Corria como sus cansados pies le permitian.

Respiraba de manera rápida con el arma en sus manos sudaba frío y la tensión de sus músculos solo empeoraban cada minuto.

La brisa violenta del viento solo empeoraban más, casi parecía que este le deseaba agredir con la misma violencia que los demás.

Era la peor noche de todas, la única noche donde era tanto débil como fuerte.

La noche de Walpurgisnacht. Una noche donde todas las brujas tratan de matarla a ella y a su familia.

Lo consiguieron una vez, pero cada vez se hacen más fuertes, más poderosas, ahora son capaces de hacerles frente y como Luperca, debía liderar ahora las batallas.

Luperca,
                          Luperca,
                                                   Luperca

Todas la llamaban por ese nombre, ya no existía Hild, ahora era la dama Luperca.

Ella no tuvo elección.

Debía tener un líder, debían tener un sucesor, debían tener alguien que aún pudiera mantener el linaje y el pacto vivo y asalvo de los seres de la oscuridad.

Le gustará o no dejará de ser Hild.

Su lucha seguía, estaba rodeaba de ellos y ellas, sentía la sangre hervir y el grito de los demás reclamando que usará la bendición.

Pero su cuerpo no podía ni respondía, este mismo poder había que su carne cayera lentamente de su cuerpo.
Cómo si fueran largas tiras de carne putrefactos mientras sentía la intensa mirada de la estatua de un ángel sobre ella.

Gritaba, lloraba, suplicaba por piedad, hasta que llamas salían del suelo y solo aumentaban su agonía.

Todo mientras los demás exigían más de ella.

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Despertó con el sudor en la cara, el cuerpo temblando y las lágrimas salir de sus ojos.

Están en una habitación que le había dado Surt mientras se quedaba con ella.

Se hizo ovillo en el suelo mientras seguía llorando, se tocaba las heridas de sus prótesis recordando como su hermano se las había arrancado y comía de su carne.

Podía sonreír y ser amable, pero por dentro solo se rompía con esos recuerdos.

Se levantó del suelo caminando hacia el baño, se limpio la cara con algo de agua y se miro al espejo.

No era Luperca, no deseaba serlo.

Pero ya lo era desde el momento en que nació.

¿Cómo dejaría de ser algo que ya era desde que nació?

La noche de Walpurgisnacht se acercaba, le guste o no debía ir a luchar alado de sus compañeros y familia.

Le guste o no debía aceptar su realidad.

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Algo Sad para Hild

Ya explicare de su poder y la noche de Walpurgisnacht. Solo denme paciencia.