Asclita habia participado en una larga lista de guerras y disputas mundiales. Desde las montañas de la ahora Himalaya hasta los desiertos del antiguo Egipto.

Es un ser antiguo y casi imposible de asesinar, pero como tal siempre hay una debilidad o algo que te detenga.

Su imperio era grande, se extendió desde China, Japón, corea y una parte del mismo mar. Sin duda alguien muy peligrosa y amenazante. Conocida como el dragón oscuro, la emperatriz o emperador Dragón junto a una serie de títulos difíciles de recordar ahora.

Al ser un dragón era un ser benevolente pero sumamente codiciosa, deseaba tener más, ser más que esto y por sobre todo llevar su imperio desde los cielos.

Hasta que llegó su contraparte.

El dragón Blanco.

Nació de la misma luz del cielo y con los rayos del amanecer. Solo con eso ya lo consideran una divinidad, ella era la verdadera divinidad.

Nació entre mortales, vivió como uno, sintió como uno y gobernó como un dios, ella era a quien debían adorar.
Pero aún con la codicia en su ser, sabía que esto no debía ser así.

Su reino, su gente, su poder. Todo eso podría estar en riesgo si se le ocurría hacer algo contra él, solo por esa ocasión lo dejo respirar.

En las noches cuando acariciaba la cabeza de su halcón, cuando estaba alado de su dragón, miraba el cielo y con duda se preguntaba ¿Habre hecho bien en dejarlo vivir?

Los años dieron la respuesta.

No.

La rebelión de los señores fuedales, La caída de una parte de su muralla y los ataques a sus campos de entrenamiento. El caos empezó con una serie de ideales, ideas y conflictos menores, todo para que acabe en esta calamidad.

Su gente dejo de seguirla.

El ejército del dragón blanco se levantó

Su ejército calló.

Su país se derrumbó.

Ella solo quedaba en pie contra el Salvador.

El palacio a minutos de caerse en pedazos, Asclita estaba sangrado de manera rápida, su armadura a solo unos golpes más de romperse y ella a solo segundos de morir

Sus dragones peleaban entre si haciendo que el cielo y La tierra estén en una destrucción desmenuzada.

Asclita veía de manera cansada a lo que era antes su orgullo ..... Su reino.

Él solo vino a destruir todo.

Si tanto deseaba matarla, entonces él se irá con ella.

El último ataque con las única armas capaces de matarlos.

Una katana hecha con las escamas y colmillo de sus dragones.
Si la matara con eso entonces que sean mutuo este acto.

Tomaron impulsó y  en un descuido Él atravesó a Asclita con su katana, Hasta que ella se dejó atravesar más clavándole la katana en su cuello cortándole la cabeza.

El cuerpo del dragón blanco calló al suelo y el cuerpo herido del dragón negro solo espero su muerte mientras veía todo caer con ella incluído.

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Despertó en el momento en que sentía los escombros caer sobre ella.

Miro su alrededor, estaba en su cama, en su habitación.

Los recuerdos de lo que era tenían un enorme peso sobre ella.

Después de derrotarlo estuvo años dormida y sin saber nada del mundo y su evolución.

Pero sentía que de algún modo u otro, esto se hiba a repetir.

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