hubiera sido yo mismo e igualmente estuviera buscando a alguien con quien casarme, ese siempre fue mi asqueroso futuro.
Rodó los ojos sin darle importancia. — Como sea, lo estás llevando demasiado lejos, idiota. Solo deten eso y piensa en tí.
— Tranquilo, en el peor de los casos, nos enamoramos verdad.
Rodó los ojos y pensó todo el día en eso, y cuando estuvo dándose cuenta de sus actos, se miraba a si mismo vistiendo un traje completo para ir a la bienvenida y la propuesta de matrimonio de Jeno.
— No estoy de acuerdo con esto Jaemin. — Su madre entra a la habitación, ni siquiera les había dicho a alguno de ellos que iría al lugar. — Su familia y la nuestra es completamente diferente, no deberías de ser su amigo.
— Te quiero, mamá. — Dijo Jaemin completamente serio mientras acomodaba su corbata. — Así que seré claro, bien pudiera irme de casa, dejar atrás a ustedes y sus absurdas reglas. Y quitarles su querido "heredero" — Jaemin aclara su garganta, mira fijamente a su padre que viene llegando. — Hablo claro, soy mayor de edad, los he dejado controlarme todos estos años, ahora ya no.
— No puedes hablarle de esa manera a tu madre, Jaemin.— Su padre le alza la voz, Jaemin termina de anudar la corbata mirándolo fijamente con seriedad. Su alfa por primera vez no se somete a su líder, su padre. Verlo a los ojos es prueba de ello.— Les estoy hablando a los dos. Lo diré por última vez, si intentan controlar cualquier parte de mi vida, me iré no tendrán su heredero, no sabrán de mí, nunca regresaré y padre... Tú y y tu reputación se irá a la ruina.
Y con eso dicho, Jaemin dejó la habitación y tomó las llaves del auto.
Manejó con las manos completamente empapadas. — Dios mío, ¿Que hice? — Sonríe, su rosto muestra la incredulidad que siente al haberle hablado así a sus padres, siente picazón en su estómago, está asombrado de sí mismo.
"A los dos nos controlan"
No, a él no lo controlaban.
No más.
El lugar era la casa de Jeno, ahora era mucho más grande, más estilo californiano. Un joven lo recibió, le dió las llaves de su coche y esperó a verlo partir. Otro más lo acompañó a la entrada, no preguntaron por su nombre, tampoco esperaron por verlo si estaba en alguna lista.
Tomó una copa de champagne, pensó que era exagerado pero el olor a alfas y Omegas refinados estaba por todo los alrededores, mujeres y hombres se paseaban bien portados con finos vestidos y trajes entallados.
Su familia también era parte de ese tipo de "prestigio" solo que su padre era más un lobo que prefería el bosque y las cabañas con fogatas y bailes raros, el de Jeno era de los que le gustan las cosas caras, lo moderno, no solo el estilo coreano, sino más allá a lo extranjero, los negocios, el dinero, viajes, coches. Cosas excéntricas.
Agradecío y dió un sorbo mirando con disimulo los adornos de la casa y demás, el salón era extenso, había personas por doquier y se preguntaba que hacia ahí. No encajaba, ni siquiera tenía algún conocido.
— Jaemin. — Es Jeno quien llega a su lado, impecable, con ese traje ceñido a la perfección en su cuerpo, saludó con una leve venía, más a los que acompañaban a su antiguo amigo que a él mismo. — Ellos son mis pripos, Chenle y Guan Heng, Hendery mejor. Chicos, ¿Recuerdan? Lo mencioné alguna veces.
— Un gusto, ¿Ellos hablan coreano?
— Lo hacemos. — Chenle, es quien contesta dándole la mano, su olor es neutro, beta. — Tu gran mejor amigo, Na Jaemin.
El otro, es Omega.
— Un gusto, Jaemin.
Puede ver esa sonrisa coqueta en los labios del tal Chenle. Solo sonríe de regreso mientras ve a Jeno.
— Yangyang cree que puedes ser un anciano. — Dice mirando a Jeno, escucha al Omega reír. Luego los tres parecen haber escuchando algún buen chiste, los tres ríen.
— Hendery es primo por parte materna de Yangyang. — Aclara Jeno, él sabe sobre esto y ha estado ayudando a Yangyang en los preparativos.
— Él cree que estoy aquí por parte de él, pero en realidad vengo por parte de Jeno.
Era increíble como los tres reían de la situación, los tres parecían que no le importaba el hecho de que vayan a casarse por un simple acuerdo.
Tomó otro trago aún siguendo con ese malestar en su estómago, negó con la cabeza pero seguía ese pensamiento en su cabeza.
— Les dijiste lo que te dije.
— ¿Qué? — Hendery se adelanta en hablar antes que Jeno. — Que Liu es alfa, también le advertí a Jeno y le dije a Yang pero ninguno de los dos le toma importancia.
— ¿Y tú tienes pareja? — Preguntó Chenle.
Jaemin negó con ojos cerrados.
— Dios, eres un alfa bastante atractivo, ¿Cuál es tu tipo?
— Omega. — Habló claro, Jaemin miró la hora en su reloj, eran las nueve de la noche.
— Tengo que irme, es hora de ir con mi padre para la bienvenida. — Jeno se despide de sus primos, con Jaemin choca sus puños, los dos sonríen aunque a Jaemin aún no le agrade la idea de ese matrimonio.
Está hablando de cosas vagas con los primos de Jeno, los dos lo hacen sentir más o menos cómodos, es tranquilo el momento, sigue mirando a Chenle coquetearle descaradamente, en su vida a estado con un beta, a Jaemin siempre le había importado su imagen, eso significaba estar solo con Omegas, ahora que disque no le importaba, quizá podría hacerle caso aquel beta.
Chenle corta su distancia y decide dejar de darle señas para que se aleje. — ¿Y tú tienes pareja? — Le pregunta a Chenle, el niega tomando otra copa de champagne, el beta lleva al menos cinco copas.
— Mi última pareja fue un Omega. — Comienza Chenle. — Él era bonito, pequeño, adorable, tenía algunos problemas de ira, su nombre es Renjun. Me di cuenta que aunque lo amaba demasiado, no soy lo suficiente para él. Lo nuestro no funcionó fue mi culpa.
— Te gusta que te controlen.
— Exacto.
Pudiera seguir hablando con el beta pero en ese tiempo la luz apuntó a un punto en específico. Fue aproximadamente una hora dónde el padre de Jeno habló un montón de mierdas sobre lo feliz que estaba de recibir a su hijo y a su futuro heredero, Jaemin bostezó y los dos a su lado rieron de él. En ese momento su celular vibró, creyó que serían sus padres y resultó ser su gran amigo quien le mandaba mensajes con prisa.
- ¡Jaemiiiiiiiiin, creo que ya se quien es mi prometido! Te vas a morir cuando sepas quién creo que es. Hasta el culo se te va a abrir.
- Idiota, es Jeno.
- ¡Siiii! ¡Ala! voy a salir ya.
Jeno habla como todo un buen actor diciendo lo agradecido que está por ser recibido por su padre y lo feliz que estaba por su matrimonio, miró el gran bonito anillo que tenía preparado, realmente creía que esto era una mala broma. Y entonces Yangyang salió.
— Es un honor para mí anunciar esto frente a todos ustedes, Lui...
— Liu. — Susurra Yangyang y escucha risas vagas por todas partes.
Jeno ni siquiera sabe el apellido de su prometido.
— Liu Yangyang, estoy aquí frente a todos ustedes, frente a tí y a tu familia, decidido a dar este paso. ¿Aceptas casarte conmigo? Ser el beta que me acompañe durante el resto de mi vida.
Quiso gritar, decirles que era una tontería, Yangyang cubría sus labios con una sonrisa tan falsa para él, lo conocía, Yangyang era así. — Acepto. Acepto casarme contigo, Jeno.
Miró al padre de sus dos amigos, ambos sonriendo con caras largas, seguro había un gran negocio entre ellos, y mierda también. Miró a sus dos amigos darse un pequeño beso, los dos parecían realmente felices, como si de verdad fueran una pareja que duró años o meses para ese momento.
La fiesta empezó, Jeno y Yangyang llegaban tomados de la mano, ambos sonrientes. Ambos sin tomarle importancia a lo que le estaban haciendo a sus vidas.
— No era un anciano. — Dice mirando a Yangyang. Su amigo sonrie tomando el brazo de Jeno.
— Él ya sabe sobre mí. — YangYang sonríe.— Es mejor de lo que imaginé. A parte no me molestará follar con él a diario, fue una buena decisión por parte de mi padre. No estoy para nada decepcionado.
— Felicidades. — Suelta Hendery.
Jaemin solo asiente. Está apunto de querer irse, se siente idiota de estar molesto, si hasta hace unas horas también era el títere de su padre. Toma otra copa de champagne decidido, hasta que Chenle lo toma de la mano.
— Vamos a bailar, Hen, pido a Jaemin.
Acepta la invitación, ve a Jeno y Yangyang empezar a bailar con tranquilidad al ritmo de la música mientras el también toma la cintura de Chenle. — Pareces molesto.
— Se van a casar obligados por sus padres, por está razón pude tomar el valor de enfrentar al mío. Me siento culpable que ellos no puedan tomar sus decisiones.
— Ellos parecen llevarse bien, no es por defender a mi tío, pero es mucho mejor que ellos empezaron con el pie derecho, quizá puedan que se enamoren y esas cosas.
Jaemin asiente aún así, algo más le hace negar, algo más le hace sentir aún ese malestar en el estómago. Jaemin muerde la punta de su lengua mirando a los dos. Es cierto, Jeno y Yangyang bailan con tranquilidad, los dos parece que hablan de cualquier cosa que les agrada.
— Ambos son alfas.
— ¿Y qué? — Chenle se alza de hombros. — Sí, puede que no estén enamorados, es cierto, pero si ellos se llegarán a enamorar, es lo que importa, si ellos aceptan el hecho, está bien, son personas y eso importa. Creo que esas mierdas del alfa y Omega es una tontería. Con que ambos estén de acuerdo, eso está bien y ya.
Jaemin rie levemente, Chenle aprovecha y deja un beso en su mejilla. — Deja las preocupaciones atrás, solo disfruta de tu vida, Jaem.
Chenle se va con una sonrisa, lo sabe, está triunfante, porque Chenle sabe que aunque se vaya, él lo perseguirá y eso hace, deja todo atrás y camina detrás del beta.
Sigue por todo el recorrido hasta que no logra verlo, le gusta ese juego, sonríe agudizando sus sentidos, está cerca y cuando va hacia el olor, Chenle lo toma acorralando lo en la pared. Se toman por primera vez, besa aquellos afelpados labios del beta, tiene que admitirlo, se siente la diferencia entre Omega y beta. Pero Chenle es adictivo en cierta manera.
— Nos descubrirán.
— ¿Y qué? Tengo mala reputación y según sé, mi tío ya te odia.
Solo atina a negar con una sonrisa, y deja desnudarse mientras besa los labios del beta, está en alguna habitación, huele a Chenle, quizá es donde se queda, le gusta, realmente le gusta, escucha al beta gemir cuando muerde con levedad su hombro y en eso mismo tira de la ropa del chico.
— ¿Tienes...?
— En el armario, date prisa.
Una cosa ha llevado a la otra, Chenle es un mar de gemidos agudos y el disfruta de marcar su cuerpo por completo, termina dos veces una en el condón y otra en esa traviesa boca.
— Dios mío, olvida lo que dije, un alfa siempre es mejor que cualquier cosa.
En la tercera ronda, el celular vibra, lo ha ignorado dos veces y a la tercera responde a la llamada de Jeno.
— ¿Jeno?
— Jaemin, ayúdame, yo... Estoy confundido.
— ¿Dónde estás, que pasó con Yangyang?
— Estoy afuera, no sé que me ocurre.
— Voy para allá.
Miró a Chenle quien ya empezaba a colocar sus pantalones y arreglar lo que se podía de su cabello. — Lo admito, fue mejor de lo que imaginé, pero lo siento, Jaem, mi abuelo espera que me case con un chino para poder darme toda su fortuna. Y bueno, me gusta el dinero.
Y con eso, Jaemin entendió muchas cosas y dejó de entender muchas otras más.
Jeno estaba jadeante en la parte trasera de esa gran mansión estilo californiano, fue hasta graciosa la situación, Jeno había entrado en calor. Era la primera vez de su amigo, era mayor, podría estar pasando un muy mal momento justo ahora.
El olor era tan potente que su propio alfa lo interpretaba como un peligro, quería estar con él, su lobo temía de la intensidad que albergaba el ambiente.
Su padre en varias ocasiones le había dicho que nunca se sometiera a su alfa, ahora su padre ya no lo controlaba, tampoco su lobo, él tendría la riendas de sí mismo.
— Jeno.
Quiso sentir algo diferente pero solo se arrepintió de verlo, aquel traje perfecto ahora estaba roto, la parte en su abdomen estaba rasgada, no había mangas, solo los grandes brazos empapados en sudor de Jeno.
Su frente cubierta por todo el cabello que antes estaba impecablemente peinado hacia atrás.
Esos labios entre abiertos, jadeando como si el aire no estuviera presente.
— Ey calma. Solo es tu calor. Es el primero, eres alfa tenía que suceder.
— Se siente horrible. — Pronunció su amigo.
— Me duele todo el cuerpo, me siento encerrado en mi piel, ni siquiera puedo levantarme y se supone que debería de estar con mi pareja bailando el vals.
Algo se removió en sus entrañas, y miraba sus manos ansiosas como si quisiera resbalar sus dedos por todo el sudor en la piel de otro alfa. — ¿Tu pareja? La que ni siquiera supiste pronunciar bien su apellido.
— Que humillante. Sabes, siempre esperé o al menos creí, que serías un bonito Omega.
— ¿De qué hablas?
— Bueno, me sentía con la necesidad de ser el alfa que mi padre me obligaba a tener que ser. Entonces me preguntaba a mí mismo, que hubiera pasado si yo era alfa y tú resultabas ser Omega. Entonces no estaría tan mal estar juntos, quizá papá hubiera hecho tratos con el tuyo y nos hubieran hecho casarnos.
— Eras un niño, ¿Cómo pudiste pensar eso?
Miró a Jeno dejar de verlo y centrar sus ojos hacia la luna. — Porque lo he pensando desde que nos separamos. Mis pensamientos fueron cambiando pero no lo que sentía hacia tí. Creía que si llegaba y resultabas ser un Omega, podría estar contigo. Incluso, hace un año, me imaginé siendo un Omega y tú un gran alfa que intentaría cortegearme, siempre supe que eras más que yo, más valiente, más fuerte, con más principios, que tú si serías capaz de poder enfrentarte a tu padre y esas cosas.
— Estás mal, eso es inaceptable, es de inadaptados pensar en eso.
— Lo sé, pero... Siempre he estado enamorado de mi mejor amigo.
Y con eso, el mundo a su alrededor se detuvo, otra vez sintió esa opresión en su estómago y después de ello, los suaves labios de Jeno sobre los suyos. Fue impresionante, rápido, no pudo medirse a si mismo y mucho menos Jeno controló el autoritario beso que él demandó.
Jeno era hábil en el movimiento de sus labios, tenía un ritmo sorprendente.
Luego estaba Jaemin que por alguna razón se dejó guiar por aquel beso por algunos segundos, fue adictivo y sabía a prohibido, le encantaba, pudo admitirlo, pero estaba prohibido.
Detuvo aquel beso escuchando los chasquidos que producieron ambos, Jeno estaba entrando en su calor, no sabía que decia, no era real, Jeno solo solo dejaba a su alfa hablar para saciar su desos de alfa.
— Esto está mal.
¿Importó?
No, porque ahora fue Jaemin, quien tomó del cuello de la camisa de Jeno atrayendolo a sus labios, fue un beso duro, Jeno logró incorporarse de mejor manera para poner sus manos sobre su rosto, el beso subió de intensidad, fue un desespero en los dos, Jaemin había caído sobre el suelo y Jeno sobre él, es un beso anisiado que ninguno de los dos desea parar.
Hasta Jaemin quien cree que está haciendo algo sumamente erróneo.
Debido que en ocasiones, lo prohibido, sabe mejor.
— Vamonos de aquí.
Jeno asintió con su frente sudorosa pegada a la de Jaemin, le dió otro rápido beso más de prisa.
Los dos llegaron a la habitación del alfa primeriso, todo su perfume natural invadía por completo en espacio. Fue Jeno quien puso el seguro en la puerta, estuvo checando almenos tres veces que el seguro estuviera bien colocado antes de girarse hacia Jaemin.
— Te juro que no voy a arrepentirme de esto.
Jaemin escuchó como si fuera un martillazo en el ano lo que le había dicho, dolió porque sabía que estaba mal y que aún podía detener lo que sea que vaya a pasar, entonces ignoró el dolor o la angustia decidiendo no contestar, aún así, salió el ácido de su boca. — No prometo lo mismo.
Iniciaron con un nuevo beso lleno de necesidad en ambas partes, Jaemin perdía el control de su propio cuerpo y sus sentidos más coherentes, dejó a disposición su cuello sintiendo los dientes, la lengua así como también los labios de Jeno paseando despreocupadamente por toda su carne.
— Mhg... No vayas a detenerte.
— Ese olor... Lo conozco, haré que dejes de tenerlo.
Otro gemido salió de sus labios cuando recordó que solo hace unos minutos había terminado dos veces el beta que de hecho, es el primo de Jeno
Tomó lo que quedaba de la camisa de Jeno hasta romperla por completo mientras Jeno había verlo mucho más fácil con la suya completa, cayó sobre el suave colchón y jadeó al sentir las fuertes mordidas de Jeno por todo su pecho, borrando todo rastro que pudo haber dejando Chenle antes.
— Idiota... Es tu primera vez, ¿Crees que puedas con un alfa experimentado como yo?
Recibió una fiera mordida en su cuello que lo hizo removerse en todas las direcciones posibles, sintió una corriente desplazarse hasta su erección, Jaemin sintió a su lobo someterse ante alfa por completo, Jaemin sintió lágrimas resbalar por todo su rostro, y en ese momento Jeno estuvo sobre el acariciando su pene.
— Jeno... Dios, por favor.
De otro tirón sus pantalones quedaron en el olvido.
Su espalda se había arquedado ante tantas emociones juntas dentro de su cabeza.
— Creo que puedo con esto.
Jeno sonrió altanero, podía ver sus colmillos de Alfa, podía sentirlos traspasar todas las capas de su piel dejando la sangre fluir sin detenerse. Estaba a borde del colapso, era demasiado sentir los besos o dolorosas mordidas por todo su cuerpo y a la vez también ser brutalmente masturbado.
— Voy a prepárate.
— No puedes. Soy un alfa.
— Ponte en cuatro. Iré por condones y lubricante.
Y aunque rodó los ojos hizo únicamente una sola cosa, acomodarse en cuatro mientras mordía la punta de sus labios.
— Tengo tantas ganas de follarte, Jaemin.
Apretó mucho más los ojos centrando todos sus sentidos en su oido. Escuchó con claridad el zipper de Jeno bajar y como este mismo retiraba sus pantalones, sus pasos con los zapatos puestos y también cuando se los quitó. Cuando rasgó la envoltura de lo que probablemente era el condón. Dios mío, podía escuchar la errática respiración de Jeno y esa risa seca que soltaba cuando acomodaba el preservativo en su pene.
Y hasta podía escuchar el chasquido que produce los dedos de Jeno con el lubricante.
— Voy a comenzar.
Joder, joder, joder.
Jaemin sintió todo su trasero se sometía a los dedos de Jeno, fue un rápido movimiento mientras el otro acariciaba por a fuera de su culo. Apretó mucho más los ojos, era tan extraño ese sentimiento de ser follado, lo había hecho demasiadas veces, habia follado culos Omegas, los había preparado con sus dedos, con juguetes sexuales, con su propia lengua y nunca se hubiera imaginado que ese tipo de lascividad iba a sentirse tan bien.
Apretó los músculos y sintió a Jeno retener alguna maldición mientras el otro alfa ingresaba un dedo más.
— Jeno, por favor, no pares.
— No pienso hacerlo.
Disfrutó mucho más ser jodido por sus dedos, y no pudo percartarse cuando Jeno aún en esa posición jodiendo su culo, hizo para volver a besarlo.
Sintió sangre correr y no supo si era suya o la de Jeno, ya su cuerpo estaba tolerando mucho dolor debido a las recientes mordidas o los dos dedos follando su culo.
Lo tenía hecho completamente suyo, Jeno le devoraba la boca sosteniendo con una mano a la vez que con la otra manos junto con tres dedos lo follaban con un ritmo duro y rápido.
— Estás tan duro.
La voz de Jeno sonaba aterciopelada, estaba pensando seriamente si en verdad esa estaba siendo la primera vez con Jeno o si por lo menos su Yangyang le pudo haber dado algunos consejos, o simplemente era el instinto de alfa lo que lo tenía dominado por completo.
Cayó de espaldas a la cama y ahora el puño de Jeno sostenía su erección, empezó a masturbarlo con rapidez, aún así sentía demasiado que había abandonado a su entrada dilada. Mientras Jeno seguía robándole el aliento con ese grotesco beso, no podía concentrarse en una sola cosa, eran demasiadas entradas de locura en su cabeza.
— Parece que te gustan los juegos previos, adivino, seguramente hacías correr a tu pareja y luego lo follabas cuando ya no tuviera tanta cordura y así verte como un gran alfa. Es difícil creerte Jaemin, te miras necesitado, muy necesitado como si ya hubieras deseado estar en esta posición desde hace mucho tiempo.
Jaemin solo pudo tomar una bocanada larga bocanada de aire, no estando preparado para lo siguiente.
Sintió sus rodillas ser tomadas quedando sumamente expuesto, más de lo que ya había estado, toda su necesitada y dilatada entrada estaba contrayéndose al estar tan dispuesta a ser tomada por el otro alfa. Jaemin sintió terror y deseo en una sola fracción de segundo. Y aunque estaba aterrado de lo que ocurría, solo se mantuvo especialmente callado mirando como Jeno nuevamente lubricaba su pene.
— Dime si te duele, voy a parar, no importa que.
Solo negó, con los ojos abiertos comiéndose con la mirada el pene de Jeno. Negó y miro al otro posicionarse.
Podía ver a Jeno, tomando la punta y sentir esa queriendo entrar a su cavidad, estaba apretando los ojos con dureza, y respirando en busca del aire que aún no regresaba del todo a su cuerpo, Jaemin gritó de dolor justo en ese momento Jeno detuvo cualquier movimiento.
— ¡No te detengas, no lo hagas!
— Pero no puedes. — Los ojos de Jeno fueron tan sinceros, los dos se volvieron a besar en busca de calmarse a sí mismos.
— Si puedo, solo continúa, y no te detengas.
La delicadeza terminó en ese mismo instante, el alfa que lo tenía completamente dominado entró de un solo empujón siendo bastante certero tocando puntos que no sabía que tenía, gimió y gritó con verdadero dolor, mientras el alfa se acomodaba para tomar su rosto y volver a besarlo.
Con sus manos apretó todo el gran cuerpo que yacía sobre él y continúo aminorando el dolor con aquel beso cargado de deseo infernal. Jaemin, solo asintió sin dejar de besar al alfa mientras esté ya hacia el vago intento de empezar a calcular un ritmo para sus estocadas.
— Jeno... Jeno.
— Tranquilo bebé, lo haré bien.
Asintió con mil dudas en su cabeza, sintiendo las caderas de Jeno mecerse creando un patrón dónde su culo era quien recibía todo el peso, estaba siendo follado, siendo un alfa, estaba siendo follado con su mejor amigo de la infancia, realmente era ilógico y lo que le sigue.
Jeno se mueve y por más que ambos gimen no dejan sus labios, ellos continúan besandose mientras follan sin control.
— Es ilógico.
Es ilógico que le guste tanto, es ilógico que aún disfrutando ese lugar, también le gustaría estar en la posición de Jeno y el en la suya. Jaemin deja atrás todos sus pensamientos deseando volver a besar a Jeno y este parece saber sus deseos pues ambos en pocos minutos a pesar de las duras embestidas, están uno al otro devorando sus bocas, sintiendo el sabor del otro y soltando leves jadeos, Jaemin se masturba a así mismo, es un alfa que ya se había corrido dos veces poco antes, aunque estaba el doble de excitado aún necesitaría algo de ayuda para volver a venirse.
Su rosto impacta a la almohada, Jeno tiene todo el control del sus estocadas, están al borde del colapso, están apunto de tocar el cielo, Jaemin grita estando en el mismo delirio cuando siente a Jeno tensarse en su posición y al correrse sobre las sábanas.
Sabía que Jeno había llenado el preservativo, cayó rendido y puedo escuchar al otro alfa jadear mientras se quitaba el condón para botarlo por alguna parte sin darle importancia.
— Fue increíble.
— Lo fue. — Jaemin asintió dejando un beso en los labios del alfa.
Jaemin no se imaginaba tener algún romance con Jeno o algo por el estilo, ambos eran alfas estaba completamente prohibido e irreal. Aún así, no dejaban de enviarse mensajes, hablarse, darse señales cuando estaban en la escuela o cuando estaban en el ensayo de la boda de Jeno y él estaba ahí haciendo señas, oh cierto, estaba en sus ensayos porque Jeno lo había elegido como padrino, Jaemin ya no seguía relgas de su padre, entonces a sabiendas que le dolería más a él que a su propio padre, aceptó.
Quizá cuando todos acababan, Jeno acompañaba a Yangyang a su coche y entonces ellos dos se encerraban en la habitación del alfa comprometido.
Realmente a pesar de todo eso, Jaemin no esperaba tener algo con Jeno, aún así no se dejaban el uno al otro, eran tan arcaicos como su civilización que sabían era mejor culpar a sus orígenes de alfas que a ellos mismos.
Jaemin realmente no esperaba tener algo con Jeno, aún así, sus manos picaban cuando hacia su deber como padrino, aún así, follaron el día que fueron a comprar el traje, aún así, cuando escuchaba el "si alguien se opone a esta boda que hable ahora o calle para siempre." Se imaginaba a si mismo gritando, deteniendo la boda para llevarse a Jeno y follarlo en su habitación.
Aún así se imaginaba si uno fuera para el otro, si la diosa luna también quería alfa-alfa en la vida arcaica de los licantropos.
No pensaba tener algo serio con Jeno, aún así, Follaron en su despedida de soltero, un día antes de su boda e incluso después de ella.
Y aún así, Jaemin no pensaba tener algo serio con Jeno.
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