Título: "La hermanastra"

Personaje principal: Erica.

Personaje secundario: Minerva.

Aclaraciónes: Aquí y Minerva son hijas de Lilian porqué si - Puedes usar otros personajes para hacer de tu herman@.

Advertencias: Insinuaciones sexuales (Ya saben cómo es Erica XD)

AU: Normal (aquí no hay magia ni poderes ni creaturas raras)

Relación: Hermanastros.

Escenario: Tu hogar.

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Te quedaste un poco en shock al escuchar que tu padre se volvería a casar, no sabías como tomártelo, por una parte estabas feliz pero por otro tenías miedo de que haya escojido a una mala mujer.

Lilian: Mucho gusto, estaba ansiosa por conocerte, ellas son mis dos hijas, MInerva y Erica.

Suspiraste alivid@ al ver qué era una buena mujer, Minerva también era agradable contigo pero Erica... Simplemente no podías verla como una hermana, esa chica tenía algo que simplemente se te hacía difícil.
La convivencia en tu hogar era agradable, pero la rubia te ponía nervios@ por alguna razón, su sola presencia ya te inquietaba y no sabías de que manera.

Ya habías intentado verla como una hermana mas pero no sabías porque era tan diferente ¿Sus encantos? ¿Su forma de ser? Ella tampoco te lo ponía fácil, te daba nalgeadas, se acostaba en tu cama, hacía chistes subidos de tono y se cambiaba delante de ti.

Erica: No es para tanto hermanit@~

Bueno, para ti si, esos comportamientos no ayudaban a tu imaginación ¿Iba enserio o quería jugar contigo? ¿Asi jugaba con MInerva también?
Ya un día como cualquiera tu padre salió a una cena romántica con Lilian y MInerva se fue con su amiga a pasar el día, tu te quedaste sol@ con Erica y causalmente te la topaste en la cocina.

Erica: ¿Quieres hacer chocolates connmigo?

No tenías nada mejor que hacer así que aceptaste, todo iba normal, broma por aquí broma por allá, bromas no tan bromas pero eso era otra cosa. En un momento te agachaste para buscar una olla que nescitabas y viste que el pie de la rubia estaba a la altura de tu cabeza, te diste la vuelta quedando sentad@ en el piso mientras Erica te acorralaba  con su pie y te miraba con una sonrisa divertida y ojos sádicos.

Se agachó a tu altura para suspirar en tu oído cosa que te provoco escalofríos.

Erica: ¿Que paso máster? ¿Te van las costumbres norteña? Jajaja~

¿Que harás?