Capítulo 10

BONNIE'S POV

Al día siguiente, ya no tenía el pelo azul. Lo que fue un alivio para mí, pero no lo fue para mi almohada. Salí de mi casa y esperé a Aaron. Al cabo de un minuto escaso, él salió de su casa. 

-Ya no tienes el pelo azul- observó. 

-Nop. 

-No duraste ni tres horas tratando de ignorarme.

-¿Quieres que lo intente en serio?- le provoqué.

-No, gracias. 

-Bueno, tu venganza tampoco duró tanto...

-Ah, ¿no?

-No. 

-Bueno. ¿Oíste eso de que la venganza se sirve en un plato bien frío? Lo que vistes sólo fue un aviso. 

-Ah, ¿sí?- le provoqué.

-Sí. 

-Lo dices como si fueras capaz de vengarte. 

-Sólo te lo diré una vez. No inteste provocarme o acabarás boca abajo de nuevo. 

-Está bien- respondí resignada. 

Llegamos al instituto y Zoe charlaba animadamente con Sergio. Ella tampoco tenía le pelo azul. 

-Son muy listos- comenté acercándome a ella. 

-Lo sé. Oye, tengo que contarte algo...- dijo. 

-¿El qué?

Ella me apartó de la multitud. 

-Ayer le dije a Sergio que me diera un beso- susurró.

-¿¡QUÉ!?- exclamé. 

-Calla. Fue de broma. Bueno, medio de broma, porque por un segundo quise que lo hiciera. Obviamente no lo hizo y le dije que iba de broma, pero aún así...

-¿Te gusta?

Ella se encogió de hombros con el semblante serio.

-Ten cuidado- le advertí.- Ya sabes como es...

-Pero ¿y si ha cambiado?-preguntó algo esperanzada.

En ese momento sonó el timbre de entrada.

-Hablamos luego- dije dirigiéndome a mi clase. 

Durante toda la clase estuve sumergida en mis pensamientos. No quería que ese tío le hiciera daño a mi amiga. ¿Debería confiar en él? Sonó el timbre del descanso. Todos se dirigían en estampida hacia el patio, pero yo cogí del brazo de Sergio, y con el rostro serio le dije:

-Tenemos que hablar.

-¿Qué quieres?

-No sé que te traes entre manos. No sé si te gusta de verdad o si sólo estás jugando con ella, pero te advierto una cosa. Ni se te ocurra hacerle daño. SI quieres salir con ella, sal con ella, pero no le rompas el corazón como haces siempre. Antes de intentar nada, asegúrate de que no vas a hacer ninguna estupidez. Te lo pido como amiga. 

-No intento nada. ¿Cómo crees que soy?

-No lo sé. Apenas te conozco- admití.

-No me juzgues antes de conocerme. 

-Pues, ¿cómo eres?

-¿Qué te parece si quedamos después de clase y nos conocemos?

-Vale. 

Ambos nos dirigimos al patio. Allí nos esperaban Zoe y Aaron. 

-¿Qué os ha pasado?

-Nada- respondimos los dos a la vez. Aaron nos miraba alternativamente. Parecía un poco enfadado. Pero en seguida cambió de cara. 

-Ey, ¿jugamos al fútbol?- propuso Aaron. 

-Claro- aceptó Sergio. 

-Nosotras pasamos- dijo Zoe con toda la razón del mundo. Cuando ellos se hubieron alejado lo suficiente, Zoe dijo:- ¿Qué ha pasado?

-Nada. Estaba terminando de recoger. Él no tengo ni idea. Por cierto, ¿hay noticias de tu padre?

-No- respondió con tristeza.- Y, ¿pasó algo con Aaron cuando te encerró en su cuarto?

-No-. Entonces recordé lo que me había dicho que había visto. Me puse muy muy muy muy roja.

-¿Eso es que no pasó nada?

-No pasó nada, sólo hablamos.

-Entonces, que te pongas roja se debe a...

-A algo que dijo.

-¿Qué fue?

-Él se quedó a dormir a mi casa el día que nos recogieron de la tuya. 

-Ahá.

-Puesyoestabacambiándomeyelmeviomientrasyomecambiabayyonomedicuentaymelodijoayer- dije muy rápido. Pero Zoe entendió.

-Pobrecita- dijo compadeciéndose de mí. Pero al instante se empezó a reír. 

-Mala- le acusé como una niña pequeña. 

****************************

Estaba en el parque esperando a Sergio. Al cabo de un largo rato, él llegó.

-¿Por qué has tardado tanto?

-¿Estabas impaciente por verme?- dijo provocándome. Yo le golpeé el hombro.

-No. Odio que me hagan esperar. 

-¿Qué hacemos? 

-No lo sé. La idea fue tuya.

-Es que... no estoy acostumbrado a quedar con amigas.

-¿Y qué haces con tus amigos?

-Vamos a jugar al fútbol o vamos al cine. O jugamos a videojuegos.

-Fantástico, me encantan los videojuegos- dije alegre.

-Pues vamos a mi casa. Pero Zoe no está. Ha quedado con Aaron, creo. 

-Vale.  

Fuimos a su casa y la madre de Sergio (Inés), nos saludó:

-¿Otra?- oí que le decía a su hijo en voz baja.

-No- respondió él.

Subimos a su cuarto y nos pusimos a jugar a algo que nunca había jugado. Estás atrapado en una torre y tienes que conseguir salir, pero hay guardias zombies por todos lados y cuando al fin consigues salir, te das cuenta de que estás rodeado de agua y tienes que subir para coger un bote y... Bueno, ya os lo imagináis. 

-No imaginaba que te gustaran estas cosas- dijo mientras mataba a un zombie.- No sé, creí que te gustarían las compras, maquillarte, y bueno, esas cosas que os gustan a las chicas.

-Te equivocabas. Yo soy más de leer, ir al cine, jugar a videojuegos... A lo mejor es porque comparto cuarto con dos chicos. Yo tampoco imaginaba que te pasaras las tardes jugando a esto. Creí, bueno ya sabes, que estarías por ahí ligando...

-Te equivocabas. Bueno, no del todo. Antes lo hacía, pero... desde hace un tiempo ya no lo hago.

-Desde que conociste a Zoe.

-¿Qué? ¡No! Bueno,... sí.

-¿Cómo es que no has intentado nada?- pregunté con curiosidad poniendo en pausa el juego.

-No sé... Por miedo a hacerle daño, quizá...- tenía la mirada perdida, pero en seguida se recobró y me miró.- ¿Y cómo es que tú no le has dicho nada todavía a Aaron?

-¿Por qué tendría que decirle algo?

-Obviamente te gusta. Y tú le gustas a él- dijo como si fuera algo evidente.

-No es tan fácil. Además, yo... Yo no sé lo que siento. Es diferente, pero no quiero equivocarme. No con Aaron. Él es genial y...

-¿Y qué pasaría si otra chica viera que él es "genial"?- me preguntó suspicaz.

-Pues sería genial. Me alegraría mucho por él y...- entonces caí en la cuenta de algo.- No me puedo creer que esté hablando de esto contigo. 

Ambos empezamos a reír.

-Yo tampoco. Estoy intentando ayudar a una chica a conquistar a un amigo. Extraño. 

*************************************

Cuando volví a mi casa, subí a mi cuarto. Miré por la ventana. Aaron estaba hablando por teléfono. Se le veía contento. Colgó y se dio cuenta de que estaba yo mirando. Cogió su cuaderno y escribió:

<<Hola.

>> Sabes que tienes mi número, ¿no?

<< Ya, pero así es más especial.

Yo no pude evitar sonreír.

>>¿Con quién hablabas?

<< Con nadie. Bueno, si todo sale bien, lo sabrás dentro de poco.

>> Ay, me pica la curiosidad.

<< Te aguantas. Buenas noches.

>> Buenas noches.

¿Con quién estaba hablando? ¿Por qué estaba tan alegre? Tenía un mal presentimiento...

******************************

¿Es necesario que repita esto siempre? Pasaros por el perfil de Dark_sweet14 y leed su parte de la historia.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top