Cuando era pequeña siempre creí que el amor era algo hermoso, que  algún día encontraría el amor verdadero, o hasta mejor aún, mi príncipe azul... Dios, que idiota fui... ¿Cómo pude creer que algo tan perfecto pudiera siquiera existir?...

Los años han pasado y esa ilusión se esfumó, se perdió con el tiempo como si el viento se lo hubiera llevado. No quiero creer en el amor, pero soy tan masoquista que aún continúa esa esperanza de algún día conozca a mi media naranja... ¿Qué tan ingenua puedo ser? ¿Qué tan estúpida y tonta puedo llegar a ser? ¿Cuándo dejaré de creer en la ilusión que han llamado amor? 

No soy feliz, nunca lo he sido... Y aunque docenas de veces he intentado acabar con mi infeliz vida, soy terca, testaruda, tonta, como queréis llamarme, y sigo intentando intentado aún a sabiendas de que eso no es para mí.

He experimentado el amor algunas veces en mi corta vida, y en ninguna ocasión he terminado con una sonrisa. Puedo decirles que al principio es un sentimiento hermoso, algo totalmente maravilloso, pero eso solo es una ilusión para amortiguar el golpe de la verdad... Que el amor solamente causa daño, dolor y total sufrimiento...