× AU: Medieval ×

× Advertencia: Mucho texto ×

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- Por favor Dios... Bendiceme con una niña... Que sea bendecida con el negro, el rojo y el blanco.

Rezo la reina en su ventana antes de irse a dormir, pues desde siemrpe había querido una niña aunque con su esposo solo pudo tener hijos varones. Pero  una noche fría, la reina dio a luz su séptima hija la cual nombre Lilian, la princesa Lilian Reid.

- Eres tan linda mí niña... Tu piel blanca como la nieve, tus labios y cabello rojos cómo la sangre y tus ojos verdes como la esmeralda...

Le susurró a la pequeña bebé la cual sin saberlo sería la causa de muchas desgracias, pero obviamente nadie podía adivinar el cruel destinó que le esperaba a esa bebé.

× Simplemente el tiempo pasaba, como un engrane de locura y en el brillo de una sombra, aquella corrupción crecía ×

La princesa era una niña muy hermosa, amable y dulce, era querida por todos además de ser muy inteligente y educada, cualquier madre estaría orgullosa de ella
Pero la reina Adelisa no, no le agradaba ni un poco que esa mocosa se estuviera llevando toda la atención, estaba madurando rápido y su belleza la estaba superando.

Ser más hermosa que la reina era un pecado que debía condenarse con la muerte.

- jaja madre, mira ¿No es hermosa?

La pequeña niña le mostró una mariposa que se había pasado en su mano pero la reina solo miro a la niña con desprecio y mato a la mariposa con sus manos.

- ¿M-Madre...?

- Deja de perder el tiempo con tonterías y bichos asquerosos, vete a tu cuarto ahora mismo y de ahí no sales hasta que hayas leído todos los libros.

-... S-Si mamá...

× Aquella mano que la niña extendió, la madre la alejo de aquella niña que envidiaba y siemrpe odiaba ×

La niña no hacía más que estar encerrada en su cuarto estudiando sin parar, Adelisa no quería que nadie la mirara para así no opacarla a ella misma. Se arrepentía de haberla tenido, mientras que la pequeña se preguntaba porque su madre empezó a odiarla de la noche a la mañana, rezando para que algún día su padre puede volver a quererla.
Pero a la edad de 15 años de Lilian el caos se desató.

× La niña que casi madura está, creció envenenada, el dolor, el odio, la envida y el amor se hizo locura ×

- ¡M-Madre, p-por favor, ten piedad de mí! ¡¿Que fue lo que hice?! ¡¿Cuál fue el pecado que cometí?!

Pregunto la joven de pelo rojo mientras estaba siendo sometida por los guardias a punto de cortarle la cabeza, mientras que su madre la miraba desde su balcón con despreció pero también satisfacción al saber que pronto ella volvería a ser más hermosa.

× Riendo está mientras corta el hilo rojo que las unía ×

- Tu belleza es el peor de los pecados ahora ¡Condenen a esa maldita mocosa!

- ¡P-Por favor, alguien ayúdeme!

Pero nadie llegó...

En eso uno de sus verdugos al ver su hermoso rostro lleno de lágrimas tuvo piedad y disimuladamente la libero de sus cadenas he hizo una seña para que corriera y ella así lo hizo.

- Tsk ¡Malditos inútiles, vayan tras ella y traiganme su corazón!

La joven corrió y corrió hacía el bosque, uno de los verdugos lanzó un cuchillo hacía la chica justo a su pecho pero solo le hizo un gran corte superficial, así siguieron atacando la hasta que los guardias la perdieron de vista.

× Y sin ningún pecado me culpo, por eso en el fuego del odio simplemente todo amor se quemó, por eso aquel día me dotaste con el rojo ×

La joven corría y corría sin parar, sus pies estaban destrozados, su vestido desgrarrado, y su rostro cubierto de lágrimas.
Estaba sufriendo, había perdido todo, su familia, su hogar y cualquier esperanza de recuperar el amor de su madre, más encima era una fugitiva

Pero su sufrimiento aún no terminaba, ya que para su desgracia un rey bastante codicioso pasaba por ahí.

× "Piel tan blanca como la nieve y labios tan rojos como la sangre, con tal solo ver a esa chica, simplemente loco me volvía" ×

Pov. Lilian:

"Ya todo estaba perdido"

Era en lo único que pensaba mientras descansaba bajo un árbol después de haber corrido por horas sin parar, no daba más, no tenía fuerza, estaba herida y tenía mucha sed.

Pero de la nada me tope a un hombre...

Tenía una turbia sonrisa...

Y una lujuriosa mirada...

- Ah~ pero miren cuánta belleza ¿Será que Dios mando este regalo para mí?

Quise pedirle ayuda pero algo me decía que debía correr y sin más me sujeto del cuello con fuerza.

- P-Por favor ... D-Dejeme ir...

- Pobrecita, estás un poco herida pero no importa jaja.

Dijo con burla mientras me miraba de arriba a bajo con esa mirada lujuriosa y morbosa que cada vez me asustaba más.

No puedo escapar.

- ¡P-Por favor suelteme!

Grite mientras intentaba golpearlo pero obviamente con esto no conseguí nada, es que simplemente estaba muy desesperada al punto que había vuelto a llorar de forma débil.

- Que lástima que me trates así, pero bueno, tampoco me importa mucho si me odias después de esto jaja~

Este hombre está frío como un muerto...

Tengo miedo...

Mucho miedo...

- Realmente disfrutaré con tu cuerpo.

× "Recorreré con mis fríos dedos todo tu blanco y bello cuello" ×

Ya estaba desgarrando mí vestido y manoseando mí cuerpo mientras yo gritaban débilmente por ayuda, decía un parde cosas a mí oreja pero no lo entendía muy bien, solo algo de que sería su prisionera eternamente y eso solo me altero más haciendo que me moviera desesperadamente mientras me tiraba al suelo.

Pero no puede escapar

No pude evitar que robara mí pureza de la forma más cruel y dolorosa posible.

Al terminar simplemente acarició mí rostro con amor mientras yo tenía el alma rota.

- Ahora podrás ser mía eternamente.

Al escuchar eso sin pensarlo tomé la espada que estaba en su espada y antes no había visto para clavarla en su estómago y poder escapar. No me importaba si estaba desnuda, no volvería a estar encerrada.

- Tsk, maldita bruja ¡Guardias, traiganme a esa maldita mocosa!

× "Sin crímenes pecadora seré, y presa de sus deseos estaré y ahora yo esto sufriré, por eso, fue que me dotaste con el blanco"   ×

No sentía mí cuerpo pero aún así seguía corriendo sin rumbo. Le noche llego y sin más cai al suelo inconciente mientras escuchaba la débil voz de una niña y un hombre.

A la mañana siguente me encontraba en una cama echa de paja y una sábana cubría mí cuerpo ya vestido, mis heridas estaban vendadas y al lado de la cama había una niña de ojos rosados y cabello rubio casi blanco, quien me miraba con una inocente sonrisa y una bandeja de comida en sus manos.

- Buenos días señorita, me llamo Minerva.

-... Buen día Minerva....¿Podrías decirme... Donde estoy...?

- Estás en la casa de mis papás y mía, te encontré con mí papá en el bosque lastimada y sin ropa, así que te rescatamos y mí mamá te curo las heridas, también te dio un vestido para cubrirte ¡Ah, y-y te traje el desayuno...!

-... Muchas gracias...

Tenía ganas de llorar pero no lo haría delante de ella así que solo acepte la bandeja y empecé a comer, moría de hambre por lo cual no deje ni una sola miga.

Fui bien recibida en ese hogar, me trataban como su hija y pude recuperar un poco mí sonrisa y la esperanza.

Pero al poco tiempo descubrí que estaba embarazada.

- No te preocupes Lilian ¡Nosotros te ayudaremos con tu bebé!

Me dijo la amable mujer de ojos dorados pero no sabía que podría mantener a un niño, a penas tenía 15 años, pero aunque haya sido un producto de una horrible violación lo quería, quería tener a ese bebé.

- Vaya Érasmus.... Eres bueno peleando.

- Jaja gracias pequeña Lilian, fui un soldado mucho tiempo, espía entre otras cosas.

- Me sorprende que no estés muerto.

- Debería pero no es tan fácil matarme jaja

Ese hombre que siempre estaba sonriente se encontraba entrenando a la pequeña Minerva con su espada, se veía que tenía mucho potencial y pasión en lo que hacían.
Ya pronto llego el día en donde daría a luz a mí pequeño bebé, era un hermoso niño de cabello castaño y ojos tan verdes como los míos.

- Es un hermoso varoncito Lilian.

- Es muy lindo jaja siemrpe quise un hermano.

- ¿Cómo se llamará Lilian?

-... A-Aun no lo sé...

Al verlo recordé todo el dolor que había pasado, aún había personas que me buscaban y ya estaba poniendo en peligro a esa amable familia que me había acogido sin pedir nada a cambio.

Tomé la decisión de una noche dejar a mí pequeño en una casa alejada dónde vivía una mujer y su esposo los cuales se que lo cuidaría muy bien, después toque la puerta y me oculte para ver si reacción.

- Querido, es un bebé.

- Lo abandonaron aquí, pobrecito...

-... Deberíamos quedarnoslo, esto es un regalo de Dios y una nueva oportunidad.

- Tienes razón... Si está en nuestra puerta es por algo.

- Jaja si, mira que lindo es... Lo llamaré Gabriel.

Al ver el buen recibimiento que tuvo mí bebé me fui de ahí llorando, no fue nada fácil pero sabía que era lo mejor, amaba a ese bebé con toda mí vida es por eso que hice lo que sería mejor para el.
Pocos años después llego un rey en busca de Érasmus, y no me sorprendía, mucha gente buscaba su fuerza y valentía.

Esa visita fue el comienzo de algo grande.

- Rey Isamu, es un honor conocerlo jaja ¿Que lo trae a mí humilde hogar?

- He escuchado sobre su fuerza, también escuché que jamás a perdido una batalla.

- Bueno, se dicen muchas cosas jeje

- Me gustaría que formarás parte de mí ejército.

- Bueno, eso es muy negociable.

Mientras hablaban yo solo me dedique a juntar la mesa en donde estaban hablando para que estuvieran más cómodo y el rey de cabellos verdes no pudo evitar mirarme de arriba a bajo totalmente incrédulo.

Ya tenía un plan.

Ya no era una niña tonta, mí cuerpo había madurado y mí belleza se volvió más grande, tenía muchos hombres en la palma de mí mano con tan solo 18 años y este rey solo fue otro que cayó a mis encantos a primera vista.

Era mí oportunidad.

Ese rey les ofreció a la familia Fujioka y a mí vivir en su palacio gracias a los servicios de Érasmus. El tampoco desaprovecho la oportunidad para estar cerca de mí y cortejarme, tenía esposa pero eso era lo que menos me importaba, era algo que solucionaría pronto.

Primero debía ganarme su corazón para obtener lo que quería.

- Mí amada Lilian, estoy tan feliz de que hayas aceptado mis sentimientos, me gustaría que fueras algo más que solo mí concubina.

- No debe agobiarse mí amado rey, no importa cuál sea la manera, yo deseo estar con usted como sea.

Obviamente todo eran puras mentiras, no sentía amor por el, más bien era lástima y mí camino no estaba fácil.

- Puede que seas la favorita del rey Isamu pero yo sigo siendo su esposa.

- Pues como esposa no veo que hagas un buen trabajo dandole un heredero nfu~.

- ¡Niña insolente!

Esa mujer me abofeteó con fuerza algo que Isamu alcanzó a ver y me aguante la risa y las cambie por unas lágrimas.

- ¡¿Que crees que haces?! ¡¿Por qué la golpeas?!

- ¡Está mocosa es una irrespetuosa y debe aprender su lugar!

- E-Es mí culpa su majestad... Y-Yo l-le hablé con demasiada confianza a la reina i-intentando ser su amiga pero-

- ¡Mentirosa!

- ¡Ya basta! Si vuelvo a ver qué le levantas la mano se te dará un castigo.

Isamu me protegió en sus brazos consolando mí llanto mientras que por dentro reía al ver la cara de esa mujer.

Ya debía quitarmela de encima.

Una noche la reina se encontraba bajando por las escaleras hacia las catacumbas para hacer sus pociones, por lo poco que sabía estaba haciendo un tipo de veneno para matarme, lástima que la ira la cegó tanto al punto de no poder ver cómo la seguía y al ya estar en una zona más oscura simplemente la empuje logrando que caiga por un parde minutos escuchando sus huesos romperse y por fin acabando con su vida.

- Ups... Mis manos se resbalaron~

Y así me convertí en la nueva reina, logré convencer a Isamu de que hiciera a Érasmus general y darles una mejor calidad de vida a las personas que me salvaron, ya tenía todos los conocimientos que nescitaba para ser reina así que no faltó mucho para que las personas del país me adoraran y me aceptarán rápidamente como su nueva reían.

Hice más aliados entre ellos mí leal consejero y amigo Edgar, el cual salve de su esclavitud, como agradecimiento me entrego su vida entera y fue perfecto para cumplir varias misiones.

Pero me sentía triste.

Vacía.

Sin sentido.

Por más que recibía miles de halagos, regalos, amor, cosas lujosas, viajes y tierras no estaba satisfecha.

Me sentía miserable he impotente.

En eso baje a las catacumbas dónde se encontraba el veneno que la reina tenía preparado para mí meses antes, aún seguía intacto, entonces algo paso por mí mente...

× El amor que anhelaba

"Jamás se te dará"

Mí mano salvadora

"De un demonio era" ×

¿Si estuviera muerta por fin sería feliz?

× "¿Lo que más deseaba? Ya no ser una pecadora" ×

Siemrpe le preguntaba a Dios cual fue el pecado que había cometido para recibir tanto dolor y sufrimiento ¿Que hice? ¿Debía morir para poder pagar mis pecados?

× "Por eso mí vida ya..."×

- No será necesaria...

Tomé el veneno y se lo inyecte a una manzana que tenía en mis manos, con cuidado me lo acerque a la boca mientras miraba mí reflejo en un espejo grande y redondo que había en esa habitación preguntándome si por fin con esto acabaría mí sufrimiento.

Pero entonces supe lo que debía hacer.

× "Simplemente sin nada saber, ahora yo a todos los despedasare" ×

Quería venganza.

- Claro... Eso es lo que nescito... Jaja... Jajaja... JAJAJAJAJA.

Esa era la respuesta, y debía quitarme a otro estorbo del camino.

- Ten mí amado esposo debes estar hambriento por tanto trabajo.

- Oh, muchas gracias querida, siemrpe siendo tan dulce.

Sin pensarlo mordió la manzana y al instante empezó a toser y quedarse sin aire efecto del veneno mientras que yo escondía lo que quedaba de la fruta en mí vestido.

- Lo siento querido, fue divertido pero solo te entrometes en mis planes.

Le susurré dandole un beso en la mejilla dejando que muriera en mis brazos, al escuchar que su corazón dejo de latir mis lágrimas de cocodrilo salieron para tener más credibilidad.

- ¡A-ALGUIEN AYÚDEME!

- ¡Reina Lilian! ¡¿Que pasó?!

- ¡E-El rey está muerto!

Fue un mes triste, todos lloraron la muerte del pobre Rey Isamu pero a penas termino su luto me puse manos a la obra.

- No tengo dudas, el reino vecino fue el culpable de su muerte, justo uno de sus sirvientes llega para firmar un acuerdo de paz y en ese mismo día muere envenenado...

Logré convencer a todos de que el reino vecino...

El reino del mí madre...

Habían matado al pobre rey Isamu así que no tarde en hacer que un ejército llegará de sorpresa a ese reino mientras todos dormían.

× Los restos de se amor roto los cambio por la espada de la venganza ×

- Los voy a tomar y sin duda a todos voy a descuartizar... ¡ATAQUEN, NO QUIERO A NADIE VIVO!

La batalla comenzó, mujeres, hombres y niños fueron masacrados y sus hogares quemados pero nada de eso me importó, fui directo a atacar el palacio donde mí madre estaba huyendo, pero la alcancé.

Su cara de terror y miedo al reconocerme me hizo sentir viva otra vez.

- Hi-Hija mía, p-piedad por favor ... ¡S-Soy tu madre!

-... Que curioso... Yo también pedí piedad cuando quisiste ejercitarme.

Respondí calmada cortando su cabeza y prendiendo en llamas su castillo con ayuda de mis solados, para después salir de ahí, mirando desde lejos el caos que había armado.

Y realmente se sintió bien.

- Lilian- sama, ya todos están muertos.

En eso escuché llantos de un bebé... No, eran dos.

- Ara ara, parece que no todos nfu~

Rápidamente fui con mí caballo hasta donde venía el llanto, y me encontré con dos pequeños bebés.

- Lilian-sama... Son mellizos, parece que lograron ocultarlos en este árbol durante el ataque.

Los iba a matar pero al verlos más de cerca recordé a mí hijo.

Mí lindo Gabriel...

Estos bebés... No tenían la culpa.

-.... Edgar, dámelos.

- ¿Eh...? Bien.

Mí fiel amigo tomo a los bebés en brazos y los puso en los míos, por suerte pude calmar el llanto de ambos con una suave canción, se veían realmente preciosos y recordé lo que era ser mamá.

- Van y Emma.... Esos serán sus nombres mis niños...

Así fue como me convertí en la nueva reina con dos herederos con tal solo 20 años, tambien con el ejército más grande comandado por el hombre más fuerte que jamás había perdido una batalla.

Solo me faltaba alguien...

- Tu eres ...

- Shh~, soy yo, volví por ti... Ahora estaremos juntos como tanto lo deseas~

Fue bastante fácil encontrarlo en ese bosque, en ese mismo bosque donde abuso de mí siendo a penas una niña y usando mí belleza lo atraje hacía mí.

- Sabía que volverías jaja, ahora estaremos junto-

No deje que terminara cuando ya había apuñalado su pecho con mí daga favorita tirandolo al suelo.

- Me sorprende que sigas vivo después de la última apuñalada que te di pero créeme...está vez me asegúrare de que estés bien muerto.

Ya perdí la cuenta de cuantas veces perfore su cuerpo, despedazando su piel y sus órganos, manchandome con su asquerosa sangre.

Pero al fin mí venganza estaba echa.

Mandé a Edgar a enterrarlo y yo otra vez volví a mí palacio con su ayuda para borrar toda evidencia, volviendo a hacer la reina pacífica y amada por todos.

Pero también odiada por muchos otros.

Pero no me importa, mis acciones llevaron a otras, libere a miles de la esclavitud, salve a miles de jóvenes que eran abusadas, niñas y niños que eran forzados a trabajar en cosas que ponían en riesgo su vida.

Si soy mala o soy buena, no me importa, logré lo que quería y ahora estoy en la sima de todo.

× "Sin crímenes pescados cargaré, por eso en el fuego del odiotoda emoción quemaré"

- ¡VIVA LA REINA LILIAN!

- ¡VIVA!

Ahora todos aclamaban mí nombre y se arrodillaban ante mí reconociendome como su reían.
Ahora en mis labios había una pequeña sonrisa al saber que pude conseguir lo que deseaba.

Si mí belleza era un pecado entonces ardería feliz en las llamas del infierno.

× "Porque ese día me dotaron con el negro" ×

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Nota: ¡UFFFFF PEGO FUERTE LA INSPIRACIÓN!

Es muy largo pero si llegaste hasta aquí y leiste todo te mereces el mundo :'"3

Me inspire en una canción de Vocaloid, quise recordar viejos tiempos y justo encontré una canción que inspiro este One-shot ¿Adivinan cual es?

Si tienen alguna duda sobre la historia pueden preguntar con gusto, aquí escribí el como Lilian se volvió reina y como fue su pasado en este AU Medieval, espero que les haya gustado y gracias por leer mis Pendejas chocolatitos uwu ♥️