De ensueño, fue ese gran día en que partiste mi historia en dos,

donde mi imaginación empezó a correr a mil por uno,

donde cualquier cosa que me hiciera mirar atrás, de inmediato se esfumaba,

donde mi corazón junto al tuyo latían tan coordinadamente como una sinfonía angelical.

Que placentero en mis entrañas sucumbías ante cualquier manifiesto de curiosidad.

Desde aquel día jamás fui la misma y todo lo que era se desboronaba,

la insistencia de empezar una vida diferente aumentaba, aunque incierta pero con el corazón abatallado de cual colosal amor que me perpetuabas,

donde sin verte te imaginaba, te sentía, sin hablar aún, te escuchaba, porque desde antes ya te amaba.

Es un amor puro, que me envolvió desde aquel día,
donde las nubes cubrían instintivamente lo que iba a pasar,

donde aunque todo era confuso y no había respuestas para todo, asumí con gran valor, amor y entrega el reto de traerte alegrías, amarte sin medida, entregarme sin sigilos, sin pretender ser perfecta,

Haciendo que nuestro creador nos guiara de su mano, para ser tú y yo en el camino, para guiarte y darlo todo por ti, por ese ser Único, que con rapidez y ahínco busca con celeridad sus sueños, que jamás nadie te quitará, ni siquiera YO,
porque todo lo que haga aun sin ser perfecta, lo haré con amor y fe discerniendo que es lo mejor para ti, agradecida con el Creador, de esta hermosa dádiva que es tu vida y la mía para Siempre.

Desde aquel entonces un 16 de septiembre de 2005 hora 11:30 Pm, partiste mi historia en dos, y allí supe que la felicidad existe, y que no son segundos ni momentos, que mi felicidad eres tú, y que es para Siempre,

Te Amo mi Gran inspirador, a ti Hijo mío.

                                                                               Andrés Felipe

Luz Marina Santiesteban 

05/06/2018