Capítulo XVII

Durante los siguientes días, Akira siguió enseñando a las chicas sin descanso alguno. Debido a eso, trajo consecuencias a la resistencia de las Nakano que bajó considerablemente.

La única solución que se le ocurrió, fue darles un día libre y una invitación para el parque de diversiones.

Ichika: Fufu… ¿no crees que elegir el parque de diversiones para nuestra cita es muy aburrido, Akira-kun? — preguntó burlona.

Itsuki: ¡Una cita!

Akira: Es lo único que se me ocurrió. Pero si quieren ir a otro lado, díganlo.

Itsuki: No. Ha pasado tiempo desde que vinimos, por lo que estoy ansiosa por esto.

Nino: Creo que no hemos venido desde la última vez que nos trajo mamá.

Akira: ¿Entonces qué están esperando? — preguntó extendiendo los brazos frente al parque de diversiones — ¡Vayan y diviértanse!

Y así, todos fueron a divertirse de un día libre de estudios con el fin de quitar todo ese estrés que habían acumulado todos esos días.

Ichika e Itsuki fueron a la montaña rusa. Miku y Yotsuba fueron al carrusel. Y Akira y Nino fueron a la casa embrujada.

Akira: Esto es tan aburrido — dijo con un bostezo.

Nino: Al igual que estudiar — se quejó hasta que un fantasma salió de un escondite — ¡¡KYA!! — gritó aferrándose a la persona más cercana a ella.

Akira: Wow, que grito tan femenino — se burló mientras ella se aferraba a su espalda.

Nino: ¡¿Por qué tuve que venir contigo?! — preguntó enojada mientras se apartaba de él con las mejillas rojas.

Akira: Porque necesitabas de un hombre que te proteja… como yo — dijo flexionando los brazos para mostrar sus músculos.

De repente, frente a él apareció una mujer con el cabello cubriendo su rostro y sangre esparcida en su ropa, asustándolo.

Akira: ¡¡KYAAAAA!! — chilló aferrándose a Nino.

Cuando la bruja desapareció, el miedo de Akira también, por lo que se dio cuenta que se separó de Nino y fingió toser.

Nino: Wow, que grito tan femenino — dijo devolviéndole la burla.

Akira: Tks, salgamos de aquí — dijo con el ceño fruncido.

Nino: Aw, no te enojes. Aquí hay una mujer que te protegerá — dijo flexionando su brazo derecho con burla.

Akira sólo sonrió sin que la viera. Tal vez gritar como niña no estaba en sus planes, pero al menos logró divertirla.

[Minutos después…]

Itsuki: ¡Subámonos a ese después! — exclamó jalando a Ichika con gran emoción.

Ichika: Itsuki-chan, más despacio — pidió físicamente cansada.

Nino: ¿Hm? ¿Dónde está Yotsuba? — preguntó al no ver a su hermana con ellos.

Akira: ¿Se habrá perdido? — preguntó también al no verla — Supongo que esta vez sí tendremos que ir a Niños perdidos.

Miku: No será necesario — dijo viendo su teléfono — Dice que le dolía el estómago y que iría al baño.

Akira: ¿Habrá comido algo malo? — preguntó hasta que notó algo a lo lejos — Hm… supongo que yo también iré al baño.

Nino: Okay. Entonces nos adelantaremos.

Akira: Claro. Disfruten del resto de los juegos — dijo yéndose.

Mientras se iba, Nino lo estaba mirando fijamente, cosa que fue notado por Miku.

Nino: ¿Qué?

Miku: Nada — dijo desviando la mirada.

[De vuelta con Akira…]

Aunque les había dicho a las chicas que iría al baño, en realidad fue a la rueda de la fortuna.

Trabajador: ¡¿Qué?! ¿De nuevo? — preguntó sorprendido a la persona que estaba dentro de la rueda — No hay nadie en la fila así que está bien, ¿pero cuántas veces vas a subirte a esto?

Akira: Disculpa, voy a subir — dijo mientras entraba.

Trabajador: ¡¿Eh?! ¡Disculpe, pero ya hay alguien ahí!

Akira: A ella no le molestará si me subo — dijo pagando su pase — ¿Verdad, Yotsuba?

Yotsuba: A-adelante — dijo nerviosa al ser encontrada por su tutor.

Una vez que se confirmó que ambos viajarían juntos, la rueda empezó a girar bajo el incómodo silencio de los dos.

Yotsuba: Pensé que me había escondido bien. ¿Cómo me encontraste?

Akira: Tus lindas orejitas de conejo te delataron.

Yotsuba: ¡Ah! ¡No oculté muy bien mi lazo! — exclamó tocando su lazo.

Akira: Sí. Y ahora que estamos aquí, comienza la interrogación — dijo señalando los libros de ejercicios y lápices en el asiento de Yotsuba — Creí haber dicho que hoy era un día para relajarse y divertirse, por lo que estudiar no estaba en el horario.

Yotsuba: Es que… tú no entiendes cuán tonta soy.

Akira:Oh, claro que lo entiendo muy bien” — pensó, pero no lo dijo.

Yotsuba: ¿Tienes conocimiento de por qué nos transferimos de escuela?

Akira: Pues Ichika me dio una idea vaga, pero parece que estuvieron a punto de suspendidas — dijo sacando su teléfono — Así que para sacarme de dudas, investigué sobre tu antigua escuela.

Yotsuba: ¿Eh? ¿Investigaste? — preguntó sorprendida.

Akira: Ser el líder de una fundación que da becas y que puede entrar a cualquier escuela como si fuera su casa tiene sus ventajas —  dijo con una sonrisa — Sé que eran de la escuela Kurobara, una escuela de élite. El motivo de su transferencia fue porque fallaron el examen suplementario y estaban a punto de ser suspendidas. Pero por supuesto eso es mentira. La única que iba a ser suspendida eras tú porque fallaste. Y debido a que son hermanas y que las cinco deben estar juntas, ellas te siguieron sin pensarlo dos veces.

Yotsuba: Vaya. Como se esperaba de Sakamoto-san — dijo con una sonrisa y los ojos cerrados — Por eso te pido que me dejes estudiar un poco más. No quiero seguir deteniendo a mis hermanas.

Akira: suspiró — Bien. Mi deber como tutor es escuchar la petición de sus alumnas, así que tendremos una lección cara a cara — dijo alegrando a Yotsuba — Pero no le digas a tus hermanas o nos matarán — pidió asustado.

Yotsuba: ¡O-okay! — aceptó feliz.

Akira: Como tenemos poco tiempo, te enseñaré el problema del artículo japonés que no pudieron aprender.

Yotsuba: Oh, eso no será necesario.

Akira: ¿Eh?

Yotsuba: Me aseguré de aprenderlo ayer — dijo con una sonrisa.

Akira: ¿Qué? Tienes que estar bromeando — dijo tomando el cuaderno de Yotsuba, solo para sorprenderse — Es verdad. Lo que tomó tiempo para enseñar a tus hermanas, tú lo entendiste en poco tiempo — sus ojos lentamente se abrieron cuando le llegó una gran revelación que no había notado — Al igual que ellas. Ellas aprenden diferentes temas individualmente.

Yotsuba: Sakamoto-san, tu sonrisa me está asustando — dijo algo incómoda.

Akira: ¡¡SOY UN IMBECIL!! — gritó levantándose de su asiento, lo que provocó que se moviera la cabina — ¡Era un problema tan sencillo de resolver y nunca lo vi!

Yotsuba: ¡¡SAKAMOTO-SAN VAMOS A MORIR!! — gritó más asustada mientras se aferraba a su asiento.

Akira: Escucha con atención, Yotsuba — dijo volviendo a su asiento — Desde ahora… TÚ enseñarás japonés a tus hermanas.

Yotsuba: ¿Eh? ¿Yo qué…?

Yotsuba: ¡¡Muri muri muri muri!!

Akira: ¡Claro que lo harás! — exclamó antes de agarrarla de los hombros — Desde que empecé a enseñarles, he notado que las cinco dominan una materia mejor que la otra. Y tú, mi amiga orejas de conejo, eres buena en japonés. Si les explicas con tus propias palabras, ellas lo entenderán.

Yotsuba: P-pero yo…

Akira: Si tú puedes hacerlo, ellas también. ¡Después de todo, son quintillizas! — exclamó impactando sus palabras en ella.

Yotsuba: ¿Una idiota como yo puede ser de utilidad para las demás?

Akira: No eres una idiota, pero sí serás de utilidad — dijo seriamente — Más bien, perdóname por ser un tutor incompetente y no darme cuenta de ese detalle. Pero ahora, todas ustedes serán tutores y estudiantes.

Yotsuba: Entonces, ¿ya no seré yo quien las haga detenerse?

Akira: Sí, desde ahora… ¡tú las empujarás hacia adelante!

Yotsuba: ¡Okay! ¡Déjamelo a mí! — exclamó volviendo a su habitual actitud burbujeante e imperativa — ¡Prometo por la tumba de mi tutor que las otras cuatro pasarán!

Akira: ¡Oi!

Yotsuba: ¡Jajajaja!

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¦14 de febrero¦

Siendo la mañana del día de San Valentín, tanto Akira como Itsuki fueron al cementerio para rendir sus respetos a la tumba de Rena.

Akira: ¿Sabes? Es admirable que vengas todos los meses a visitar a tu madre — dijo llevando un ramo de flores — Tal vez deba hacer lo mismo.

Itsuki: Estoy segura que a mamá le encantaría — dijo con una sonrisa.

Ambos pusieron sus ramos en la tumba y encendieron un incienso, dándole su respeto.

Itsuki: ¿Sabes? Con respecto a tu idea de enseñarse entre nosotras, está yendo en la dirección correcta. Debimos hacer esto antes.

Akira: Espera… ¿estás diciendo que ya no me necesitan?

Itsuki: Siempre te vamos a necesitar — dijo riendo entre dientes.

Akira: Por supuesto. Porque si me voy, este fic se acabará — dijo de brazos cruzados y los ojos cerrados.

Itsuki: ¿Y sabes que más? Ya tengo una respuesta a lo que quiero ser.

Akira: ¿Ah si? Te importaría decirlo.

Itsuki: — asintió antes de ver la tumba de su madre — Mamá, yo… aspiro a convertirme en una profesora.

Akira: ¿Estás segura de serlo? El camino no será fácil.

Itsuki: Cuando enseñé a Yotsuba, se sentía tan agradable y más cuando te agradecen con una sonrisa. Eso debes sentir cuando te agradezco todo el tiempo — dijo con una sonrisa — Y para mí, quiero atesorar estos sentimientos.

Akira: Eso es lo que quería escuchar — sonrió antes de mirar la tumba de su antigua maestra — Querida mamá, te prometo que cuidaré de su hija y me aseguraré de que sus sueños se hagan realidad.

Itsuki: ¡¿Qué estás diciendo?! — preguntó sonrojada por lo que acaba de escuchar — ¡Eso se escuchó mal!

Akira: ¿Se escuchó mal? Entonces… Ahm… ¡Querida madre, haré feliz a tu hija!

Itsuki: ¡Eso también está mal!

Akira: ¿Y qué tal esto? ¡Por favor, dame la mano de tu hija!

Itsuki: ¡Eso se escuchó peor! — exclamó más roja que su cabello por la 'propuesta de matrimonio' que acaba de oír.

Akira: ¿'Prometo cuidarla y respetarla hasta que la muerte nos separe'?

Itsuki: ¡¿Lo estás haciendo a propósito, verdad?!

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Al terminar de regañar a Akira, ambos fueron a casa para seguir con los estudios. Y unos minutos después, Miku salió de su habitación.

Miku: bostezó — “Me tomó toda la noche hacer ese chocolate” — pensó con su pijama mal abotonado, lo que mostraba parte de su escote.

Cuando abrió los ojos, se llevó la sorpresa de ver a Akira sentando junto con Itsuki.

Itsuki: Buenos días, Miku.

Akira: Buenos días, dormilona — dijo burlón.

Miku: Akira, viniste — dijo yendo hacia la cocina — Hubiera deseado que me dijeras que venías, pero llegaste justo a tiempo. Yo… ¡¿eh?! ¿Qué pasó con el chocolate que estaba aquí?

Akira: Oh, me lo comí — confesó — Y estaba delicioso. Se nota que has mejorado mucho.

Miku: Gr-gracias — dijo tímidamente.

Akira: Y ahora puedo ver un rayo de esperanza en ti y en todas ustedes. Tus calificaciones en las pruebas que hicimos el otro día, has obtenido la mejor nota. Y si seguimos así, no cabe duda que podrán lograrlo — dijo con gran optimismo.

Miku: Voy a dar lo mejor de mí, así que mírame, Akira — dijo con una sonrisa.

Akira: Eso me gustaría, pero alguien acaba de tapar mis ojos — dijo al no ver nada porque Itsuki bloqueó la vista con sus manos.

Itsuki: ¡Miku, tu pijama!

Viendo hacia abajo, Miku se dio cuenta que su pijama se abrió más, por lo que mostraba toda su pechonalidad frente al chico que le gusta.

Miku: ¡Ah!

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¦Día de entrega de exámenes¦

Deteniendo su moto Ducati 240 frente a las puertas de la escuela donde lo esperaba Yotsuba, apagó su vehículo y se bajó de ella.

Akira: Yotsuba… ¿cómo te fue en el examen? — preguntó ansioso por la respuesta.

Yotsuba: Lo siento, Sakamoto-san — dijo inclinando su cuerpo en 90 grados — A decir verdad, cuando mis hermanas me enseñaron, hubo veces en las que sus explicaciones eran fáciles de entender. Lo siento por ser incompetente y muchas gracias.

Lágrimas de felicidad salieron de sus ojos mientras sonreía.

Yotsuba: Siento como si… por primera vez mis esfuerzos hubieran dado frutos — dijo levantando la mirada mientras seguía llorando — He sido capaz de redimirme.

Akira: Jajaja — rió feliz de saber que ella aprobó — Ven aquí, pequeña — la acercó hacia él para darle un abrazo — Lograste aprobar gracias a tu esfuerzo y méritos para salir adelante. Estoy orgulloso de ti — dijo acariciando su corto cabello.

Yotsuba: Gracias, Sakamoto-san — dijo apoyando su cabeza en el hombro de Akira mientras le devolvía el abrazo.

Unos minutos después, se separaron.

Akira: Ahora vamos, tus hermanas deben estar esperándonos — dijo mientras se ponía su casco y le daba otro a ella.

Yotsuba: ¡Sí! ¡No puedo esperar para contarles! — dijo poniéndose el casco.

Akira: ¡Pues no hay más tiempo! ¡Sube!

Subiendo al vehículo, ambos marcharon a la pastelería Revival. Y al llegar, Itsuki y Miku los estaban esperando.

Itsuki: ¡Yotsuba, lo hiciste! — exclamó abrazando a su hermana junto con Miku — ¡Incluso aunque tú eras la que estaba peligrando más!

Miku: Felicitaciones.

Yotsuba: Jejeje. ¡Es mi nota más alta en toda la historia!

Itsuki: Aunque un total de 184 es bastante cerca. En mi caso, obtuve 224 puntos. Tuve asignaturas en las que tuve peligrosamente cerca. Necesito trabajar en esas — dijo tras mirar sus calificaciones — ¿Cómo te fue, Miku?

Miku: Obtuve 238 puntos.

Yotsuba: ¡Wow! ¡Eso es sorprendente!

Itsuki: Como se esperaba de Miku.

Akira: Sabía que entre tus hermanas, tú eras la que tenía mayor potencial.

Itsuki/Yotsuba: ¡Oye!

Akira: Buen trabajo, Miku — dijo orgulloso de ella.

Miku: Akira — dijo su nombre antes de reunir valor.

Pero en ese momento, llegó Ichika a la tienda.

Itsuki: Oh, Ichika… ¿cuál es tu puntaje total?

Ichika: Oh, saqué 240 puntos — informó para sorpresa de todos — No fue nada.

Itsuki: ¡Eso es sorprendente! Y yo pensé que Miku sería la número uno en esta ocasión.

Eso dejó en shock a Ichika, ya que días antes recordó que Miku se declararía a Akira si obtenía la mejor nota entre ellas.

Pero ahora no será posible declararse.

Ichika: Miku, yo… no fue mi intención…

Miku: Felicitaciones, Ichika — dijo con una sonrisa falsa — Supongo que tengo un largo camino por recorrer.

La expresión de su hermana menor la hizo sentir peor.

Akira: Ahora para celebrar, ¡pasteles gratis para todas!

Itsuki: ¡¡SÍ!! — gritó feliz — Oh, pero aún nos falta Nino.

Gerente: Si están hablando de esa chica con dos listones, ella estuvo aquí antes que ustedes y dejó esto — dijo entregándole una hoja con las calificaciones a Itsuki para luego acercarse a Akira — Te lo iba a decir después, pero ella tenía un mensaje para ti. 'Felicitaciones, tu trabajo a terminado'.

Los gritos de felicidad de las chicas fueron sordos para Akira.

Akira: ¿Ya no me necesita? Que ni lo sueñes — murmuró antes de recoger su casco de la mesa.

Yotsuba: ¿Hm? ¿A dónde vas? — preguntó cuando lo vio irse hacia la puerta.

Akira: Una fiesta no es una fiesta si no están todos los miembros presentes. Traeré a Nino enseguida — dijo saliendo de la pastelería con dirección al estacionamiento.

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Pov. Akira…

Estoy conduciendo por las calles en busca de una chica tomboy que no está junto con sus hermanas para celebrar su victoria. Y si la conozco bien, ella habrá ido a casa.

Pero no al complejo de apartamentos, sino al Pentágono. Porque sabiendo como es ella, debería estar ahí.

Mi suposición fue correcta cuando a lo lejos, en medio del camino, vi a Nino y hablando lo que parece ser su padre.

Así que para hacer notar mi presencia, detuve mi moto en un sonoro derrape que seguramente habrá dejado marca de caucho sobre el pavimento.

Pero si que llamé la atención.

Akira: Hello, Nino — dije quitando el casco y vistiendo una chaqueta de cuero.

¿De dónde lo saqué? No lo sé. Es uno de los grandes misterios de Wattpad.

Nino: ¡¡¿EEEHHH?!!

Akira: El capítulo ya casi termina, así que apresúrate y sube — dije dándole su casco.

Mauro: Nino — la llamó para advertirle — Estás a punto de recorrer un camino turbulento que no terminará nada bien. De seguro un día te arrepentirás de esto. Tu mejor opción es venir conmigo.

Nino: Papá… — se puso el casco — Míranos — dijo antes de subir a la moto — Conduce.

No necesité escucharlo dos veces.

Akira: Señor Nakano, cuidaré muy bien de su hija — dije burlón antes de conducir e irnos lejos de ahí.

No tengo que mirar hacia atrás para saber que su padre ahora me está mirando con intenciones asesinas, ya que el aura que está emitiendo es más que suficiente para saberlo.

Nino: ¿No te dieron el mensaje de que ya no te necesito? — preguntó aferrándose a él.

Akira: ¿Desde cuando te hago caso? — pregunté con burla mientras conducía — Solo para que lo sepas, tus hermanas también pasaron sus exámenes.

Nino: ¡¿Eh?! ¡¿Qué dices?! ¡No puedo oírte bien!

Akira: ¡Dije que tienes grandes y lindos pecho! ¡Y que me gustaría tener mi cara enterrada en ellos!

Nino: ¡Eso no fue lo que dijiste, pervertido!

Akira: ¡Entonces sí me escuchaste la primera vez! — reí cuando cayó en mi trampa — ¡Aferrate fuerte o te vas a caer!

Nino: ¡Cielos! ¡Estoy harta de ti! — exclamó abrazándome más fuerte.

Akira: Ajá — dije aumentando la velocidad.

Nino: Eres absolutamente horrible. El peor. Un pervertido sin remedio…

¿Ya tenía una lista escrita con insultos hacia mí?

Nino: ¿Qué más…? Ah, sí…

Akira: ………

Nino: Te amo.

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¿Eh? ¿Q-qué?

CONTINUARÁ

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