Que podría decir que ya no dijera,
si partes mi historia en dos, en ese antes y después.

Podría gritarle al viento la euforia que me da profesar estas quimeras compartidas,
esas que deambulan y me conectan a tu escencia,

podría de manera abstracta y con la sutileza de mi corazón rearmarte pieza a pieza con la sorpresa de encontrarte entre mis pensamientos,

podría confesarle al presente que mi destino me lleva a ti, que me direcciona en tu encuentro.

Podria dibujar cientos  de mandalas de hermosos colores, simbolizando  nuestro ritual de amor,
pragmática forma de abuchear cada sentir.

Podría iluminar la noche con tu mirada,
Ponerle nombre a las estrellas que como testigos nos cobijan con su resplandor.

Podría refugiarme en el embeleso de esos raudales de tus calurosos abrazos donde conscientes mi alma con versos con la sinfonía de tu voz.
Donde silente rebosa mi corazón de esa alegoría propia que traes  cuando somos tú y yo.

Luz Marina Santiesteban
12-04-2019