Y por qué no acogerte en mi pecho como ese hermoso recuerdo que socavo de mi baúl cuando siento que algo me falta.

Y por quén no sucumbir  a mi deseo y pasión por ti,
y por qué no dejarte ir con esa locura que profesas, con tu espíritu libre, y tan sólo contemplarte desde la distancia.

Y por qué no ahogarme en el silencio secreto de este insomnio que entre fábulas deambulan.

Por qué no rendirme y tan solo ignorar que en  el amor  nunca nada  sera perfecto, y claudicar en esos intentos incensatos por buscar algo más.

Por qué no dejar de recrearte en mis noches y que la apoplejía delirante,   borre en mis sueños tu presencia.

Y por qué no claudicar si lo nuestro es sempiterno, y contencioso.

Por qué no dejar que la apnea aparezca cada vez que vea tu nombre, y así abstenerme en mi libertad para elegir.

Así sentirás que todo es como anhelabas que fuese...
Sempiterno.

Luz Marina Santiesteban
31-10-2018