Capítulo XXVI
Las buenas noticias siempre vienen en paquetes pequeños. Como el hecho de saber que todos mis alumnos aprobaron el examen nacional de simulación.
Y eso se los hice saber durante la clase.
Akira: ¡Antes de darles el anuncio, les felicito a todos ustedes por pasar el examen nacional de simulación con buenas posiciones! — dije mientras Yotsuba y yo arrojamos serpentinas y confetti hacia ellos.
Eso hizo que mi alumnos vitorearan y aplaudieran de júbilo. Sus notas habían mejorado bien y sus puestos en el examen nacional de simulación fueron la prueba de sus esfuerzos.
Akira: Ahora vamos a hablar sobre los detalles del viaje escolar — dije haciendo que bajen el volumen y me escuchen atentamente — Como saben, será un viaje de tres días y el itinerario está escrito en los panfletos que están sobre sus mesas.
Yotsuba: ¡Todos, por favor, quiero que decidan los grupos! ¡Hay un límite de 5 personas, no más! ¡Escojan sabiamente y díganlo mañana a nuestro sensei! — pidió animada, haciendo que todos parloteen entre ellos.
Akira: Estarán junto a su grupo durante todo el viaje — añadí — Así que si se separan y se van por su cuenta… prepárense para los problemas y más vale que teman.
Les daré tanta tarea que incluso sus nietos tendrán que hacerla.
[Timeskip…]
Con las clases terminadas, me tocaba reunirme con las chicas en la biblioteca para la sesión de estudios. Entrando a la biblioteca, me sorprendí un poco al ver a Miku ahí presente, ya que debido a su trabajo ella no estaba ausente en la mayoría de las sesiones.
Akira: Es raro verte hoy aquí, Miku — dije mientras tomaba asiento en la mesa — ¿Tanto me extrañas? — pregunté burlón.
Miku: S-solo puedo quedarme un poco. Tengo que ir al trabajo después.
Itsuki: Es la primera vez que estamos todos juntos desde el examen nacional de simulación, ¿no?
Akira: Que nostalgia. Como sea, empecemos con la clase.
Miku: Antes de eso, quiero hablar sobre el viaje escolar — pidió, confundiendo a todos nosotros.
Akira: ¡Claro! ¿Cuál es tu pregunta?
Miku: Akira… ¿ya decidiste con quién formar grupo? — preguntó sorprendiéndome a mí y a las chicas.
Akira: Um… creo que hay un problema en eso.
Nino: Sí, yo también creo lo mismo. Así que encontré una solución — dijo mientras se levantaba de su asiento — Aki-kun y yo formaremos un grupo solo nosotros dos.
Todos: ¡!
Miku: ¿'Aki-kun'? — repitió sorprendida.
Nino: No sé qué piensas ustedes, pero lo decidí desde el principio — me señaló con la cara sonrojada, pero decidida — Pasearé con la persona que amo… y no aceptaré un 'No' como respuesta.
[Pov. Narrador…]
Todos estaban sorprendidos por la declaración abierta de Nino que todos tenían diferentes pensamientos al respecto.
Itsuki: “Entonces lo que Sanada-san dijo era verdad” — pensó llevándose las manos a la boca — “¿Eso significa que Ichika también?”
Ichika: “Vaya que lo dijo” — pensó sorprendida — “¿Yo también debería hacer lo mismo?”
Akira: E-espera, Nino, yo…
Nino: ¡Aki-kun, cállate! — ordenó.
Miku: Aki-kun…
Todos se voltearon hacia Miku, quien tenía el rostro rojo y los ojos casi en espiral.
Miku: Yo… yo también…
Nino: Si tienes algo que decir, dilo — dijo seria — Habla ahora o calla para siempre.
Aunque Miku quería decirlo, su timidez le ganó. Mantuvo la boca cerrada y miró con tristeza hacia abajo.
A su costado, Ichika notó eso y se enfureció un poco.
Nino: Entonces está decidido.
Akira: No está decidido, Nino — intervino — Escucha, yo…
Nino: Como… ya… dije… ¡cállate, Aki-kun!
Akira: Pero…
Nino: ¡Escucha! ¡Deberías estar agradecido de que vas a tener una cita conmigo!
Akira: Los maestros no podemos formar grupos con sus estudiantes — dijo inexpresivo — Eso deberías saberlo ya que estaba escrito en el folleto.
Nino: ª
[Al día siguiente…]
[Pov. Akira…]
Mis estudiantes se reunieron en sus respectivos grupos que fueron formando tal como se los pedí ayer.
Aunque algunos estaban felices de estar con sus amigos, otros estaban decepcionados e incluso tristes.
¿¿??: Sabía que esas cinco terminarían así.
¿¿??: Mis probabilidades de formar grupo con Ichika-san ahora son cero — se lamentó uno de mis estudiantes.
¿¿??: Amigo, tus probabilidades de formar grupo con Ichika-san siempre han sido cero.
¿¿??: Pero parece que esas hermanas se llevan muy bien.
Aunque una alumna decía eso, la realidad era muy diferente. Las cinco estaban sentadas juntas, pero con un aura incómoda que las rodeaba.
Yo solamente volteé la mirada hacia un lado para no ver la mirada mortal de Nino hacia mí.
Dios, que incómodo.
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[Timeskip…]
Con el viaje escolar a la vuelta de la esquina, tenía que prepararme. Así que mi mamá y yo, fuimos al centro comercial.
Aunque esa idea de mi mamá y no la mía.
Mamá: Que bueno que había un descuento en ropa interior y calcetas — dijo mientras salíamos de la tienda de ropa.
Akira: Sí, porque era ropa interior de Hora de aventura — murmuré tapándome la cara de vergüenza — Podía comprar mi propia ropa, mamá.
Mamá: Sí, pero pensé que sería buena idea venir al centro comercial para que compres unos buenos regalos de cumpleaños para las Nakano — dijo con una sonrisa maternal.
Akira: ¿Oh? ¿Ya viene el cumpleaños de las chicas? — preguntó sorprendido.
Ya sabía que Itsuki y mi mamá son buenas amigas ya que ella viene regularmente a mi casa para charlar y comer sus galletas. Pero no sabía que eran tan amigas como para que sepan la fecha de cumpleaños de la otra.
Mamá: ¿De qué estás hablando, Aki? El cumpleaños de las chicas ya pasó.
Akira: ¡¿Ya pasó?! — pregunté conmocionado — Oh Dios… ¿qué clase de amigo soy si no les doy un regalo de cumpleaños cuando ellas me dieron uno a mí? ¡Rápido! ¡Vamos a comprar el mejor regalo para ellas!
Mamá: Tendrás que hacerlo en otro momento porque ya llegaron.
Akira: ¿Quienes? — pregunté confundido.
¿¿??: ¡Sanada-san! ¡Aoi-san! ¡Hola!
Volteando la mirada hacia donde provenía esa voz, me sorprendí al ver a Itsuki y Yotsuba acercándose a nosotros.
Antes de que pudiera preguntar el porqué estaban aquí, mamá se adelantó.
Mamá: Ayer le envié un mensaje a Itsuki-chan y Yotsuba-chan para tener una cita de compras.
Akira: Ya veo.
Itsuki: Buenas tardes, Sanada-kun, Aoi-san — nos saludó con una ligera inclinación hacia nosotros.
Akira: Igualmente, chicas — sonreí — Solo por hoy seré el que cargue sus cosas, así que será mejor que se aprovechen de mi nobleza.
Itsuki: S-sí, pero tengo que ir a un lado. Aoi-san, ¿podría acompañarme, por favor?
Aoi: ¡Claro! — aceptó antes de entregarme sus bolsas de compra — Aki, espera aquí que ahorita volvemos. Yotsuba-chan, vigilalo por favor.
Yotsuba: ¡Sí, señora! — asintió con una postura militar.
Akira: ¿A dónde van que no quiere que vaya con ustedes? — pregunté confundido.
Aoi: Al quete.
Akira: ¿Al quete?
Aoi: Al que te importa.
Mi mandíbula cayó al suelo, impactado por lo que acabo de oír de mi propia madre, que se iba con Itsuki a quien sabe donde.
Tras unos segundos de recuperarme de eso, me senté en las bancas libre, con Yotsuba haciendo lo mismo.
Akira: ¿No irás a comprar algo? Te aseguro que no me moveré aquí.
Yotsuba: Jajaja. Suelo cuidar de mis cosas, así que duran mucho.
Akira: Ohh… así que en serio sigues usando ropa interior de niña, ¿eh? — dije burlón.
Las mejillas de Yotsuba se volvieron rojas.
Yotsuba: ¡¿Cómo lo…?!
Akira: Lo escuché de Ichika en el capítulo 2.
En ese momento, mamá regresó, pero sin Itsuki.
Mamá: Disculpen la espera.
Yotsuba: ¿Dónde está Itsuki?
Mamá: Le están tomando medidas.
Akira: ¿No se supone que tienen la misma talla ya que son quintillizas? — pregunté confundido.
Yotsuba: ¡Ah! ¡Eso es discriminación de quintillizas! ¡Quintiminación!
¿Esa palabra existe? Es obvio que no, pero no puedo evitar preguntarme.
Yotsuba: Pero ahora que lo dices, es raro que le tomen medidas a Itsuki. ¡Ah! — jadeó antes de llevarse sus manos a sus pechos para empezar a apretarlos con una expresión de horror — ¿Podría ser que… se nos está adelantando y ahora debemos morder su polvo?
Akira: Ser quintilliza debe ser difícil.
Yotsuba: Como sea — dejó de tocarse y se levantó con una sonrisa en su rostro — ¡Estoy segura que esta vez tendremos un viaje escolar sin arrepentimientos!
Sonreí por el positivismo de Yotsuba y su cálida sonrisa.
Puede que la última vez no tuvo un buen momento, pero como dijo ella, esta será un viaje que nunca olvidaremos.
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[Pov. Narrador…]
Finalmente el día del viaje escolar llegó. Diferentes clases y sus maestros asignados viajarán en tren bala a las 8 de la mañana para llegar en poco tiempo a Kyoto.
Mientras esperaban a los demás estudiantes que llegaran a la estación, las chicas se reunieron para discutir.
Nino: Lo primero en la agenda es seguir a Aki-kun.
Ichika: Pero posiblemente Akira-kun vaya con los demás senseis.
Miku: Y ya para con lo de 'Aki-kun'.
Itsuki: ¡Ah, Sanada-kun! — corrió hacia él cuando lo vio acercarse a saludar — ¡Vamos a Kiyomizudera junto con mi grupo!
Akira: ¿Eh? ¿Está… bien? — aceptó dudoso.
Itsuki: ¡Sí, gracias! — exclamó animada mientras sus mejillas se sonrojaban — “Sanada-kun nació y creció en Kyoto. Y si lo que dijo su mamá en el centro comercial es cierto, ¡entonces haré que este viaje sea memorable!”.
Su interacción con su maestro llamó la atención de sus hermanas, quienes lo vieron confundidas.
Nino: Ehh.
Miku: ¿Por qué Itsuki está…?
Yotsuba: “No puede ser… ¡¿también Itsuki está interesado en él?!” — pensó en shock.
(¿Qué le habrá dicho la mamá de Akira en el centro comercial? Se sabrá el capítulo posterior a este)
[Timeskip…]
Para pasar el tiempo hasta que llegaran a su destino, las quintillizas se pusieron a jugar cartas. Y la primera partida la ganó Ichika.
Mientras estaban a punto de empezar la segunda ronda, Yotsuba notó a su hermana Miku cabeceando por falta de sueño.
Yotsuba: ¿Miku? ¡Miku!
Miku: Ah. Dos pares — dijo desorientada.
Nino: Muy tarde. ¡Y esa es una mala mano!
Yotsuba se acercó a Miku para susurrarle al oído.
Yotsuba: Te ves cansada. ¡Además de que saliste temprano para irte a algún lado!
Miku: Sí — asintió adormilada — Le pedí a la panadería de que me dejaran usar su cocina esta mañana.
Yotsuba: ¿Eh? Eso significa…
Miku: Cuando él coma el pan definitivo que he hecho, yo por fin se lo diré — dijo mirando la bolsa de papel que contenía el pan que hizo.
Yotsuba: Has estado trabajando muy duro para este día, ¡así que te apoyaré hasta el final!
Miku: Espero que aún tenga buen sabor, aunque esté un poco frío — dijo terminando la conversación.
Ichika: Oh, ya sé. Quien gane la siguiente mano, le ordenará a las otras lo que quiera.
Pronto, las cuatro chicas encendieron sus espíritus de lucha.
Nino: Lo que quiera, ¿eh? Claro, ¿por qué no?
Itsuki: Acepto.
Miku: No perderé.
La determinación de las chicas por ganar era tan feroz que desprendían fuegos abrasador.
Yotsuba: “Todas están encendidas” — pensó con una gota de sudor en la cabeza — “Es por el juego de cartas… ¿verdad?”.
[Otro timeskip…]
Al llegar a su destino, que es la estación Inari, todos los grupos se reunieron para escuchar el anuncio de Akira con respecto a sus cosas.
Akira: Nosotros nos encargaremos de que sus maletas más grandes lleguen al hotel, pero lleven sus cosas de valor a la mano — dijo antes de sonreír — Eso es todo por ahora. ¡Ahora corran, son libres!
Con las instrucciones dadas, cada grupo empezó a irse por su cuenta por la ciudad. De repente, Nino escuchó el click de una cámara, lo que hizo que volteara su cabeza hacia donde pudo provenir ese sonido.
Itsuki: ¿Hay algún problema?
Nino: No. Probablemente sólo sea mi imaginación — dijo antes de mirar a Akira hablando con los maestros — Me pregunto si Aki-kun irá a pasear o se quedará con los senseis.
Yotsuba: ¿Hay algún lugar a donde quieran ir? — preguntó a sus hermanas.
Nino: Bueno, si hablamos de viajes, tiene que ser ir de compras — dijo con una sonrisa de enamorada mientras imaginaba a ella y Akira pasear por las tiendas tomados de la mano — Una tienda de moda debe ser mucho más divertido que ir a un apestoso y viejo templo.
Ichika: No lo entiendes, ¿verdad? Estamos en Kyoto. Quiero probar algo sabroso que solo pueda encontrar aquí — dijo con una mano en la mejilla al imaginarse a ella dándole de comer a Akira.
Itsuki: Estoy de acuerdo con eso, pero prefiero volver a lugares donde sería bueno explorar — dijo imaginando a ella y Akira paseando por las calles de Kyoto — Esperen… Sanada-kun ya se fue.
Yotsuba: ¡¿Eh?! — volteó la mirada para verlo irse por ahí sin acompañante.
Nino: “Nadie está sugiriendo que simplemente vayamos con él, lo que significa que todas estamos pensando en lo mismo, ¿no?” — pensó con el ceño fruncido.
Yotsuba: ¿A dónde irá? — preguntó siguiendo a sus hermanas.
Pronto, su duda fue respondida cuando vieron a Kirisu-sensei aparecer y caminar junto a él, lo que provocó los celos yandere de las chicas.
Nino: Vamos a seguirlo — ordenó celosa.
No hubo objeción, todas siguieron a escondidas a sus maestros, que charlaban formalmente.
[Pov. Akira…]
Puedo sentir la muerte siguiéndome.
Esa sensación fría de que pronto moriré es algo que siento regularmente de Nino cuando hablo con mis alumnas, solo que esta vez se multiplicó por 5.
Mafuyu: ¿Pasa algo? — preguntó la notar mi expresión.
Akira: Ah… no, nada — dije actuando normal — Por cierto, ¿a dónde quieres ir primero?
Mafuyu: Al camino de los toris — dijo sin pensarlo dos veces.
El camino de los toris es uno de los lugares turísticos más fotogénicas de Japón, además de que la atracción es gratuita.
Akira: Bien, vamos — dije guiando el camino.
Mafuyu: Lamento pedirte que vengas conmigo cuando podrías ir a cualquier lugar de Kyoto.
Akira: No hay problema, sensei. Nací y crecí aquí. No sería malo recordar los viejos tiempos — dije con nostalgia.
Aunque mayor parte de mis recuerdos fueron oscuros.
Mafuyu: Ya veo. Gracias.
No dijimos nada más y seguimos caminando en un silencio cómodo por varios minutos hasta llegar a las afueras de Kyoto, justo en el monte Inari.
Tal como recordaba. A simple vista parece un túnel rojo e infinito, pero son más de 1 000 toris que marcan el sendero a los santuarios shinto.
Mientras atravesabamos el camino, saludamos a unas cuantas chicas vestidas con kimono por educación.
Akira: Es más majestuoso de lo que recordaba — comenté mientras llegábamos a la interseccion Yotsutsuji, donde el camino se dividió en dos, los cuales ambos llevan a la cima — ¿Cuándo fue construida? No recuerdo.
Mafuyu: Fue construida en la era Wadō en los años 708 a 715, durante el período Nara — respondió aclarando mi duda — ¿Crees que podamos comer algo antes de continuar?
Akira: Claro. ¿Comenos udon en ese restaurante de ahí? — pregunté señalando el puesto que me llamó la atención.
Mafuyu: Me parece bien. ¿Tú pagas? — preguntó con una pequeña sonrisa burlona.
Akira: Creí que pagarías tú.
Mafuyu: ¿No es el deber de un hombre pagar la parte de la chica?
Akira: Solo si no come tanto como… ¡¡AY!! — hice un quejido de dolor cuando ella me pisó el pie — ¡Está bien, está bien! ¡Pagaré!
Mafuyu: Me parece bien.
Con una sonrisa de victoria, empezó a caminar hacia el restaurante.
Akira: ¿Acaso todas las mujeres me tienen en la palma de su mano? — me pregunté mientras la seguía cojeando.
[Un timeskip más…]
Tras terminar nuestro platillo y perder un poco más de mi dinero, seguimos subiendo por las escaleras en el monte Inari.
Mafuyu: Gracias por pagar mi parte de la comida — dijo satisfecha.
Akira: Gracias por gastar mi dinero — dije viendo los pocos billetes de mi billetera — Aunque esta caminata tuvo su lado bueno.
Mafuyu: ¿Así?
Akira: Sí — sonreí mientras llegábamos a la cima — Y eso fue que…
¿¿??: ¡Hoy Miku se confesará a Sanada-san!
Akira: Nada salió… ¡¡¿EHHH?!!
Cuando llegamos a la cima, me encontré a Miku y Yotsuba de espaldas frente a nosotros.
Pero eso no es sorprendente ahora mismo.
Lo que es sorprendente fue lo que Yotsuba dijo. Y creo que fue algo que tal vez no debí haber escuchado.
Debido a mi grito de sorpresa, Yotsuba volteó la cabeza como un robot oxidado, mirándome en shock. Miku siguió congelada en su lugar, abrazando una bolsa de papel que tenía contra su pecho.
Akira: Yotsuba… ¿q-qué acabas de decir?
Tan solo es el primer día y parece que ya hay muchas sorpresas.
CONTINUARÁ
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