Recuerdos invaden el alma, y de repente un aire de melancolía toca el corazón,

y cómo no extrañarte, si tu recuerdo se anida en mi pecho, y como una suave brisa acaricia mi alma,
si tus palabras de amor, se volvieron casi una necesidad, para embellecer mis días, si con ellas, desnudas mi alma.

Y cómo no pensar en ti, si en tan caudaloso caos de mi rutina, solo tu nombre hace que me rediseñe y la soledad se aleje.

Y cómo no soñarte, si tu última palabra para mí, es un Te Amo...

Cómo no amarte, si tu amor prevalece en la distancia, allí cuando lejos te siento, en medio de mis espejismos de lo inadmisible,

Si, estás ahí sosteniéndome aun en esos días donde el sol no brilla para mí, donde el tiempo se hace eterno, y en la holgura de mis fracasos me embeleses con tu calma.

Y en la noche como una compilación de luciérnagas, iluminas y adornas, ése nuestro refugio de amor, y allí solo tú eres mi requisito, y no necesito nada más.

Luz Marina Santiesteban

19/11/2018