Capítulo XXII
Otro día, y otro día de trabajo. Mi labor como maestro de Ciencias en la escuela Asahi no es tan complicado como yo creía. Bueno, tal vez algunas complicaciones como repartir los temas en diferentes aulas y cosas así. O cuando un estudiante me pregunta si soy demasiado joven para ser profesor, y yo le respondo sí… si lo soy. Aparte de eso, nada más.
Y ahora, en mi salón asignado, el cual es el 3-1, Yotsuba y yo estamos a punto de darles un anuncio.
Akira: Ya están en tercer año…
Takeda: ¡Disculpe! — me interrumpió — Sanada-sensei, no puedo oír. ¿Podría alzar un poco más su voz? ¿Si? — preguntó dándome un guiño brilloso.
Ugh, recuerda, Akira, un profesor no debe golpear a un estudiante por más molesto que sea.
Akira: Oh, claro — acepté mientras se acercaba hacia él, justo a su oído — ¡¡LES TRAEMOS DOS NOTICIAS!!
Takeda: ¡Okay, ahora ya no puedo escucharlo! — exclamó tapándose los oídos.
Akira: Lo siento — me disculpé volviendo al frente a lado de Yotsuba — Como les decía, les traemos dos noticias, una buena y una mala. La mala noticia es que un evento del primer semestre se acerca… el examen nacional de simulación.
Todos: ¡¡BUUUU!! — abuchearon al coro.
Akira: Sí, lo sé. Pero eso es necesario hacerlo para determinar que tanto han aprendido durante sus dos años en la escuela — dije cuando los abucheos se habían silenciado — Y la buena noticia es… tambores, por favor.
Tanto Yotsuba como yo tocamos el escritorio como tambores.
Akira/Yotsuba: ¡El viaje escolar!
Todos: ¡¡SIIIII…!! — gritaron emocionados.
Akira: Ajaja — reí por lo felices que estaban por el evento — Pero eso sí, si desaprueban el examen nacional de simulación, me encargaré de dejarles tantas tareas que incluso su viaje escolar se convertirá en viaje de estudios — declaré fríamente, haciendo que todos traguen saliva y asientan — Si tienen problemas en algún tema ya sea mi área u otra cosa, pueden venir al aula de profesores durante el descanso.
Yotsuba: ¡Chicos, esfuercense! — exclamó hasta que lo agarré por sus cintas.
Akira: Tú también, Yotsuba. Ni creas que me he olvidado de ti.
Yotsuba: Jejeje — rió nerviosa.
[Timeskip…]
Hace unas horas que terminó el día de escuela y todos se han ido a su casa a excepción de los maestros que estábamos en el salón de profesores revisando las actividades de sus alumnos.
En eso, una profesora de cabello rosado y ojos verdes con buena figura se acercó a mí tras terminar su labor. Siempre usa ese típico traje guinda con medias negras y tacones rojos que la hace resaltar. Su nombre era Kirisu Mafuyu y al igual que yo, ingresó a esta escuela a una edad joven. Bueno, no tan joven ya que tiene 20 años.
Mafuyu: Gracias por tu arduo trabajo, Sanada-sensei — dijo cuando notó que había terminado.
Akira: Igualmente, Kirisu-sensei — incliné la cabeza en agradecimiento y respeto — ¿Si ha acostumbrado a esta escuela?
Mafuyu: Bueno, no es tan diferente a la escuela Ichinose en donde estuve — dijo con un tono de profesionalismo — Aunque hay algunos que aún no entienden mi enseñanza.
Bueno, no he de esperar cuando muchos de los estudiantes masculinos están perdidas por su belleza. Aunque algunos la temen por su actitud fría y estricta que tiene.
Akira: Si quiere, puedo hablar con ellos y darles una breve clase durante mi descanso — ofrecí mi ayuda — Después de todos, los maestros estamos para ayudar.
Mafuyu: Se lo agradecería mucho.
Akira: No hay problema — sonreí cuando de repente recibí un mensaje de texto — ¿Eh?
Cuando miré el contenido, vi que era el gerente de Revival y me envió un mensaje sobre algo relacionado con Nino y que vaya enseguida.
Akira: Disculpe, Kirisu-sensei, pero debo irme — dije tomando mis cosas — El trabajo nunca termina.
Mafuyu: Puedo entenderlo. Nos vemos, Sanada-sensei.
Akira: Chao, sensei — me despedí saliendo del salón y yendo al estacionamiento por mi moto.
[Otro timeskip…]
Según el mensaje, hoy era el primer día de trabajo de Nino y estaba asignada en la cocina debido a su gran talento al hacer pasteles. Pero durante su turno, ella comenzó a arruinar algunos dulces y se le pidió tomar su descanso para que pudiera calmar su mente.
Es por eso que me llamó su jefe, para ver si le puedo subir los ánimos y que vuelva al 100% al trabajo.
Akira: Y aquí estoy.
Le había terminado de narrar a Nino, que cuando entré al cuarto de empleados, me había preguntado el motivo de mi visita.
Nino: Quisiera saber desde cuando te llevas bien con Kirisu-sensei, pero eso no importa ahora — dijo triste — He arruinado mi primer día de trabajo cuando oí que la crítica famosa May vendría hoy. Incluso el gerente tuvo que llamarte para solucionar mi problema.
Akira: Bueno, todos cometen errores incluso en su primer día — dije tomando asiento — Pero aprendemos a levantarnos y mejorar.
Nino: Por favor — puso los ojos en blanco — Nadie cometería un error así.
Akira: ¿Ah no? Mi primer trabajo fue en un Burger King. Solicité un pedido de 20 kilos de hamburguesas, pero lo que recibí fue una vaca… literalmente una vaca viva.
Nino: No, ¿en serio? — preguntó divertida.
Akira: Y lo peor es que no había devoluciones. Me despidieron y tuve que irme con la vaca. Lo alimenté y lo crié durante meses hasta que fue a un lugar mejor.
Nino: No me digas que…
Akira: Sí — asentí — Fue a la India donde la trataron ahí como a un dios.
Nino: Ah, yo pensaba otra cosa.
Akira: ¿Qué creías, qué me la había comido o algo así? Es como un hijo para mí — dije antes de ponerme serio — Los errores lo cometen todos, así que sal con la frente en alto y demuéstrales a todos quien es Nakano Nino, la mejor cocinera que uno puede conocer.
Nino: Sí, eso haré — dijo levantándose de su asiento con una mirada de determinación y fuego ardiendo en sus ojos — ¡Les demostraré quien soy!
Akira: ¡Así se habla! — dije también levantándome de mi asiento — Bueno, ya que cumplí mi objetivo de hacerte sentir mejor, ya tengo que irme.
Nino: Espera — me detuvo justo cuando iba a irme — Quería hablarte sobre lo ocurrido ese día.
Akira: ¿Ese día? — pregunté confundido hasta que noté sus mejillas rojas — A-ah, ese día.
¿Cómo no olvidarlo? Se me declaró diciendo que me amaba y otras cosas.
Nino: Yo… lo siento — dijo arrepentida — Por mi confesión. Estoy segura que estás incómodo conmigo.
Akira: Bueno… yo… — suspiré preparándome para continuar — Sin duda me tomaste por sorpresa, eso o admito — dije apenado — Nunca antes se me habían confesado y esto es nuevo para mí. No sé qué decir al respecto.
Eso parecía sorprender a Nino ya que sus ojos se abrieron.
Akira: Mi plan de vida no estaba formar una relación debido a mi trabajo y otros motivos, así que debería darte mi respuesta — dije poniéndome serio — Nino, yo…
Nino: Espera — me detuvo antes de dar mi respuesta — Ya sé que no te gustó porque he sido dura contigo desde que nos conocimos. Pero aún no decidas porque todavía no te he mostrado todos mis sentimientos… por lo que quiero que me conozcas más. ¡Dame la oportunidad de demostrarte cuanto te amo, Akira!
A pesar de que lo dijo con todo el valor y el coraje que pudo reunir, su rostro estaba estaba estallando de vergüenza. Y eso no evitó que empezara a reír.
Nino: ¡¿Qué?! ¡¿Te estás riendo de mí?!
Akira: No, no eso. Es que sin duda eres una chica que le gusta ir a la ofensiva… eso me gusta — dije haciéndola sonrojar — Pero bueno, si eso quieres que aún no te dé mi respuesta… eso haré.
En el momento en que iba a decir algo más, el gerente entró a darnos una noticia.
Gerente: El descanso ya terminó. May-san ya llegó.
Akira: Ya escuchaste a tu jefe. Hora de trabajar — dije mientras salía y caminaba a lado del gerente.
Gerente: ¿Eh? ¿Te pasa algo, Sakamoto-kun? — preguntó mirándome con intriga.
Akira: No, ¿por qué?
Gerente: Tu cara está roja.
Akira: Ah.
Toqué mi rostro, y tal como dijo el gerente, sentía mi cara arder como si tocara una tetera caliente.
Creo que fue porque Nino me dijo que me amaba.
Y parece que ella también lo sabía porque se acercó detrás de mí.
Nino: Prepárate… Aki-kun — susurró con una voz seductora que me hizo estremecer.
Cuando salimos hacia las mesas, dos empleados estaban escondidos detrás de los arbustos decorativos del lugar.
¿¿??: Ya llegó May. Está en la mesa tres.
Confundidos, miramos hacia la mesa 3 donde ellos miraban. Nuestros ojos se pusieron como los de un pez al ver a cierta quintilliza con adornos de estrellas en la cabeza y un ahoge sobre la cabeza. Usaba una mascarilla para ocultar su identidad.
Akira/Nino: ¡¿Esa es May?! — exclamamos al descubrir que May era Itsuki.
¿¿??: ¿Quién va a atenderla? — preguntó uno de los meseros.
¿¿??: Ve tú, tengo miedo.
Nino: ¡Yo iré! — se ofreció y fue directamente hacia la mesa donde estaba 'May'.
¿¿??: Mírala, la novata irá.
¿¿??: Como quisiera tener su valentía.
En eso, Nino se detuvo y volteó solamente para enviarme un beso volado.
Akira: Aquí no, chiquistrikis — susurré con un rubor en el rostro — Esta chica será mi muerte.
Mientras Nino le quitaba la mascarilla a Itsuki para revelar su identidad, mi mirada se volvió triste.
¿Por qué no le dije 'lo siento, pero no puedo aceptar tus sentimientos'? Mi condición actual me impide enamorarme porque en un futuro lastimaría a la chica. Entonces, ¿por qué le di chances?
Akira: suspiré — En verdad soy un imbecil.
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Al siguiente día de clases, algo extraño estaba pasando una de mis estudiantes. Exceptuando a Nino, que sonreía felizmente, Yotsuba era la que se estaba comportando rara.
Al día del día, como parte de nuestra labor como representantes de la clase 3-1, Yotsuba y yo dejamos los cuadernos de los chicos sobre sus asientos.
Akira: Ya terminé aquí. ¿Qué hay de ti? — pregunté, pero ella estaba perdida en su mundo y no respondió.
Yotsuba: ………
Akira: Yotsuba — me acerqué a ella cara mirarla cara a cara — Dame la mitad.
Por alguna razón que no entiendo, mi cercanía hizo que sus mejillas se volvieran rojas y se apartara de mí.
Akira: ¿Eh? ¿Qué sucede? — pregunté extrañado — Tenemos que terminar rápido si quieres que te invite esas crepas.
Yotsuba: Sa… Sanada-san… ¿qué piensas de mí?
Akira: ¿Qué pienso de ti? — pregunté confundido — Pues creo que eres una chica fantástica, muy alegre, y que pone feliz a todos con tu positivismo. ¿Por qué?
Yotsuba: Porque… yo personalmente te detesto.
Akira: …¿Ah? — dije boquiabierto y herido en el kokoro — Espera, no estás siendo seria, ¿verdad?
Yotsuba: ¡E-estoy siendo seria! — dijo obviamente mintiendo — ¡Por lo que no te acerques más a mí, si sabes lo que te conviene! Si no… ¡L-las cosas se pondrán realmente feas!
Notando que mentía y que no me odiaba, suspiré. Caminé hacia mi escritorio y me apoyé en ella. Le hice un gesto a Yotsuba para que se sentara a mi lado, el cual lo hizo tímidamente.
Akira: Muy bien… ¿qué te está molestando en esa cabecita?
[Una explicación después…]
Akira: ¡¿Creen que estamos saliendo?! — exclamé en shock — ¿Cómo es que llegaron a esa conclusión?
Yotsuba: E-es porque te escogí para ser el representante de la clase. Suponieron que nos conocemos desde hace mucho tiempo y bueno… jeje…
Akira: Bueno, no se equivocan en eso — dije pasando mi mano por mi cabello — Cuando son sobre estas clases de cosas si que son inteligentes.
Yotsuba: Es normal que una chica esté obsesionada con los chismes románticos, por lo que no hay mucho que se pueda hacer.
Akira: Estoy escuchando mucho sobre el amor últimamente — dije mirando hacia abajo — Es un sentimiento que ya no puedo pasarla de largo.
Al parecer mi comentario hizo que Yotsuba me mirara con una sonrisa en su rostro.
Yotsuba: ¿Por qué? ¿Acaso sucedió algo? No me digas que encontraste a alguien que am… — se detuvo cuando un pensamiento loco cruzó por su mente, lo que la hizo sonrojar — ¡¿No me digas que todo este tiempo fui yo?!
Akira: ¡Ajajaja! ¡Que buena broma, Yotsuba! Eres genial, pero no veo a nadie de esa forma. De hecho, jamás planeo enamorarme.
Yotsuba: Shi Shi Shi — rió conmigo — Incluso si te me declararas, tendría que rechazarte ya que solo te veo como un amigo… o en este caso, como un maestro.
Akira: Ugh. No me declaré, pero por alguna razón eso me dolió — dije con la mano en el pecho.
Yotsuba: Pero nunca digas que jamás te vas a enamorar porque tarde o temprano encontrarás a alguien que ames — dijo mirándome a los ojos con una hermosa sonrisa — Y cuando llegue ese momento, yo estaré ahí para apoyarte con todo lo que tengo.
Akira: Je, seguro — dije abriendo mis brazos hacia ella — Ahora… ¿qué te parece si como compensación por haberme preocupado en todo el día, recibo uno de los cálidos abrazos de Yotsuba?
Yotsuba: sonrió — ¡Eso suena bien! — dijo antes de lanzarse hacia mí y rodear sus brazos a mi alrededor — Perdón por haberte preocupado, Sanada-san.
Akira: No te preocupes. Al menos todo salió bien, ¿no? — pregunté y solo recibí que me abrazara más fuerte — Con que así quieres jugar, ¿eh? — dije devolviéndole el abrazo con más fuerza.
Pronto, se convirtió en una competencia de sacarle el aire al otro hasta que yo me rendí, porque me había olvidado de las dos sandías que sentía en mi pecho.
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Llegó el fin de semana y como de costumbre, era tiempo de las tutorias en la casa Nakano.
Miku: Ha pasado tiempo desde que estudiamos juntas de esta manera.
Nino: Bueno, últimamente todas hemos estados ocupadas con el trabajo.
Yotsuba: Ichika tiene que trabajar hoy también. Quisiera ir a la proyección de prueba.
Miku: Por cierto, el trabajo de medio tiempo de Itsuki.
*Glup*
La mencionada tragó saliva.
Nino: ¿Qué? ¿Todavía no has encontrado uno?
Itsuki: Por favor, denme un poco más de tiempo para acabar ciertas cosas.
Akira: Creo que mi mamá está buscando a alguien que la ayude con su trabajo — mencioné mientras revisaba algunos papeles que pertenecían a mi fundación — Hmm… el margen de ganancia va bien — murmuré.
Itsuki: ¿En serio?
Akira: Así es — asentí — Cuando termines con lo que sea que estés haciendo, puedes hablar con ella por el puesto.
Itsuki: ¡Eso sería bueno! ¡Gracias, Sanada-kun! — dijo ofreciéndome una bella sonrisa.
Akira: No hay problema. Ahora volvamos con los estudios — dije dejando mis papeles sobre la mesa — El examen nacional de simulación se acerca y no pueden distraerse.
Nino: He terminado de llenar los espacios en blanco — dijo mientras se apegaba a mí y me entregaba su hoja — Ten, revisa mis respuestas… Aki-kun.
Akira: ………
De repente, una prueba se interpuso entre nosotros.
Miku: También he terminado.
Nino: Estás en el camino.
Miku: ¿Cómo?
Nino: ¿Eh?
Akira: No peleen o no tendrán helado.
Yotsuba: Estos exámenes de simulación en realidad son algo complicados, ¿eh? — dijo viendo su hoja.
Itsuki: Tienes razón. Pero no es que me sienta preocupada por eso.
Yotsuba: ¡Lo sé, ¿verdad?!
Nino: Sí. Ósea, logramos superar el examen final.
Miku: Es un obstáculo que ya hemos superado, así que no es la gran cosa.
Yotsuba: Como están las cosas, ¡ya puedo verme graduada! — exclamó motivada.
Akira: ¡Ese es el ánimo! — exclamé mientras tomaba sus hojas y las revisaba una por una.
[10 minutos después…]
Al inicio creí que las pruebas que le di para llenar los espacios en blanco sería pan comido para ellas.
Me equivoqué.
Akira: ¿Cómo? ¿Cómo sucedió esto? Todo es F aquí y allá — dije al calificar las pruebas, lo cual todos habían reprobado — ¿Acaso sus cerebros se formatean cada año? ¿Es así como funciona ustedes?
Yotsuba: ¡Ah! Eso lo explica todo.
Miku: Y pensé que lo había hecho bien.
Nino: Esto quizá suene como excusa, pero he estado trabajando tanto que no he tenido mucho tiempo para estudiar.
Yotsuba: Ya veo. Ahora que lo mencionas, la nota de Itsuki no ha bajado mucho.
Itsuki: ¡Lo siento! ¡Lo siento! — exclamó apenada.
Akira: Y cuando creí que aprobarían el examen de simulación, pasa esto — suspiré antes de sonreír — Okay, veamos las partes que fallaron una por una.
Nakano-1: ¡Por favor!
Akira: Bueno, al menos están motivadas en corregir sus errores — murmuré.
Durante el resto de la tarde, corregimos los errores que tuvieron en las pruebas y luego, seguimos con los estudios.
En eso, el timbre del apartamento sonó.
*Ding dong*
Itsuki: ¡Voy…! — avisó levantándose de su asiento y yendo a la puerta.
Miku: Akira, sobre esta parte — me incliné para ver su prueba — Hay que calcular…
Itsuki: ¡¿EH?!
Debido al grito de Itsuki, todos nos levantamos preocupados.
Akira: ¡¿Qué sucede, Itsuki?! ¡¿Ladrones?! ¡¿Vendedores?! ¡¿Hippies?!
¿¿??: Perdonen la intromisión.
Akira: ¡¡AAAHHH!! — grité saltando a los brazos de Yotsuba cuando la persona que entró era el padre de las quintillizas — ¡¿Señor Nakano?!
Yotsuba: ¡¿Papá?!
Mauro: Escuché que ya casi es tiempo para el examen de simulación, así que vine presentárselos a todos ustedes. Ven — dijo mirando a la puerta.
Akira: ¿Eh? ¿Takeda?
Takeda: Disculpen — dijo inclinando el cuerpo — Por favor, acepten mis disculpas. No era mi intención venir sin invitación.
Nino: Eh… tú eres…
Miku: ¿Qué sucede?
Yotsuba: Estoy completamente perdida — dijo aún cargándome en sus brazos.
Mauro: Takeda-kun será su tutor a partir de hoy — dijo sorprendiéndonos a todos.
Nino: ¡¿Qué?!
Debido a la sorpresa, Yotsuba me dejó caer al suelo.
Akira: ¡Kugh!
Itsuki: ¿Qué significa esto? Por favor, explícanos.
Mauro: Sakamoto-kun… no, mejor dicho Sanada-kun — me miró fijamente — Demostraste grandes resultados al lograr que todas mis hijas aprobaran el examen final. Y por ello, estoy profundamente agradecido contigo.
Miku: ¡Entonces no hay necesidad de un tutor y de reemplazar a Akira!
Mauro: Sin embargo, me temo que de ahora en adelante su labor como tutor se verá obstaculizada por su actual trabajo como maestro. Eso quiere decir que, no podría enseñarles en casa tan seguido como de costumbre.
¿Cómo sabe que estoy trabajando de maestro? Supongo que Takeda se lo dijo, por algo está aquí, ¿no?
Además, sabe mi verdadero apellido, por lo que también debo suponer que me investigó muy bien.
Mauro: Y eso por eso que Takeda-kun está aquí. Es el estudiante en el primer lugar del ranking de su grado, lo que significa que es excepcional. Lo que significa que él es apto para ser su tutor.
Itsuki: Entiendo. Si piensas que solo la persona más excepcional es apto para nosotras como tutor, es entendible por mi lado, pero presumo que no es tu único motivo.
Ah, debe referirse a que su padre me odia hasta los huesos.
Itsuki: Sin embargo, tengo mis propios pensamientos acerca de eso — dijo antes de dar un paso al frente con todo el valor que pudo reunir — ¡Conseguiré las mejores notas de entre todos los estudiantes del tercer año!
Yotsuba: ¿Eh?
Nino: ¿Eh?
Miku: ¿Eh?
Mauro: Ya veo. Muy bien…
Miku: ¡E-espera un momento! No importa lo que diga papá, somos las estudiantes de Akira.
Nino: ¡Es verdad! — apoyó a su hermana — Nos has estado ignorando por tanto, y ahora…
Takeda: Ya dense cuenta. ¡Hacer que Sanada-sensei deje de darles tutoria es por su propio bien! — exclamó — Es por su culpa que él se está llenando de trabajo.
Akira: Tengo más trabajo por sí no lo sabes, Takeda — dije levantando mis hojas de trabajo con una sonrisa — Sin embargo, enseñarles en clase o en casa no es ningún problema.
Mauro: ¿Y qué me dice tu salud?
Mi sonrisa se quebró un poco, cosa que fue notado por las chicas.
Akira: ¿Q-qué quiere decir?
Mauro: ¿No crees que ya es hora de buscar un donador para esa operación que necesitas con urgencia?
Mis ojos lentamente se abrieron en shock mientras retrocedía unos paso que casi me hacen caer.
Yotsuba: ¿Donador?
Itsuki: ¿Operación?
Miku: Akira…
Nino: ¿Qué es lo que papá está diciendo?
Las chicas me miraron con sorpresa y a la vez preocupación cuando escucharon lo que dijo su padre.
Incluso Takeda estaba igual. Al parecer él tampoco lo sabía.
Akira: ¿C-cómo sabe eso? ¡Mi historial médico está en América!
Mauro: Pediste un examen médico el año pasado en el hospital donde soy médico de cabecera — explicó, haciéndome recordar que pedí un chequeo días después del campamento.
Akira: suspiré — Aún tengo tiempo, por lo que no estoy preocupado por esas cosas. Así que no me puede pedir que deje de enseñarle a sus hijas porque lo seguiré haciendo mientras ellas quieran. Ya sea en la escuela o en casa.
Mauro: ¿Por qué vas tan lejos? ¿Por qué no quieres ser libre?
Akira: Soy libre, señor Nakano. Libre de hacer lo que quiera… y quiero seguir enseñando a sus hijas hasta que se graduen con una sonrisa en sus rostros.
Olvidando lo que habían escuchado hace unos minutos, las preocupaciones de las chicas se borraron y sonrieron.
Akira: Así que… ¿qué necesito hacer para que apruebe mi papel como su tutor?
El señor Nakano me miró por unos segundos en silencio para luego cerrar los ojos y volver a abrirlos.
Mauro: ¿Conoces qué es el Gaokao?
Itsuki: ¿Gaokao? — preguntó confundida.
Akira: Se le conoce como el examen más difícil del mundo — aclaré mientras veía a las chicas — En resumen, es un examen que dura dos días en el mes de junio y que contiene 5 pruebas, chino mandarín, literatura china, matemáticas, un idioma extranjero y el resto son dos ramas que el estudiante escoja.
Nino: ¡¿Dura dos días?!
Akira: Es por eso que los estudiantes chinos ven este examen como ir a la guerra.
Mauro: Conozco a un amigo en China que podría conseguirme una copia. Takeda-kun hará el examen nacional de simulación mientras que tú harás el Gaokao.
Itsuki: ¡Eso no suena justo!
Takeda: Sanada-sensei logró graduarse en la universidad de Yale y obtener un doctorado en física a una edad muy joven, mientras que yo sigo siendo un estudiante que está en el ranking número 1. Yo diría que es justo.
Mauro: Pienso lo mismo. Así que, si logras obtener una calificación mayor que Takeda-kun… te reconoceré como el tutor apto para mis hijas.
Akira: No le fallaré. Y es más… ¡le demostraré que mi punto al conseguir el primer lugar en el Gaokao! — declaré para sorpresa de todos — Y entonces… ¡¡HMGP!!
Fui silenciado por una mano de las chicas y atrapado por todas que intentaban detenerme.
Yotsuba: ¡¿Sanada-san?!
Akira: ¡¿Qué?!
Itsuki: ¡Lograr el primer puesto en el examen más difícil del mundo es absurdo!
Miku: Akira, se más realista.
Akira: ¿Eh? ¡Pero será como un paseo por el parque para mí…! ¡Aunque no sé chino mandarín, pero puedo aprender.
Nino: ¡Simplemente escucha!
Tras tanto forcejeo para evitar que diga más palabras, finalmente me ataron y me envolvieron en cuerdas hasta quedar en el suelo como un pescado fuera del agua.
Nino: ¡Top diez si quieres!
Itsuki: ¡¿Qué tal eso?!
Akira: ¡Oigan, libérenme! — pedí mientras me retorcía en el suelo.
Takeda: Eso es una gran declaración, sensei. Pero obviamente es imposible. Especialmente mientras enseñas en la escuela y en casa.
Akira: Puede que sea así, pero siempre me ha gustado los retos. ¿A ti no?
Takeda: Je — sonrió — Está bien. Que sea top diez para ambos exámenes.
Mauro: Está acordado. Quien logre obtener una calificación mayor a su contrincante, ese será apto para ser el tutor de mis hijas — dijo antes de mirarlas — Con eso acordado, debemos irnos. Hasta entonces.
Y así, ambos se fueron, dejándonos a nosotros cinco viéndolos irse.
Akira: Vaya que fue una sorpresa su visita — dije tras liberarme de las cuerdas.
Itsuki: Sanada-kun.
Ugh. Las chicas me miraron con preocupación.
Itsuki: Sobre lo que dijo papá sobre una operación y t-tu salud…
Akira: Alto — la detuve de continuar — Miren, chicas… sé que tienen muchas preguntas, pero no me siento listo para darles las respuestas. Es por eso que les pido que esperen hasta que pueda decirles, por favor.
Yotsuba: Tú… no vas a morir, ¿verdad? — preguntó muy angustiada.
Akira: Claro que no, Yotsuba — mentí con una sonrisa falsa — Aún estaré aquí con ustedes. Solo pido que sean pacientes. Y cuando esté listo, les diré todo.
Aunque estaban preocupadas y querían saber, ellas entendieron y asintieron.
Akira: Gracias. Y ahora… — sonreí con determinación — Tenemos poco tiempo hasta el examen nacional de simulación y el Gaokao, así que estudiaremos… estudiaremos hasta demostrarle en la cara de su anciano padre y de Takeda que no necesitan a otro tutor. ¡¿Están listas, chicas?!
Nakano-1: ¡¡SÍ!!
Parte de mi secreto salió a la luz y en el futuro, el resto también. Me preocupa, pero sabía que eso pasaría tarde o temprano.
Aún así, dejaré de preocuparme por esas cosas y me concentraré en lograr obtener la mayor calificación y lograr que las chicas aprueben. Ese será mi objetivo.
Y nada me detendrá.
CONTINUARÁ
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