Personajes: Myre - Esma.

Advertencias: Mencionés de maltrato.

Aclaraciónes: Esto pasa cuando Esma tiene 16.

AU: Mágico.

Escenario: El Burdel.

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La joven lamía de cabello blanco se encontraba tirada en el piso totalmente golpeada y sucia, su ropa estaba ropa y su cola a penas se podía mover.
Estuvo escapando horas y horas de las personas que la compraron pero ya no podía más.

Lo único que pasaba por su mente era "¿Por qué no muero?"

X: Ey ¿Estás viva?

La joven lamia levanto la cabeza y se encontró con una mujer muy elegante de avanzada edad que tenía una mirada dura.
Esma no respondió, le dolía la garganta, intentaba modular pero simplemente no le salía.

X: Tsk, demonios ¿Tenés a dónde ir?

Esma nego con la cabeza a duras penas ¿Que quería esa mujer? Solo quería morir tranquila.

X: Ten.

La mujer de avanzada edad le extendió un taper a la lamía con un botella de agua, ella ni muy lenta ni peresoza tomo el agua de forma desesperada para luego abrir el taper y ver que eran alitas de pollo, ni siquiera lo pensó cuando lo déboro rápidamente.

Esma: Gra..... G-Gracias.

X: Si no tienes a dónde ir ven conmigo, pero deberás hacer lo que te diga.

La peli blanca muy ingenua la siguió sin esperarse acabar en un burdel. Al principio tenía miedo, mucho miedo, todos esos hombres mirándola con perversión en sus ojos, quería morir ahí mismo, pero ahora no tenía el valor ¿Que debía hacer? Ellos dijeron que la mantendrían pero solo sería hasta que cumpliera 18 y pudiera trabajar.

Pero todos esos malos pensamientos se alejaron cuando la conoció.

Myre: No te preocupes, no estás sola... Honestamente tampoco es algo que me guste.

En la habitación de Esma entro una mujer de cabellera rubia y ojos color chocolate, era extremadamente hermosa, mas que todas las mujeres de ese lugar, y era tan amable que Esma no pudo evitar refugiarse en ella buscando un poco de consuelo.

Esma; ¿Por qué lo heces...? ¿Cuál es tu motivo de estar Aquí?

Myre: Mí hija... No tengo a dónde ir, pero cuando tenga el dinero suficiente me iré con ella para vivir una vida tranquila.

Esma: ¿Hija...?

Myre: Jaja si ¿Quieres conocerla? Ahora está durmiendo pero mañana estaré encantada de presentarlas, es un poco tímida.

Myre le mostró a la mujer un pequeño lonche y en su interior había pechugas de pollo con ensalada.

Myre: ¿Compartimos?

Ambas mujeres se la pasaron la noche hablando forrando una gran amistad entre ambas, contando su pasado y como habían terminado en tal lugar, ninguna se juzgaba, solo podían abrazarse y refugiarse en su amistad soñando con el día en que ambas puedan escapar de ahí.

Lástima que ese horrible día llego y una bala impacto en el pecho de Myre, dejando su hija en los brazos de su mas fiel amiga.

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