Capítulo XI
En el hospital de Tokio, Akira yacía sentado en la camilla de su habitación privada. Tras haber terminado el campamento escolar, al siguiente día fue a hacerse un chequeo médico de rutina como siempre lo había hecho desde que era un niño.
Y tras unos cuantos ejercicios médicos, el doctor ya tenía un diagnóstico de su sistema.
Akira: ¿Y bien doctor, seguiré vivo unos años más o busco un cajón cómodo donde descansar? — preguntó en broma.
Doctor: Veo que tu sentido del humor pesado aún se mantiene, Sakamoto-kun. — dijo mientras leía sus registros —. Parece que la fiebre no afectó mucho tu condición actual, pero tendré que mantenerte en revisión un día más. Mañana podrás irte.
Akira: Y yo quería quitarme esta bata lo más pronto posible. No me gusta tener el trasero al aire. — suspiró con pesadez.
Doctor: ¿De quién es la culpa enfermarte sabiendo que lo que padeces?
Akira: ……Mía. — gruñó por lo bajo hasta que el doctor lo abrazó por el cuello —. Me siento tan solo.
Doctor: ¡¿Entonces por qué no llamas a tu novia para que te visite si te sientes tan solo, eh?!
Akira: No tengo una aunque quisiera.
Doctor: Sí, me lo imaginaba. ¡Jajaja! — rió para luego separarse de él y cruzarse de brazos con orgullo —. ¡Pero no te preocupes! ¡Porque cuando era un estudiante como tú, yo no hacía nada más que estudiar como loco para convertirme en doctor! ¡Y gracias a eso, nunca he tenido novia en mi vida! ¡Pero mi sueño de ser doctor se cumplió!
Akira: No creo que sea algo para decirlo con tanto orgullo.
Doctor: ¿Ah si? ¡¿Y tú que tienes?! — preguntó desafiante.
Akira: Un doctorado en física, una licenciatura, una fundación de nivel mundial y mucho dinero. — dijo con una sonrisa presumida.
Doctor: ………
Akira: ………
Doctor: Tú ganas esta vez, Sakamoto Akira-kun.
Akira: 'Señor doctor profesor Akira'. — lo corrigió con burla antes de ponerse serio —. Y dígame doc, ¿aún sigo en el mismo número de la lista o…?
Doctor: Aún sigues en la misma posición, lamentablemente. — dijo negando con la cabeza —. Te mantendremos informado en caso de tener alguna buena noticia.
Akira: Gracias, doc. Iré a mi habitación a descansar. — dijo despidiéndose del doctor.
Doctor: ¡Bien! ¡Un día más de descanso y mañana podrás salir a ver a tu novia! Espera, ¡no tienes! ¡Jajaja!
Akira: Jajaja… ¡¡PÚDRETE!!
Saliendo de su oficina, se dirigió a su habitación y se cambió por un pijama de dos piezas. Algo más cómodo para tener que descansar.
Akira: ¿Descansar? Si, como no. — se burló mientras leía un libro de medicina que había tomado de la oficina del doctor.
Mientras leía, escuchó pasos apresurados provenientes del pasillo que se acercaban a su habitación hasta que la puerta se abrió.
Akira: ¿Nino? — preguntó sorprendido de verla jadeando y algo sudada —. ¿Qué estás haciendo aquí?
Nino: Es lo que yo debería preguntarte, idiota. — dijo mientras cerraba la puerta detrás de ella —. ¿Acaso volviste a colapsar o algo así?
Akira: Nah, sólo es una simple revisión médica de rutina que tengo. — dijo encogiéndose de hombros —. ¿Y qué te trae por aquí a mi suit privada? ¿Eres una acosadora~?
Nino: Idiota. — gruñó —. Espera, no tengo tiempo para perderlo contigo. — dijo mientras se dirigía a las ventana con grandes cortinas de la habitación —. Y recuerda… tú no has visto nada.
Akira: ¿Eh?
De repente, las puertas se volvieron a abrir, y una chica con listón verde con forma de orejas de conejo se asomó de ella.
Yotsuba: ¡Disculpe! ¿A visto a…? ¿Sakamoto-san? — preguntó sorprendida de verlo.
Akira: ¿Yotsuba?
Detrás de ella, Ichika y Miku también aparecieron sorprendidas.
Ichika: ¿Volviste a colapsar, Akira-kun?
Miku: ¿Estás bien?
Akira: No se preocupen, es solo una revisión de rutina. — dijo aliviándolas —. Por cierto, ¿por qué están aquí?
Yotsuba: ¡Venimos a vacunarnos, pero Nino e Itsuki se escaparon!
Akira: Ellas tienen miedo a las inyecciones, ¿eh? — preguntó mirando levemente las cortinas donde Nino está escondida —. ¿Dónde podrán estar?
De pronto, los ojos de Yotsuba se abrieron como platos y su listón se puso rígido.
Yotsuba: ¡Detecto el aroma de Nino cerca de aquí!
Akira: Wow… ¿ella apesta tanto? Pobrecita. — comentó triste, pero en el interior se estaba riendo.
Nino: “¡Es perfume, idiota!” — pensó avergonzada.
Miku: Me alegra que estés bien, Akira. — dijo mientras se sentaba en el asiento a lado de la camilla con una suave sonrisa —. Si te sientes solo, llámame. Vendré y te cuidaré en cualquier momento.
Akira: sonrió —. Te lo agradezco, pero estaré bien… ¡Itai! — exclamó de dolor cuando Ichika lo golpeó en la cabeza con el libro de medicina —. Ugh. Ten más respeto con los pacientes, Ichika.
Ichika: Bueno, cosechas lo que siembras, ¿no? — dijo sentándose al otro lado de la camilla —. Por cierto, quería mostrártelo mañana, pero mejor te lo muestro ahora. — de su bolso, sacó unas pruebas que había hecho.
Akira: Oh. Entonces sigues yendo a la escuela, ¿eh? Me alegro por ti. — dijo dándole una sonrisa sincera.
Ichika: “¿Cómo no voy a seguir yendo a la escuela si estás ahí? No quiero dejarte ahora” — pensó cautivada por la mirada concentrada de Akira al leer sus pruebas —. “Sin riesgo no hay ganancia, ¿no?”.
Miku: ¿Hm? — notó que la comida de Akira estaba a medio comer —. Akira, ¿hay algo que no te guste de tu comida?
Akira: Sí. Todo. — admitió con una sonrisa nerviosa.
Miku: Entonces podría cocinarte algo si me lo pides. — dijo inocentemente.
Akira: A-ah, no te preocupes. Aunque no me guste me lo comeré todo. — dijo tras recordar el omurice que hizo hace meses.
Miku: Ya veo. — dijo antes de tomar un pan y acercarselo a su boca —. Entonces toma y di 'aaahh'.
Akira: Yo puedo comer por mi cuenta, no soy un niño. — dijo cuando de repente otro pan golpeó su mejilla.
Ichika: Tienes que comer si quieres mejorarte.
Akira: Mnghnmnf dmdbsmn, ¿nghdn? (Saben que sólo tengo una boca, ¿verdad?) — preguntó con la boca llena.
Ambas intentaron alimentar a Akira, pero debido a eso, los panes se quedaron metidos en su boca.
Akira: Nhngn. — dijo inexpresivo.
Ichika y Miku se rieron de su expresión.
Yotsuba: ¡Ah! ¡Te encontré, Nino! — exclamó sacando a su hermana de las cortinas y agarrándola con una llave.
Nino: ¡¿Qué eres, un perro?! ¡S-suéltame! — exigió, pero Yotsuba ya la estaba sacando afuera.
Ichika: Entonces nos vamos también. — dijo mientras ella y Miku se levantaban de sus asientos.
Miku: Nos vemos pronto, Akira. — se despidió yéndose con sus hermanas.
Akira: Nos vemos. — dijo volviendo a su lectura mientras comía el pan que le dieron —. Ugh, en serio odio la comida del hospital.
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Timeskip traído por Nino intentando huir de Yotsuba…
Akira: Haa… — suspiró cerrando su libro tras leer por una hora —. Ya me dio hambre.
¿¿??: A mí también.
Akira: ¡¡KYA!! Digo, ¡¡AAHH!! — gritó saltando de su cama del susto —. ¡¿Itsuki?!
Itsuki: H-hola. — saludó nerviosa.
Akira: Casi se me escapa el corazón. — dijo intentando calmarse —. No me sorprendas así.
Itsuki: Lo siento. — dijo apenada —. No sabía que estarías aquí hasta que te vi leyendo un libro.
Akira: ¿Acaso te estabas escondiendo de tus hermanas porque tienes miedo a las inyecciones?
Itsuki: Ajajaja, no sé de qué estás hablando. — dijo desviando la mirada.
Akira: Claaaaro.
Itsuki: En realidad… hay algo que quería preguntarte.
Akira: ¿Hm?
Itsuki: Por favor… dime el motivo por el cual estudiaste tanto y sigues haciéndolo.
Akira: Aaaahhh… nop. — dijo volviendo a abrir su libro.
Itsuki: ¡¿Eh?!
Esa no era la respuesta que esperaba. Por lo que rápidamente infló sus mejillas y lo miró fijamente.
Akira: Ahm… ¿qué estás haciendo? — preguntó confundido.
Itsuki: Dime la razón por la cual sigues estudiando. No dejaré de mirarte hasta que me digas. — dijo sin parpadear.
Akira: Haa… — suspiró mientras cerraba su libro y se quitaba los lentes —. ¿Quieres hacer un concurso de miradas, pequeña? Déjame decirte que jamás he perdido en este juego. — dijo antes de acercarse peligrosamente a ella mientras la miraba.
Itsuki: sonrojada —. E-entonces veamos quien de los dos cae primero.
El juego había comenzado. Ninguno de los dos despegó la mirada del otro incluso si los ojos ya les empezaban a picar. Pero con el paso de los minutos, sus miradas se suavizaron e inconsciente y lentamente se estaban acercando a los labios del otro.
Estuvieron a punto de besarse, de no ser por dos enfermeras que pasaban por la puerta.
Enfermera1: Mira que apasionados.
Enfermera2: Que linda pareja.
Sus comentarios hicieron que ambos se dieran de lo que estaban a punto de hacer, por lo que rápidamente se separaron y miraron al otro lado para que no vean el rojo de sus caras.
Itsuki: “¡¿Qué estaba a punto de hacer?!” — pensó avergonzada.
Akira: “¡Tan cerca y a la vez tan lejos!” — pensó admitiendo que quería besarla.
Itsuki: N-no me voy a ir de aquí hasta que me lo digas. — dijo acomodándose en su asiento.
Akira: Entonces te saldrán raíces. — dijo mientras se quitaba los lentes y se frotaba los párpados —. Bien… te lo diré, pero no te daré muchos detalles.
Itsuki: Es suficiente para mí.
Akira: Y no le digas de esto a nadie, ¿okey? Lo que estoy a punto de decir no puede salir de estas cuatro paredes. ¿Me prometes que no le dirás a nadie?
Itsuki: asintió —. Lo prometo.
Akira: Okey, ¿por dónde empiezo? — se preguntó mientras volvía a colocarse sus lentes —. Ahm… todo empezó cuando tenía 5 años y vivía en Kyoto, mi ciudad natal. Y aunque a esa edad, un niño juega con sus amigos Pokemon, yo era un tanto… diferente.
Itsuki: ¿Diferente? — preguntó confundida.
Akira: Yo… era un delincuente.
Los ojos de Itsuki se abrieron en shock por lo que acaba de escuchar.
Akira: Sí, sé que impactante, pero así es como mi padre me educó.
Itsuki: ¿Qué clase de padres educan así a sus hijos?
Akira: La peor, déjame decirte. — dijo mirando el techo —. Delincuencia, intimidación, chantaje y otras cosas más. Mi padre era el líder de un grupo yakuza.
Itsuki: ¡¡¿QUÉ?!! — gritó sorprendida.
Akira: ¡Shhh!
Itsuki: Perdón. — susurró tapándose la boca con las manos —. ¿Eres el hijo de un yakuza?
Akira: Era. — recalcó —. Dejé de serlo hace mucho tiempo. — dijo antes de suspirar —. Como decía, a esa edad era así porque mi padre me educó. Sin embargo, un día conocí a una mujer que… me mostró que podía ser mejor que eso.
Itsuki: ¿Quién?
Akira: No la recuerdo muy bien físicamente, pero ella era grandiosa. La conocí un día de la nada y me demostró que podía usar mi máximo potencial a pesar de que no quería ser enseñado. — dijo mientras se recostaba de espaldas con una sonrisa nostálgica —. Aún recuerdo los golpes en la cabeza cuando la insultaba.
Itsuki: ¿Golpes en la cabeza? — preguntó con una risita.
Akira: Era muy estricta, pero justa a la hora de enseñarme. Con el tiempo, ella se ganó mi respeto y mi admiración. Y luego, los esfuerzos dieron sus frutos. Dejé a mi padre para siempre a los 7 años cuando conseguí mi beca en la universidad de Yale, me gradué y obtuve mi doctorado a los 12 años… y todo gracias a esa mujer que me ayudó sin nada a cambio.
Itsuki: Vaya. — dijo sorprendida —. Suena como una gran persona.
Akira: Sí que lo es. Quiero agradecerle por todo lo que ha hecho por mí, pero nunca la pude encontrar. Ojalá pueda verla una vez más.
Itsuki: ¿Y… cómo se llamaba esa chica?
Akira: Se llamaba… ahm, ¿cómo se llamaba? — se preguntó tratando de hacer memoria —. Ah, sí… se llamaba Rena.
Itsuki abrió sus ojos sorprendida cuando escuchó ese nombre, cosa que fue notado por Akira.
Akira: ¿Pasa algo?
Itsuki: Ehm… yo…
¿¿??: ¡Finalmente te encontramos, Itsuki!
Los dos se exaltaron cuando vieron a Yotsuba y al resto de las hermanas paradas en la puerta.
Yotsuba: Así que aquí estabas todo el tiempo. Parece que encontramos el premio gordo aquí.
Ichika: Bueno, finalmente estamos las 5, así que ya podemos ir.
Nino: Ngghh. — hizo una mueca incómoda al saber que será vacunada.
Itsuki: ¡S-sólo denme un poco más de tiempo, por favor! — pidió, pero Nino la agarró de los brazos y se la llevó con ella.
Nino: ¡Yo ya estoy preparada, Itsuki! ¡Y te arrastraré al infierno conmigo!
Itsuki: ¡¡NOOOOO!! — gritó siendo arrastrada hacia la sala de vacunación.
Akira: Gracias por visitarme. — dijo cuando ya se habían ido.
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Al día siguiente, tras ser dado de alta, Akira volvió al departamento de las Nakano para otra sesión de estudios.
Sin embargo, cuando entró, no esperaba ver algo espectacular.
Akira: Oh, wow.
Una de las chicas vistiendo solo una toalla que envolvía su escultural cuerpo, mostrando sus muslos blancos y algo de su pecho. Otra toalla envolvía su cabello, por lo que no se podía identificar quien era.
Akira: Solo quiero decir algo antes de que grites. — dijo respirando profundamente —. Que rica chuleta.
Nakano: ¡¡PERVERTIDO!! — gritó arrojándole un bolso que tenía en la mano.
Akira: ¡¡AGH!! — gimió de dolor cuando la bolsa golpeó su cara.
Aprovechando su aturdimiento, la hermana Nakano corrió escaleras arriba y se escondió en su habitación.
Akira: Eso dolió. Espera, ¿qué es esto? — preguntó cuando vio unas pruebas con 0 de calificación en ellas —. ¡Me acaba de golpear la estupidez! ¡Esto se acabó!
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Timeskip traído por las quintillizas cambiando de peinado…
Tras varios minutos, las chicas habían bajado luciendo peinados diferentes. Las de cabello largo tenían una cola de caballo, pero que la de cabello corto como Ichika tenía dos coletas.
Nino: Esto es un nuevo nivel de rareza.
Miku: ¿No se supone que estudiariamos hoy? — preguntó confundida.
Akira: Es raro que quieras estudiar, Nino. — dijo mirando a Miku.
Nino: Yo soy Nino, idiota.
Itsuki: ¿Por qué nos pediste que nos hagamos el mismo estilo de peinado? — preguntó confundida.
Akira: ¡Porque es hora de que yo… Sakamoto Akira… les demuestre que puedo diferenciarlas! — exclamó antes de señalar a las chicas de izquierda a derecha —. ¡Miku, Nino, Itsuki, Ichika y Yotsuba!
Nino: Nada mal.
Akira: ¡¡SÍ!!
Nino: ¡Pero solo acertaste en una! — exclamó señalando a Itsuki.
Akira: ¡¡NO PUEDE SER!! — gritó frustrado —. Parece que no puedo diferenciarlas sin una pista que me ayude.
Nino: O tal vez necesitas ojos nuevos.
Itsuki: ¿Qué tratabas de hacer, Sakamoto-kun?
Akira: Pues verás… — dejó las pruebas sobre la mesa —. Cuando entré, una de ustedes estaba saliendo de la bañera y me abofeteó con estas pruebas. Sus nombres fueron arrancados de las hojas, por lo que no puedo saber quien es. O eso diría hace unos segundos… — dijo poniendo una mano sobre el hombro de Yotsuba —. ¿Qué estás esperando, Yotsuba? Confiesa y tu castigo será menor.
Yotsuba: ¡¿Por qué asumes que fui yo?!
Miku: Así que por eso nos pediste que usáramos este peinado.
Akira: Sí, porque necesito reconocerlas solo al ver sus rostros, entonces no tendremos otro incidente como en el esquí.
Itsuki: Me disculpé por eso, ¿okey? — dijo apenada.
Nino: Bueno, si Itsuki no hubiera usado esa mascarilla, la hubiera descubierto en un santiamén.
Akira: Oh, ¿puedes reconocer a tus hermanas con sólo ver sus rostros? ¿Cómo?
Nino: ¿Eh?
Miku: Incluso si preguntas…
Ambas chicas se miraron y respondieron.
Nino: Es porque Miku es la única con ese escuálido y pálido rostro. — dijo señalándola.
Miku: Es porque Nino es la única con ese desagradable rostro. — dijo antes de mirar con enojo a su hermana —. ¡¿Qué quieres decir con escuálido?!
Nino: ¡Dijiste que mi rostro es desagradable!
Akira: ¡Ambas tienen el mismo y hermoso rostro! — exclamó frustrado, sin darse cuenta que sonrojó a ambas chicas.
Yotsuba: ¿Te digo algo bueno? Nuestra madre nos dijo cómo nuestros rostros hace mucho tiempo. ¡Ten amor! ¡Y naturalmente lo entenderás! — declaró con música y ángeles con su cara volando a su alrededor.
Akira: …… — apagó la música de ángeles de su teléfono y la miró inexpresivo —. Así que jamás lograré identificarlas. Por cierto, ya pueden deshacerse de sus peinados.
Miku: Bueno, si realmente quieres identificarnos, es realmente sencillo. Solo compara la posición de nuestros lunares. — dijo volviendo a su habitual peinado.
Akira: Bueno, no he visto el lunar, pero me gustaría que me lo mostraras. — dijo muy interesado.
Su comentario hizo que Miku retrocediera y cayera de espaldas contra el sofá, mostrando una expresión tímida y sumisa.
Miku: Supongo que está bien… si eres tú, Akira. — dijo a punto de subirse el vestido.
Itsuki: ¡¡POR SUPUESTO QUE NO!! — gritó interfiriendo en medio —. ¡¡TÚ MISMO LO DIJISTE, NO HAS VISTO EL LUNAR DE LA CULPABLE, ASÍ QUE NO TIENES QUE VERLA!!
Akira: ¡Es verdad, pero podría haber usado eso como referencia para el futuro!
Ichika: Akira-kun, quizás… ¿qué tal si la culpable está entre nosotros?
Akira: ¿Qué intentos decir? — preguntó extrañado.
Ichika: Escucha cuidadosamente. En realidad hay una sexta hermana escondida entre nosotras… ¡y se llama Mutsumi!
Akira jadeó con sorpresa, pero luego puso un rostro inexpresivo, sabiendo que era una mala mentira.
Yotsuba: ¡Imposible! — exclamó en shock —. ¡Entonces, ¿dónde está esa tal Mutsumi?!
Ichika: Jejeje… ella en realidad está en una habitación secreta que nadie sabe que existe dentro de esta casa.
Yotsuba: ¡No puede ser!
Akira: Ichika… mejor sigue con tu carrera como actriz, porque como guionista eres mala. — dijo mientras volvía a recoger las pruebas fallidas —. Esta son las únicas pruebas que tengo y ustedes son las únicas implicadas. No quería hacer esto, pero…
Ante la mirada confundida de las chicas, Akira fue donde su mochila y sacó lo que parece ser un envase de comida.
Las chicas tragaron saliva y miraron a Itsuki, que estaba hipnotizada por el envase.
Itsuki: E-eso es…
Akira: Esto es curry massaman tailandes. El platillo que está en el ranking número uno de la gastronomía mundial. — dijo destapando el envase, dejando que el olor de la comida inunda la sala —. Hecho por un chef 100% nativo de Tailandia. Su fuerte y delicioso olor no hace justicia a su sabor.
Ichika: ¿Por qué trajiste eso? — preguntó confundida.
Akira: Era mi almuerzo para más tarde, pero ahora se la daré a quien me diga el nombre de la dueña de estas pruebas. — dijo antes de mirar a Itsuki con una sonrisa tentadora —. ¿Y bien, Itsuki? ¿Me dirás si fuiste tú o tus hermanas a quien le pertenece?
Itsuki: Etto…
Nino: Itsuki, no.
Miku: No lo hagas, Itsuki.
Yotsuba: ¡Resiste, Itsuki!
Ichika: Itsuki-chan, Onee-san te dice prohíbe que lo digas.
Akira: Aw, que lástima. — agarró una cuchara y tomó una porción —. Supongo que me comeré todo esto yo solo.
Itsuki: ¡¡LAS PRUEBAS SON MÍAS Y DE MIS HERMANAS!! — confesó con un grito para luego quitarle la cuchara y la comida, comiéndosela — ¡Hmm! ¡Que rico!
Su confesión dejó totalmente boquiabierto a Akira, mientras que sus hermanas desviaron la mirada con expresiones de vergüenza. La única que estaba feliz era Itsuki, que comía con gusto el platillo extranjero.
Akira: ¡¡¿TODAS USTEDES SACARON 0 EN SUS MATERIAS?!!
Miku: Usar comida para convencer a Itsuki es muy bajo. — murmuró.
Nino: ¡¿Qué estás haciendo, Ichika?! ¡¿No prometiste que los esconderías antes de que este tipo llegara?!
Ichika: Lo siento. — se disculpó con las manos juntas y una pequeña sonrisa.
Akira: ¿Solo falto un día y esto es lo que ocurre? — se preguntó mientras se alborotaba el cabello —. Yo… yo… tienen el día libre, chicas. Iré al hospital a internarme de nuevo o que me recete algo contra la migraña.
Sin más que decir, se fue de la casa, dejando a las chicas que lo veían irse.
Yotsuba: Lo rompimos.
Nino: ¿Por qué nunca intenté eso antes? — preguntó lamentándose de no haberlo hecho para deshacerse de él.
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Al día siguiente…
Cuando regresó al edificio de las chicas al final de un día de clases, se sorprendió de ver a una niña con dos coletas trenzadas que dibujaba con crayones en el suelo.
Miku: Kiku-chan es realmente grandiosa porque es muy obediente.
Akira: Estoy confundido. ¿Quién es la niña?
Ichika: Es la hija del presidente mi agencia.
Akira: ¡¿Te refieres al sujeto extraño del festival?! — preguntó sorprendido.
Ichika: Él no es extraño, pero sí. Tuvo un urgente viaje de negocios, así que tengo que cuidarla por él.
Akira: No puedo creer que ese tipo sea padre. — dijo antes de negar con la cabeza —. Como sea. Ya que la niña está dibujando, nosotros empecemos a estudiar.
¿¿??: Oye, tú.
Akira: ¿Hm? — se dio la vuelta para ver a Kiku mirarlo seriamente.
Kiku: Tú… juega conmigo. — ordenó señalándolo con el dedo.
Akira: ……
Miku: ……
Ichika: ……
Akira: Muy bien. — aceptó recogiendo la muñeca de Kiku —. Juguemos, Kiku-chan…
Kiku: ¡No me trates como una niña! — exclamó dándole un manotazo a la mano del chico, haciendo que la muñeca caiga al suelo —. ¡Jugar con muñecas es cosa del pasado! ¡La moda es jugar a la casita!
Akira: “Ya no entiendo la nueva tendencia de esta juventud” — pensó frotándose la mano que fue manoteada.
Kiku: Tú serás mi papi y yo voy a ser yo.
Miku: ¡Ah! ¡Entonces yo seré tu mami! — se ofreció levantando la mano.
Kiku: No tenemos mami en nuestra familia. Mi mami se fue hace mucho tiempo de casa con su amante.
Miku: ¿Así que este juego es más realista?
Akira: Bueno, ya que. — aceptó jugar y meterse en el papel —. Ejem… Kiku, ¿hiciste algunos amigos en el jardín de niños? ¡Puedes contárselo a papi!
Kiku: Imposible. Después de todo, ellos son unos mocosos retraídos.
Akira: Tú también eres una mocosa retraída, ¿sabías? — preguntó con una gota de sudor.
De repente, Kiku movió su mano en el aire como si estuviera moviendo la perilla de una puerta.
Kiku: Traquetear, traquetear.
Akira: ¿Traquetear, traquetear?
Kiku: Hee, así que este es el lugar donde papi trabaja. — dijo mirando todo el lugar.
Akira: ¿Eh? ¿Cambiamos de escena?
Kiku: Ustedes son serán las secretarias. — dijo señalando a Miku e Ichika.
Ichika: ¿Nosotras también vamos a hacer esto?
Miku: ¿Secretarias?
Kiku: Correcto. Y ustedes dos están enamoradas de papi. — dijo sorprendiendo y sonrojando a ambas.
Akira: ¿Qué rayos con esta historia? Esto es un fanfic, no una telenovela. Ellas no…
Miku: Presidente… — lo interrumpió acercándose con sus puños cerca de su pecho —. ¿Cuándo me llevarás a cenar? Vamos, salgamos esta noche, ¿okey?
Akira: ¡¿Eh?!
Ichika: “Te has vuelto muy honesta, Miku” — pensó orgullosa de su hermana —. “Sin embargo… ¡no perderé contra ti en actuación!”.
Con una sonrisa y una mirada cálida, se sentó a la altura de Kiku para hablarle.
Ichika: Kiku-chan, ¿no quieres una nueva mami, cariño?
Miku: ¡Ah, eso no es justo! ¡Yo seré su nueva mamá!
Ichika: ¿Estás segura que puedes convertirte en una, Miku?
Kiku: Entonces, ambas díganme que parte de papi aman.
Ichika: ¿Eh?
Miku: ¿Qué parte, dices?
Akira solo bostezó con cansancio, preguntándose que hacía ahí. Por lo que tomó una hoja de papel y empezó a hacer origami.
Ichika: Bueno… él tiene un lado varonil.
Miku: Es inteligente, es confiable, es alto, es genial.
Kiku: Mi papá no es tan alto.
Ichika: O-oh cierto. Estamos hablando del presidente.
Miku: Entonces, ¿cuál de las dos crees que es mejor mami, Kiku-chan?
Kiku: Yo no necesito una mami.
Miku: ¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!
Kiku: ¡Porque no estoy sola incluso si no tengo una! ¡Y por culpa de mami, papi la tuvo que pasar muy difícil! — exclamó severamente —. ¡Así que estoy feliz con papi a mi lado!
Akira suspiró antes de sonreír y sorprender a Kiku al cargarla sobre su hombro izquierdo.
Akira: ¡Hey, no te fuerces! ¡Montemos las preocupaciones y volemos al mañana!
Kiku: ¡Wah! ¡¿Qué haces?! ¡Bájame! — gritó agarrándose del cabello de Akira para no caerse.
Akira: No hay manera que una niña de tu edad no esté sola sin su mamá a tu lado. Así que no te presiones en ser un adulto tonto y sólo di cosas egoístas como una niña de tu edad, ¿bien? — dijo haciendo a la niña llorar un poco.
La bajó con cuidado al suelo y le mostró un avión que hizo con el papel hace poco. Con algo de fuerza, lo mandó a volar por toda la sala hasta que regresó a su mano como si fuera un bumerán.
Akira: Deja que las preocupaciones se vayan a volar, ¿si? — dijo dándole el avión y acariciando su cabeza.
Kiku: Sí. — asintió tomando el avión con sus manos.
Akira: Esa es mi niña. — dijo con una sonrisa.
Mientras Akira consentía a la pequeña Kiku, Miku veía la escena familiar con admiración.
Miku: “Apuesto que ni siquiera se da cuenta, pero esta calidez con la que puede llenar el hueco dentro del corazón de las personas es algo que Akira tiene. Y la frialdad de mi corazón se derritió con esa misma calidez y lo está llenando de un nuevo sentimiento que no quiere y no quiero que desaparezca” — pensó mientras inconscientemente se sentaba de rodillas y miraba al chico —. Akira… ¿saldrías conmigo?
La caricia de Akira se detuvo y miró a Miku con los ojos abiertos. Ichika también la miró con la misma expresión. Sorprendida de que Miku haya dicho algo así.
Akira: Miku, ¿qué estás diciendo?
Miku: A-ah… pues… yo…
Akira: La verdadera pregunta sería… — la tomó de las manos, sorprendiéndola —. Miku… ¿te casarías conmigo?
Ichika jadeó en shock mientras abrazaba a Kiku contra su pecho.
Miku: ¿Ca… sarme? ¡¿Eh?! ¡¡¿EEEHHH?!! — gritó sorprendida y completamente roja —. E-esto es muy repentino.
Akira: Solo di que sí, Miku. Seamos felices y tengamos tantos hijos como para tener 47 Ronins — dijo avergonzándola más.
¿Tantos hijos? Era lo que pensaba Miku. Y aún así, estaba haciendo cálculos y dándose aliento de que su cuerpo podrá con tantos.
Miku: Y-yo… yo… — bajó la mirada mientras humo salía de su cabeza —. Acepto.
Ichika: ¡¡¿EEHHH?!!
Miku: Por favor cuida de mí.
Akira: ¡Que bien! — sonrió antes acariciar la cabeza de Kiku —. ¿No estás feliz, Kiku? ¡Ya tienes una nueva mami! Bueno, aunque sea solo en este juego.
Ichika/Miku: ……………¿Eh?
Yotsuba: ¡Estamos en casa! — avisó llegando con el resto de sus hermanas —. Espera, ¡que niña más linda!
Nino: ¿Por qué está dentro de nuestra casa?
Itsuki: ¿Qué están haciendo?
Akira: Estamos jugando a la casita y justo ahora me acabo de casar con Miku.
Itsuki: Ya veo… espera, ¡¿qué?!
Yotsuba: ¡Eso es increíble! ¡Yo también quiero jugar! ¿Qué rol debería hacer? — le preguntó a la niña.
Kiku: ¡Eres un perro!
Yotsuba: ¿Un perro? ¡Woof! — ladró metiéndose en el papel.
Kiku: ¡Y ustedes dos son mis abuelitas! — exclamó señalando a Nino e Itsuki.
Nino: Oh, es muy amable de tu parte por dejarnos jugar. — dijo con una sonrisa y mirada sombría —. Entonces de nuevo, ¿qué clase de rol debería hacer?
Kiku: A-abueli… — fue interrumpida por Nino que le estiró sus mejillas.
Nino: No puedo escucharte, querida.
Akira: No lastimes a tu nieta, querida madre.
Nino: ¡¿Quién quiere ser madre de alguien como tú?! — preguntó exasperada.
Yotsuba: ¡Jajajaja!
Mientras se reían y jugaban, Miku se sentó en el sofá completamente exhausta por lo que acaba de pasar.
Miku: Que confusión.
Ichika: Realmente entré en pánico. — dijo detrás de ella.
Miku: Esta vez terminó como confusión, pero hablo en serio sobre él.
Ichika: Pude darme cuenta de eso. — dijo sonriéndole.
Miku: Me pregunto por qué… incluso cuando quiero a Akira para mí… una vida con nosotros 6 juntos de esta manera, tampoco parece mala idea. — dijo viendo la divertida interacción del chico que le gusta y sus hermanas —. ¿Soy rara?
Ichika: Nop, porque también pienso eso. — dijo mirando a los demás —. Sería genial que podamos ser capaces de divertirnos juntos de esta manera por siempre.
CONTINUARÁ
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