Y ahi estas tú amado mío,
tan imponente y lleno de luz,
sublime y a la vez paradisíaco,
te contemplo y mi mirada se concentra en tu existencia y por unos minutos me pierdo en ti.

Duermes y siento tu respiración ahí, cerquita a mí, contemplo tu rostro, mis manos te acarician, te dibujo con ellas una y otra vez para jamás olvidar cada detalle,
toco tus labios, esos que dan vida a los míos, son tan dulces, afrodisíacos, y te beso sutilmente para no interrumpir tu sueño.

Me acerco y reposo sobre  tu pecho, y allí me siento segura, amada, y me lleno de remembranzas de nuestra historia,
en mi rostro salen instantáneamente gestos de amor, alegría, gratitud, y tanto de tanto a tu lado, y ahí pegadita a ti guardo reposo, me arrullas  con los latidos de tu corazón, hasta caer en ese profundo sueño, donde el silecio de la noche escucha cada suspiro, deseando un nuevo amanecer a tu lado.

Luz Marina Santiesteban
12-10-2018