En este sueño yo me encontraba caminando en medio de la calle en dirección a mi casa, el día estaba nublado, pero habían varias cosas que me parecían extrañas; En primer lugar no habían autos en las calles y tampoco personas, es más ni siquiera habían perros callejeros, en segundo lugar el ruido de ambiente era un sonido estridente el cual recuerdo como una mezcla entre el rechinido de una reja vieja y oxidada abriéndose, trompetas y quejidos o llantos de personas y en tercer lugar tenía la sensación de alguien o mejor dicho algo me estaba siguiendo y frente a esa situación lo mejor que podía hacer era llegar lo antes posible a mi casa. 

Al percatarme de esa presencia comencé a caminar cada vez más rápido hasta trotar y después correr a mi casa, pero la calle de me hacía infinita y de pronto comencé a sentir que mis pies pesaban cada vez más y más hasta que finalmente terminé caminando de nuevo mientras sentía que aquello que me seguía se acercaba más y más y el ruido de fondo se hacia más fuerte, por fortuna alcancé a llegar al cruce que da con la calle que pasa frente al pasaje en donde se encuentra mi casa, doblé a la derecha hacia dicha calle y caminé unos metros hasta llegar al frente de la reja del pasaje, mientras el ruido de fondo comenzaba a hacerse más tenue, para mi fortuna tenía mis llaves así que abrí la reja del pasaje y después la reja de mi casa (así es la gente buena vive tras las rejas y los delincuentes andan libres), pero me dí cuenta algo no andaba bien con mi casa, no estaba mi pero, las paredes estaban peladas con los ladrillos y el concreto expuesto, en lugar de ventanas había un plástico transparente, parecía como si mi casa estuviese en construcción, luego con la llave abrí la puerta y me dí cuenta de que las tablas y cerámicas del suelo tampoco estaban, en su lugar el suelo era de tierra, los interiores estaban igual que el exterior, nada de pintura, ni revestimientos, ni cuadros o muebles, era solo la obra gruesa de una construcción abandonada. Intrigado por el aspecto de mi casa comencé a explorarla, pero era más de lo mismo, entonces finalmente decidí ir a mi habitación y al entrar me dí cuenta que estaba igual, salvo por una excepción, entre toda la obra gruesa estaba mi cama y un banquillo como el que usan los maestros de la construcción, entonces me senté al borde de la cama y comencé a preguntarme por el paradero del resto y sobre la naturaleza de aquello que me perseguía. 

Si algo sucedió después de eso no sabría decírselos porque no recuerdo más del sueño, pero fue bastante raro en mi opinión.