Premio de mi trivia en instagram a Mrs_BoogieMan

Los brillitos mágicos que caían al suelo era producto del movimiento de las alas de las hadas. JiMin siempre admiró ese show, a pesar de que ellas no hacían nada especial. Solamente iban de un lado a otro, llevando flores, semillas y pequeños insectos a canastos. La primavera estaba en la mitad de su vida, pero el trabajo se había vuelto más duro. Debían darlo todo para que la primavera no acabara antes de tiempo.

JiMin tenía su trabajo también, no como hada, sino como duende. Los duendes, a diferencia de las hadas, debían hacer el trabajo duro. Mientras ellas llenaban canastos, ellos llevaban los pesados canastos en sus espaldas; mientras ellas hacían crecer flores tras plantar semillas, ellos debían hacer los hoyos para las semillas. Y así, un centenar de tareas horribles.

—Arriba el ánimo, pequeño, no pongas esa cara, es primavera—dijo una de las hadas mientras llevaba semillas a un canasto.

JiMin no pondría esa cara si tuviera alas y solamente tuviera que llevar semillas a un canasto. Las hadas eran lindas, pero de cierta forma abusaban de los duendes.

—JiMin, rápido, toma el canasto, ya viene la reina con el príncipe —dijo otra hada empujando el canasto.

JiMin quería reír. Ella estaba roja por la fuerza que hacía para empujar, sin éxito, el canasto. Antes de que explotara y solo quedarán un par de alas con brillitos mágicos en el suelo,tomó el canasto.

Hadas y duendes hicieron dos filas, todos mezclados, dejando un camino por donde la realeza mágica pudiera pasar.

Al contrario de las hadas trabajadoras, la realeza tenía hadas hombres también. Mientras que los duendes tenían mujeres que se quedaban en casa, cuidando de los retoños en lo que ellos terminaban su trabajo de primavera. JiMin no estaba casado, vivía con su madre y sus dos hermanitos menores.

—Con ustedes, la reina Sunny y su hijo, el príncipe TaeHyung—presentó la jefa de hadas, encargada de la primavera.

JiMin vio pasar a la reina y su hijo, quienes no caminaban, sino que volaban dejando caer brillitos mágicos al suelo. La realeza tenía brillos plateados, al contrario de las hadas trabajadoras que esparcían brillos celestes al suelo.

El príncipe sonreía mirando a todos con amabilidad. Pero cuando JiMin sintió su mirada, su corazón martilleó con fuerza. Su mente lo traicionó con recuerdos.

Con las manos del príncipe en su cuerpo, con sus besos, con su voz grave susurrándole palabras de amor y con su promesa de vivir felices para siempre.

Era reconfortante saber que él estaba ahí cuando lo necesitaba, salvo en temporada de primavera, cuando debía trabajar en el mundo humano. Esos tres meses de separación eran estresantes. JiMin consideraba seriamente ser un duende desertor.

Pero entonces recordaba la sonrisa de TaeHyung, sus cálidos ojos que lo veían con amor y sus grandes manos que lo acariciaban cuando se sentía perdido.

Tal vez el trabajo de duende no era el mejor, pero si realizarlo le garantizaba seguir al lado del príncipe TaeHyung y recibir su amor, entonces JiMin aguantaría más de mil años con una sonrisa en el rostro.

Felicidades a la ganadora del premio! Espero que te haya gustado el drabble :3

Besos♥