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Era un día normal en el territorio karmaliense, la balanza entre el amor y la violencia ocupaba su lugar, mientras que un chico de pelo castaño y ojos carmesí merodeaba perdido en busca de materiales.

--- Mmh....--- Mumuraba para sí mismo.
--- Eh...tal vez ¿por aquí?..No, no, ¡por aquí!--- Exclamó el chico más perdido que tortuga en verano.

Hacía una calor abrumadora y llevaba casi medio día buscando unos materiales restantes para la remodelación de su hogar, sin embargo, la escacés de materiales había aumentado desde el último ataque en karmaland y conseguir algo que antes era básico, ahora, era un lujo.

Los árboles cada vez se parecían mas entre sí y por cada minuto que pasaba sentía que se estaba volviendo loco.

---¡¿Ehh?! ¿No había pasado ya por aquí?...

Estando casi derrotado por su búsqueda en vano de medio día, se rindió, decidió que volver y descansar de esa interminable exploración era lo mejor para él.

Decepcionado, pero decidido dió media vuelta y regreso sus pasos.

Para este punto lo único que le motivaba a seguir caminando era pensar en su suave y cómoda cama de lana, realmente no podía esperar a llegar a casa.

Entre sus caminatas y sollozos por lo alejado del camino se fijó en algo que le llamo la atención, era algo tirado en el suelo.

Al entrecerrar los ojos un poco notó que ese algo parecía... una persona. Estaba tirado en el suelo sin decir una palabra. Al castaño no se le hizo conocido, así que asumió que era alguien del pueblo, pero ¿Un ciudadano aquí tirado sin más? ¿Qué sentido tenía eso? ¿Será que había aceptado una misión sin percatarse?
Por el cansancio, no descartó esa posibilidad, por lo que se acercó con sigilo al debilitado hombre.

---¿Perdona? ¿Estás bien?-- Dijo el castaño preocupado.
Sin embargo, no obtuvo respuestas.

Al percatarse de que el chico no le respondía su angustia empezó a crecer, "¿estará vivo?" Ese era el único pensamiento que rondaba su mente.

La presión de ayudar al chico le ganó la batalla, así que por decisión propia y de su moral como heroe se acercó un poco más a donde el chico. El castaño se agachachó y le volteó suavemente boca arriba.

--¡¿Oye, estás bien?!

Al voltearle, la sorpresa del castaño fue más que magnífica al percatarse que ese chico de ahí no era más que Quackity, su mejor amigo, sin embargo, algo no andaba bien, este por alguna razón tenía una herida en el ojo izquierdo e iba vestido de una forma extraña, pero eso no importaba, después de todo era su amigo, así que preocupado por él con el pensar de que lo había atacado algún animal salvaje o tal vez algún miembro le había jugado una broma muy pesada, nuestro querido castaño lo tomó en brazos para llevarlo a su casa ya que ya no faltaba mucho.

El recorrido fue el triple de cansado que antes pues ahora estaba corriendo con una persona en brazos, pero aunque parecía muy complicado logró llegar a su hogar, sin pensarlo mucho abrió su puerta e ingreso a el interior de su hogar para luego colocar al pelinegro en su cama.

El castaño busco un kit de primeros auxilios para supuestamente curar al pelinegro, pero no fue hasta luego de tener el kit en sus manos que se percató de un detalle importante, la supuesta herida del chico... era una cicatriz, lo que quería decir que ya había sanado, ¿cómo mierda podía ser? Si la última vez que el castaño vio a su mejor amigo fue el día de ayer y como se podría imaginar no había ninguna cicatriz en su rostro ¿cómo carajos una herida sana tan rápido? Rápidamente en busca de una explicación comenzó a pensar que tal vez no era Quackity, seguro sólo era un ciudadano que se le asimilada a su amigo.

Mientras estaba metido en sus pensamientos el pelinegro comenzó a moverse, parecía que iba a despertar, así que el castaño desconfiado por su propio "amigo" dio tres pasos atrás, sólo por precaución

El pelinegro despertó, magullado, se sentó con calma para luego analizar su alrededor.

Al ver al castaño, no se sorprendió, pero tampoco estaba tranquilo, simplemente se puso una mano en la frente y dijo, para sorpresa de todos:

---"Damn, what the hell happened?"--- Exclamó el pelinegro con voz ronca.

Por supuesto que al oír esto el castaño se desconcertó demasiado, habían demasiadas cosas mal, ¡la cicatriz, la ropa, la voz, la actitud e incluso el idioma! ¿Qué demonios pasaba?

---..¿Quackity, estás bien?--- Dijo el desconfiado castaño

Al oír esto el pelinegro lo miró con una mirada entre confundida y amenazante, rodó los ojos e intentó levantarse.

---Who the hell are you?--- dijo el chico exigiendo respuestas.

Nuestro castaño se sentía algo acorralado pues el chico de cicatriz que debía ser su mejor amigo caminaba hacia él con una mirada amenazadora y un aura asesina

--...Quackity, espera, ¿Por qué hablas así? C-calmate, ¿sí?

El pelinegro comprendió, pues era obvio que el castaño estaba asustado, estaba sudando y tarareaba al hablar, por esta acción el pelinegro notó que tal vez ese chico no era una amenaza, pues parecía igual o más confundido que él, así que, tomó aire y tras un breve suspiro exclamó:

---You understand me?

El castaño era español, sin embargo por supuesto que entendía el inglés pues era de sus lenguajes preferidos además su mejor amigo le hablaba así todo el tiempo.
---S-sí, sí te entiendo.

El pelinegro, o como se le llama realmente, Big Q, también entendía el español pues siempre creía que el saber varios idiomas le beneficiaría bastante en un futuro, y bueno, así fue.

---Bien, en ese caso, ¿tienes alguna idea de que está pasando?

El castaño de ojos rojizos se sorprendió por lo fluido que hablaba el idioma, pues él ya estaba convencido de que ese no era Quackity o por lo menos no era el Quackity que él conocía.

---Yo... yo te encontré tirado en medio del bosque y te confundí con mi amigo así que te traje para intentar curarte, pero juro que no tengo nada que ver con lo que te haya pasado.---dijo intentando librarse de culpa.

El pelinegro que también desconfiaba del castaño empezó a entender un poco más lo que pasaba, pues había algo en claro, él ya no controlaba la situación, estaba en un terreno completamente desconocido para él y en el que por lo visto ese nervioso castaño estaba familiarizado así que, lo próximo que debía hacer estaba claro, tenía que familiarizarse con el lugar y por supuesto con el enemigo.

Big Q suspiró agotado.

--- Entiendo, no te preocupes, una disculpa por haberme alterado ¿sí? Fue un momento de shock para mi, no sé en donde estoy, ni sé como llegué aquí.--Dijo emitiendo una actitud completamente diferente.

---Oh... entiendo, no te preocupes, cualquiera reaccionaría mal si se encontrasen en casa de un extraño... pero si deseas te puedo ayudar a regresar a tu hogar---Dijo el castaño con una sonrisa nerviosa.

--No creo que mi "hogar" esté cerca.

El castaño lo miró extrañado pues karmaland era bastante pequeño, todos vivían casi unidos y la mayoría se conocían entre sí ¿en dónde podría vivir este chico?

--dudo que esté tan lejos la verdad, tú solo dime en que pueblo te estás quedando y te llevaré.

--¿Pueblo?-- Dijo el desconcertado pelinegro.
--Sí...¿Acaso no vives en un pueblo?
--¿Qué? No, yo tengo mi propio país.

El castaño estaba completamente fuera de su onda tras esa confesión de parte del pelinegro ¿Su propio país? Eso era imposible, si hubiese un país en karmaland por lo más pequeño que fuese todos nos habríamos enterado de ello.
---¿Tu propio país?

El pelinegro asintió sin más sintiéndose un poco halagado por la sorpresa del mayor.
---Bien..--Dijo intentando mantener la calma y pensar con claridad
---¿Se puede saber como se llama ese país del que vienes?
---Se llama, 'Las Nevadas' Mi obra constructiva magistral.

Perplejo, sólo eso, si hubiese una palabra que lo describiera en ese momento sería perplejo, pues por supuesto que el castaño no conocía tal país, todo esto era tan extraño, así que por el bien de su salud mental decidió cambiar el tema y averiguar todo aquello poco a poco pues tanta información no le cabía en la cabeza, lo único que quedaba ahora era por supuesto avisarle a el dueño del lugar, Vegetta, de que había llegado un nuevo invitado sorpresa...