AARON'S POV

Llegué al día siguiente al instituto. Nada más llegar a la puerta, todos mis amigos se acercaron a mí. 

-Hey, tío- dijo Mike.- No te lo vas a creer. Sergio nos va a invitar al skatepark. 

On, no. Ese ricachón no se iba a quedar con mis amigos. Y si lo creía, cometía un craso error. Me fui directo a hablar con ese tío. 

-Hey, tú. ¿Qué diablos pretendes?

-¿Yo?- dijo él sorprendido.- No pretendo nada tío. Ni siquiera sé quién eres. 

-Soy el tío más simpático que tú. El que siempre ha apoyado a todos. El que incluso se hace amigo de los invisibles. Pero al llegar tú, todos te prefirieron a ti. ¿Y sabes por qué? Por tu podrido dinero. Eres asquerosamente rico. Y eso atrae a las personas. Pero o te falta cerebro para saber donde está la línea o te sobran huevos para cruzarla. Vale que te quieras ligar a las tías, vale que quieras llamar la atención. Pero nadie, NADIE, puede llevarse a mis amigos. ¿Entendiste?

-Calma, calma, tío. Yo no quiero robarte a nadie. Simplemente me enteré de que les gusta el skate, y les he decidido invitar. Soy buena gente. 

Le miré desconfiado. Visto desde esa perspectiva... Genial. Había metido la pata hasta el fondo. Al ver mi expresión, Sergio se apresuró a añadir:

-Tranquilo, tío. Nadie quiere sentirse reemplazado. Te entiendo. Sólo cálmate. Puedo ser "asquerosamente rico", como tú dices. Pero eso no significa que sea tan mala persona cómo para querer robarte a tus amigos. Te invito al skatepark. 

-Lo siento. Han sido mis paranoias. Y muchas gracias por la oferta, pero paso. SI quieres vamos al skatepark, pero lo mío lo pago yo. Ya que te voy a machacar, al menos que no tengas que pagar. 

Él rió.

-Jamás pierdo en nada- aseguró. 

-Yo siempre gano.

Ambos reímos como buenos hermanos. Si al final, me caía bien este tío. 

-¿Y qué haces cuando no estás contando tu dinero?- pregunté.

-No cuento mi dinero. 

-Lo que tú digas. ¿Pero qué haces para divertirte?

-Me gusta hacer deporte y salir por ahí. ¿Y a ti? Aparte de empezar a gritarle a las personas sin razón, claro.

-Golpe bajo- admití.- Pues me gusta también hacer deporte. Salgo a correr algunas mañanas. Por cierto, tienes fama de ligón/mujeriego.

-Y a mucha honra- reconoció. 

-¿Rubias o azabaches?- pregunté con curiosidad.

-Pelirrojas.

Le miré extrañado, pero no quise hacer preguntas. "Nuevo ligue", pensé. 

-¿Qué clase de música escuchas?- preguntó.

-Electrónica.

-Rap. 

Estuvimos hablando un rato hasta que sonó el timbre de entrada. Los dos estábamos en la misma clase, pero a él le gustaba llegar unos minutos tarde para hacerse de rogar. 

Al llegar a clase, Bonnie estaba sentada en mi mesa.

-Dichosos los ojos- le dije.

-Bonito numerito el de la entrada- comentó riendo. Le lancé una mirada asesina.- Se te dan realmente mal las miradas asesinas. Se ve que las has gastado todas con Sergio. 

-En el fondo es buena gente. Y ahora, largo de mi sitio.

-Está bien, "señor que vio un cerdo volador". 

Era extraño, pero ese refrán de "No juzgues un libro por su portada" tiene razón. El ricachón resultó ser buena persona, y no era muy creído. Y la "señorita sarcástica y estirada" era divertida cuando quería. Me reí ante eso. He de reconocer que bastante fuerte. Claro que no me di cuenta de que la clase había empezado hacía veinte minutos y el profesor me castigó. 

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Holap. Sé que los capítulos son muy cortos, pero prometo que empezarán a ser un poco más largos. Bueno, recordaros por enésima vez que para conocer toda la historia (por ejemplo, cómo se conocen Zoe y Bonnie o Zoe y Sergio) tenéis que pasaros por el perfil de Dark_sweet14. 

Se despide, VanillaLove52