Y al caer la noche, ahí estamos tú y yo,
el silencio de la noche nuestro aliado,
espectantes ante ese romanticismo nocturno que acapara nuestro espacio.

Profanando promesas, anhelando nuestro momento,
y confieso, que puedo condenarme estando a tu lado, mi locura por ti va mas allá de pasiones fecundas impregnadas de amores.

Si supieras, que mis miedos me obligan a escapar de ti,
entendería que a veces, soy sólo un reflejo que pierde firmeza en mi debilidad.

Si supieras, que a veces confundimos el amor con la pasión enfrentando talvez soledades ocultas, espacios en blanco donde la catarsis se evoca.

Si entendiera mi corazón, que no puedo amarte, que sólo eres esa ancla que me lleva a la libertad y a la algarabía que sopena mi alma,
así cada noche, la espera ávida por ti, se esfumaria.

Quizá algún día enfrente mis miedos, y haga a la soledad mi aliada, y mis noches  sean solo eso, tiempo de reposo donde tu nombre se difumine en medio de cada sueño, y mi corazón encuentre la calma para dejarte ir.

Luz Marina Santiesteban
16-11-2018