Capítulo 2: Esta vez, no es para siempre.

Tan rápido todos acabaron de desayunar, fue Estoico el primero en despedirse de su familia; él trabajaba como jefe en un equipo de construcción, un poco lejos de su hogar.

Por último, se despidió Valka; ella era veterinaria en una clínica animal que ella misma fundo, además de ser una activista contra el maltrato animal. Mismo camino que seguían su esposo y su hijo.

Cuando ambos mayores se fueron, los chicos subieron a la habitación del castaño, comenzando a empacar sus pertenencias en cajas. Aunque el dueño, no estaba del todo concentrado.

—Ya dime la verdad. ¿Cuál es la razón por la que no empacas? —pregunto Jack, sin mirarlo.

—Estoy empacando...

—Hiccup, durante la última media hora solo has estado "acomodando" los papeles de tu escritorio y ni siquiera los has guardado...

El castaño suspiro, derrotado.

Voltea a ver a su amigo—. ¿Cómo rayos te das cuenta de todo?

—Hemos sido amigos desde niños. ¿Acaso eso no me da crédito? —sonríe con sarcasmo.

—¡Bien! —exclama finalmente, sentándose a los pies de la cama—. Estoy... inquieto.

—No es de extrañar, iremos a la Universidad de Edimburgo: una de las mejores universidades a nivel mundial —comenta algo emocionado, sin dejar de empacar—. No es extraño...

—No me refiero a la Universidad —lo interrumpe, con un tono serio—. La verdad... es que tengo miedo de irme.

Jack al escucharlo dejo lo que estaba haciendo y volteo para mirarlo; su amigo tenía el ceño fruncido, y su mirada estaba clavada en sus manos.

Suspiro y camino hasta sentarse a su lado.

—Exactamente. ¿A que le tienes miedo? —pregunto serio, tono que su compañero noto enseguida.

—Desde que llego la carta de aceptación, he tenido el presentimiento de que si me voy... no volveré a ver a mi familia.

Jack aparto por un momento su mirada.

Hiccup solo continuo, sin ver la acción de su amigó—. Sabes tu mejor que nadie lo agradecido que estoy por mi familia...

—Claro que lo se... —exclamo, con una mirada algo triste.

—Desde que tengo memoria siempre he querido ir a la universidad, estudie sin descanso para cada uno de los exámenes y las entrevistas. Mi objetivo siempre fue Edimburgo... —suspiro— ...pero desde que vi en la carta que fui aceptado, me preocupe demasiado por mi familia. —voltea a ver al albino—. Mis padres, desde que nací prematuro prefirieron solo tener un hijo, nunca me falto nada en toda mi vida... pero tengo miedo de que si me voy... nada volverá a ser como antes, como si... tuviera miedo de perderlos.

Jack miro el rostro dolido de su amigo, comprendido el terror que sentía, más de lo que le gustaría admitir.

—Hemos sido amigos desde la infancia... se de primera mano lo mucho que amas a tu familia y cuanto la has apoyado —posa su mano en el hombro del contrario—. Entiendo tu miedo del cambio, pero debes tener en cuenta que nada permanece igual, todo cambia en la vida y hay cambios que podrás sobrellevarlos, como todo en tu vida. ¿Además... —dice con una sonrisa en su rostro—, no tu meta era estudiar ingeniería industrial?

Se ríe—. Es ingeniería mecatrónica, Jack.

—Exactamente esa —sonríe—. Quieras o no compañero la vida cambia, y si tu familia es lo que te tiene preocupado no deberías de estarlo. Tu madre rescata a todo tipo de animales a diario, les de ayuda y los cuida; con ayuda de su amigo de toda la vida. Tu padre es el jefe a cargo de construcciones y tu tío siempre está a su lado, solo no van a estar. Además, de que ambos sabemos que vendrás cada fin de semana que puedas, incluyendo los días festivos como pascua, navidad y vendrás a felicitarlos cada vez que sean sus cumpleaños.

Se le queda mirando a su amigo por un rato—. ¿Cómo es que siempre sabes que decir?

—Porque soy un anciano de más de 300 años... —respondió serio.

—Si claro... y yo soy el Rey de Inglaterra —dijo con obvio sarcasmo, haciendo a su amigo soltar una carcajada—. Apenas y pareces de 18 años, ¿Cómo esperas que crea que eres un anciano?

—¿Por qué no?

—Sabes porque, si tuvieras esa edad estarías muerto...

—Tal vez soy inmortal.

—Si claro... —lo empuja de su cama, provocando que se caiga—. Levántate del suelo "ser inmortal" y ayúdame a empacar.

Fue así como pasaron las horas: la ropa era empacada en maletas, los libros en cajas y todos los dibujos en la habitación eran guardados en una carpeta especial.

Desde que era niño, Hiccup siempre tuvo una facilidad para dibujar, fue como también tuvo la facilidad y el amor por la mecánica. Su madre le contaba que siempre tomaba las herramientas de su padre de la cochera y comenzaba a hacer inventos, muchos que ahora eran empacados y serian llevados a la cochera.

Mientras Jack comenzaba a empacar los libros que serán vendidos, Hiccup guardaba todos los libros de historia que tenía para la universidad, esto lo vio Jack y solamente pudo sonreír, regresando a su labor.

No supieron cuánto tiempo estuvieron empacando, no hasta que escucharon la puerta de entrada siendo abierta, y la voz de Valka dentro de la casa.

—¿Exactamente cuánto llevamos aquí? —pregunto Jack, escuchando la voz de la mujer mayor.

—Tal vez... todo el día —dice sorprendido el Haddock, viendo desde la ventana de su habitación que comenzaba a oscurecer

—¡Oh por dios! —exclama Jack asustado, sorprendiendo a Hiccup—. Se suponía debía ir a una reunión hace dos horas... me van a matar —susurra lo último.

—¿Una reunión?

—¡Chicos ya bajen a comer! —avisa Valka desde las escaleras, había traído comida. Sabía perfectamente que su hijo no había bajado de su habitación en mucho tiempo.

—Bueno bajemos. —sale corriendo el albino, bajando las escaleras.

—Jack espera... —dijo tarde, su amigo se había bajado. Suspiro—. Después le preguntare sobre esa reunión... —exclamo, siguiendo a su compañero al comedor.

Ambos bajaron al primer piso, encontrándose con Valka y Estoico; este último había llegado junto con su esposa; Hiccup abrazo a su madre y su padre, mientras Jack simplemente los saludo. Los chicos al ver la comida comprada solamente ayudaron a poner la mesa, después todos se sentaron a comer. (después de que Valka obligara a Jack para que comiera algo antes de irse)

Toda la cena fue bastante animada, toda la familia comentaba animada las travesuras del menor, agregando también los momentos vergonzosos en la escuela (estos comentados por Jack) y Hiccup no podía estar más que apenado... pero fue bastante agradable recordar los momentos con su familia, al menos antes de que se vaya.

No paso mucho después de la cena para que  Jack decidiera retirarse. Se despidió de la pareja y fue acompañado por Hiccup a la salida.

—¿En serio tienes que irte? —pregunto Hiccup, caminando junto a Jack. Le preocupaba que su amigo estuviera solo en su departamento.

—De hecho, debía de a verme ido desde hace horas... pero cierta persona no es capaz de empacar sus libros...

—¡Oh por favor! deja de echármelo en cara. Ya te expliqué la razón.

—Si lo hiciste, pero eso no quita el hecho de que llegare tarde a mi compromiso —comenta con su típica sonrisa.

—Y a propósito, ¿Ya tienes todo empacado?

—Desde hace varios días, solamente sería cargarlo todo a la camioneta. —paro de caminar, y voltea a ver a su compañero—. Tú no te preocupes, esta noche termino de cargar mis cosas y vendré a la hora acordada para ayudarte a cargar todo en la camioneta.

—Sabes que no estoy preocupado porque llegues tarde... —menciona serio—. ¿De verdad no quieres quedarte esta noche?

Jack sonrío, cerrando sus ojos.

Su amigo siempre intentaba que pasara más tiempo con su familia y eso de verdad le encantaría, pero en esta ocasión no podía, tenía varias cosas pendientes y estaba ya atrasado.

—Gracias Hiccup... de verdad. Pero tengo asuntos que atender antes de que nos vallamos mañana, no pasara nada si paso una última noche en mi departamento. Será como una despedida del que fue mi hogar por mucho tiempo.

—Bien... —suspira, viéndose derrotado—. Hasta mañana. —extiende su brazo.

—Hasta mañana, Hiccup. —toma la mano del castaño, despidiéndose.

El albino comienzo a caminar a paso rápido hacia su hogar, y Hiccup lo observa alejarse en silencio.

Girándose, dio una última mirada dispuesto a irse; lo vio solo por un momento, pero... rápidamente volvió su mirada a Jack frunciendo el ceño, dudando ante lo que había visto.

Suspiro frustrado, pasando una mano por su cabello y giró, regresando a su casa.

Juraría que hace un momento había visto a Jack con la ropa de su sueño.



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Por la mañana, sus padres se habían levantado más temprano, ayudándole a bajar todas sus cosas. Tan rápido todo se encontraba en la sala toda la familia fue a desayunar.

Tal como fue el día anterior, la conversación en la familia era muy animada, aunque el ambiente se sentía cierta tristeza; pues su único hijo se iba a la universidad, misma que no estaba muy cerca.

No paso mucho para que llegara Bocón, el mejor amigo de su padre y tío de Hiccup desde que tiene memoria; y junto con el llego Benjamín, tan rápido llego el hombre su madre lo saludo con un fuerte abrazo, ante esto los Haddock simplemente sonrieron

Benjamín Blanca Nube, es el mejor amigo de su madre desde antes de su nacimiento. Se conocieron cuando su madre estaba empezando a fundar el refugio de animales. Desde entonces han sido grandes amigos, incluso llego a ser cuidado por el cuándo sus padres estaban demasiado ocupados, lo consideraba su segundo tío.

La amistad que tiene con su madre llega incluso a la hermandad, y con su padre también ha llegado a ser amigos. Toda la familia lo llama por su apellido.

Ambos invitados se sentaron en la mesa y desayunaron con la familia, dando también frases de aliento para el más joven, como consejos para su estadía en la universidad. Después de un tiempo, entre charlas y bromas llego un tercer invitado.

Al tocar la puerta fue Hiccup quien atendió.

—Hola Jack —saludo el castaño.

—Hola Hiccup —saludo, con su sonrisa infantil—. ¿Estas listo para irnos?

El moreno suspiro, y observo a su familia sentada en la mesa de la cocina, aun platicando con sus amigos. Sonrió y volteo a ver a su compañero.

—Estoy listo.

Aproximadamente les tomo una hora carga todas las pertenencias a la camioneta negra que se encontraba estacionada fuera de la casa.

Tiempo atrás, tanto Hiccup como Jack habían trabajado para conseguir el dinero suficiente para un vehículo, mismo que les serviría para la universidad.

Después de un año trabajando de camareros en un restaurante (y un poco de ayuda de sus padres) se pudieron comprar una camioneta, lo suficientemente amplia para que ambos llevaran sus pertenencias sin problemas.

Después de cargar todo en el vehículo y mover algunas cosas, había llegado la hora de despedirse.

—Ten un buen viaje Hiccup —dijo su tío Bocón, dándole unas palmadas en la espalda.

—Gracias tío —agradeció Hiccup, dirigiéndose después al casi hermano de su madre— Tendrás más trabajo en el refugio.

—Lo dices como si no fuera mi trabajo encargarme de ello —suspiro—. Te vamos a entrañar todos en la veterinaria, niño —menciono el pelinaranja, para después revolver los cabellos del menor—. Visítanos seguido.

—Eso tenlo por hecho, Blanca Nube —lo llamo, haciendo sonreír al hombre. Rápidamente se separó y camino frente a sus padres— Papá... Mamá

—No tienes que decir nada hijo —interrumpió Estoico, posando su mano en el hombro del menor—. No te preocupes por nosotros, estaremos esperándote hasta que vengas a visitarnos.

—Solo no olvides llamarnos ¿Esta bien? —le recordó su madre, posando su mano en la mejilla del menor, con los ojos ligeramente brillosos—. Llámanos tan pronto te instales en la universidad.

—Por supuesto mamá... —respondió Hiccup, siendo abrazado por su madre.

—Antes de que se vallan... —interrumpió Estoico, sacando un par de regalos— Jack, ven un momento.

No había mencionado palabra ante la despedida. El joven albino se encontraba un poco lejos de la familia. Sorprendido porque lo llamaran se acercó, quedando al lado de Hiccup y frente a los padres.

Valka tomo el regalo de color verde, para después extendérselo a Hiccup.

—Este es un regalo, por empezar tu universidad

El castaño tomo el regalo, al ser una caja con tapa simplemente lo destapo, encontrándose con un enorme libro en su interior; el cual era de colores morados y tenía un barco antiguo en la portada. Lo saco y observo emocionado el título: "El mundo de los vikingos por: Richard Hall"

—Muchas gracias, mamá —agradeció, dándole de nuevo un gran abrazo.

—Y como ultimo —anuncio Estoico, extendiéndole el regalo de color azul al albino—. Este es para ti Jack.

—Señor Haddock... —comenzó a decir nervioso, no esperaba que le dieran algo—, no podría aceptarlo...

—Claro que puedes —dijo la mujer, tomando el regalo entre sus manos y tendiendocelo al albino—. Tanto tú, como Hiccup han trabajado muy duro para llegar a donde están. Además, nosotros ya te consideramos parte de la familia Jack, y lo menos que podemos hacer es darte este pequeño presente.

Aún algo apenado pero con una sonrisa, Jack acepta el regalo.

Rápidamente el albino se da cuenta que es igual al regalo de Hiccup, así que retira la tapa y se encuentra con una hermosa y pequeña caja de música; que estaba pintada de colores azules, teniendo también adornos de color plata.

Misma caja de música que reconoció tan rápido lo observo.

—¿Cómo es que...

—Yo responderé tu duda —interrumpió Hiccup, viendo el rostro de sorpresa de su amigo—. Hace semanas, cuando me acompañaste a hacer algunas compras. Vi que tu mirada estaba clavada en esa caja y como sabía que mis padres querían regalarte algo, les sugerí que te dieran la caja de música.

—Yo... de verdad, no sé cómo pagárselo...

—No nos debes nada Jack —interrumpe esta vez Estoico—. Esta caja te lo damos todos, tu más que nadie merece un regalo.

—De verdad... muchas gracias... —agradeció enormemente, aguantando las ganas inminentes de llorar.

—Fue todo un placer Jack —menciono Valka, dándole un abrazo, mismo que correspondió.

Tan rápido comenzaron a terminar las despedidas y los agradecimientos, los chicos subieron a la camioneta. Siendo Hiccup el conductor, prendió rápidamente el motor y así, comenzaron su camino hacia la Universidad de Edimburgo.

Antes de perder a su familia de vista, el castaño voltio por ultima vez; observando a sus padres que aún lo despedían con la mano alzada y observando esa última escena, por primera vez desde que fue aceptado en la universidad, Hiccup estuvo seguro de que su familia estaría bien.

Sin ese peso extra en su pecho, siguió su camino. 

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