Tengo celos de la brisa que roza tu rostro,
de esa taza de café en la mañana cuando no soy tu compañía.

De ese primer buenos días cuando no es a mí a quien ves,
celos de esos besos que no son míos...

Celos de no ser el dueño de tu tiempo,
de no ser el brillo de tu mirada
de no ser dueño de un te amo.

Pienso, siento
y estás aquí dentro, y estas ahí... lejos.

Tengo celos de no poder ser el hombro que calme tu llanto,
de no ser quien robe tus sonrisas,
de no ser el dueño de tu corazón,
de esa coquetería que me enamora.

Celos de esa sabana que te abriga,
de no ser quien cada noche te susurra al oído, porque mis labios tienen ansias de ti y mi cuerpo te llama.

Quisiera bailar contigo bajo la luna cada noche,
que las estrellas como testigos iluminen este amor que te profeso,

Y te siento cerca y al mismo tiempo lejos...

Soñando con tus letras, con tus sentimientos,
esas palabras que llevo cada noche al acostarme, que es lo más preciado que conservo.

Y al levantarme, corro a leerlas, porque entre sabanas y almohadas olvide de ellas,
y al recordarlas siento tu presencia, cerca, aquí en mi pecho y esa distancia que nos separa, se achica en cada amanecer y comienza a sentirse en cada anochecer.

Aún así, me busco entre tus letras y anhelo que entre tus líneas mi nombre esté, allí plasmado, y cada noche al contemplar esa hermosa luna pido un deseo,el de tenerte aquí cada noche, en mis sueños, en mis pensamientos, en mis versos, porque me haces bien, me das vida, y tu existencia cambia mi hoy.

Me llevas a otra dimensión, entrelazas mis sentidos, razón y mi corazón quedando atada a ti sin medir distancia. 

L.M.S.M
14-09-2018*