Título: "El tirano"

Personajes: Erik - Myre.

Advertencias: Ninguna.

Aclaraciónes: Ninguna.

AU: Especial Halloween.

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Había una vez un hombre de gran fortuna, sus ojos azules y su cabello rubio traía a todas las doncellas locas por el, solo hablaba con las personas que le interesaban y eran pocas, no solía salir mucho de su mansión y era muy frío.

Era muy temido, pero también, muy odidado.

- Es un hombre horrible.

- No lo deseo la muerte a nadie pero, ojalá algún día amanezca muerto.

- La señora Myre es tan diferente a el.

Esos eran algunos comentarios que se escuchaban entre los sirvientes del caballero Hunter, ya que el trataba de forma cruel o indiferente a las personas que creía menos que el, no repsetaba a nadie más a su madre.

Oh, su madre, era la excepción a todo, ya que el corazón del tirano se ablandaba al estar junto a la mujer que le dio la vida.
Myre, su madre, pasaba la mayoría del tiempo postrada en la cama gracias a su enfermedad en la piel, el sol no podía tocarla o se quemaría, esto hizo que el joven cubriera todas las ventanas de su mansión, pocas veces se abrían y era cuando su madre dormida, el hombre que se hacía llamar Erik era muy cuidadoso con esas cosas, ya que ella era lo único que le importaba.

- Madre ¿Cómo te sientes el día de hoy?

- Jaja, poco a poco voy mejorando hijo mío, ven siéntate, cuéntame cómo estuvo tu día?

Lo que nadie sabía es que la niñez del chico había sido un verdadero infierno, viviendo con un padre abusivo y una madre que lloraba día y noche. Obviamente nadie sabía de esto, Erik prefería que le tuvieran odio a qué le tuvieran lástima pero los secretos de su pasado se los llevaría a la tumba.

- Hay que matarlo esta noche.

- Lo se, tengo todo listo.

- Recueden bien su habitación, pues todo estará oscuro.

Así los sirvientes iniciaron con el plan para asesinar al tirano, todo parecía ir bien pero una pequeña confusión condeno el destino de todos.

- ¡Imbécil, mataste a la señora Myre!

- ¡L-Lo Siento, lo siento, no quería hacerle eso a ella!

- Ha-Hay que ocuparnos de esto rápido antes de que-

- ¿Que le hicieron a mí madre.......? Malditas basuras.

Esa noche fue una verdadera cazería, pues el tirano no dejaría pasar esto para nada y empezó a matar a todos sus sirvientes, uno por una, dejando la mansión llena de su sangre.

- Lo lamento madre, debí cuidarte mejor....

Erik ya no tenía más razones para estar vivo, solo seguía respirando para cuidar a su madre y pagar todos los momentos en donde estuvo con el cuando era niño, pero ahora no tenía nada, nadie lo quería, nadie lo esperaría, solo sería un mounstro después de esos asesinatos.
Así que sin esperar mucho tomo un arma y se voló la cabeza manchando su propio cuadro de su madre y el cuando era niño.

Cuenta la leyenda que esa casa un está en perfectas condiciones, aunque, la sangre nunca pudo salir de las paredes, cuando entras sentirás mucho frío, escucharas los gritos de dolor y piedad de los sirvientes.

Y sentirás como una fría mirada azul te penetra el alma listo para cazarte.